Don Miguel Álvarez Díaz: Un canario de excepción

Aún cuando existe la tendencia de recordar a los muertos exaltando sus virtudes, que en este caso tenía muchas; en esta oportunidad el recuerdo estuvo orientado hacia la persona que fue Miguel: humano, humilde, franco, sincero; defendiendo a los canarios y la canariedad a toda costa, tendiendo la mano amiga cuando era necesario.
Don Miguel Álvarez Díaz, durante una reciente entrevista
a la viceconsejera de Emigración y Cooperación
con América del Gobierno de Canarias.
Tomado de Canarias en el Mundo

A Julio Vicente Álvarez Matamoros, dilecto
hijo de Miguel y doña Hilda, reconocido artista
en España, quien en los años 80 fue nuestro
alumno en las aulas del Liceo José Gil Fortoul

Por: FELIPE HERNÁNDEZ G.
UNESR-Núcleo Valle de la Pascua

Este pasado siete de junio se cumplió un año del sensible fallecimiento de ese canario de excepción que fue don Miguel Álvarez Díaz, tan doloroso momento fue recordado por muchos de los que fuimos sus amigos. La actividad central fue realizada en la emisora radial donde la doctora Norka Ruiz Cadenas mantiene viva esa parte de Miguel que fue su Programa “Ondas Canarias”. Convocados para la ocasión nos dimos cita, entre otros, su esposa doña Hilda Matamoros, su hijo Miguelito, la profesora María Estevaliz Quintero, presidenta del Hogar Canario en Valle de la Pascua; además de los profesores Aquiles Lugo y José Manuel Celis, quien junto con Norka y el operador Jorge Luis Coa Faramalla desarrollamos una amena tertulia, amenizada por música canaria y las muchas llamadas telefónicas de amigos que testimoniaban una vez más, su amistad y su recuerdo a Miguel. Muy sentida la llamada de su hermana desde los Islas Canarias y de su hija desde Madrid.

Aún cuando existe la tendencia de recordar a los muertos exaltando sus virtudes, que en este caso tenía muchas; en esta oportunidad el recuerdo estuvo orientado hacia la persona que fue Miguel: humano, humilde, franco, sincero; defendiendo a los canarios y la canariedad a toda costa, tendiendo la mano amiga cuando era necesario. Motivo que sirvió para que la profesora María Estevaliz Quintero estuviese de acuerdo en crear en el Hogar Canario, una Cátedra donde se exaltará no sólo la vida y obra de Miguel, sino además, realizar permanentes ciclos de charlas, conferencias y actividades sobre el devenir canario en estos lares. Esta idea está en plena sintonía con lo que fue la vida y el pensamiento de Miguel, quien “siempre vivió como si fuera a morir mañana que equivale a no morir nunca". Porque él como difusor del pensamiento y del sentimiento canario, estará siempre presente. No es casual, que la premisa existencialista de la filosofía establezca, que la materia existe pero es necesario que un ser pensante la identifique, la reconozca; y este importante papel de la conciencia, privativo del hombre, es al mismo tiempo una condición para la existencia de la materia misma en nuestro pensamiento. Quizás esas apreciaciones me motivaron a escribir sobre don Miguel Álvarez, el 14 de noviembre de 2008, en ocasión de la visita que dispensaran al Hogar Canario de esta ciudad, el embajador de las Islas Canarias en Venezuela y autoridades del Gobierno Canario, lo siguiente:

DON MIGUEL ÁLVAREZ DÍAZ, …canario de excepción, ciudadano cabal, excelente amigo, conductor por años del Programa Radial “Ondas Canarias”, además de contertulio y participante habitual en jornadas, conversatorios, congresos y encuentros sobre historia regional y local en nuestra ciudad y en el estado Guárico en general, lo que le ha convertido en cronista oficial de los canarios y la canariedad en el Guárico, fuente testimonial de obligada consulta y suerte de oráculo de respetada referencia para el estudio de todo lo referente al devenir de los canarios en estas tierras, donde por siempre han dado un muy valioso aporte de sacrificio y trabajo, en aras del desarrollo de estos pueblos, amen de la cuota genética con la que han prolongado su estirpe en Valle de la Pascua y el Guárico por generaciones. En definitiva, don Miguel Álvarez Díaz, es capaz de soplar el viento de la historia y sacar de la rutina a los canarios asentados en estas tierras, abriéndoles puertas y ventanas sobre el mundo de donde vienen o vinieron sus antepasados.

