Rómulo Gallegos, los intelectuales y la política

Eso de que los intelectuales no sirven para el poder, es una creencia muy peligrosa. Primero, porque promueve que el colectivo piense que no importa el nivel de ignorancia de los políticos, sino su simpatía, zalamería, “viveza”, y declaraciones altisonantes que mantengan al pueblo activo en sus emociones. Algo tan absurdo como creer innecesario que un médico sepa operar en un quirófano, y valorar sus expectativas por su simpatía y sus promesas de que la cirugía saldrá bien.

Romúlo Gallegos

Por Rafael Gallegos

Rómulo Gallegos fue varias veces candidato al Premio Nobel de Literatura. En 1950, el joven escritor Gabriel García Márquez expresó en un artículo que parecía seguro que ese año le otorgaran el galardón al venezolano. Nunca se sabrá si la dictadura militar se movilizó para que no le dieran tamaño premio a un presidente derrocado por ellos.

Lo que sí hizo la junta militar de facto fue, aunque usted no lo crea, pagar miles de dólares al futuro Premio Nobel (así son las cosas) Camilo José Cela, para que escribiera por encargo una obra capaz de desdibujar a la inmortal Doña Bárbara. Cela cumplió su encargo sacando a la luz la novela “La Catira” sin lograr, ni comparación, el objetivo de ensombrecer la obra del Maestro. Ante tal fracaso, el proyecto, que contemplaba varias novelas (llano, selva, Zulia, etc.), fue cancelado.

El hecho de que el tan insigne novelista Rómulo Gallegos fuera derrocado luego de apenas nueve meses en la presidencia, aunado a que más de cien años antes el sabio José María Vargas corrió con la misma suerte a los pocos meses, creó una matriz en el imaginario nacional, que reza que los intelectuales no sirven para el poder.

Un peligroso paradigma que divorcia la inteligencia del gobierno, y ha redundado en gobiernos nefastos.

Eso de que los intelectuales no sirven para el poder, es una creencia muy peligrosa. Primero, porque promueve que el colectivo piense que no importa el nivel de ignorancia de los políticos, sino su simpatía, zalamería, “viveza”, y declaraciones altisonantes que mantengan al pueblo activo en sus emociones. Algo tan absurdo como creer innecesario que un médico sepa operar en un quirófano, y valorar sus expectativas por su simpatía y sus promesas de que la cirugía saldrá bien.

Segundo, porque la creencia es falsa. Los grandes políticos han sido intelectuales de primera línea. Churchill fue Premio Nobel de Literatura. Kennedy fue Premio Pulitzer. Fernando Henrique Cardozo, presidente de Brasil que inició importantes reformas que beneficiaron a su país, fue un gran teórico del desarrollo.

En Venezuela ha habido presidentes rayantes en el analfabetismo como los Monagas, Crespo, o Juan Vicente Gómez, y sus balances fueron negativos.

Como contraste que ha habido otros como Guzmán Blanco, quien era abogado, militar, académico y políglota. Muy superior a su tiempo. Sus resultados, con todos los defectos y su excesiva autocracia, son los mejores del siglo XIX venezolano.

López Contreras escribió varios libros. Su obra política fue muy buena. Reflejó su intelecto en una transición hacia la democracia y hacia un país próspero.

Rómulo Betancourt fue un pensador político. Su obra “Venezuela Política y Petróleo” es una referencia. Escribió otros libros y miles de artículos. Su equipo incluía políticos de gran peso intelectual como Andrés Eloy Blanco, Gonzalo Barrios, Prieto, Pérez Alfonzo, el mismo Rómulo Gallegos, y un largo etcétera. Rafael Caldera fue un intelectual de valía. Jóvito Villalba, uno de los mejores constitucionalistas de Venezuela. Uslar Pietri fue una mezcla de político de altura con escritor de primera línea. Estos políticos, entre otros, forjaron el período más próspero que ha vivido Venezuela. Los cuarenta años de la república civil.

El Nobel Vargas Llosa tal vez hubiera sido un gran presidente de Perú. No lo eligieron… peor para los peruanos.

