Vigencia de la universidad y escuela pública: un debate invisible

Lamentablemente, hoy, la actual hegemonía en el poder, en pleno siglo XXI ha decidido acabar con la educación pública de calidad, gratuita, popular y democrática.

Ángel Lombardi Boscán

Que un déspota y megalómano como Antonio Guzmán Blanco (1829-1899) haya decretado hace 152 años, en 1870, que la Instrucción Pública es “gratuita y obligatoria” en Venezuela lo convierte en un referente progresista a pesar de sus desmanes. Y si bien el decreto no se cumplió a rajatabla, sí se mantuvo como ley y filosofía de Estado para hacer de la educación un agente de ascenso y progreso social.

Lamentablemente, hoy, la actual hegemonía en el poder, en pleno siglo XXI ha decidido acabar con la educación pública de calidad, gratuita, popular y democrática.

Millones de jóvenes han quedado a la deriva ante este crimen cultural sin precedentes en la historia de las naciones. El abandono de las escuelas y universidades son monumentos fieles de esto que decimos. Los salarios de hambre avergüenzan a maestras y maestros; a profesoras y profesores. ¡Mueran los que sepan leer y escribir! pareciera ser la consigna al uso. Y la máxima de Simón Bolívar (1783-1830): “Moral y luces son nuestras primeras necesidades” es un anatema peligroso.

La escuela y universidad pública quedaron abolidas y sólo se mantienen de pie las instituciones privadas, que libres de la competencia de lo público, hacen de la oferta y demanda una oportunidad de negocios.

Seguir con la ficción de la universidad “abierta” aunque sin atender cabalmente a sus estudiantes y planes académicos con un mínimo de calidad echa por tierra esos legítimos deseos. Lo saben quiénes atentaron contra la educación pública desde las alturas del poder y lo sabe la sociedad entera sólo esperanzada en que lo atroz, ridículo y trágico no termine de imponerse

El socialismo venezolano terminó siendo hipócrita y oligárquico, como todo socialismo primitivo. Educación para unas minorías con planes de fuga hacia el exterior ya que las posibilidades de desarrollo profesional o de emprendimientos legítimos dentro del país deben sortear un millón de obstáculos.

El debate de que el modelo rentista se agotó y por ello son inviables los derechos constitucionales de los venezolanos es un falso debate. Porqué quienes mandan no respetan ninguna ley, norma, reglamento, pacto o convención que garantice el bienestar de los ciudadanos; o algo más evidente: la alternabilidad en el Poder.

Seguir con la ficción de la universidad “abierta” aunque sin atender cabalmente a sus estudiantes y planes académicos con un mínimo de calidad echa por tierra esos legítimos deseos. Lo saben quiénes atentaron contra la educación pública desde las alturas del poder y lo sabe la sociedad entera sólo esperanzada en que lo atroz, ridículo y trágico no termine de imponerse. La angustia de los padres es infinitamente palpable porque la mayoría no tiene los medios de fortuna para costear una educación privada o seguirle el juego al sistema de que lo público a través de las “escuelas y universidades bolivarianas” son una opción sostenible en el tiempo.

Umberto Eco (1932-2016) llegó a manifestar en la Universidad Hebrea de Jerusalén en el año 2002, cuando le confirieron el “Doctorado Honoris Causa”, lo siguiente: “En el trasiego del mundo de hoy los lugares del silencio permanecen y siguen siendo las universidades. Sin embargo, son pocos los lugares en los que es posible la comparación racional entre diversas visiones del mundo. Nosotros, la gente de universidad, estamos llamados a librar sin armas letales una infinita batalla por el progreso del saber y de la compasión humana”. En éstas sabias palabras podemos encontrar el valor irreverente de la libertad académica.

En una realidad irracional o trastocada como la venezolana donde el poder aplasta e ignora las “diversas visiones del mundo” el tema de la educación pública no forma parte de una agenda nacional honesta.

