100 AÑOS DE ARMAS CHITTY

El historiador Adolfo Rodríguez señala que Armas Chitty influyó por casi 50 años en la historia del Guárico, en lo cultural y lo político. Pero, sobre todo, en la cotidianidad más inmediata del llano. En pocas palabras, Armas Chitty fue un hombre del campo. No sólo es el precursor de la historia regional, si no que lo es también del sentimiento de llaneridad, bajo una estela más trascendente, sin etnocentrismos negativos ni desistimientos humillantes.
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Por José Obswaldo Pérez

SE CUMPLIERON LOS CIEN AÑOS del natalicio de José Antonio Armas Chitty. Nuestro historiador más fecundo de nuestra historiografía regional. Una vasta obra apreciable convierte a José Antonio de Armas Chitty como uno de los hombres cultura más prolifero, en términos intelectuales, de nuestro terruño. El trabajo historiográfico es amplio y su recorrido abarca distintos aspectos de nuestra historia, de una manera global, para decirlo en palabras del historiador francés Marc Bloch.

Armas Chitty nació en Caracas, el 30 de noviembre de 1908. Cuando él cumple los seis años se traslada a Santa María de Ipire, Estado Guárico, donde vivió hasta los 27 años. Allí aprendió con sus padres, no sólo las primeras letras, sino a cultivar el amor por las cosas menudas del llano; por ese contagio olor de querencias que quedará reflejado a posteriori en sus obras, en un lenguaje llano y poético. Son numerosos las crónicas y ensayos a revisar y a difundir de este escritor apasionado por la interpretación histórica en los diversos ámbitos del devenir social, político y económico regional venezolano, interpretaciones que apuntan a la reafirmación de la historia de su patria chica y a la “guariqueniedad”.

Historiador, profesor universitario, funcionario público y poeta. Como historiador – desde el Instituto de Antropología e Historia de la Universidad Central de Venezuela - se ocupó de investigar y divulgar, basado en documentación conservada en archivos del país y de España, la trayectoria de regiones, ciudades y pueblos de Venezuela como Monagas, los Andes, Guayana, Guárico, Carabobo, Zaraza, Tucupido, Caracas, Puerto Cabello, Paraguaná y Punto Fijo, y San Miguel del Batey; de dar a conocer la vida y la obra de personajes como Fermín Toro, Emilio Arévalo Cedeño, Juan Francisco de León, José Tomás Boves, José Manuel Hernández, Carlos Soublette y otros. También escribió relatos y poemas inspirados en la Historia y la geografía de Venezuela. Su labor como historiador le fue reconocida con la designación de individuo de número de la Academia Nacional de la Historia (1979), con la presentación de su trabajo Aventura y circunstancia del llanero: Ganadería y límites del Guárico, Siglo XVIII; en esta institución de la que llegó a ser secretario (1983-1991).

El historiador Adolfo Rodríguez señala que Armas Chitty influyó por casi 50 años en la historia del Guárico, en lo cultural y lo político. Pero, sobre todo, en la cotidianidad más inmediata del llano. En pocas palabras, Armas Chitty fue un hombre del campo. No sólo es el precursor de la historia regional, si no que lo es también del sentimiento de llaneridad, bajo una estela más trascendente, sin etnocentrismos negativos ni desistimientos humillantes.

Su legado ha quedado vigente como fundador e impulsor de los encuentros de Historiadores y Cronistas instituidos en la década de los 80, en las primeras actividades que se efectuaron en las ciudades de San Juan de los Morros y Ortiz. Herencia que ha seguido fundamentándose con los estudios locales y regionales de la Maestría de Historia de Venezuela de la Universidad Rómulo Gallegos, valorizando su legado y su presencia intelectual en nuestras aulas y vida académica.

