Lameda se convirtió en un comunista hecho preso por otro comunista. Tenía razón Guillermo Cabrera Infante cuando afirmó que "un comunista es un animal que después de leer a Marx ataca al hombre"
Por Edgardo Rafael Malaspina Guerra
1 El profesor Daniel Rodríguez solía visitarme de vez en cuando en Las Mercedes del Llano para bebernos unas cervezas y conversar. En una de esas visitas me trajo un obsequio: un libro del poeta comunista venezolano Alí Lameda (Galerón y vidalita: décimas de pampa y llanura) ; y esa tarde de un viernes el profesor Daniel Rodríguez, que también era comunista, me contó la sorprendente e increíble historia del bardo de su partido.
2 Alí Lameda (1923-1995) nació en Carora. Estudió Medicina en Bogotá, pero no culminó sus estudios para dedicarse a la escritura. Leyó mucho, viajó bastante y empezó a publicar su obra poética, la cual recibió críticas elogiosas.
Pedro Díaz Seijas lo ubicó entre “el grupo de jóvenes con obra de valor y brillante porvenir” en su monumental tratado “Historia y antología de la literatura venezolana”.
3 Lameda se leyó la literatura referente al socialismo, se hizo miembro del Partido Comunista de Venezuela (PCV) y bajo la protección de Miguel Otero Silva publicaba sus artículos en El Nacional, periódico de cual fue corresponsal en Roma.
4 El PCV lo envió como como su representante por los países socialista. Viajó por Europa y cumplió su trabajo específicamente en Checoslovaquia y Alemania Oriental. En 1963 ganó el premio de la “Casa de las Américas” de Cuba y su prestigio como intelectual y escritor creció. Y con esa fama empezó su desgracia.
5 En 1965 fue contactado por los norcoreanos para traducir al español las obras de su líder Kim II Sung, cuyo cadáver embalsamado sigue siendo el “presidente eterno” , “líder supremo” según la constitución de ese país. Esas expresiones en alguna parte las hemos escuchado.
6 Lameda estaba haciendo su trabajo de traductor en Corea del Norte cuando en 1967 fue arrestado por los gendarmes de esa dictadura comunista criminal. Se le acusó de traidor a los ideales del pueblo, agente de la CIA, etc. Las acusaciones se basaban en la correspondencia que le habían violado y revisado, donde el venezolano criticaba los largos discursos del líder supremo y la hambruna a la que sometía a su pueblo. Le dieron veinte años de trabajos forzados. Lo colocaron en una celda donde no podía acostarse y le daban 300 gramos de comida podrida al día.
7 Lameda se convirtió en un comunista hecho preso por otro comunista. Tenía razón Guillermo Cabrera Infante cuando afirmó que "un comunista es un animal que después de leer a Marx ataca al hombre".
8 Pero sólo cumplió siete años de la pena, el dictador lo liberó gracias a las gestiones del presidente Carlos Andrés Pérez (1974), quien continuó las peticiones que hiciera Rafael Caldera: establecer relaciones diplomáticas con Corea del Norte sólo cuando liberarán al venezolano Alí Lameda.
9 La venezolanidad estuvo por encima de la ideología. Lameda fue internado en una clínica europea para restablecer su deteriorada salud. En gobierno venezolano corrió con todos los gastos y luego lo incorporó como agregado cultural en varias embajadas.
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0 Milagros Socorro es la periodista que mejor ha documentado y divulgado el caso de Alí Lameda.
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1 La democracia, con su tolerancia, es la cura más efectiva contra el comunismo, donde pasan cosas que son rechazadas, por lo menos, por el 90 % de la gente con sentido común.
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2 Pedro Beroes escribió: “Después de su larga temporada en el infierno, ha regresado a su lar nativo Alí Lameda”. Aludía, por supuesto, al enigmático, bellísimo pero difícil poema escrito por Jean Arthur Rimbaud bajo el efecto de los narcóticos.
Edgardo Rafael Malaspina Guerra es médico e historiador venezolano. Autor de Diario de Moscú (2010).