Ramos Sucre: el pastoreño
Considerado uno de los más importantes poetas de nuestro continente
Por Arturo Álvarez D´ Armas
El célebre poeta José Antonio Ramos Sucre, nació en la ciudad de Cumaná, estado Sucre (9 de junio de 1890). Hijo de Jerónimo Ramos Martínez y Rita Sucre Mora de Ramos. Por la vía materna estaba emparentado con la familia del Mariscal Antonio José de Sucre Alcalá. En 1910 obtiene su título de bachiller en Filosofía. Entre sus compañeros de promoción se encuentran su hermano Miguel Ramos Sucre, Dionisio López Orihuela, Roberto Martínez Centeno y Cruz Salmerón Acosta.
Desde 1911 reside en Caracas, donde vive en pensiones como la ubicada de Camejo a Santa Teresa, donde viven varios amigos cumaneses.
Colabora en El Cojo Ilustrado y otras importantes publicaciones de la época. Estudia en la Universidad Central Derecho. En 1913 la universidad es clausurada por la tiranía de Gómez. Estudia por su cuenta y da clases de latín y griego en el Liceo Caracas, cuyo director era Rómulo Gallegos. También trabaja en la Escuela Nacional de Maestros. Desde 1914 es funcionario de la Cancillería. Es Abogado de la República en 1917 y en 1925, Doctor en Ciencias Políticas.
Considerado uno de los más importantes poetas de nuestro continente. De su obra tenemos Trizas de Papel, Las huellas de Humboldt, La Torre de Timón, El cielo de esmalte y Las formas del fuego, entre otras.
Estaba en Ginebra, Suiza, como Cónsul de nuestro país. Se suicida y muere el 13 de junio de 1930. Sufría de insomnio. Es sepultado en su tierra natal el 25 de julio en el panteón de la familia Ramos Martínez.
Como se dijo antes José Antonio Ramos Sucre residió en Caracas en distintas pensiones la última fue cerca del Panteón Nacional. Su vinculación con La Pastora viene cuando su madre doña Rita tenía una casa ubicada entre las esquinas de Cola de Pato y Sucre. Esta es vendida y compran la casa situada entre las esquinas de Amadores a Urapal, N° 80. En ninguna de las dos vivió Ramos Sucre. Como dice la historiadora Alba Rosa Hernández Bossio: “No obstante, al menos en esa casa dispuso de un espacio permanente para sus libros que estuvieron resguardados en armarios en los dos cuartos del segundo piso”. Por allí sacamos que visitaba con frecuencia esa morada familiar y su vinculación con nuestra parroquia
Fuentes consultadas:
Hernández Bossio, Alba Rosa. José Antonio Ramos Sucre. Conversación con el lector.
Miguel Ignacio Purroy / Miguel Henrique Otero. Caracas: El Nacional / BANCARIBE, 2007. 125 p. (Biblioteca Biográfica Venezolana, 49).