Acerca de la cuestión agroalimentaria venezolana (diecisiete)

Lo rural, no solo se debe entender como algo diferente a lo urbano, definido por criterios censales, sino que se debe precisar en base a su cualidad, a una compleja dinamica que está allí presente, que se materializa a través de múltiples gradientes de interconexión urbano-rural; en las periferias urbanas, en lo rural concentrado y en lo rural disperso.



Por Jesús Cepeda Villavicencio


EL ASUNTO DE LA RURALIDAD


En la entrega anterior se planteó la necesidad de conceptualizar lo rural, desde una perspectiva distinta, que exprese el dinamismo que existe en ese medio. Lo rural, no solo se debe entender como algo diferente a lo urbano, definido por criterios censales, sino que se debe precisar en base a su cualidad, a una compleja dinamica que está allí presente, que se materializa a través de múltiples gradientes de interconexión urbano-rural; en las periferias urbanas, en lo rural concentrado y en lo rural disperso. Un gradiente que lo define la distancia y la movilidad social. Expresamos nuestras ideas acerca de cómo se podría racionalizar su discusión, estableciendo tres enfoques en su abordaje; las condiciones en que se encuentra actualmente, los factores que impulsan los inevitables cambios y las disyuntivas que se presentan, de las que, en el anterior artículo se dibujó la primera de ellas. En este escrito trataremos de precisar lo relativo a los factores que aceleran los cambios en los tratamientos y concepciones de la RURALIDAD, y las disyuntivas por


II). De lo que sí debemos convencernos, es del hecho concreto, de que si seguimos haciendo lo mismo, como se demuestra con la evidencia que se tiene a la mano, no se logrará en el mundo rural el tipo de desarrollo que se aspira con los ODS (objetivos que reúnen una especie de consenso global para la propia existencia humana, pero que se incumplen reiterativamente en muchos países, donde el nuestro ocupa puestos de vanguardia; lo cual ejemplifica la doble cara y las hipócritas políticas del gobierno venezolano, que es miembro parte de esos acuerdos internacionales). Es obvio que para que se puedan alcanzar, aunque se parcial y gradualmente los citados objetivos, agendados como una necesidad de carácter global, se requieren compromisos que van mucho más allá del ejercicio político cínico, sin transparencia y sin el debido seguimiento y control, por parte de las organizaciones internacionales encargadas de tales procedimientos. Para quienes aspiramos una Venezuela democrática, en la que su población deje de emigrar y pueda visualizar un mejor futuro, es indispensable un viraje de 180 grados en el diseño de sus políticas hacia lo rural, haciendo énfasis en la RURALIDAD (mayúsculas ex profeso; terminología que hay que acuñar), porque solo asi se podra apreciar en su verdadera magnitud, lo vital que el espacio rural es; para la vida, entendida como tal, no sólo desde perspectivas económicas o sociales, sino también ambientales. En ese sentido es prácticamente imposible obviar o mantenerse al margen, de los tres factores cruciales que motorizan las transformaciones rurales en el mundo, en la región y en el pais; nos referimos a las tecnologías y sus acelerados cambios, a la modificación global de los patrones alimentarios y a las amenazas que sobre la humanidad plantea el cambio climático, pero también las fortalezas que en distintos ámbitos puede generar la conservación ambiental, como bien lo pudimos apreciar cuando analizamos lo atinente al medio natural.


Desde la perspectiva que nos prefiguran estos factores, conviene tratar de responder la siguiente interrogante; ¿ hacia dónde debe conducir la transformación rural, para que la vida del hombre y la mujer rural, cobren sentido en dignidad y calidad ?. Este acertijo plantea grandes orientaciones y disyuntivas, las cuales trataremos de resumir a continuación:


  1. –. Es indispensable que en el impulso de la diversificación de las economías rurales, ocurra una integracion de sus agriculturas y sistemas alimentarios a redes de valor, teniendo plena conciencia de que estas están crecientemente dominadas por agentes ajenos al medio rural, pero no a la RURALIDAD.
  2. –. Se debe contrarrestar el progresivo vaciamiento poblacional de los espacios rurales, haciendo más hincapié en aquellos tipificados como “rural profundo”, así como el progresivo envejecimiento de sus pobladores, ante la indetenible migración de sus jóvenes (quienes son los que podrían realmente convertirse en los receptores de tales dinámicas de cambios).
  3. –. Se debe ser muy responsable en el fortalecimiento de los vínculos de interdependencia entre lo rural y lo urbano (y viceversa).
  4. –. La planificación debe darse bajo el paraguas de la conformación de territorios funcionales rural urbanos (calidad de vida en la RURALIDAD).
  5. –. El principal destino de todas las acciones, debe dirigirse a una fuerte reducción de las distancias culturales entre estos dos mundos, para ello debemos apalancarnos y aprovecharnos de la penetración de los medios de comunicación: para lo cual resulta indispensable el fomento de una efectiva mejoría en las redes de transporte y comunicación, que faciliten a su vez, una mayor movilidad social.
  6. –. La baja movilización no se expresa sólo en términos de cuantía poblacional, sino también en términos de productividades, tanto en la eficiencia propiamente dicha de las actividades agrícolas, como en el trabajo intra y extra sectorial. Es decir se manifiesta en escasa movilización y la poca que ocurre, se da, desde bajas productividades del empleo agrícola, a bajas productividades del empleo no agrícola, dentro de los que podemos mencionar; la bioeconomía, los servicios y guarderías ambientales y las capturas de carbono, todas consideradas como nuevos paradigmas y alternativas en la atenuación del cambio climático (para todo ello es necesario retomar y reinstitucionalizar los programas de extensión). Bajo estas premisas es muy poco probable que se pueda reducir la pobreza y generar un mayor bienestar, sino se establecen clara y nítidamente los respectivos correctivos.
  7. –. Es urgente que las acciones se apliquen con mucha firmeza, para poder contrarrestar las externalidades negativas en las que se ha convertido el medio rural (refugio para la criminalidad, la violencia y el comercio de diversas actividades ilícitas).
  8. –. El reto que se tiene por delante en la construcción de los acuerdos necesarios para la definitiva transformación social, pasa por descifrar las disyuntivas que se derivan de los ocho ítems que de seguida citamos, sólo de manera referencial, sin profundizar en ellos, dadas las limitaciones en la extensión de estos escritos.

III). a. El espacio y el rol de la agricultura, la alimentación y la RURALIDAD, en el futuro del país.


  1. La transición ecológica.
  2. La alimentación saludable.
  3. Una economía rural diversificada.
  4. Las innovaciones tecnológicas.
  5. Inclusión y asistencia social.
  6. Desigualdades estructurales. y finalmente.
  7. Las necesarias y respectivas reformas institucionales, para el fomento de la integralidad y la EDUCACIÓN.

VOLUNTAD POLÍTICA Y COMPROMISO UNITARIO; PRIMER PELDAÑO PARA CONQUISTAR LA DEMOCRACIA Y AVANZAR EN SU PERFECTIBILIDAD COMO CONSTRUCTO HUMANO


Jesús Cepeda Villavicencio es ingeniero agrónomo, MsSc en Desarrollo Rural, doctor en Ciencia de la Educación, profesor universitario jubilado, ensayista y político.


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