Mis consideraciones sobre Chaguaramas


Al comienzo de mi escudriñamiento respecto a Chaguaramas lo primero que encuentro es el nombre de una palmera de nombre “Chaguaramo”, con la información de que es una palmera típica en Venezuela y que puede alcanzar los cinco metros de altura y en otros casos hasta los cuarenta metros; y que se caracteriza por tener una base gruesa con la parte terminal lisa inmediatamente antes del cogollo de hojas verdes brillantes.


Por Alirio Acosta


Durante muchos años tuve la curiosidad de saber el ¿por qué? dieron el nombre Chaguaramas a esta comunidad ubicada a las márgenes de la importante arteria vial, que permite la comunicación de la zona ferrominera del estado Bolívar con el centro y otros lugares del país. Pero no solamente el nombre Chaguaramas, también este sentimiento e interés por conocer la toponimia de otras poblaciones del estado Guárico me incitaron a indagar, sobre todo las ubicadas en los límites de esta vía comunicacional. Recuerdo que por esta población pasé por primera vez en enero de 1957 cuando mi padre decidió irse definitivamente de Santa María de Ipire para Píritu del estado Portuguesa. En esa oportunidad apenas tenía 7 años de edad y recuerdo claramente cuando mi padre Alfonso Acosta dijo en un paraje de Chaguaramas. “Estamos en Chaguaramas y por aquí se va hacia Las Mercedes del Llano, Cabruta y Caicara del Orinoco”.


En un principio el nombre de esas poblaciones me pareció curioso y, ciertamente, muy poca importancia le presté en los siguientes años de mi crecimiento. Pero en las sucesivas incursiones a mi pueblo natal: Santa María de Ipire, mi curiosidad se asentó cada vez y no me quedó alternativa que la de explorar el origen de estos nombres, especialmente el de “Chaguaramas”.


Al comienzo de mi escudriñamiento respecto a Chaguaramas lo primero que encuentro es el nombre de una palmera de nombre “Chaguaramo”, con la información de que es una palmera típica en Venezuela y que puede alcanzar los cinco metros de altura y en otros casos hasta los cuarenta metros; y que se caracteriza por tener una base gruesa con la parte terminal lisa inmediatamente antes del cogollo de hojas verdes brillantes. Conociendo esta afirmación no dude en asociar el nombre de la población con el de esta palmera tropical e incluso llegué a pensar que la toponimia del lugar se debía a la existencia de muchas palmeras para el momento de nacimiento de la población. Para salir de la duda comencé a revisar sobre el asunto y conseguí cierta información que me aclaraba un poco el panorama. Según Lisandro Alvarado en su Glosario de Voces Indígenas de Venezuela cita que Chaguarama es “Voz cumanagota que designaba cierta planta del Oriente”. El mismo Lisandro comenta sobre lo recogido de la “Historia corográfica, natural y evangélica de la Nueva Andalucía” de Antonio Caulín y señala: “Caulín hace sinónimo el vocablo con el caribe arángua y el cumanagoto aracú”. Sin embargo Matías Ruiz Blanco en su obra Tesoro de la lengua cumanagota nombra a las palmeras chaguarama y aurucui como distintas” desvirtuando lo afirmado por Caulín.


Al llegar a este punto exploro un poco más sobre la palmera y me encuentro que ésta tiene otras denominaciones tanto en los territorios caribeños como en los países del norte de Sur América, nombres como mapora y palma real, y que la clasificación científica la designa como una especie de palmera de la familia de las arecaceas cuyo género y especie es Roystonea oleracea, originaria de las Antillas Menores: Barbados, Dominica, Guadalupe, Martinica, y Trinidad y Tobago; y el norte de Suramérica: norte de Venezuela y este de Colombia. Además descubro que el nombre genérico Roystonea proviene de un militar estadounidense de nombre Roy Stone (se nombra en la memoria del trabajo que realizó en la construcción de carreteras en Puerto Rico durante la captura de la isla en 1898-99) y que la especie olerácea viene del latín oleris que significa hortaliza.


