El artículo destaca que el Nobel no premia una coyuntura, sino una trayectoria. Machado no solo articuló una campaña electoral que unió a la oposición en torno a Edmundo González, sino que logró convertir el dolor nacional en una narrativa de esperanza.
La concesión del Premio Nobel de la Paz 2025 a María Corina Machado ha sacudido el tablero político latinoamericano. El artículo publicado por Letras Libres esta semana no solo celebra el reconocimiento internacional, sino que lo interpreta como una victoria moral para Venezuela y un mensaje de esperanza para el continente.
Machado, líder de Vente Venezuela, ha sido símbolo de resistencia democrática frente a un régimen que la ha perseguido, inhabilitado y obligado a operar desde la clandestinidad. Su lucha, como señala el autor Miguel Ángel Martínez Meucci, “no es solo política, sino espiritual”: una cruzada por la verdad, la dignidad y la reconstrucción ética del país.
El Nobel como validación histórica
El artículo destaca que el Nobel no premia una coyuntura, sino una trayectoria. Machado no solo articuló una campaña electoral que unió a la oposición en torno a Edmundo González, sino que logró convertir el dolor nacional en una narrativa de esperanza. Su liderazgo, profundamente ético, se ha mantenido firme incluso en la clandestinidad, donde sigue organizando y resistiendo.
La verdad como herramienta política
Letras Libres subraya que Machado no pidió votos, sino confianza. Su discurso apeló a la verdad como fundamento de la paz, y a la dignidad como motor de cambio. En un país marcado por el exilio, la represión y la desesperanza, su figura se convirtió en un punto de encuentro emocional y político.
Un mensaje continental
El Nobel a María Corina Machado no es solo un reconocimiento a Venezuela: es una advertencia a los regímenes autoritarios y una inspiración para los pueblos que aún luchan por su libertad. Como concluye el artículo, “la paz no se negocia desde la debilidad, sino desde la convicción ética”.