Elías Pino Iturrieta: “Las últimas manifestaciones son inmensas, pero carecen de participación popular”

El historiador y editor adjunto del diario El Nacional, Elías Pino Iturrieta, analiza que hasta ahora es la clase media debilitada la que encabeza las protestas, pero que aún no han bajado los cerros. El rechazo al presidente Nicolás Maduro en San Félix lo considera una protesta parasitaria que dependió de otro acontecimiento, pero pudiera ser el prólogo para hechos más potentes que provengan de la clase desposeída.
Por Ascensión Reyes R. @ascer19


Elías Pino Iturrieta, historiador, profesor universitario,
 y editor adjunto del diario El Nacional.
Elías Pino Iturrieta, escritor e historiador venezolano, observa que dentro del oficialismo, sin campanas y sin moverse de templo, hay una procesión por dentro. Para el entrevistado las fisuras son evidentes y lo demuestran, entre otros, hechos como la negativa de la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, de acompañar el remiendo del Gobierno a la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ); así como que los gobernadores chavistas no hayan manifestado públicamente su apoyo al presidente Maduro, y que tampoco lo haya hecho el ministro de la Defensa. Rechaza la idea de que la MUD en este momento vaya a insistir en hacer primarias para escoger candidato presidencial. Advierte: “Las horas no son electorales. Y si no hay hora electoral no hay candidato presidencial”.
-La represión desmedida de las protestas y esas nuevas formas de atacar como lanzar bombas lacrimógenas desde un helicóptero, ¿Le pasarán factura al Gobierno?
-El defensor del Pueblo, Tarek William Saab, se ha distanciado de este tipo de acción, de esta represión casi sin precedentes en el país. El Gobierno acosado acude a medidas extremas. Esta represión ha conducido a cuatro muertes terribles. Eran jóvenes representantes de una generación más prometedora. El Gobierno en su desesperación ha traspasado la barrera que no puede en un sistema republicano.
-El presidente Nicolás Maduro otra vez fue a Cuba la semana pasada, ¿Fue a pedir instrucciones dado que la Oposición prepara para el 19 de Abril otra gran movilización?
-Es evidente que el presidente Maduro no cuenta con consejeros importantes en Venezuela. Si los tuviera hubiese buscado caminos menos intrincados. Está como en un juego lleno de cerrazón y no tiene cómo completar las piezas del rompecabezas. Se puede suponer con sensatez que va a buscar la opinión de Cuba, y que debe traer instrucciones de allá. El que piense eso no es un insensato, está caminando el camino correcto.
-Recientemente el presidente Maduro viajó a países de El Caribe, ¿Tratará de seguir conquistándolos con petróleo barato o será que imita a Chávez que se iba del país cuando éste estaba encendido?
-Lo fundamental es la amenaza de la Organización de los Estados Americanos (OEA). En la medida que Washington, orientado por Luis Almagro, tenga la intención de aplicar la Carta Democrática más rondas importantes y claves tendrá que hacer Maduro. Las visitas a países leales a Chávez son para tratar de evitar que Washington aplique la Carta Democrática.
-¿Lo logrará?
-No le será fácil.
-Llama la atención que los gobernadores chavistas, con excepción de Jorge Luis García Carneiro, Vargas, no hayan dado un respaldo al Gobierno, ¿Cree que hay un alejamiento o una ruptura?
-No sé si hay una ruptura, pero hay una procesión. Sin campanas y sin moverse del templo se está dando lo que llamamos ‘la procesión va por dentro’. No sólo tiene que ver con los de los gobernadores que es muy importante, sino también con la cabeza de las Fuerzas Armadas, el ministro de la Defensa es muy locuaz y elocuente, no pierde ocasión para una filípica y en este caso se las ha ahorrado. Eso invita a la especulación. ¿Es realmente fuerte el Presidente de la República y sus allegados? ¿Si la mayoría de los mandatarios regionales guardan silencio, pero también el jefe de las FANB? Son preguntas que se tienen que hacer no sólo el que mira la escena sino los líderes políticos. Supongo que se deben estar haciendo esas mismas interrogantes y llegando a especulaciones, como las que sugiere la pregunta como también sugiere mi respuesta.
-Pareciera que hay un poder o mandos por encima del Presidente. Por ejemplo, pese a que hay boletas de excarcelación dictadas por tribunales los presos políticos beneficiarios no salen en libertad porque el jefe del Sebin no quiere. Por otro lado, está la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, que no acompañó la decisión del TSJ de disolver el Parlamento. ¿Eso muestra que el Presidente no tiene el control total?
-Así es por una parte. Muestra la existencia de disidencias visibles, es decir, que el aparato que parecía sólido está mostrando sus boquetes, especialmente el de la Fiscal. La Fiscal marca distancia de manera estentórea hasta el punto de que no permite un remiendo como el que el Gobierno ha tratado de hacer, o se ha opuesto al remiendo que el Gobierno trataba de hacer. A su vez, el resto del llamado Poder Moral se mantiene en sus trece de dar apoyo al Ejecutivo o como parte sumisa del Ejecutivo. Entonces, creo que lo fundamental es, porque salta a la vista, que la nomenclatura ha dejado de existir como un bloque compacto y que esos desgajamientos de la nomenclatura insisten en invitarnos a mirar la precariedad del Gobierno y la necesidad de que la MUD estudie cómo pueden aprovecharse de la precariedad del Gobierno.
-Algunos analistas interpretan que la inhabilitación por parte de la Contraloría al gobernador de Miranda, Henrique Capriles, lejos de perjudicarlo lo beneficia.
-Evidentemente. Es darle relevancia a Capriles. Capriles últimamente ha tenido algunos tumbos en una dirección que no parece simpática, pero que parece correcta. La gente se olvida de esos tumbos o de la distancia que esos tumbos pudieron ofrecerle el liderazgo de Capriles. Cuando los focos del Gobierno únicamente iluminan a un individuo llamado Henrique Capriles fortalecen su posición y le proponen un relanzamiento, a tal punto de que Capriles está anunciando que volverá a recorrer el país. Cuando las cúpulas se enfrentan entre sí, como parecer ser el caso ahora, de acuerdo con lo que ha sucedido en la historia fenómenos o figuras que parecían disminuidos vuelven al protagonismo estelar. Esto me parece que está sucediendo en nuestros días con el caso del gobernador de Miranda.

