Sí a la Consulta Popular de la Oposición

FOTO REFERENCIAL | La sociedad civil se organiza para este proceso político


Por Trino Márquez

La consulta popular prevista para realizarse entre el 5 y el 12 diciembre es la respuesta política de las 27 agrupaciones opositoras firmantes del documento en el cual denuncian por fraudulentos los comicios del 6 de diciembre. Fue la jugada ideada ante la decisión del régimen de mantener esas elecciones, a pesar de la solicitud de los partidos venezolanos y la Unión Europea para que fueran postergadas hasta una fecha que garantizara las condiciones mínimas que les permitieran a los candidatos desplegar su campaña y a los electores mantener contacto con los aspirantes.

La unidad monolítica en torno a la negativa de presentarse a esa cita no fue posible. La fracción reunida en la Mesa de Diálogo Nacional, integrada por varias microorganizaciones, decidió desde hace tiempo entenderse con el régimen para limarle sus aristas más filosas. Por la misma época en la cual este entendimiento se producía, aparecieron los ‘alacranes’, grupo de choque utilizado por Nicolás Maduro para expropiarles Primero Justicia y Acción Democrática a sus genuinos representantes. La ‘oposición oficial’ –esa que promueven los gobiernos autoritarios urgidos de una hojita de parra para no mostrar toda su impudicia ante el mundo democrático- pasó a estar conformada por los miembros de la mesita de noche y por los arácnidos. A estas facciones hay que sumar dos grupos. Uno en el cual se encuentran núcleos e individualidades que antes se conocían como los ni-ni. La otra ala está integrada por parte de los disidentes del madurismo o chavismo no madurista. Se trata de un mosaico variopinto en el que se mezclan organizaciones minúsculas con distintos puntos de vista e intereses, unidos por el deseo de participar en las votaciones del 6-D.

La abstención será muy alta. Probablemente superior a 70%, según proyectan distintas encuestadoras. Esa cita no despierta ningún entusiasmo. En medio de una crisis tan pavorosa como la desatada por la negligencia y corrupción del gobierno durante los últimos ocho años, resulta imposible que unas elecciones parlamentarias que no significan ningún riesgo para el responsable de la catástrofe generen algún atractivo. Son demasiado insípidas y acomodaticias. El país está deshaciéndose y el gobierno y sus aliados les dicen a los ciudadanos que vayan a sufragar porque el Ejecutivo necesita ponerle un poco de colorete a su desgastada imagen nacional e internacional. Pésimo chiste.

En este ambiente tan negativo, el desencanto no afecta solo al régimen. También golpea la credibilidad de la oposición reunida en torno al rechazo a las votaciones del 6-D. El hecho de no haber acabado con la usurpación, ni haber logrado el gobierno de transición, ni las elecciones libres –metas trazadas a comienzos de 2019- ha averiado la credibilidad en el liderazgo nacional e internacional comprometido con el cambio. Mucha gente piensa que ya pasó el momento de las consultas y debe pasarse a las acciones concretas. Pero, ¿cuáles acciones y quiénes serán los sujetos que las emprendan? Esas preguntas obvias no las responden los escépticos. Ni siquiera se las plantean.

En las condiciones actuales del país y de la oposición democrática, no es mucho lo que puede hacerse. El bloque dominante –conformado por la cúpula del Gobierno, del Psuv, el Alto Mando militar y las bandas irregulares- exhibe una solidez granítica. Esos cuatro factores conforman una corporación bien engranada.

Frente a ese aparente hermetismo es indispensable dar señales de vida. Demostrar que a pesar de que la oposición se ha debilitado, no ha claudicado, ni perdido la iniciativa.

Resulta imperativo enseñarles a los venezolanos que esperan un cambio, a la nomenclatura del régimen que pretende petrificar la situación y a la comunidad internacional que nos apoya, que existe el ánimo suficiente para seguir luchando por unas elecciones libres, justas y verificables. En razón de esta necesidad, considero que las próximas semanas hay que dedicar todo el esfuerzo posible para tratar de que la consulta popular sea exitosa.

Juan Guaidó y algunos pocos dirigentes más han asumido con devoción la tarea de animar la gente para que participe en el llamado. Sin embargo, ese reto titánico no puede ser afrontado solo por un núcleo de vanguardia. Hay que incorporar a la mayor cantidad posible de ciudadanos. El desafío consiste en contrastar el seguro fracaso de la convocatoria del 6-D, con una concurrencia masiva el 12-D a los centros donde se recogerán las firmas para rechazar el bodrio parlamentario y demandar que se realicen tan pronto como sea posible unas elecciones nacionales libres.