Pero, aún, en nuestras Alma Mater falta el olor de la vida humana, en una pluma que calce los sentimientos de lo menudo, divorciada de toda orientación cientificista, que capte y plasme los recuerdos de nuestra tierra. El paisaje, el alma y la tradición, definibles como todas las temáticas de investigación, pero independientes de las diferentes “historias”. Más allá del tiempo que Armas Chitty empezó a explorar y que hoy puede ser recorrido con nuevos temas, sin forzar límites, por quien sienta el secreto llamado que orienta el ancestral oficio de historiar con devoción.

NOTA DEL AUTOR:
La foto que ilustra este artículo fue tomada en el II Encuentro de Historiadores y Cronistas , en homenaje a su persona y celebrado en Ortiz, en Noviembre de 1993; la misma pertenece a los archivos del señor José Camejo Castillo.

...Y DE NUEVO WILLIAM POWER

Corría el año de 1819. La guerra por la independencia de Sudamérica estaba en su punto más álgido. Allende al mar, buques de la Legión Irlandesa zarpan de las playas europeas haciéndose pasar por inmigrantes. Como el gobierno británico prohibió el reclutamiento de soldados que apoyaran a la revolución sudamericana, se valieron de este ardid para salir apresuradamente de Irlanda.
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Por Daniel R Scott

POR TERCERA VEZ me ocupo de escribir sobre el mismo personaje. Disculpad. La razón para volver a escribir no puede ser más simple: de manos de familiares y amigos, así como de mis propias indagaciones, me ha llegado material nuevo que se hace preciso trabajar y ordenar en un nuevo artículo que además complemente o corrija los anteriores. Lo que escribo no siempre es definitivo, ni correcto, ni totalmente cierto. Escribo e investigo al mismo tiempo, sobre la marcha, lo cual hace de mi material algo sujeto a corrección constante. La finalidad sigue siendo más o menos la misma: informar a mi familia acerca de sus orígenes e intentar preservar poco de lo mucho que se llevaron mi abuela y papá a la tumba. Porque en parte eso es lo que me lleva a escribir compulsivamente sobre mi familia, no la vanagloria ni la vanidad, sino un remordimiento, el sentimiento de culpa que me dejó el haberme permitido dejarlos ir sin antes haber dejado una muestra escrita de todo lo que sabían y guardaban en los silos de su mente.

Corría el año de 1819. La guerra por la independencia de Sudamérica estaba en su punto más álgido. Allende al mar, buques de la Legión Irlandesa zarpan de las playas europeas haciéndose pasar por inmigrantes. Como el gobierno británico prohibió el reclutamiento de soldados que apoyaran a la revolución sudamericana, se valieron de este ardid para salir apresuradamente de Irlanda. Tras cruzar el atlántico, dos contingente de esas naves desembarcaron en Angostura, en los meses de abril y mayo de 1820. Entre los que llegaron a esa ciudad, se hallaba Power, antepasado nuestro, de quien mi padre heredó y llevó con orgullo su segundo apellido. El arribo de William Power a esa ciudad tiene su debida base documental, ya no es producto de una fuente oral. En la página 1 de "El Correo del Orinoco" con fecha del 24 de abril de 1820 se puede leer, respetando la gramática y la ortografía de la época, lo que sigue: "El 15 del corriente ha surgido en este puerto la fragata Gran Nicolás, que traxo a su bordo parte de un regimiento de infantería ligera de la Legión Irlandesa, al mando de su coronel, General de Brigada, Guillermo M. Power. La presencia y porte de estas tropas las recomiendan; y no dudamos que a las órdenes inmediatas de su experto y acreditado coronel, presten servicios importantes a la patria."