-¿El chavismo estará buscando un candidato opositor que le acomode y por eso eliminando a algunas figuras o líderes?
-Eso lo han dicho varios tuiteros y gente que mira las cosas en la superficie, pero es muy importante mirar la superficie. Con Leopoldo López preso y Henrique Capriles inhabilitado la Oposición tiene que buscar una figura intermedia, más apta para tratar con el Gobierno, eso es en teoría, necesariamente no tiene que hacer así. Lo errático del Gobierno en el manejo de estas situaciones puede llevar a posiciones más duras de la MUD que está en crecimiento, que está con más apoyo popular, en el sentido de olvidarse de estas trabas o insistir en sus candidaturas o buscar alguna sustituta que no signifique un acuerdo con el Gobierno.
-Ya algunos están interpretando que el outsider sería Lorenzo Mendoza.
-Creo que es una especulación. Lorenzo Mendoza es importante porque es el jefe de Polar y esta empresa es fundamental para la vida venezolana, pero de ahí a que la solución esté en sus manos o de que él piense que la solución está en sus manos hay mucho trecho. Uno mira el primer salvavidas, pero seguramente ese no lo sea. No veo por los lados de la Polar un proyecto político que implique que su cabeza sea también Presidente de la República. Tampoco veo que el pueblo en masa esté mirando a Lorenzo Mendoza como el salvavidas. Pienso que es normal que uno lo diga porque son los actores que están sobre el tapete, pero creo que en política se debe nadar con más lentitud y sobre todo mirar abajo, meterse en la profundidad para sacar provecho.
-¿En este momento la MUD debe insistir en hacer primarias para escoger el candidato presidencial?
-En este momento no estamos para eso. Es como si me propusiera para Papa de Roma, puedo serlo porque estoy bautizado de acuerdo con lo que dice la ley canónica, pero hay un Papa vivo e incisivo, no tengo porque proponerme como su reemplazo. Me temo que este no es tiempo de candidaturas, no es tiempo de nombres propios. Creo que los nombres propios deben esperar el momento, porque simplemente las horas no son electorales. Y si no hay hora electoral, no hay candidato presidencial.
-¿La Asamblea Nacional está jugando su papel estelar?
-La Asamblea Nacional agarró la pelota cuando se iba por la raya fuera del estadio. Estaba a punto de perder el juego. La conducta de muchos líderes en la calle acompañando al pueblo ofrece imágenes muy poderosas para la gente en general, pero también para la comunidad internacional. Cuando uno ve a los diputados en la calle recibiendo bombas lacrimógenas se establece un maridaje que parecía desaparecido. Lo que parecía un divorcio ahora se ha convertido en un matrimonio otra vez feliz y manejable. El manejo institucional del Parlamento en esos días ha estado como más acertado. Esas dos cosas son esenciales y significan una reivindicación de un liderazgo político que parecía que iba caminando hacia el precipicio. Salió de ahí y se metió otra vez en el centro del teatro. Es una ganancia en 15 o 20 días. Esa es la historia en un momento determinado. Se cambian los procesos por detalles menores que parecen triviales, pero que no lo son. Estábamos desagrupados, pero otra vez nos agrupamos. Comenzaba el descredito de los diputados, ahora abonamos a su crédito. Son situaciones extraordinarias en breve tiempo.

