El mayor experimento socioeconómico del siglo XX fue la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Para muchos intelectuales y políticos allende de sus fronteras, la URSS representaba la posibilidad de que un mundo de justicia se instaurara en la tierra. Sin embargo, el sistema soviético colapsó en la década de los ochenta ante la mirada atónita de los espectadores globales.
por Angel Alayón | PRODAVINCE

Nadezhda Alilúyeva era una joven estudiante universitaria soviética en el año 1932. Era conocida como una mujer culta y aplicada. En las aulas de clase escuchaba a sus compañeros hablar sobre los horrores del hambre en Ucrania. Las historias sobre la antropofagia y la muerte de miles de niños la sobrecogían. Una noche, al llegar a su casa, le contó a su esposo las historias que contaban sus compañeros en la universidad. El esposo la escuchó y desestimó las historias como simples rumores, como mentiras. Nadezhda insistió durante algunas noches, hasta que su esposo le pidió que no tratara más el tema en la casa, reclamándole su indisciplina política. A los días de esta conversación, los compañeros de clase de Nadezhda fueron detenidos y se produjo una purga en las universidades soviéticas de todos aquellos estudiantes que hubieran participado en la Colectivización y que conocían de primera mano lo que ocurría en el campo. Poco después se aprobaría un decreto que prohibía hablar del hambre en la Unión Soviética so pena de muerte. Joseph Stalin, el esposo de Nadezhda, no quería escuchar más sobre el tema.
martes, abril 20, 2010