No durarían mucho tiempo en Angostura. El "Correo del Orinoco", esta vez en su número del 24 de mayo de 1820, informa a los patriotas que esos dos contingentes partieron presumiblemente rumbo a Achaguas, navegando las aguas del Orinoco. Dice el periódico en su página 3: "En días pasados han partido de aquí rio arriba dos divisiones de la Legión Irlandesa, al mando del coronel del primer regimiento de infantería ligera, general Power: y desearíamos que la poca extensión de nuestra gaceta nos permitiese insertar una comunicación en que aquel agradecido Gefe manifiesta su reconocimiento por la atención y hospitalidad que tanto él, como cada uno de sus subalternos fueron tratados en esta capital"

Power y su gente se adentro en el país a través del Orinoco. De seguro habrán visto en sus orillas no solo los terribles caimanes y la flora exuberante, sino también lugares que hoy se conocen con los nombres de Moitaco, Mapire, el Pinal, etc, hasta llegar al río Apure, y finalmente al poblado de Achaguas. El viaje se llevó varios kilómetros de clima, selva y llano que debieron ser muy rigurosos e inclementes para unos hombres aclimatados a la europea. Algunos enfermaron, otros murieron. Dice Lino Duarte Level que "a principios de junio llega a Apure, Power con ciento y pico de irlandeses... Reunidos todos los extranjeros fueron debidamente organizados con los jefes siguientes: John Blosset, comandante en jefe, John Deighton, comandante de la Caballería, Farriar de la Artillería, William Davey, teniente coronel comandante de la Infantería y Brooke Young, teniente coronel comandante de la Infantería ligera, según aparece de la representación dirigida al Libertador el 25 de agosto. Power quedó como Jefe de los irlandeses. Páez pidió al libertador los despachos militares para la oficialidad, y éste contestó el 24 de septiembre que vendrían en primera oportunidad, pero negó el de General que pedía Power, a quien no reconoció sino el grado de Teniente Coronel" .

¿Y que de aquel duelo al que me he referido en mis dos artículos anteriores? Mi papá lo mencionaba muy a menudo. El mismo Lino Duarte Level, en el capítulo XII de su libro "Historia Patria" da su versión de los hechos: "Reunidos en la noche en la morada de Páez todos los jefes para celebrar el santo de Bolivar, Blosset invitó a Power a tomar un vaso de licor, invitación a que éste se negó cortésmente. Blosset, que había tomado bastante, se dio por ofendido y pidió satisfacción. Intervino Páez y el asunto pareció terminado...Blosset, seguido de dos testigos, se presentó a Power a reclamar la satisfacción pedida, y a pesar de la poca voluntad de éste para batirse por no considerar el asunto de tanta importancia como para ello, no fue posible rehusar el duelo y pocos momentos después se verificó a la pistola, quedando muerto Blosset. Páez arrestó a Power y a los testigos y los envió al Cuartel General, donde fueron juzgados en Consejo de Guerra y absueltos de toda culpa"

Power se salvó del Consejo de Guerra y de ser fusilado. Participó en la batalla de Carabobo, como ya lo he dicho en los otros dos artículos, y finalizada la contienda se radicaría en el país. Dice mi buen amigo José Pérez, según lo que él ha leído, que "William Middton Power es quizá el nombre completo de ese legionario que había sido comanadante en la armada británica en Egipto, tal como lo relata el historiador Alfred Hasbrouch en su libro Foreing Legionaries in Liberation of America. William no sólo llegó para cooperar en la independencia de Venezuela, sino que también se trajo a su mujer doña Margarita Windford, de origén escocés, natural de Glashamton, Worcestershire" Y añade mi amigo: "de este matrimonio viene toda la familia Power venezolana documentada por el genealogista Don Dogoberto A. Romer.".

A William Power le nació un hijo, Eduardo Power, que se casaría con Maria Eugenia Orta. De esa unión nace Carlos Power, quien al casarse con Carmen Olivo engendraría a Carlota Power Olivo. Carlota Power le dió a luz a Daniel Scott Gutiérrez el que sería su hijo primogénito, Don Antonio Scott Power, mi padre, nacido en 1912. Y por ahí sigue la cosa, según sean los descendientes.
26 de Septiembre de 2008