La semblanza de Toribio Aquino Páez: Entre su acumulación de capital y sus virtudes

En el último cuarto del siglo XIX se instala en la posesión de Tacatinemo, a orillas del caño que lleva el mismo nombre un pequeño propietario de nombre Rafael Aquino, hermano de Román Aquino gran propietario y dueño de las posesiones no solamente de Cabrito sino también de El Manire, Carutal, La Torrealbera, y Juan García, entre otros pobladores; y ahí Rafael Aquino se dedica a realizar actividades de agricultura y de ganadería, formando familia al lado de Rosalía Páez con la cual procrea tres hijos: Esteban, Carlos y Toribio

Por José Aquino´

En un espacio geográfico entre los caños Tacatinemo, el Manire y el río Orituco, ubicado por la parte oeste y a pocas leguas de distancia de la población de El Calvario, Don Toribio Aquino Páez desarrolló una destacada actividad económica y social en las primeras cuatro décadas del siglo XX, que es necesario estudiar tomando en cuenta la hermenéutica, con el fin de establecer una base de categoría para resaltar particularidades desde la visión temporo-espacial, a partir de la relación hombre, medio, sociedad y naturaleza desde la perspectiva geohistórica, con el fin de entrelazarlas a una serie de virtudes que son necesarias de análisis, para entender el comportamiento dentro del contexto histórico que le tocó vivir a través del tratamiento de fuentes documentales y testimoniales.
Esta microregión arriba citada, a finales del siglo XVIII tenía como único propietario a Nicolás Pizarro, citado por Martí, como gran propietario de una extensión considerable de leguas de terreno en el hato Cabrito, ubicado en la margen izquierda del río Orituco, paso obligado para el traslado de vacunos a los sitios de veraneo como de invernadero de acuerdo a la época, conformando posteriormente un núcleo de población dedicado no solamente a las actividades ganaderas sino también brindaba servicios de hospedaje a los transeúntes que llevaban sus semovientes a los sitios de manutención; para 1873 el censo realizado bajo el gobierno de Antonio Guzmán Blanco destacaba un número considerable de pobladores por dichos predios, procedentes de El Calvario y descendientes directos de Pedro Aquino Páez, fundador de la antedicha población.

En el último cuarto del siglo XIX se instala en la posesión de Tacatinemo, a orillas del caño que lleva el mismo nombre un pequeño propietario de nombre Rafael Aquino, hermano de Román Aquino gran propietario y dueño de las posesiones no solamente de Cabrito sino también de El Manire, Carutal, La Torrealbera, y Juan García, entre otros pobladores; y ahí Rafael Aquino se dedica a realizar actividades de agricultura y de ganadería, formando familia al lado de Rosalía Páez con la cual procrea tres hijos: Esteban, Carlos y Toribio; por sucesos de la vida dicha prole pierde a sus progenitores, de los cuales las circunstancias les ha de deparar adversidades, según manifiesta Margarita, hija de Toribio en entrevista realizada en agosto de 2018, cuando contó esta las penurias que pasó su padre Toribio al quedar huérfano; mas el personaje estudiado, Toribio, no se amilanó ante tantas dificultades que le deparó la vida en sus diversos momentos, por lo que su personalidad va a estar supeditada a las variadas tragedias que le tocó sortear y que tales dificultades no fueron obstáculos para lograr bienestar y para ser un ciudadano ejemplar a través de sus virtudes, que lo llevaron a ser un hombre de bien; es pertinente destacar que su tío Román le dará el apoyo necesario en valores y otros los irá adquiriendo en el quehacer cotidiano.