A quienes conocimos, tratamos y fuimos amigos de Miguel, su muerte sólo ha logrado hacernos comprender que lo grande y trascendente puede presentarse con ropaje de sencillez, parecer cotidiano y normal lo que luego otros verán como excepcional. Su vida fructífera le dio pasaporte para que, aun muerto, siga entre nosotros y su recuerdo nos estremezca cuando constatemos, en los hechos futuros, la profundidad de sus luchas y de su pensamiento.

En Valle de la Pascua, a los ocho días del mes de junio de 2010.

martes, junio 22, 2010

El periodista debe refugiarse en la verdad

Fuego cotidiano publica una pieza oratoria del fallecido periodista guariqueño Don Alí Almeida. El discurso fue pronunciado el 30 de junio de 1990, en el Concejo Municipal del Municipio Ortiz. Sus palabras fueron una clase de humildad y sencillez sobre el ser periodista y su angustiosa búsqueda de la verdad.

Por Alí Almeida

Hace ya bastante tiempo, cuando arribamos a los 16 años, vimos en una calle marginal de San Juan de los Morros, tendida sobre una acera, a una mujer enferma bajo el mayor desamparo. Aún recordamos el trapo blanco ajustado a sus sienes. Se llamaba Ber­nardina. Con una cámara baratísima le tomamos una foto. Logrado el documento gráfico, escribimos una cuartilla y remitimos tímidamente este material a Pedro Layatorres, Jefe de Información de «El Heraldo» de un diario caraqueño de gran circulación. La­yatorres destacó esa nota a seis columnas con una foto bastante ampliada y un titular llamativo. Ese fue nuestro bautizo comunicacional. La noticia causó un impacto tal que movió a medio mundo en San Juan, y el Gobernador ordenó personalmente el inmediato tras lado de Bernardina al Hospital para que le salva­ran la vida. Días después, la gente veía al proyecto de corresponsal como algo curioso. Los profesores del Li­ceo se acercaron al diálogo, y mis compañeros de clase compartían la novedad de que alguien tan cercano a ellos se le haya ocurrido formar un escándalo. Pero la noticia de Bernardina no era escándalo, su lamen­table cuadro solo recogía, en plena vía pública la silueta de una verdad.

lunes, junio 21, 2010

Don Alí Almeida



POR DANIEL SCOTT| FOTOGRAFÍA GUARICOENLINIA.COM|

Este miércoles, nueve de junio, me amaneció demás de temprano con una triste noticia: "Murió Alí Almeida." Asi me lo dijeron, lacónicamente y en toda su desnudez. Yo a mi vez, comuniqué la noticia por mensaje de texto a todos los que pude, que fueron muchos, personas que lo admiraban. Muchos, muchos lo quisieron y quieren. Recuerdo que a varios de mis amigos les dije algo como: "Con la partida de Don Alí Almeida ya casi se extingue una vieja y veterana generación que hizo carrera en las letras, la poesía, la literatura y el periodismo regional." Triste epitafio colectivo, ahora lo veo así. Cuidado si esa generación ya no murió. Tomar conciencia de ello nos deja un mal sabor de boca. En efecto: personas como Parminio González Arzola, Miguel Quintana, Jesus Bandres, Victor Pérez Pérez, Alí Almeida, Antonio Scott Power y otros ilustres que se me escapan de la mente, pero a los que igual le rindo tributo, le dieron con su pluma maestra y aguda, identidad y rostro a las ideas, al civismo, a las posturas políticas y al terruño en general. De muchacho los solía ver a las puertas de "El Nacionalista", dialogando, discutiendo, soñando. Algunos se atacaban entre sí para luego amistarse otra vez. Es lo que me gustaba de esa generación ya ida. Y robando, parafraseando o torciendo un poco el pensamiento de nuestro querido Aquiles Nazoa, diría que Don Alí Almeida constituía un bello ornamento en la arquitectura espiritual del periodismo de San Juan de los Morros. Un caso aparte.

lunes, junio 14, 2010
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