Los bielorrusos todavía están saliendo a protestar luego del escandaloso fraude perpetrado hace meses por Alexander Lukashenko. Los venezolanos tendremos que hacer lo mismo porque Maduro pretende atornillarse aún más a Miraflores, convocando unas elecciones que solo persiguen diferir el inicio del ciclo que conduzca a la constitución de un gobierno reconocido por los países democráticos.

La jornada del 12-D y los días previos hay que asumirla con el deseo de demostrar que los demócratas somos la inmensa mayoría. @trinomarquezc

Alida Villanueva, toda una vida en defensa de la cultura popular

El profesor e historiador José Aquino destaca en esta crónica el perfil de la artista Alida Villanueva, una de esas personas que trabaja incansablemente por mantener las tradiciones en la región llanera. Esta destacada ciudadana, graduada en Educación Mención Desarrollo Cultural, en la Universidad Simón Rodríguez, nacida en Cazorla, población localizada al sur del Estado Guárico, es una digna representante con su trabajo en defensa de la diversidad cultural y respeto por las tradiciones, irradiando de esta manera con sus actividades la integración entre los pueblos, como única vía para llegar a una sociedad más justa en que reine la paz y la solidaridad global.

FOTO YOBANI RAMÍREZ | Alida Villanueva: Una mujer llanera, promotora de la cultura popular

Todas las actividades que realizan los hombres cumplen mayormente un beneficio social, con el fin de satisfacer sus necesidades tanto materiales como espirituales a través del tiempo. Son fundamentales para la vida de los pueblos, a través de esos conocimientos, creencias, actividades artísticas, costumbres u otras habilidades adquiridas en la interacción entre de los ciudadanos de una localidad, región, nación o el mundo. Forman parte de la cultura y, es fundamental para el avance del anhelado bienestar en las sociedades .Principalmente si se impulsa desde las comunidades, escenario más propicio para la compartir todas sus creaciones.

Así nace, la cultura popular tan necesaria para fomentar y difundir todo ese conjunto de manifestaciones artísticas y folklóricas, que emanan directamente del sistema de creencias, valores y tradiciones de los pueblos ,en momentos en que el modelo de globalización impuesto por los dueños del capital , quieren impulsar mediante la uniformidad de actividades a escala mundial o planetaria, con la única finalidad del beneficio monetario para sus corporaciones , en detrimento de las creaciones realizadas por los habitantes de las comunidades y las regiones , con el interés máximo de vender masivamente sus productos ,tanto materiales como intelectuales.

Por tal motivo, los cultores son indispensables para preservar la identidad cultural de las comarcas .Una de esas personas que trabaja incansablemente por mantener las tradiciones es la licenciada Aída Villanueva. Esta destacada ciudadana, graduada en Educación Mención Desarrollo Cultural, en la Universidad Simón Rodríguez, nacida en Cazorla, población localizada al sur del Estado Guárico. Zona dedicada a la actividad ganadera con una particularidad artística formada desde la ocupación española durante el periodo colonial. Asumió el compromiso por vocación de trabajar en el área pedagógica, en las que combina su actividad docente, con la de socialización e investigación en diferentes centros de enseñanza de los niveles de Primaria y Secundaria de la Villa de Todos Los Santos de Calabozo, en la modalidad de bailes típicos y demás artes escénicos. Desde su etapa de infante pudo demostrar sus aptitudes, lo que motivó a cursar sus estudios relacionados con esta habilidad con el fin de perfeccionar y desarrollar su carrera profesional desde esta orientación.

Es necesario señalar que esta excelente educadora, no tiene solamente un gran dominio de las distintas formas expresivas, físicas, emocionales y de movimiento para los bailes tradicionales, sino que desde el punto de vista didáctico las sabe trasmitir a su alumnos .Muchos de sus estudiantes han representado con éxito en diferentes festivales y encuentros , tanto local y regional para satisfacción de esta docente en el logro de los objetivos propuestos, la institución escolar, así como también la comunidad que se deleita con las representaciones artísticas . Esta digna pedagoga socializa su sapiencia y habilidades en foros , talleres o en cualquier encuentro con el propósito de difundir y preservar este arte del zapateo tradicional , en sus diferentes manifestaciones en momentos en que otras danzas las quieren imponer para sustituirlas por una modalidad descontextualizada de la región . Realiza también investigaciones sobre las distintas peculiaridades del Joropo en el Estado Guárico y otras regiones del país, con el fin de difundirlo no solamente a sus educandos, sino también para que los promotores culturales de la localidad los conozcan y ejerciten.