Los educadores y universitarios públicos hemos sido desterrados como actores activos del desarrollo nacional. La educación pública es un Derecho Humano Universal que a su vez salvaguarda otros fundamentales derechos dentro de una sociedad libre, democrática, plural, inclusiva, progresista y con un robusto Estado de Derecho en pie. Quizás esto último sea la respuesta del porqué no hay debate en la sociedad venezolana actual acerca de la vigencia, relevancia y trascendencia de la educación escolar y universitaria en el ámbito público.

Director del Centro de Estudios Históricos de LUZ

@LOMBARDIBOSCAN

viernes, julio 01, 2022

Siete poemas de Arturo Álvarez D´ Armas

Arturo Álvarez D´ Armas, poeta e investigador, oriundo de La Pastora, Caracas

Por Arturo Álvarez D´ Armas

Navego bajo llovizna de cenizas

la misma que desentierra cuerpos del camposanto

río pestilente

vapor de azufre

hierve la muerte

en ese Hades

traté de verte

como Odiseo a Anticlea.

Vivo la ebriedad de la nostalgia.

A Rosa de Armas y Jeroh Juan Montilla.

-----


Se fueron los tiempos

en que jugaba con mis hijos

y los ponía a bailar La Bamba.

La soledad me arropa

los días pasan.

Solamente quedan los recuerdos

de la vieja casa pastoreña

el patio

el corral con la mata de uva de playa

y mi madrina Lola cosiendo en su

vieja maquina Singer.

-----

El río devuelve

un mundo perdido

sin rascacielos ni asfalto

la bora flor de loto

río arriba

río abajo

sigue el curso

de los que mueren

en el océano.

Allí va el bongo

sus peregrinos

Arismendi

la Unión

Camaguán

San Fernando

llevan y traen

nacimientos y muertes

queso carne

mantequilla.

Ese mundo

se vive

se muere allí.

Es la planicie donde reina

el caballo

la res

el bongo.

a Ana Victoria.

-----



Labios

Esos no son los labios

que una vez besaron mi boca.

Se convirtieron en espinas punzantes

perdieron su carnosidad.

Ya no forman parte de ese cuerpo de ébano.

Es tiempo de regresar al presente.

Muerdo mis labios recordando

a la muchacha de Barlovento.

-----

Kibo

Cuando venga la Parca

un bote me llevará

por el río Congo

mis acompañantes

arena y agua

de la tierra atávica

sin adioses

sin honores

volveré a la semilla

volaré con Shangó y Yemayá

al cielo del Kilimanjaro.

a Tibisay Vargas Rojas

-----

Invierno

Centellas y truenos en el cielo

ríos desbordados

lujuria de aguas

lotos blancos

abiertos en tiniebla

caimanes que dormitan

en playas desiertas

copos de nieve

alumbran los bucares

algarabía de aves

a la luz del amanecer.

-----

He sufrido vejaciones y humillaciones

días y noches sin luz y agua.

No es un castigo de Nuestro Señor.

Pero esas tinieblas nunca ocultarán

la luminosidad del porvenir.

Oh! Sagrado Corazón de Jesús.

Nunca te olvido en la sala

de la vieja casona pastoreña.

Te pido que el día que venga la Parca

mi Ángel de la Guarda me lleve a tu lado.

Ya pasé por el infierno de esta Tierra de Gracia.

Víctor Reis, panadero por tradición

Víctor Reis, el arte de hacer el pan.

José Manuel Aquino

El pan es uno de los alimentos más consumidos por los seres humanos desde la antigüedad, demandado desde tiempos antes del nacimiento de Jesucristo. Al sur de Mesopotamia en tiempos milenarios, la historiografía da cuenta de la manera como se empezó a moler el trigo y añadir otros ingredientes, para la elaboración del pan de trigo; seguidamente las siguientes civilizaciones fueron consumiéndolo con regularidad: los egipcios lo incorporaran a su dieta. Igualmente los griegos, y después los romanos, para luego propagarse su consumo por toda Europa y posteriormente ser degustado por los habitantes de los demás continentes; convirtiéndose de esta manera en este comestible de alta demanda mundial en sus diferentes tipos de elaboración.