Primeramente, destacaremos la manera de cómo acumuló capital. No fue producto de un proceso de explotación, tal como lo señala el materialismo histórico a través de la plusvalía, por la obtención de la mano de obra explotada o producto de actividades ilícitas. Su acumulación fue producto de la suma de circunstancias que permitieron acrecentar los bienes de capital: una pequeña porción agraria la obtuvo por herencia de sus padres en la posesión de Tacatinemo; del mismo modo, heredó otro pequeño lote de terrenos y semovientes por parte de su primera esposa, María del Rosario que esta había obtenido de su padre, según liquidación de la herencia de Román Aquino (1913) y de sus dos hijas que murieron a corta edad, en tiempos de endemias y enfermedades presentadas a comienzos del siglo XX, las cuales causaron estragos en la población rural por malas condiciones sanitarias de ese momento. Con lo recibido en herencia consolidó una pequeña unidad de producción, El Manire, junto a sus hijos varones que se ocuparon de las labores propias de la vida del llano. En el libro de Dionisio Bolívar De cero a ocho cifras, 1970 , destaca la actividad económica de las primeras décadas del siglo XX en El Sombrero, y resalta personajes importantes que llevaban actividad comercial con su padre Ramón María Bolívar, ganaderos y prominentes ciudadanos clientes de importancia por grandes compras que realizaban, de entre ellos encontramos: Tadeo Noguera, Carrillo Guzmán, Ramón Carvallo, Thomás González, Andrés María Orta, Guillermo y Carlos Anderson, y seguidamente señala el autor a Toribio Aquino en otra lista de clientes de referencia del establecimiento, de lo cual se deduce que para ese momento histórico de 1914 a 1923 dicho personaje todavía no había consolidado su gran capital, por tanto no tenía el renombre que sí obtuvo en las décadas de los años treinta y cuarenta.

En tal marco de referencia, vale la pena señalar que una vez consolidada la dictadura gomecista, a comienzos de la segunda década del siglo XX, la actividad económica en la vida llanera sufriría cambios vertiginosos: el mercado importador sufre los embates de la primera guerra mundial y el gomecismo monopolizaba el comercio, especialmente la compra y venta de ganado, que produce la quiebra de los comercializadores de ganado por la imposición de los precios a conveniencia del régimen y por otro lado los pocos artículos que llegaban a los puertos eran insuficientes para cubrir la demanda por el alto costo que ocasionaron ruina en los comerciantes, específicamente señalamos el caso en El Sombrero, donde el citado Ramón Bolívar decae en su actividad empresarial, mientras emergen otros empresarios que instalaron sus comercios en la referida población, como fue el caso de Heriberto Bustamante, con quien llega Toribio Páez a tener una relación comercial y el cual vio en el personaje estudiado dotes de emprendedor y de honestidad a carta cabal, por lo cual le dio apoyo sustancial, de donde Toribio Aquino paulatinamente llega a tener un nombre singular dentro de la sociedad sombrereña, no solamente en los años treinta sino también hasta mediados de los años 40 del pasado siglo XX.
Ante esta perspectiva, este empresario Bustamante le brindó a Toribio Aquino todo el apoyo al suministrarle el dinero, para que comprara derechos y acciones de terreno de la posesión colindante de sus predios; cuenta su hijo José, que un día Francisco Parra, destacado empresario radicado en Villa de Cura y oriundo de El Sombrero, propietario de la panadería La Modelista, que expendía sus productos por varios municipios cercanos de Aragua y Guárico, según información suministrada por el historiador Oldman Botello, nativo de esa ciudad, visitó el comercio de don Heriberto a quien le ofreció en venta unos derechos de terrenos y ganado que acababa de heredar de Juan Rafael Parra y este le dijo que él no se lo compraría sino que le proponía a Toribio Aquino, candidato ideal para hacer la operación por ser el colindante de dichos predios. Bustamante le trasmitió el ofrecimiento y este se sorprendió por la ocasión y por no contar con el capital para realizar la negociación con Parra, y ante tal situación fue el empresario , Bustamante, el que le da el financiamiento para comprar casi el 75 % de los terrenos que fueron de su tío Román Aquino, las posesiones Cabrito, Carutal, El Tigre y Tacatinemo. Toribio Aquino tuvo que hacer un gran esfuerzo para el pago del préstamo, que en el menor tiempo posible canceló al amigo comerciante, que vio en este joven, para entonces, a un emprendedor con capacidad para asumir los retos no solamente para pagar el capital adeudado, sino también para administrar y preservar la unidad de producción hasta su deceso. No estaba equivocado don Heriberto, en poco tiempo Toribio Aquino saldó la deuda y de esta manera y a partir de entonces este ciudadano asumió nuevos retos en la dinámica social y económica de la localidad, y quedó para con este amigo, Bustamante, una gratitud que le inculcó a su prole, un agradecimiento eterno para con este amigo y su descendencia, por aquel haberle dado la oportunidad de poder fomentar sus bienes.

