FELIPE HERNÁNDEZ G.
felipehernandez457@yahoo.com
UNESR/Cronista Municipal
Hace catorce años falleció en esta ciudad la
señora Gladys Hernández Zamora, fue el sábado 18 de marzo del año 2000, el
pueblo de Valle de la Pascua fue sorprendido de manera dolorosa por la
inesperada muerte de Gladys Hernández, un mito viviente unido indisolublemente
a esta tierra llanera que la vio nacer y a la que se entregó con pasión durante
buena parte del siglo XX. Fue Gladys Hernández una mujer emblemática del
gentilicio vallepascuense, descendiente de honorables familias de esta ciudad y
del estado Guárico. Sus apellidos están unidos indisolublemente al devenir
histórico de este terruño llanero, así tenemos, que los Hernández y los Zamora
se cuentan entre los primeros pobladores de La Pascua, vinculados
indefectiblemente a los caudillos liberales del siglo XIX, entre ellos el
ilustre héroe de nuestra Independencia y de la Guerra Federal, el general
vallepascuense José María Zamora, al primer presidente del Concejo Municipal
infantino, José Ignacio Hernández, y al general Santos Hernández, abuelo
paterno de Gladys.
Durante cincuenta años aproximadamente, cumplió una importante actividad social, política y económica en esta ciudad, destacándose en lo social y culturalmente en las actividades de la época, donde se recuerda no solo por su excepcional belleza, reina del Country Club de Valle de la Pascua, organizadora de eventos y tertulias culturales, sino por su preocupación por los más humildes, por los que menos tienen; siempre noble y dispuesta para las grandes causas. Después de la caída de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958, ocupó una curul en el Concejo Municipal vallepascuense.
Nació y vivió la mayor parte de su vida en esta
ciudad a la que tanto quiso y por la que tanto hizo. Su nacimiento se produjo
en 1925, de la unión matrimonial de Rafael Tobías Hernández Barrios y doña
Carmen Susana Zamora Díaz. Su existencia transcurrió al lado de la maestra de
generaciones, la señorita Luisa Julieta Hernández Barrios, tía paterna de grata
recordación, fallecida dos años antes, en 1998; así como a su esposo, don Celso
Belisario Santaella. Durante su existencia, vivió temporadas en Caracas,
Estados Unidos y Europa, para siempre retornar a su pueblo y a su emblemática
casa-museo en la esquina de San Rafael, en la calle González Padrón cruce con
calle Descanso, a una cuadra de la plaza Bolívar.
De conversación amena, fluida y cordial, junto a
su belleza, simpatía y don de gente, sirvió de musa inspiradora a los poetas
Ernesto Luis Rodríguez, Víctor Vera Morales y Miguel González Contreras, entre
otros. Catalogada como el vivo sol resplandeciente de la belleza de la mujer
vallepascuense y guariqueña, fue considerada la eterna novia de Valle de la
Pascua.
Precisamente, de esa unión indisoluble de Gladys
con La Pascua dejó constancia el maestro-poeta, Miguel González Contreras, en
su poemario “Casimba”, cuando en 1956 escribió:
“… Pascua de Gladys Hernández / con su
trato placentero; / ¡Mi Pascua de nombre alegre! / ¡Mi Pascua pueblo sincero! /
Para cantarle a La Pascua / hay que quitarse el sombrero…”
Gladys Hernández en lo económico destacó como
productora agropecuaria exitosa, siendo de grata recordación su fundo “Jorge”,
que atendía personalmente; también constituyó en 1959 junto con Luis Adolfo
Melo y un grupo de empresarios y comerciantes de la época, la Compañía de
Teléfonos de Valle de la Pascua.
Militante social cristiana por formación y convicción,
en lo político cumplió una intensa actividad en el distrito Infante por mucho
tiempo, se cuenta entre las fundadoras del partico Copei en el distrito
Infante. Amiga personal del Dr. Rafael Caldera y de su esposa, doña Alicia
Pietri de Caldera, así como de los más connotados líderes nacionales del
socialcristianismo venezolano de la época, siempre se mantuvo fiel a esta
ideología y a sus principios, aunque alejada de la labor partidista propiamente
dicha.
Con la muerte de Gladys Hernández Zamora se marchó
buena parte de la historia de la Valle de la Pascua del siglo XX. Representó y
fue emblema de esta ciudad durante más de sesenta años del siglo que se fue.
Quizás por ello, ella también decidió partir con él.Hoy,