Esta destacada emprendedora y promotora cultural no solo sobresale en la modalidad del baile tradicional, sino , también elabora manualidades de larga tradición ancestral, como el de tejer hamacas o Chinchorros ,en los diferentes tipos de hilos, tal como nuestros aborígenes los realizaran antes de la ocupación del territorio por parte de los españoles y posteriormente los usaran los llaneros , para descansar o para hospedarse en cualquier sitio.Del mismo modo esta artista ,sobresale en el arte de modelar distintas figuras y utensilios de arcilla ,demostrando alta capacidad para realizar dichos objetos por su excelente técnica en realizar esta expresión plástica.

Esta laboriosa artista llanera, toma en cuenta las tradiciones heredadas por los antepasados, en la elaboración de productos artesanales, como es el caso de la del jabón de la tierra, para uso la de higiene personal y el lavado de determinados objetos. De esta manera, se preserva una tradición que ha pasado de generación en generación de la cual esta destacada educadora, especialista en la rama cultural se interesa en mantener y difundir tanto para sus educandos, como para los diferentes centros educativos donde ha laborado. De igual forma se han beneficiados las comunidades con los cursos y talleres que imparte de manera desinteresada cuando a bien la soliciten.

Esta guariqueña, es una prominente cultora del velorio de Cruz de Mayo ,una de las festividades más importantes de la religiosidad popular en Venezuela ,no solamente en la organización de dicho acto ,que consiste en la ornamentación del saltuario ,sino también como participante en las diferentes actividades de la celebración, reflejadas en juegos, cantos, oraciones y alabanzas en honor al símbolo más representativo de la religión Católica .

Toda esta actividad realizada por esta educadora, en aras de resaltar las manifestaciones de la cultura de la región, de la misma manera de su preservación y difusión en tiempos que las tendencias hegemónicas de la globalización o mundialización, quieren ejercer su dominio con una cultura única. Alida Villanueva, es una digna representante con su trabajo en defensa de la diversidad cultural y respeto por las tradiciones, irradiando de esta manera con sus actividades la integración entre los pueblos, como única vía para llegar a una sociedad más justa en que reine la paz y la solidaridad global. <7p>


José Aquino es doctor en Ciencia de la Educación, historiador y promotor cultural. Profesor Titular Jubilado de la Universidad Rómulo Gallegos, estado Guárico. Venezuela

El Llano Magnificado y disminuido

Adolfo Rodríguez 

 

ILUSTRACIÓN: Al sur de las Mercedes del Llano (Foto de ARR).

La ardua empresa de comprender a Venezuela debe mucho a los positivistas. Sobre todo a Laureano Vallenilla Lanz (10-11-1870 * 16-11-1936). Se esmera en despejar a fondo aquella maraña de desolaciones que deja el siglo XIX y saca sus conejos del sombrerito del determinismo. Aunque se esfuerza en demarcarse de etiquetas: “La historia, como la vida, es muy compleja. No la historia inspirada en el complejo simplista que sólo ve en nuestra gran revolución la guerra contra España y la creación de nuestra nacionalidad, sino la que profundiza en las entrañas de aquella espantosa lucha social, estudia la psicología de nuestras masas populares y analiza todo el conjunto de deseos vagos, de anhelos imprecisos, de impulsos igualitarios, de confusas reivindicaciones económicas, que constituyen toda la trama de la evolución social y política de Venezuela” (Vallenilla L, 1991, p. 75).

Sus meritorios esfuerzos representan, por lo tanto, sondas husmeando en ese temerario compromiso de descomponer y reconstruir lo inasible. Sus vislumbres repuntan finalizando el siglo XIX y resuenan aún en el destartalado XXI. Ratificado, discutido, rechazado, poco evadido, procede situarlo en su tiempo, ciertas tradiciones, insistencias; degustarlo a partir de los derroteros por donde insólitos traspiés ha dado el país. Lectura que me permito desde ese llano y esos llaneros que alborotan en su obra.

Una suerte de causalidades vincula fuertemente alrededor de ese par mítico: la asociación caballo y llanura con lo que denomina bandolerismo. Y la de éste con el caudillismo y el gendarme necesario. Cadena de negatividades que culmina en una presunción, no siempre ejercida gloriosamente.

En conferencia dictada en el Círculo de Bellas Artes de Caracas, el 1 de agosto de 1914, con afirma, sin ambages, la idea de Venezuela como estructura supranacional ya cumplida: ”Hablemos de sociedad, pueblo, Nación, Estado (…) cual fuere muestra formación étnica, Venezuela constituye una entidad Social, psicológica y política perfectamente definida aun comparándola con las otras naciones Hispano-América. Existe el tipo venezolano como existe una sociedad, un Estado, una Nación venezolana. Y me atrevo a afirmar que el sentimiento de nacionalidad y de Patria, la “solidaridad orgánica”, se hallan entre nosotros tan fuertemente arraigados y tan sólidamente establecidos como en cualquiera de las viejas nacionalidades que son la resultante de un proceso secular, a pesar de nuestro mosaico étnico y de nuestra corta edad”.