Una vez Toribio Aquino ha obtenido la consolidación económica, a comienzos de la década de los de los treinta del siglo XX, su entorno estaba caracterizado por el proceso de consolidación de latifundios, por parte de allegados al dictador Juan Vicente Gómez y por los hombres de confianza del régimen, como el caso del general Félix Galavís que fue comprando terrenos de cientos de leguas y vacunos, para los fines de controlar la cría y la comercialización en el medio rural cerca de los predios propiedad de Toribio Aquino, así como también controlar la industrialización de este ramo en el centro del país en beneficio de la oligarquía gobernante. Es el caso particular del hato Palenque que limitaba por la parte sureste de propiedad de Toribio Aquino, al pasar el río Orituco, donde anteriormente había sido propietario el militar del liberalismo amarillo, Luis Crespo Torres, hermano del general Cipriano Crespo, de la China, Palenque, Laguna de Agua entre otras posesiones, siendo testigo también comentaba su hijo José de la cantidad de restos encontrados en la sabana de personas que huían de estos trabajos forzados con sus grillos en los pies de estos horrores violatorios de los derechos humanos.

En este mismo orden cronológico, en la década de los años 40, cuando se desarrollaba el proceso de exploración petrolera en la región centro oriental del país, por sus terrenos se realizaron perforaciones en la búsqueda de hidrocarburos en la zona; la empresa norteamericana Atlantic establecida en los llanos fue la encargada de hacer las operaciones en los campos de Palacios, donde encuentran bitumen; mientras que en sus predios específicamente en el sitio denominado Laguna de Junco realizaron perforaciones con la denominación de Grico 5, encuentran gas natural, el cual hoy forma parte de las reservas de la nación, en ese sitio todavía se observa evidencias de dichos trabajos con tuberías condenadas con precintos de seguridad. A través de exploraciones este dueño recibió de la compañía citada una indemnización por la realización de esos trabajos por sus propiedades o cualquier daño que se presentase, tal como lo establecía la ley de hidrocarburos vigente por esos tiempos.

El proceso de acumulación no se produce como una acción meramente simplista, sino de manera compleja producto de un comportamiento humano por virtudes que va adquiriendo a lo largo de su actividad diaria. En sus formas de actuar va venciendo todas las adversidades (resilencia) desde tempana edad con la muerte de sus progenitores, por lo cual queda marcado para toda la vida, teniendo que ir a estar al cuidado de su tío Román Aquino, del cual adquiere en ese hogar una serie de valores hasta convertirse en un ciudadano altruista en el espacio donde le tocaba interactuar; luego de que se le presenta el deceso de su primera esposa María del Rosario, y de las dos hijas a corta edad; posteriormente la muerte de su segunda esposa Juana, de la cual le quedan a su cuidado tres hijos: María Antonia; Pastor y José; finalmente llega a tener estabilidad matrimonial con Rosa Manuela Delgado Morillo, de esta unión nacen: Manuel,Margarita, Consuelo, Edmundo, José Ramón, Elba, Omaira, Sócrates y Toribio.

Asimismo destacamos la generosidad de Toribio Aquino porque ayudaba a sus familiares más cercanos y a futuros emprendedores que necesitaran apoyo financiero, sin exigirles nada a cambio, con que se demuestra su desprendimiento para ayudar a las personas a su superación; nombramos como caso particular el de un hijo de un amigo suyo al que le dio apoyo económico, para fundar una casa comercial en momentos en que la población de El Sombrero a mediados de los años cuarenta se realizaban las exploraciones petroleras, con la instalación de un campamento en el sitio denominado Carrizal, hoy Base Área Capitán Manuel Ríos, las oficinas principales de la Creole Petroleum Corporation en las ramas de Superintendencia, Con¬tabilidad, Ingeniería, Geología, Correos y Relaciones Industriales, y que requería servicios para la gran cantidad de personas que laboraban en las distintas actividades del acontecer petrolero en esos espacios.

