Microbiografía/ Manuel Aquino Delgado

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Don Manuel y yo fuimos dos grandes amigos. Mi amistad se remonta cuando fui designado Cronista Municipal de Ortiz, cuya juramentación me tocó recibir en la XIX Convención de Cronistas Oficiales de Venezuela, celebrada en la Asunción, Nueva Esparta, Margarita, en el año 1990. Mi presentación estuvo a cargo de mi amigo y colega Oldman Botello, entonces cronista de la Ciudad de la Villa de Rey de San Luis de Cura.


por José Obswaldo Pérez

LA ÚLTIMA VEZ QUE CONVERSÉ con don Manuel Aquino fue para concertar un proyecto que él había sugerido durante una conversación, de esas que solíamos hacer un domingo de cada mes, cuando lo visitaba aquí en su casa y que yo, tentativamente, había titulado como Pedro Aquino: el Conde arruinado. Un personaje histórico por el cual me había fascinado y que don Manuel consideraba como su antepasado. Era un conde arruinado, endeudado con proveedores de las casas comerciales y por la entrada en vigencia de la Ley de Quita y Espera del general José Antonio Páez.

Pedro Aquino era ganadero, propietario de hatos en Tiznados, Guaitoco, Chirgua y La Soledad. Todos ubicados en la jurisdicción de Ortiz. Durante la Guerra Federal, Pedro Aquino hastiado de deudas se alzó en esos predios de Ortiz, para capitanear las banderas de la revolución. Se vino a El Sombrero, donde hizo desmanes y asaltos como el que le realizó al ganadero Juan Rodríguez Tosta. Luego pasó a Barbacoa, situándose en el sitio Cinforino, donde conformó una guardia de malhechores que, a veces, atacaba a la población de Barbacoa. Pero, las fuerzas militares de esa localidad lo rechazaron mil veces; y, en una oportunidad, le mataron a siete de sus hombres. En El Sombrero entraba cuando quería, causando alarma y temor en la población.

Pedro Aquino era de El Calvario, hijo de Félix Aquino y Petronila Mosqueda. Sus hijos fueron: Félix de la Cruz, Juan Gregorio, Agueda e Isabel Aquino y Ponte Mosquera. Murió en la Misión de Los Ángeles de Calabozo, durante unas elecciones parlamentarias. La noticia recorrió el país, hecho que celebró el periodista Juan Vicente González en el Diario de la Tarde.

Don Manuel y yo fuimos dos grandes amigos. Mi amistad se remonta cuando fui designado Cronista Municipal de Ortiz, cuya juramentación me tocó recibir en la XIX Convención de Cronistas Oficiales de Venezuela, celebrada en la Asunción, Nueva Esparta, Margarita, en el año 1990. Mi presentación estuvo a cargo de mi amigo y colega Oldman Botello, entonces cronista de la Ciudad de la Villa de Rey de San Luis de Cura y, al mismo tiempo de la hoy, Ciudad de Maracay, quien solicitó a la entonces junta directiva de la Asociación de Cronistas de Venezuela (ACV) el beneplácito para que acertarse mi incorporación en representación de un pueblo histórico como nuestra querida localidad de Santa Rosa de Lima de Ortiz. De allí trascienden muchos recuerdos y vivencias de nuestro querido don Manuel Aquino. Y, desde luego, allí nació la amistad de un hombre que dominaba, con su memoria fructífera, la historia de muchos pueblos del Guárico. Datos históricos de documentos que había leído en diferentes repositorios eran de su fácil recordación. Era como una biblioteca viviente consultada por historiadores y cronistas venezolanos.

Esa amistad estaba complementada con su afecto por nuestro querido pueblo orticeño. Y, la razón, es que los antepasados de Don Manuel eran del pueblo de Ortiz. Domínguez era un apellido de la Villa de Todos los Santos de Calabozo, que luego pasó a establecerse en Santa Rosa de Lima de Ortiz, con doña Catalina Domínguez, hija de Doña Ventura Antonia de la Santísima de la Trinidad Domínguez y Márquez[1]. Doña Catalina se casó, pues, en Ortiz con Juan Páez y de la unión matrimonial nacieron: Demetrea, Juana Inés y Froilán Páez Domínguez. Demetrea Páez Domínguez, bisabuela de Don Manuel Aquino, se casó con Manuel Delgado, su bisabuelo, ambos oriundos de Ortiz, quienes más tarde se residenciaron en Barbacoa. Los Páez Delgados serán una de las primeras legiones de colonos orticeños que se asentarán en Barbacoa. De este matrimonio nacerá Rosa Manuela Delgado Páez, quien contrae nupcias con Toribio Aquino Páez[2], y serán los padres de Don Manuel Aquino Delgado.