Entre 1868 y 1874, el gran literato latinoamericano Domingo Faustino Sarmiento, autor del inmortal y emblemático “Vida de Juan Facundo Quiroga”, fue presidente de Argentina. Su período fue importante forjador de esa Argentina que a principios del siglo XX estuvo a la par de Estados Unidos y tenía mayor PIB per cápita que Francia.

Pudiéramos seguir; pero es suficiente lo que exponemos para concluir que la intelectualidad y la política sí van de la mano. Es más, que tienen que ir de la mano. Que cuando no van, los períodos presidenciales son mediocres y generan marasmo y retroceso en los países. Ejemplos de incapaces en el poder que perjudican a sus pueblos, sobran…

Destacaremos sólo uno: a Hitler, pintor y arquitecto frustrado, quien apenas escribió “Mi Lucha”. Un compendio de odios y medias verdades que, de paso … se lo escribieron.

Estadistas

Es preciso aclarar que hay intelectuales que no están preparados por su carácter, o por su formación, para la política; pero es hay que diferenciarlo del hecho de que a mayor formación intelectual los políticos pueden tener mejores logros, y como contrapartida, a mayor ignorancia de estos … peores resultados para los pueblos.

Los políticos deben ser cultos, para visualizar su realidad de manera profunda. Conocedores de la política, de las leyes, de economía. Como decía Andrés Eloy, “un océano de conocimiento con un centímetro de profundidad”.

Cuando el político es ignorante genera un país con una mitología de fracaso y en constante retroceso. Cuando es conocedor, pilas y ético, estamos en presencia de un estadista. Como Roosevelt, Churchill, De Gaulle. Tres intelectuales que forjaron a sus pueblos.

En Venezuela, dados los resultados, Betancourt y Caldera parecen Churchill, a lado de los estadistas “revolucionarios”.

No hay dilema entre intelectualidad y política. Política es conocimiento, liderazgo y es acción.

Tres anécdotas

Subdesarrollo….

– De Don Rómulo Gallegos se dice que no era político. Pero tal vez de haber sido suizo hubiera resultado un gran estadista en aquel país, al aplicar su visión sin tener que estar pendiente de militares felones que lo quisieran derrocar.

Ni ser víctima de rumores que lo obligaron a utilizar una figura literaria, cuando Miguel Otero Silva le preguntó si estaba preocupado por los ruidos de sable. Don Rómulo empantuflado le respondió: ¿usted cree que yo tuviera estas pantuflas si estuviera preocupado para correr? Magnífica figura literaria; pero… lo tumbaron a los tres días.

Realismo…

– Gallegos no tuvo la precaución de Pérez Alfonzo, quien cuando le instaron a luchar por la candidatura presidencial de AD en 1963, expresó que no aceptaba porque los venezolanos no éramos suizos.

– O la del eminente venezolano doctor Arnoldo Gabaldón (filósofo y médico científico de primera línea), cuando le ofrecieron la presidencia de la junta de gobierno en 1950, luego del asesinato de Delgado Chalbaud. Les dijo que, si no iba a ser el jefe, no aceptaría. Y no aceptó. Entonces los militares se buscaron un títere…

Cosas de nuestro subdesarrollo que de ninguna manera niegan la necesidad de que nuestros políticos posean un alto contenido intelectual.

La inteligencia al poder… debería ser una urgente consigna. Y hoy más que nunca.

viernes, abril 22, 2022

Acuerdan taller el Pueblo Cuenta su Historia para reconstruir historia de comunidades de Calabozo

Este curso tiene una finalidad reconstruir los procesos históricos desde la descolonización y la insurgencia, una de las conclusiones del 16 Congreso de Historia Regional celebrado en La Guaira, del 6 al 9 de este mes de abril.
historia

IMAGE | José Aquino, en representación de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio del Estado Guárico y la Supervisora del Circuito Escolar, Diannerys Aranguren

Este viernes 22 de abril la Red de Historia ,Memoria y Patrimonio del Estado Guárico entregó a la Supervisora del Circuito Escolar, Diannerys Aranguren, un proyecto para la realización de un taller sobre el Pueblo Cuenta su Historia, el cual está promovido por el Centro Nacional de Historia, con la finalidad de que esta ciudad, especialmente los habitantes de las localidades Misión de los Ángeles y la Santísima Trinidad, realicen estudios referentes a la investigación histórica de ambas comunidades en el marco de los 299 años de la fundación de esas localidades.