Desde esta perspectiva, destacamos la honestidad a carta cabal, según cuenta su hija Margarita que en toda su trayectoria ciudadana no tenía contradicciones entre lo que pensaba, sentía y hacía, lo que le permitió que le tuvieran confianza por sus planteamientos y la buena convivencia con los demás por sus convicciones; trasmitió a sus hijos que a una persona honesta debía reconocérsele por los hechos de ser siempre sincero en su comportamiento, en palabras y afectos; por cumplir con sus compromisos y obligaciones adquiridos, para no ser maulas; reconocer la imposibilidad de cumplir con una obligación, cuando en realidad no se pueda cumplir; aceptar los errores cometidos en el desempeño de cualquier actividad y esforzarse por superarlos plenamente y evitar estar criticando de manera destructiva a las personas, para afectar negativamente a los demás; lo que llamó su hijo Manuel sabiamente, a quien escribe, de la escuela Toribiera en el comportamiento ciudadano.

De esta manera, damos a conocer con esta semblanza la verticalidad de este personaje, Don Toribio Aquino Páez, que no vivió de la historia de sus ancestros sino que dejó un comportamiento ejemplar del cual me siento honrado en presentar y en estimular, para que se investigue a otros hombres y mujeres que resaltan por sus hechos y virtudes en beneficio de nuestras localidades.

Fuentes bibliográficas
Bolívar, Dionisio (1978). De cero a ocho cifras.
De Armas Chitty, J. A. (1982). Historia del Guárico.
Dirección de Estadística (1875). Apuntes estadísticos del Estado Guárico.

Fuente testimoniales
Entrevista a Margarita Aquino (2018).

















miércoles, octubre 23, 2019

La Escuela de Historia en su noveno aniversario

A lo largo de estos años, esta institución ha cumplido con sus fines y propósitos para la cual fue creada, en la formación profesional de Historiadores capaces de preservar la memoria colectiva de los  pueblos; en especial la de esta entidad y de ser una referencia para la historiografía venezolana


Por José Aquino

El día 20 de octubre se cumple 9 años de la iniciación de las actividades académicas en la Escuela de Historia de la Universidad Rómulo Gallegos en la Villa de Todos los Santos de Calabozo, Estado Guárico. A lo largo de estos años ha cumplido un rol importante en la reconstrucción de los hechos históricos, no solamente en el ámbito de la localidad, sino en lo regional, nacional y mundial. Una gran iniciativa de la sociedad civil representada por el Grupo de Historia Regional Y Local Efraín Hurtado, que realizó la propuesta para este Centro de Educación Universitaria que de manera inmediata le dio respuesta, realizando los debidos estudios de factibilidad y elaboración del pensum, para luego elevarlo a las instancias del Ministerio de Educación Universitaria, y se otorgara la aprobación respectiva.

A lo largo de estos años, esta institución ha cumplido con sus fines y propósitos para la cual fue creada, en la formación profesional de Historiadores capaces de preservar la memoria colectiva de los pueblos; en especial la de esta entidad y de ser una referencia para la historiografía venezolana, por la puesta en práctica de novedosos criterios científicos para abordar las investigaciones. Por tal motivo, esta congratulación es extensiva a sus directivos encabezados por por la Doctora Ledys Lima, Decana del Área de Humanidades, Letras y Artes, el Director del Programa de Historia, Magister Jorge Rodríguez y demás integrantes del personal docente, administrativo y obrero. Del mismo modo, es digno felicitar a los estudiantes del Programa por el empeño realizado en sus actividades, lo cual ha merecido el reconocimiento de la comunidad.