Conviene en que todos los venezolanos “tenemos algo de llanero”. A cuyo efecto un presunto individualismo y subsecuente caudillismo nacional dimanantes “del modo de vida gestado en el medio físico llanero”. Temeridad que esgrime ya en 1919: “en Venezuela, aun los que nacemos en las cordilleras y las costas tenemos algo de llaneros (1930, p. 344). La circunstancia histórica derivándola de un factor: “el caudillismo nacido de las patas de los caballos empujó violentamente la evolución igualitaria e impuso al país el sistema efectivo de Gobierno por encima y casi siempre en contra de las constituciones importadas” (p. 349).

Desprendiendo, también, distintivos nacionales, más o menos de índole permanente: “en aquellas hordas semi-bárbaras existían los gérmenes poderosos que habrían de determinar los rasgos inconfundibles del Carácter Nacional” (p. 353). “en los países de llanura, como el nuestro, donde la gran parte de la población se había conformado en la vida pastoral y nómada, con todos sus caracteres de individualismo y de barbarie, la revolución asumió fases tan sangrientas, su ferocidad llegó a tal extremo, que las relaciones de aquellos días pavorosos parecen páginas arrancadas a los historiadores que más dramáticamente han descrito la invasión de los bárbaros germanos” (1956 (1921): 84-85).

Cierto “individualismo bárbaro característico de los pueblos pastores” patentizado en “aquel estado de anarquía espontánea”, extensivo a toda Hispanoamérica, “con manifestaciones más bárbaras y sangrientas, más individualistas e igualitarias en aquellos donde prevalece la llanura y la vida pastoral se había desarrollado con todos sus caracteres disgregativos, constituyendo grupos o clases nómades, antagónicos, sin sujeción posible a ningún régimen regular de gobierno, uniéndose ocasionalmente bajo la autoridad temporal de un caudillo, “para llevar a todas partes, a su paso, el terror y la devastación ” (Ib., pp 85-87)

Pormenores, cuyo origen remonta a una de las modalidades en que se forma el llanero de la Orinoquia colombo-venezolana: el caballo y la llanura. Configuración o “constitución geográfica” que le endosa “consecuencias necesarias y fatales”, de acuerdo con teorizaciones euro céntricas que lo asisten:

“Donde existen llanuras y caballos existen bandoleros, asienta Hellward y Schweiger, refiriéndose a lo que aún hace pocos años sucedía con los nómadas de la Mesopotamia respectos a las autoridades turcas, pone a las claras la situación de los llaneros venezolanos en la época colonial y da la clave de los sucesos posteriores...” (1952): 111). Apoyado en Sarmiento, para quien “Es un axioma de sociología americana, el postulado de que en Hispanoamérica el Caudillismo surgió de las patas de los caballos”. Induciéndolo a establecer que “Los pueblos pacíficos y sedentarios no producen caudillos militares” (IBID, pp. 161, 218).

“acción fisio-psicologíca impuesta por el medio...” (1953 (1930) : 171). El papel jugado por los llaneros en el proceso de la independencia, le permite inferir peso decisivo “en el desarrollo histórico de Venezuela” por esas potencias instintivas”. Insistiendo que “en aquellas hordas semi-bárbaras existían los gérmenes poderosos que iban a determinar los rasgos inconfundibles del Carácter Nacional...” (IBID: 188). Y remachando que “el individualismo surgido de las ruinas de la sociedad colonial impuso un elemento de gobierno”, que denomina “el patrocinio militar, la supremacía del más fuerte, del más sagaz, del más vigoroso, del más valiente”, vínculo que “sin destruir la libertad individual ni la igualdad característica de los pueblos pastores… estableció sin embargo una subordinación jerárquica de donde surgió también, como en la Edad Media europea, nuestro feudalismo caudillesco…” (1958 – (1921) : 88).

Presupuesto que amplía en 1929 para legitimar, a partir de principios doctrinarios aportados por Taine, el imperio de gendarmes electivos o hereditarios “de ojo avizor, de mano dura, que por las vías de hecho inspira el temor y que por temor mantiene la paz” (1952 (1929) : 119).

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA CONSULTADA 

VALLENILLA LANZ, Laureano Cesarismo Democrático. Caracas, Tipografía Garrido, 1952. VALLENILLA LANZ, Laureano Crítica de sinceridad y exactitud. Caracas Ediciones Garrido, 1956 VALLENILLA LANZ, Laurean Disgregación e integración. Caracas Tipografía Garrido, 1953. 

ILUSTRACIÓN: Al sur de las Mercedes del Llano (Foto de ARR).