Así lo informó José Aquino, en representación de la Red de Historia ,Memoria y Patrimonio del Estado Guárico, junto con los doctores Rafael Delgado, Cronista de la ciudad Villatododosantina ; Erlinda León Abreu, docente de la Universidad Rómulo Gallegos; Maglea Montilla de la Misión Robinson; Loida Mesa, Coordinadora de Inces en el Municipio y el capitán de Aviación Civil, Julio Güire Sanoja, en un acto que se realizó en la sede del Circuito Escolar número 2, en el Municipio Francisco de Miranda , ubicada en Calabozo.

Aquino indicó que este curso tiene una finalidad reconstruir los procesos históricos desde la descolonización y la insurgencia, una de las conclusiones del 16 Congreso de Historia Regional celebrado en La Guaira, del 6 al 9 de este mes de abril.

historia

IMAGE | José Aquino, en representación de la Red de Historia ,Memoria y Patrimonio del Estado Guárico, junto con los doctores Rafael Delgado, Cronista de la ciudad Villatododosantina ; Erlinda León Abreu, docente de la Universidad Rómulo Gallegos; Maglea Montilla de la Misión Robinson; Loida Mesa, Coordinadora de Inces en el Municipio y el capitán de Aviación Civil, Julio Güire Sanoja, en un acto que se realizó en la sede del Circuito Escolar número 2, en el Municipio Francisco de Miranda , ubicada en Calabozo.

Informó, también, que la Misión Sucre que dirige Audino Méndez, comenzará esta actividad, en el mes de mayo, en uno de sus aldeas del Municipio. De igual manera acotó el docente e investigador que cualquier institución educativa que quiera participar o colaborar será bien recibida por la Red de Historia, Memoria Y Patrimonio en esta ciudad para la realización de esta actividad.

En la misma reunión, Aquino anunció que para los próximos días se comenzará a realizar un Diplomado de Cronistas Comunales en la Parroquia Guardatinaja, solicitado por el Doctor Aquile Tovar, cronista de esa localidad, bajo el auspicio del Centro Nacional de Historia coordinado por la Red de Historia, Memoria y Patrimonio del Estado Guárico que dirige la Doctora María Arisela Medina.

Por su parte, la máxima representante del la Institución Escolar recibió con agrado el pedimento y dio instrucciones para la organización y planificación de estas actividades. De igual manera , la comisión realizó este mismo trámite ante e Alcalde del Municipio, Doctor Donald Donaire, con la finalidad de prestar la máxima colaboración posible para esta causa.

Foucault y el pensamiento poscolonial

El poscolonialismo se nutre de diferentes tradiciones intelectuales, pero hay un pensador que influye más que cualquier otro: Michel Foucault. Los conceptos desarrollados por este francés son herramientas esenciales del pensamiento poscolonial, su vocabulario analítico se convirtió en la base de las obras de Said y sus colegas.
Por Ernesto Andrés Fuenmayor

Desde hace cuatro años administro la página de Instagram “Hechos Latinoamericanos“. Los temas abarcados van desde las civilizaciones prehispánicas hasta la historia republicana. En publicaciones acerca de la colonia o alguna cultura indígena se ven comentarios que celebran la llegada de los colonos como un quiebre con la barbarie, como el comienzo de la “civilización“. Entre muchos usuarios hay una clara identificación con lo europeo y una demonización de los aborígenes.