Arístides Medina Rubio

In memoriam
En ocasión del último encuentro del Simposio internacional de Historia de los llanos colombo venezolanos celebrado en San Juan de los Morros, en el año 2014, en su inicio el profesor Arístides Medina se refirió en su intervención a la importancia de la Escuela de Historia para esta macroregión en lo referente a la formación del profesional de esta área del conocimiento, porque en un proceso de integración plena juega un papel importante por ser para ese momento el único centro especializado de Educación Universitaria, ubicado precisamente en Calabozo.
Aristedes Medina Rubio, uno de historiadores venezolanos
promotores de la historia regional
El día primero de octubre de 2019, en horas de la noche, las redes sociales estuvieron activas en el ambiente académico por la región llanera, con la noticia del deceso del insigne profesor universitario Arístides Medina Rubio, difundió la nota luctuosa el poeta Arturo Armas. Arístides Medina desde la década de los setenta ya se conocía por esta localidad, dada su destacada trayectoria como docente universitario, tanto en el Instituto Pedagógico de Caracas como en la Escuela de Historia de la Universidad Central de Venezuela, a través de sus discípulos egresados de las casas de estudio señaladas que desarrollaron actividad pedagógica en las diferentes instituciones de educación media de Calabozo, estos fueron exaltando su labor profesional no solo en la docencia sino también en la acción investigativa y en la realización de talleres de Historia regional y local en diferentes ciudades de nuestro país. Este es momento preciso para recordar a este destacado docente e historiador venezolano con su vinculación con los calaboceños en pro de la difusión y orientación de los procesos históricos. No para exaltarlo a través de una memoriosa laudatoria al amigo, ya que a nivel nacional se conoce su gran labor en el campo educativo como lo hemos descrito y su gran desempeño gerencial, en su paso por el Instituto de Estudios Hispanoamericanos, Biblioteca Nacional, Librería Kuaimare, Centro Nacional de Historia con su alta eficiencia y eficacia. La finalidad de este escrito es resaltar y darle la importancia de todas las actividades desarrolladas en el contexto histórico que le tocó interactuar en beneficio de la cultura de esta ciudad villatodosantina.

Una vez consumado el proyecto de la revista Tierra Firme en 1982, emprendido por Medina conjuntamente con Carlos Viso y Pedro Calzadilla Armas. Al inicio del siguiente año, sale la primera publicación trimestral con la finalidad de divulgar trabajos de investigación concluidos y en proceso de culminación; causando gran impacto en el ámbito de las ciencias sociales con la particularidad que desde su comienzo este medio informativo contaba con corresponsalías en diversas localidades del país. Desde 1984, en la ciudad de Calabozo el responsable seleccionado fue el Profesor Félix Tovar, ex alumno de Medina Rubio, egresado del Instituto Pedagógico de Caracas que se encargó de promocionar la revista en la Ciudad así como también libros del Fondo Editotrial Tropykos, del cual era copropietario , de gran ayuda para los docentes de la especialidad de las ciencias sociales además de la realización de talleres para el aprendizaje de la Historia por docentes del citado centro de educación universitaria, cumpliendo así con uno de los fines y propósitos del trabajo propuesto por este destacado maestro de promocionar los estudios, regionales y locales .

Para el año 1999 el profesor Tovar deja la Corresponsalía, quien escribe esta nota asume estas funciones a pedido del Profesor Arístides, con quien había comenzado amistad durante los diferentes encuentros en Congresos y Coloquios de Historia Regional realizados en la década de los 90, a partir de esa designación se acrecentó una entrañable camaradería hasta su deceso. De esta manera pude apreciar sus grandes virtudes humanas, entre las cuales podemos citar que el conocimiento adquirido a través del tiempo no era para su exclusividad, sino para ser aprovechado por el colectivo, de esta manera su intelectualidad estaba enmarcada con criterio de solidaridad al prójimo en cada una de las facetas que le tocó actuar, ejemplo de ello cuando asistía a cualquier foro o taller referente a la promoción de la historia regional y local realizados en esta ciudad en diferentes ocasiones; promovió en el caso específico del aprendizaje y la investigación histórica abriendo caminos alternativos a los métodos tradicionales, con el fin de que se abordara la historia con valor científico. Además procuró también beneficios de la sociedad calaboceña, a través de acciones necesarias para que estos promovieran y difundieran la cultura popular en tiempos cuando la globalización hegemónica tiende a imponer elementos exógenos en detrimento de la identidad, realizando actividades con el fin de fortalecerla aportando con su afecto y generosidad a estas causas; comprobando de esta manera su bondad y calidad humana en estos fines. Destacando también las virtudes de solidaridad y honestidad a lo largo de su actividad pública y privada; ganando el respeto no solamente del mundo académico local y regional sino también de la sociedad civil organizada, en cada una de las visitas a esta histórica ciudad era motivo de regocijo por su presencia y sus sanos consejos.

A comienzo de este siglo, nace en la ciudad de Calabozo el grupo de Historia Efraín Hurtado con el fin de de promocionar la investigación Histórica, liderizada por el doctor Rubén Páez Díaz, los profesores Ubaldo Ruiz, Erlinda León Abreu entre otros destacados integrantes, invitan al doctor Medina a una serie de talleres referente a la historia local. En las discusiones propias de la actividad sale la propuesta de los integrantes del grupo de crear una Escuela de Historia en esta ciudad por tener unas condiciones ventajosas para su fundación. A este destacado historiador le agradó la idea y contribuyó con este centro de estudio en los requerimientos para que la Universidad Rómulo Gallegos asumiera los estudios de factibilidad y demás exigencias para crear la Escuela y recibir la aprobación del Consejo Nacional de Universidades.