El historiador Elías Pino Iturrieta advierte que la realidad se impondrá sobre las políticas populistas del Gobierno, porque el deterioro en el país es de tal magnitud que estas no lo pueden arreglar. El también editor adjunto del diario El Nacional recomienda a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) sacar provecho de esto, y que dirija un mensaje claro a los pobres, que hasta ahora no han sido tomados en cuenta en el discurso de la alianza opositora que se ha enfocado en la clase media.
-¿Cuál es su interpretación histórica de este momento que vive Venezuela?
-Desde el punto de vista de las mentalidades, que es lo que trabajo, se considera que los procesos históricos son lentos y que llega un momento en el cual el cascarón que lo forma se comienza a romper. A través de la teoría de las mentalidades se puede explicar esta situación. Es una decadencia que remonta a los últimos años de la democracia representativa. Forma parte de un mismo fenómeno y está llegando a una coyuntura de desencanto y urgencia que requiere una solución. El problema radica en la fecha precisa de esa solución. Nadie como historiador puede determinar fechas precisas, especialmente si se trata del futuro, estamos entonces en lo que se llama días cruciales. Pero esos días cruciales no tienen data exacta de culminación. ¿Qué se advierte en la realidad? Se advierte un Gobierno cada vez más acosado por la realidad. La realidad se opone a una cúpula que pretende controlarla y desde todos los rincones de esa realidad surgen señales indicativas de insatisfacción cada vez más crecientes, frente a las decisiones de la cúpula. Seguramente el movimiento popular sea esencial, pero no parece los suficientemente masivo para que se rompa del todo el cascarón. Las últimas manifestaciones, en la medida que parecen el renacimiento de conductas masivas anteriores que ya hemos tenido, son esenciales son inmensas, pero carecen de un elemento fundamental que es la participación popular, en el sentido de la presencia de los más desposeídos y más humildes de la sociedad. Mientras que los que hacen colas en los supermercados y los que escarban en los basureros para alimentarse no participen, no den evidencia de su descontento a través de su incorporación a esos procesos masivos, el Gobierno tiene cómo controlar la situación.
-¿Quiénes marchan?
-Pienso que estas marchas deberían ser precursoras o estarán llamadas a ser precursoras de la incorporación de los barrios populares. Ese asunto que siempre decimos como analistas cuando bajen los cerros. Eso puede ser importante. Todavía esos cerros no han bajado. Miran cada vez con mayor atención lo que está sucediendo, pero en esencia los protagonistas de la reacción contra el Gobierno son los componentes de la clase media. Es evidentemente que la clase media ha estado muy perjudicada y reclama el retorno de una vida que le fue propicia, que la formó y la hizo sólida. Esa clase media debilitada y arrinconada por la historia sale de sus rincones y quiere ocupar el centro de la escena. La salida que es más importante es la de las clases más bajas, más humildes y explotadas, y todavía no es una realidad. Considero que es primordial esa incorporación para que sea más palmaria la precariedad del Gobierno y el desencanto que provoca. Las reacciones internacionales cada vez son más importantes, sin embargo, en la medida en que no se incorporen los pobres, los humildes, los más explotados seguramente la situación de actualidad debe prolongarse.
-En San Félix le lanzaron huevos y piedras al presidente Maduro, ¿No fue una protesta del pueblo al igual a la de Villa Rosa en Nueva Esparta?
-Están apareciendo señales intermitentes de lo que se pudiera llamar pueblo llano. No son promovidas en su seno, sino que se aprovechan de un acontecimiento mayor como un desfile cívico-militar, un discurso del Presidente. Son fenómenos subsidiarios, pero se puede suponer que serán de mayor vitalidad. Esta ha sido una protesta parasitaria que ha dependido de un acontecimiento. Es muy importante la presencia del pueblo soberano. Ese pudiera ser el prólogo de hechos más potentes que dependan de ellos mismos.
-¿Ha fallado la Mesa de la Unidad Democrática en conquistar esos sectores más desposeídos?
-Creo que la MUD no se ha dirigido jamás a esos sectores más desposeídos o apenas de manera intermitente. La MUD se ha fijado en un electorado de clase media que le respondió cuando los llevó en hombros a la Asamblea Nacional, con la compañía por supuesto de los sectores populares. Pero el discurso que desde entonces se desarrolla por la MUD es uno que habla de libertades, de necesidad de que los periódicos se manifiesten con autonomía, de que los poderes públicos realmente sean autónomos e independientes, pero no es un discurso que incumbe a los pobres. Los pobres tienen otra necesidad superior a que el periódico salga o no salga, más importante a que se respete o no la libertad de expresión, más importante a que haya o no libre tránsito. El problema de ellos es la subsistencia en los términos más escandalosos. La MUD no se ha ocupado de un discurso, plano o un proyecto destinado a la atención de esos problemas materiales económicos que acogotan a los pobres. Pienso que en ese sentido ha fallado el discurso y por consiguiente, la distancia entre pueblo llano y clase política aún es muy ancha.