Para explorar este tipo de fenómenos discursivos y hegemoniales surgió durante los años setenta un campo de estudio que hoy se conoce como «poscolonialismo“. Si se tuviese que apuntar a una obra fundadora sería el libro “Orientalismo“ de Edward Said, un ensayo en el que el autor explora la creación europea del “Oriente“. Este “Oriente“ es descrito por Said como una práctica discursiva en la que los europeos se definen a si mismos como racionales, lógicos y normales, mientras que los orientales son la contraparte barbárica y primitiva.

Por lo general, el objetivo de los pensadores poscoloniales como Said es analizar la influencia del colonialismo en las dinámicas sociales actuales. Para ello suele tomarse la perspectiva de los territorios colonizados y no de las metrópolis europeas, rompiendo así con la tradición analítica de la teoría social.

El poscolonialismo se nutre de diferentes tradiciones intelectuales, pero hay un pensador que influye más que cualquier otro: Michel Foucault. Los conceptos desarrollados por este francés son herramientas esenciales del pensamiento poscolonial, su vocabulario analítico se convirtió en la base de las obras de Said y sus colegas.

La obra de Foucault es extensa y abarca campos tan diferentes como la historia de la ciencia, la psicología y la teoría social. Sin embargo, en sus libros destaca un interés dominante: el sujeto y la composición de su subjetividad. A Foucault le interesan fenómenos complejísimos como el poder y el conocimiento por su influencia en la creación de subjetividades, por ser ellos quienes definen los modos de percepción del individuo. En el poscolonialismo se toma esta perspectiva para analizar la creación de subjetividades coloniales, así como las estructuras de poder de las que surgieron.

Con frecuencia, la teoría poscolonial hace uso de los conceptos centrales de Foucault: “discurso“, “episteme“, “poder/conocimiento“, “saberes“ y “gubernamentabilidad“, entre otros. Todos ellos buscan analizar al sujeto como un ente socialmente construido, como el producto de una contingencia histórica que surge de dinámicas de poder y prácticas discursivas. Este repertorio analítico intenta entender a partir de qué fuerza los sujetos y su pensamiento se constituyen de una manera particular.

Para Foucault, el conocimiento no es más que aquello que en un momento histórico particular se acepta como verdadero. Esto sucede a partir de prácticas discursivas que se instalan en las mentes de los sujetos, organizando el pensamiento de una manera particular. Estos discursos, que no son más que formas históricamente contingentes de pensar acerca de un tema específico, constituyen al episteme. El episteme es, por lo tanto, el conjunto de las prácticas discursivas de una época, es decir, el vocabulario y la estructura intelectual de dicha época. Se podría describir al episteme como una pecera en la que el sujeto puede moverse libremente, pero con la limitación natural de la pecera.

Dada la naturaleza de este repertorio conceptual se entiende que las pensadoras poscoloniales lo utilicen para analizar la dinámica entre la colonia y la metrópolis, ente el colono y el colonizado. Con él describen como un grupo cultural -por ejemplo, los colonos españoles- impuso violentamente nuevos discursos y formas de percepción entre la población indígena. Desde una narrativa eurocéntrica que buscaba “modernizar“ a los bárbaros se justificó la destrucción de las subjetividades locales y su reemplazo con subjetividades europeas.

La producción del conocimiento indígena – ya haya sido el animismo caribe o la astrología azteca- fue reemplazada por la teología cristiana y las ciencias empíricas. La práctica discursiva se europeizó y la tradición aborigen se fue erosionando poco a poco.

De esa dinámica entre el Yo universal y el Otro barbárico surgió un episteme colonial que sigue ejerciendo su influencia hasta el día de hoy. La civilización europea sigue siendo interpretada entre latinoamericanos como “la civilización“, lo demás como barbarie. El cristianismo no es visto como pensamiento mágico institucionalizado, sino como un orden moral y espiritual superior, universal. El pensamiento racial sigue estructurando las relaciones sociales jerárquicamente, tal como hace 500 años.

Va siendo tiempo de que, quizás de la mano de Foucault, descolonizemos nuestro vocabulario y emprendamos el complejísimo proyecto de crear nuevas subjetividades.

Redes sociales: @hechoslatinoamericano

miércoles, abril 20, 2022
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