Durante el año 2007 trabajó arduamente con la comisión creada por el rector Luis Gallardo y su equipo hasta culminar el proyecto de creación de La Escuela de Historia y el Área de Humanidades, Letras y Artes en abril de 2008, para que la instancia rectora le diera la aprobación definitiva y comenzara sus actividades en octubre de 2010. Cabe destacar el empeño de Medina Rubio en que esta carrera contara con una estructura curricular que le permitiese al licenciado en Historia desempeñarse en los diferentes roles donde deba actuar, ya sea en la localidad, en la región, haciendo aportes sustanciales a través de la reconstrucción de los procesos históricos y un interés primordial en la formación permanente del cuerpo profesoral, la creación de centros de investigación con unos fines y propósitos definidos con el fin de dar respuestas a los hechos históricos invisibilizados por la historiografía tradicional.

Una vez iniciadas las actividades del programa de Historia en la ciudad de Calabozo, estaba sorprendido de la matrícula cursante en el programa y para el año 2015, los graduandos lo designan Padrino de la Primera Promoción de Licenciados en Historia, lo cual le dio grata satisfacción de haber ayudado a fortalecer esta carrera con su esfuerzo desinteresado. Las veces que se requirió su presencia para una actividad nunca puso obstáculos. La última vez que visitó la Escuela de Historia, en calidad de ponente fue en el mes de marzo del año 2017, en la que da inicio el Primer Seminario de Insurgencia que dio impulso al Diplomado de esta misma temática. En esa misma fecha pudo apreciar el trabajo de los docentes, estudiantes y demás personal de la Carrera y del Área de Humanidades en cumplir sus expectativas por sus promotores con la creación de estos estudios en esta localidad, además presenció que la representación de la Escuela fue la delegación más numerosa tanto estudiantil y profesoral de esta disciplina asistente al último Congreso de Historia Regional, celebrado en San Felipe, Estado Yaracuy, por lo cual se sentía complacido.

En ocasión del último encuentro del Simposio internacional de Historia de los llanos colombo venezolanos celebrado en San Juan de los Morros, en el año 2014, en su inicio el profesor Arístides Medina se refirió en su intervención a la importancia de la Escuela de Historia para esta macroregión en lo referente a la formación del profesional de esta área del conocimiento, porque en un proceso de integración plena juega un papel importante por ser para ese momento el único centro especializado de Educación Universitaria, ubicado precisamente en Calabozo. Por tanto, este programa de historia juega un papel trascendental y geoestratégico para generar no solamente la acción investigativa, sino de ser promotor y difusor de la cultura llanera a gran escala en momentos en que tendencias globalizadoras quieren desaparecerla .De igual manera, por su ubicación geográfica le resulta atractivo no solamente para esta región sino también por estar equidistante con las localidades sur y este del país que no tienen centros de formación no solamente históricos sino también de las otras disciplinas humanísticas.

Todos estos recuerdos nos permiten apreciar las dimensiones alcanzadas por este gran docente e historiador que siempre buscó con su trato ameno y cordial el fomento y estudio de la historia regional y local. Su legado siempre se preservará y estará al lado de otros grandes venezolanos destacados en el campo de la historia militante, Ramón Tovar, Federico Brito Figueroa, Eduardo Arcila Farías que estudiaron y comprendieron los procesos históricos en todas sus dimensiones a partir de categorizaciones temporoespaciales que nos permiten valorar la historia como Ciencia y revalorizar la memoria colectiva de los pueblos, tal como lo expresaba Arístides Medina en cada una de sus intervenciones.

Platón en el Diálogo Simposion, El Banquete, hace hablar a Sócrates, su maestro y a Alcibíades también discípulo de Sócrates, y en sendos discursos expresan el invalorable tesoro de la amistad, vaya esta memoria de tiempos griegos, para enaltecer al amigo que se ha ido…

José Manuel Aquino H.


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miércoles, octubre 16, 2019
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