La última estación de Domingo Maza Zavala

"Él era una especie de hombre Banco Central", comentó Pompeyo Marquez. Tuvo que decidir entre estudiar derecho, medicina o economía.

El economista Domingo Maza Zavala
por Diego Aznar www.elmundo.com.ve
Tenía 88 años de edad recién cumplidos y una afilada puntería, tanto para los números que rigen la economía nacional, como para la política. Tirios y troyanos lo consideran uno de los más grandes y lúcidos economistas de Venezuela. Su nombre: Domingo Felipe Maza Zavala.

Ayer cambió de paisaje quien fuera director del Banco Central, una institución que él mismo representaba, defendía. Protegía su autonomía, aunque ya no estuviese dentro de ella, abogando siempre por la talla profesional de sus integrantes.

"Él era una especie de hombre Banco Central", comenta Pompeyo Márquez con enorme pesar, recordando a una figura que era referencia del saber venezolano no sólo en materia económica, sino política, cuyos comentarios llegaron a levantar aceptación y rechazo, pero siempre bajo el obligado respeto que infundía (e infunde) su trayectoria.

A pesar de los encontronazos que tuvo con el presidente Hugo Chávez este año, el mandatario lamentó su muerte en un contacto con Venezolana de Televisión. "Se nos marchó uno de los grandes venezolanos y pensadores del siglo XX", dijo.

El comunicado del Poder Ejecutivo indica que Maza Zavala "deja al país un legado que indiscutiblemente seguirá arrojando luces en el difícil camino de transformar la economía petrolera de Venezuela en una integral, tal y como siempre fue su aspiración".

Multifacético

Zavala era de hablar ronco, pausado y didáctico, no dejaba de mirar a los ojos cuando conversaba y explicaba sus opiniones, apoyándose en teorías aprendidas en los largos años de estudio en la Universidad Central de Venezuela, de la que egresó como licenciado en Ciencias Económicas y Sociales en 1949 en la Promoción Santos Michelena. También en la UCV obtuvo el doctorado en 1962. Para esa fecha acababa de salir por segunda vez de trabajar en el BCV, al que regresó el 1° de mayo de 1994 como director.

Pero no sólo de la economía vivió el hombre. Fue diputado del entonces Congreso de la República. De su actividad dentro del partido Movimiento Al Socialismo (MAS) lo recuerda Márquez, pero no tanto por político, sino por "décadas de una amistad muy especial que data desde 1946".

"Puedo decir con orgullo que fue uno de mis más destacados maestros", dijo el cofundador del MAS con una voz llena de congoja que intercalaba los recuerdos y las lágrimas. "Estuvimos juntos en muchas aventuras periodísticas, políticas. Compartimos un mismo pensamiento sobre Venezuela (?) Un hombre que deja una numerosa bibliografía para las nuevas generaciones, que serán permanente enseñanza no solo con el planteamiento de los problemas, sino con soluciones".

"Hablo con pesar sobre la desaparición física de un amigo, de un compañero, de un maestro. Lo último que hizo fue que antes de las elecciones me llevó con un grupo de economistas y montó una reunión para que yo fuera para hablarles de los pronósticos", recuerda Márquez.

El poeta economista

Maza Zavala no era solo hombre de números y teorías, sino también de palabras y poesías. Escribió un poema dedicado a la tragedia de Vargas titulado "Tres Rostros del Dolor", en el que dijo: "... desnuda la angustia en el rostro amanecido/ en el grito que anuda la garganta humedecida, el llanto de la noche que no cesa".

El texto pertenece al libro La Quinta Estación, escrito por el economista, cuyos padrinos fueron los poetas Luis Pastori y Carlos Gottberg. Este último comentó que para Maza Zavala la poesía no era un pasatiempo "ni un ejercicio criptográfico. Es, como diría Octavio Paz, 'religión secreta', más para religarse con lo humano."

El periodista José Gregorio Yépez le preguntó en una oportunidad si el nombre del libro era por aquello de la V República. "Noooo, jajaja", respondió él, "la quinta estación es la poesía".

En otra entrevista comparó a la economía con la poesía, por el hecho de que "trazar la ruta del desarrollo es trazar caminos de libertad que elevan la conciencia del ser humano".

El 11 de diciembre de 2005 el diario Panorama publicó un perfil en el que habla sobre sí mismo.

"He trabajado como corresponsal, reportero, redactor de mesa y columnista. También fui editor de la revista Élite de Caracas y fundé el periódico El Venezolano en 1961, que fue prohibido por el Gobierno de entonces por razones políticas, porque era de izquierda, bueno mejor dicho, de izquierda avanzada."

Confiesa en el artículo que tanteó la idea de dedicarse al derecho y a la medicina, pero terminó en economía porque le atraían los problemas sociales, agregando que fue la mejor decisión que pudo tomar porque pensaba que hubiese sido mal abogado, mal médico, pero "no creo que haya sido tan mal economista".

Lamentablemente, Maza Zavala no podrá comentarnos de nuevo sus proyecciones de oráculo económico sobre los índices de inflación, PIB y masa laboral del año, que si no eran exactas resultaban indispensables para el análisis.

Aun así, sus textos, estudios y legado seguirán siendo la referencia para los más expertos, la voz ronca de un maestro capaz de mezclar nociones de la economía, la política y la poesía en opiniones certeras y, a veces punzantes.

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