Otra información importante que recabé me señala que la especie fue descripta y clasificada por primera vez en 1763 por Nikolaus von Jacquin como Areca oleracea, y en 1838 Carl Friedrich Philipp von Martius la transfirió al género Oreodoxa. Además en 1938 Berthold Carl Seemann la cambia posteriormente al género Kentia. Asimismo en 1900 Orator F. Cook propuso un nuevo género para todas las palmas reales y movió esta especie de Oreodoxa a Roystonea en 1901. Continuando con la investigación me tropiezo conque en los años siguientes continuaron los estudios botánicos de la palmera hasta que en 1949 Liberty Hyde Bailey la describe con el nombre de Roystonea venezuelana. Sin embargo Scott Zona en sus estudios dice que para él fue “"imposible hallar alguna diferencia morfológica o molecular consistente entre las dos palmeras", y ubicó a Roystonea venezuelana como sinónimo de Roystonea oleracea.


De la misma manera encuentro que en la clasificación botánica existen dos palmeras semejantes la Roystonea oleracea y la Roystonea regia (nombrada por Lisandro Alvarado, la cual es muy abundante en cuba y conocida como palma real), de características muy parecidas en muchos aspectos y tendiéndose a confundir a primera vista; sin embargo, con ciertos detalles que permiten distinguirlas a primera vista, la rigidez de los foliolos es quizá la diferencia más evidente entre ambas siendo la Roystonea regia la más conocida y cultivada.


De allí pues que al indagar más sobre la existencia y la importancia de esta palmera en Venezuela percibo que normalmente está asociada a terrenos de una gran fertilidad y un elevado nivel freático. De acuerdo a esta premisa es donde persiste mi duda sobre si el nombre de la población proviene de la palmera, ya que la pululación en esta parte del territorio guariqueño debió ser nula o muy escasa debido a que los suelos en esta parte del territorio son de baja fertilidad y el nivel freático también es muy bajo para que la palmera se desarrolle con naturalidad. Deducción que confirmo al revisar documentación botánica la cual indica que la palmera se encuentra de forma natural en los estados Cojedes, Monagas, Sucre, Bolívar, Táchira, Miranda, Portuguesa y Yaracuy, sobre todo en estos dos últimos donde se localizan densas colonias de la especie llamada por los locales maporales y además los suelos de estas regiones son muy fértiles y húmedos.


A propósito de la abundancia en Yaracuy, cabe destacar que en 1952 el Gobierno nacional decidió establecer árboles emblemáticos en los distintos estados del país tomando en cuenta su valor histórico y económico de la región, con el objeto de que fuera el prototipo de la cultura de lugar, embelleciera, mejorara el ambiente y creara conciencia conservacionista y en tal sentido seleccionó al Chaguaramo como árbol emblemático del estado Yaracuy por su abundancia en la zona, siendo además la segunda especie de palma más cultivada en Venezuela; y de hecho para el estado Guárico se seleccionó la Palma Real como su árbol emblemático. Otro detalle de agregar es que el chaguaramo puede crecer hasta una altura superior a los 1600 de altitud sobre el nivel del mar puesto que en la Plaza Bolívar de Mérida se encuentran varios ejemplares.


Ahora bien, con toda esta información realizo una investigación documental más exhaustiva no encontrando relación alguna que confirme que el nombre del lugar proviene por la existencia de la palmera en el sitio al momento del origen del pueblo. Sin embargo, detecto un trabajo de Adolfo Ernst titulado “Observaciones acerca de algunas palmeras de nuestra flora”, publicado en el “Boletín del Ministerio de Obras Públicas” en 1981, en el que refiere la existencia de comunidades que adoptaron el nombre por la planta; Ernst cita lo siguiente: “El nombre vulgar chaguaramas lo hallamos primero en el Tesoro de la lengua cumanagota por Fray Matías Ruiz Blanco: nada sabemos sobre su etimología; pero seguramente no designa la misma especie que hoy llamamos así, porque consta que ésta fue introducida de las Grandes Antillas, de donde llegó como palma real, denominación que se ha conservado allí hasta hoy. Cuando Humboldt visito a Caracas (1800), se usaba en Venezuela el mismo nombre; pero más tarde fue sustituido (¿Acaso por motivos de política?) con el de Chaguarama. No sabemos a cuál especie realmente corresponde, aunque por cierto debe ser una planta bastante común, lo que deduce de la circunstancia de existir en el país mucho puntos y sitios llamados Chaguaramas y Chaguaramal”. Fin de la cita


De ahí que con respecto a su toponimia y tomando en cuenta lo dicho anteriormente concluyo en lo siguiente: La población Chaguaramas del estado Guárico, según la documentación existente, adquiere el nombre por la palmera, pero no por la existencia de ella en el sitio, sino por otras razones de la cual se desconoce el motivo y con relación a su etimología quizás pudo haber surgido una corrupción del vocablo arángua, puesto que los aborígenes caribes la llamaban así según Antonio Caulín y Matías Ruiz Blanco.