-¿Esos sectores se incorporarían en la medida que su precaria situación vaya empeorando?
-Por supuesto. Desde luego que es así, en la medida que su situación económica se vaya empeorando, pero también en la medida que esa situación económica forme parte del discurso de la MUD. Tiene que haber documentos precisos, llamados específicos, cuya orientación sea en esencia el hambre, la inseguridad, la falta de dinero, el salario precario, los hospitales en bancarrota. Los hospitales en bancarrota lo han tratado algunos diputados por su oficio o profesión, alguno de ellos son médicos, pero el problema de que se están muriendo de hambre no ha formado parte del discurso central de la MUD. Pienso que se debe incorporar este elemento que es crucial.
-Es decir, ¿todavía el Gobierno o el chavismo tiene algún encanto con los sectores más desposeídos a través de las misiones?
-Si no tiene un encanto les ofrece una esperanza. Dicen no se preocupen busquen su ‘Carnet de la Patria’ o haga la cola de los CLAP. En cambio, la MUD no ha ofrecido un ‘Carnet de la Patria’ o un CLAP o algo que se le parezca. Es decir, en este caso un mensaje a través del cual se diga que la transición les va a solucionar sus problemas con planes concretos. Con una manera muy clara se le tiene que expresar al pueblo muerto de hambre que hay maneras de paliar esa situación en breve. Esa parte ha faltado y considero que es esencial que se incorpore.
-¿El Gobierno con sus políticas populistas hasta cuando tiene ganado a esos sectores desposeídos?
Es una pelea de populismo con realidad. ¿Quién pude más? ¿El populismo o la realidad? Evidentemente la realidad, es de tal magnitud el deterioro de las escalas de vida en la sociedad venezolana que ninguna política populista puede arreglarlas. De manera que a mediano plazo tendrán que chocar esos dos factores y se debe imponer el masivo y determinante que es el de la realidad. Eso es también un desafío que tiene el Gobierno, pero a la vez la MUD que debe ver cómo de ese choque de trenes saca provecho.
-¿Considera que realmente Venezuela está cercana a un período de transición? Esa premisa se oye desde hace varios años.
-Escribí el domingo pasado en El Nacional cómo es imposible predecir la cercanía de una transición. Este es un tira y encoge, y así es la política que no se puede prever de antemano en una oficina así tengas mucho dinero o bayonetas. Estos son detalles como los que ocurrieron en la Revolución Francesa. Entonces, es una cuestión de ver cómo hay una realidad que camina sola, porque en efecto, la política es una entidad autónoma de la vida que tiene sus mañas y sus tránsitos. Hay una fuerza superior que es la solicitud del entorno, la realidad te solicita otra cosa. Si no se atiende a esa solicitud el tiempo permanece. Si se atiende esa solicitud el tiempo se acorta para que termine un proceso y comience otro. Desde esos cálculos hay que mirar la alternativa de una transición. Es decir, desde la generalidad y la inseguridad. No tengo ninguna respuesta concreta, ni seria de la proximidad de la transición por estas razones.


Fuente: KonZapata.com


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