En el II Encuentro de Cronistas e Historiadores celebrado en Ortiz, el 23 de Agosto de 1997, Don Manuel nos dejó un interesante documento titulado La Odisea de un hijo de Albión después de la Batalla de La Puerta, en el cual recoge el testimonio del militar británico Richar Vawell -autor del libro de memorias Campañas y Cruceros-, que “después de la segunda batalla de La Puerta, disperso deambuló íngrimo y solo, franqueando montañas abruptas y hondonadas hasta topar con el soldado patriota Vicente Artahona, nativo de Ortiz, quien vivaqueaba por aquellos lugares, pero conocedor de la zona, lograron llegar a Ortiz y de incógnitas fueron recibidos por el Venerable cura párroco, el anciano Don Cayetano Guacardo, que aunque de origen español, simpatizaba con la causa repúblicana”[3].

Dice Don Manuel que, posteriormente, Vicente Artahona “será uno de aquellos lanceros indomables del Escuadrón de Dragones comandado denodadamente por el Coronel Julián Mellado, hasta que muere heroicamente en Carabobo, el 24 de Junio de 1821”[4].

Don Manuel fue hombre respetable. Recuerdo que en las Convenciones de Cronistas, a la que pude asistir, él hacía sentir su presencia y su palabra de desistimiento a los asuntos inherentes a la organización o a las cuestiones propias del evento cuando estos se desviaban de los estatutos o de los procedimientos acordados por el gremio. Eso lo hacía ser un hombre polémico y cuestionador, hasta el extremo de calurosos debates, como expresión activa de quien conformaba la representación del Tribunal Disciplinario Nacional de la ACV.

Don Manuel fue un hombre de iniciativas. Una de ella fue la creación de la Asociación de Cronistas Oficiales Seccional estado Guárico, fundada el 26 de noviembre de 1992, aquí en este pueblo y esta casa. Se conformó una junta presidida por Don Manuel, como Cronista Oficial de El Sombrero. Yo fui designado como Secretario de Organización y Relaciones Pública, como cronista de Ortiz; secretario tesorero, José Antonio Silva, como cronista de Calabozo. Suplentes: Enrique Olivo, cronista de San Juan de los Morros y Josué Jiménez Guillén, cronista de Cabruta. Fue un intento efímero de una organización que buscaba la unificación de todos los cronistas oficiales de nuestra región.

Un año después, el 17 de diciembre de 1994, don Manuel presenta un Informe a la I Asamblea Regional de Cronistas del Estado Guárico, donde reconocía la poca participación de los cronistas guariqueños en la naciente organización gremial. “Por un dejo de no disimulada apatía no hemos dado a nuestra institución, el valor, el sustantivo lugar que ocupamos en el espectro cultural guariqueño como para que se nos respete y se nos otorgue el orden de prelación que nos corresponde como por ejemplo, en otros estados del país[5]

No podemos seguir dispersos- señala en el documento-, muy cierto es, que cada uno de nosotros, como individuo, en el municipio que representamos, estamos dándoles prestigio a la asociación. Pero la Asociación vive de la abstracción y nosotros (los cronistas) aureolados de prestigio como individuos, cuando les decía, que enaltecemos a la asociación vale invocar el viejo refrán de que ‘por la maleta se conoce el pasajero’. Es decir, que si los cronistas somos prestigiosos, la asociación por su razón debe ser grada en superlativo[6]

He aquí, condensado, en el Manuel Aquino, algunas facetas de la cual compartí, y la que hay que buscar en los dispersos artículos de prensa, ensayos, discursos, y entre otros documentos dispersos, la personalidad de un ciudadano bueno y hombre de cultura, que nos legó con su vertical actuación pública y su forma de concebir la historia local una forma transparente de hacer Historia, de cara a un pueblo y a su mejor destino. Mucho habrá de escribirse sobre este admirado cronista guariqueño, quien fue un celoso custodio del patrimonio cultural del municipio Mellado.
NOTAS

[1] Según Jesús Loreto Loreto en Linajes Calaboceños (1990)
[2] CELIS LUGO, FELIX (2006). A Don Manuel Aquino. En el primer mes de su muerte. San Juan de los Morros: Diario La Antena
[3] AQUINO DELGADO, MANUEL (1997,23 Agosto). La Odisea de un hijo de Albión después de la Batalla de La Puerta. Ortiz: II Encuentro de Historiadores y Cronistas
[4] Ídem
[5] AQUINO DELGADO, MANUEL (1994, 17 Diciembre). Informe a la I Asamblea Regional de Cronistas del Estado Guárico. El Sombrero.
[6] îdem

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