Santiago Rafael Arévalo
Santiago Rafael Arévalo nació en Valle de la Pascua un día jueves 11 de octubre de 1946 a las dos de la madrugada. Fueron sus padres Israel Álvarez Ramírez y Carmen Arévalo. Nos decía don Santiago que conoció a su bisabuela Vicenta Arévalo, tía del General Emilio Arévalo Cedeño a quien también conoció así como a su esposa la señora Pepita de Arévalo, ésta en varias oportunidades le pidió a la mamá que le “diera ese niño para educarlo” pero la señora Carmen en ningún momento cedió a esa petición.Por Manuel Esteban Díaz
Santiago Rafael Arévalo fue un vallepascuense polifacético que desempeñó múltiples ocupaciones, desde vendedor de leña en burro, a dos bolívares la carga (40 pares de estillas) y topocho a dos bolívares el ciento, en su pueblo natal, pasando por exhibidor de films y operador de cine en la ciudad de Calabozo, publicista y pintor de murales, hasta radiodifusor en El Sombrero, en donde ejerció el cargo de Director de Radio Sabana 1400 AM, desde 1990 hasta el 2008 cuando fallece.
Santiago Rafael Arévalo nació en Valle de la Pascua un día jueves 11 de octubre de 1946 a las dos de la madrugada. Fueron sus padres Israel Álvarez Ramírez y Carmen Arévalo. Nos decía don Santiago que conoció a su bisabuela Vicenta Arévalo, tía del General Emilio Arévalo Cedeño a quien también conoció así como a su esposa la señora Pepita de Arévalo, ésta en varias oportunidades le pidió a la mamá que le “diera ese niño para educarlo” pero la señora Carmen en ningún momento cedió a esa petición.
En el año de 1954 cuando se inicia la construcción de la represa de Calabozo, Santiago se muda a esta ciudad, en donde trabajó durante varios años. Posteriormente se lleva a su mamá a vivir en una humilde casa en la Misión de Abajo. Muere su madre y él se viene al pueblo de El Sombrero en 1971, donde llega como exhibidor de cine, en el viejo y desaparecido Cine Moderno, que funcionó por muchos años en la calle fraternidad de esta población´
En El Sombrero conoció a Juan Manuitt con quien inicia una buena amistad. Éste le cede una espacio en Radio Sabana 1400 AM como animador de un programa de música criolla, bajo el título de “Sabaneando”, iniciándose así en el campo de la radiodifusión, en dicho programa llegó a entrevistar a los grandes de la música criolla de esa época, como Reinaldo Armas, José Ali Nieves, Catire Carpio, Luis Lozada “El Cubiro”, Víctor Veliz, Dámaso Figueredo, entre otros. Posteriormente el 14 de febrero de 1985, para celebrar el día de los enamorados inicia un programa que llamó “Venezuela y México Cantan”, el cual se mantuvo en el aire durante 22 años. Se transmitía todos los domingos desde las 8 am hasta las 12 del mediodía. Debido a su gran pasión por la querida Radio Sabana 1400 AM y su capacidad gerencial. Juan Manuitt lo nombra Director de la misma en 1990, cargo que como dijimos anteriormente, ejerció hasta el último día de su vida terrenal.
Como Director de esta emisora nunca le cerró las puertas a nadie, allí tenían cabida todas las corrientes políticas. Son muchos los hombres y mujeres que han resultado electos senadores, diputados, gobernadores, alcaldes y concejales gracias a la publicidad que él personalmente se encargaba de organizar y difundir en tan prestigiosa radio emisora.
A veces nos decía,” nunca pensé que aquel muchachito campesino que vendía leña y topocho en un burro llegara a entrevistar a muchas celebridades tanto artistas como políticos, como a varios gobernadores, a un candidato presidencial que luego fue Presidente de la República”. En El Sombrero fue concejal durante un periodo de cuatro años
El día 31 de diciembre de 2007, se despidió de sus compañeros de Radio Sabana, a las nueve de la noche, cuando colocan al aire el famoso poema “las doce uvas del tiempo”, del poeta cumanés Andrés Eloy Blanco, grabado hace muchos años en la recia voz del fallecido locutor Hipólito Vázquez. Se retira a su humilde hogar para terminar de oír dicha grabación que concluye justamente a las doce de la noche. Lleno de alegría abraza su familia y vecinos presentes para darles el tradicional “Feliz Año”. Después de compartir un rato se retira a su recámara. Pero siendo las dos y media de la mañana del primero de enero de 2008, la muerte lo sorprende cuando contaba con 61 de edad. Dejando en esta ciudad una esposa, Rosa Velásquez y tres hijos Richard Rafael, María Elena y Marialis del Valle Arévalo Velásquez.