En Venezuela, este producto alimenticio llega para su consumo, desde la llegada de los españoles durante el periodo de conquista y colonización, hasta convertirse en un producto que no falta en la dieta de los venezolanos; a pesar de que este rubro no se cultiva en estos trópicos, por ser exclusivo de climas templados por su mejor rendimiento, en tal sentido, esta nación es un país importador de este cereal. Pero a lo largo del tiempo se han elaborado panes de distintas maneras con la finalidad de cumplirles a sus demandantes; por tal motivo, los panaderos tienen sus técnicas particulares para producir este alimento. Uno de esos horneros que tienen una manera particular para procesar el pan es Víctor Reis, artesano que confecciona dicho producto con conocimientos que han pasado por varias generaciones de la localidad portuguesa de Fátima, freguesía del Concelho de Orem, lugar muy visitado por estar a ubicado en las cercanías del Santuario de la Virgen de Fátima. Es precisamente en ese lugar donde los abuelos de este destacado trabajador del pan, por varias generaciones han realizando este oficio, no solamente para el consumo familiar, sino también para esta comunidad lusitana a comienzos del siglo XX.

Será Isidro ,hijo del panadero Antonio Dos Reis, que llegó a Venezuela por el año 1953, en la condición de inmigrante, en tiempos del gobierno del general Marcos Pérez Jiménez, quien otorgó permiso para que los expatriados europeos, debido al alto desempleo producto de la crisis económica, al término de la Segunda Guerra Mundial. Por eso, llegaron a esta tierras muchos obreros calificados de ese continente a laborar en los distintos proyectos urbanísticos y de infraestructuras que emprendió dicho mandatario durante su estadía en el poder. Por tal motivo, el ambicioso Isidro Dos Reis, llegó a Calabozo a trabajar en la construcción del Sistema de Riego Rio Guárico, como carpintero, hasta que terminaron sus compromisos. Vio la oportunidad de acometer un nuevo proyecto en esta ciudad en pleno crecimiento por la actividad agropecuaria. Luego de trabajar en un establecimiento comercial, decide fundar la “Panadería 13 de Mayo”, el mes de febrero de 1963, junto a su hermano Julio Da Silva, los compadres Francisco López y Francisco Martins; siempre al lado de su esposa María Oliveira y sus hijos,tomando en cuenta su experiencia, que desde su infancia cuando había trabajado con su padre en la elaboración de del pan artesanal en la ciudad de Fátima.

En dicho establecimiento pudo garantizarles a sus clientes una calidad del producto, mediante la mezcla de los cuatro ingredientes utilizados artesanalmente para la elaboración del pan : harina, agua, sal y levadura con las técnicas de amasado aprendidas con su padre, para luego llevarlas al horno con la finalidad de lograr un producto con intenso olor y sabor que rápidamente ganó la reputación de ser expendedor con el mejor pan en la ciudad cuna del poeta Francisco Lazo Martì; además este artesano fue el pionero en la elaboraraciòn en esos años de todo tipo de pan relleno, como los populares cachitos y la tortas burreras. Toda esa experiencia de este emprendedor fue aprendida por uno de sus siete descendientes en producir un pan de calidad, tomando en cuenta la tradición familiar para su preparación. Su hijo Víctor Reis, después de estudiar y graduarse de Contador Público, decide emprender este tipo de oficio: Con el fruto de sus ahorros ganados en el ejercicio de su profesión junto a su esposa e hijas, compran la Panadería La Florida, ubicada en la carrera con calle 7 con carrera 1, de esta ciudad villatosantina en el año 1997.

Es necesario considerar que este profesional del pan, continúa realizando un producto de calidad con las mismas características de sus predecesores. Sus clientes se aparcan religiosamente al local a esperar el pan crujiente recién salido del horno en horas de la tarde, para luego deleitarse de dicho producto, combinándolos con otras mercancías que venden, como su buen café exprés, Charcutería, jugos y pastelería entre otros víveres. Por tanto, acudir a dicha panadería en horas vespertinas para comprobar el delicioso pan de este excelente artesano del pan.

domingo, junio 26, 2022
← Newer Older →