Recuerdos de un Guárico productor y productivo
El entusiasmo comenzaba con los primeros aguaceros. Tractores de arado de la tierra y de riego del abono y de la urea se cruzaban en medio de una intensa polvareda. Las máquinas de sembrar cumplían su labor. Los camiones cargando el abono y la urea iban y venían en ringleras continuas, cada uno con varios acarreadores..Se movía dinero pagando mano de obra, fletes y servicio a los medios de transporte
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Cuando en Venezuela florecía la agricultura, y
la ganadería de doble propósito pastaba y retozaba en las sabanas de mi tierra,
de mi país y de mi estado Guárico en particular, daba gusto ver esas grandes
extensiones de dorado sorgo cubriendo grandes partes de nuestro territorio. El
movimiento de aviones fumigadores contra la mosquita, el gusano barredor o
cogollero, entusiasmaba. Las cosechadoras y los camiones transportando el grano
a la red de silos de la agroindustria o de particulares, para convertirlo en
alimento concentrado para animales, daba una nota de progreso seguro a los
miles y miles de hombres y mujeres que trabajaban el campo.
El entusiasmo comenzaba
con los primeros aguaceros. Tractores de arado de la tierra y de riego del
abono y de la urea se cruzaban en medio de una intensa polvareda. Las máquinas
de sembrar cumplían su labor. Los camiones cargando el abono y la urea iban y
venían en ringleras continuas, cada uno con varios acarreadores..Se movía
dinero pagando mano de obra, fletes y servicio a los medios de transporte. Los centros comerciales,
grandes y pequeños, vendían. Se conseguía de todo, sin hacer colas. Aquella era
otra Venezuela.
La gente ganaba
dinero para comprar comida y ropa, así como sus artefactos eléctricos, sus
equipos de sonido y echarse sus tragos. Eran bastantes los que compraban sus
carros...Los jóvenes de hoy pueden preguntárselo a sus padres.
También era
placentero ver aquellos verdes maizales, de kilómetros y más kilómetros de
extensión..Nubes de guaros y pericos caían sobre ellos a saciar su apetito.
Igual hacían monos y araguatos. Y los que le gustaba comer cachapas de maíz
ajeno jamás faltaban.
En tiempos de cosecha,
sobre el dorado sorgo caían inmensas nubes de negros tolditos. Y de guacharacas
en los sembradíos cercanos a arboledas, o en los llamados rompe vientos. Esos
animalitos aprovechaban para llenar sus buches…Las enormes cosechas daban para
todo.
Después de aquellas
grandes sequías que ocasionaron la muerte de casi toda la ganadería bovina y
equina de la región, los rebaños se recuperaron y (valga el término) floreció
una gran ganadería de doble propósito….Hoy, tanto la producción de cereales
como la de animales de carne y leche se han venido a menos.
A la par del sorgo
y el maíz, el Guárico compartía con el estado Portuguesa el primer lugar de
producción de arroz. Lamentablemente el Sistema de Riego del Río Guárico va en
creciente merma. La represa que lo alimenta, y pone en movimiento, sufre de los
embates de una sedimentación progresiva, hasta el punto que en el pasado verano
casi se secó, tiempo que ha debido aprovechar el gobierno para dragarla, única
manera de rescatarla y evitar la corta vida que la amenaza.