De aquí mi reflexión en relación a estas consideraciones, la cual estimo necesario que historiadores e investigadores ahonden más sobre esta temática para obtener veraz y mejor información como recompensa a la bonita y gran trayectoria histórica de la población chaguaramense, pues pienso que queda mucho por investigar y ahondar sobre su significado.


En otro orden de ideas pero dentro de este marco, según mis observaciones puedo decir que Chaguaramas es un pueblo con una historia rica e interesante. Digo esto porque encontré, durante estas revisiones, información documental relevante sobre su origen, desarrollo y transformación, escritas por notables historiadores e investigadores que de seguro es conocida por muchos chaguarameros y de la cual es digna de que sea divulgada en todos los espacios educativos y culturales del municipio para que los habitantes conozcan su pasado. Una historia que nos remonta al año 1653, que según la documentación es la fecha del primer asiento con el nombre de “Las Palmas”, en el sitio donde se ubican los caseríos Casianero y Curipa; y partiendo de este tiempo es donde el poblado adquiere un progreso vertiginoso, constituyéndose para 1697 como una de las poblaciones con mayor desarrollo, siendo sus fortalezas para alcanzar estas virtudes la ganadería y la agricultura. En este aparte debemos recordar que se toma como su fecha de fundación el 29 de septiembre de 1728 para tener un día específico de conmemoración, pues como es muy sabido, ese día se da legalidad a la fundación con la celebración de la primera misa oficiada por don José Romualdo Leal. Pues según algunos historiadores afirman que Chaguaramas fue fundada en el año 1653 por Bartolomé Belisario de la Madrid, y que su primer asiento fue Las Palmas.


 Quizá este auge agropecuario dio paso para que en el transcurso de los años influyera en los diversos cambios políticos administrativos, pero siempre como importante centro de desarrollo socio-económico de una vasta zona de la región. Sin embargo, a consecuencia de la explotación petrolera en las inmediaciones de Las Mercedes del Llano la gente comenzó a emigrar contribuyendo que en breve tiempo el pueblo comenzara a decaer en el aspecto poblacional y socio-económico.


Ahora bien, después que Chaguaramas transita casi tres centenas de años, partiendo del momento en que se toma como día de fundación el 29 de septiembre de 1728, los chaguarameños o chaguarameros deben sentirse orgullosos de que esta población haya sido cuna de grandes patriotas y personajes como Pedro Zaraza, Manuel Cedeño, Julián Infante, Leonardo Infante, Juana Ramírez (La Avanzadora), Francisco Manuitt entre tantos; incluso algunos historiadores han comentado que Pedro Camejo nació por estos lados. Además por acá, cuando la famosa Guerra Federal o Guerra de los cinco años, específicamente el 3 de abril de 1862, se llevó a efecto la batalla de Chaguaramas.


Igualmente, los chaguarameños deben abrigar la satisfacción de que esta zona aun es una de las más importantes económicamente del sureste del estado Guárico y que hoy día puede elevar más ese status debido a su ubicación estratégica y a la actividad comercial y productiva que se desarrolla en sus predios y municipios colindantes, pero es necesario además, la participación de sus ciudadanos para que esto se logre, aprovechando la circunstancia de que Chaguaramas sigue siendo un cruce de caminos que conduce por los cuatro costados a importantes poblaciones del país, máxime ahora con la construcción del tercer puente sobre el río Orinoco el cual sin duda alguna, modificará la dinámica económica de los pueblos de esta parte territorial.


Para concluir, mis queridos coterráneos, según mis consideraciones, Chaguaramas es y será siempre pueblo de abolengo aborigen, pueblo de héroes, pueblo de ilustres ciudadanos y la nueva encrucijada del futuro.


Muchas gracias apreciados amigos…


Alirio Acosta es Cronista de Esteller, Piritu,estado Portuguesa y Presidente de la Asociaciòn de Cronistas de esa entidad regional. Este artículo que se publica formó parte de una ponencia del autor presentada en Chaguaramas, 03 de octubre de 2014, con motivo de los 286 de fundada esa ciudad.

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