Facundo: civilización y barbarie

El autor englosa y sintetiza la obra del argentino Domingo Fautino Sarmiento: Facundo (1845). Una producción literaria que enmarca dentro de la novelistica del dictador. Una de las piezas fundacionales de este género.



Edgardo Rafael Malaspina Guerra


I


Facundo: Civilización y Barbarie (1845), de Domingo Faustino Sarmiento, trata del poder y su relación con la historia, los factores telúricos y la idiosincrasia del pueblo argentino en particular, pero también de la raza latinoamericana. La obra ha sido catalogada como investigación histórica, tratado sociológicos, novela, ensayo, literatura de no ficción, panfleto político ,etc. Por esa ambigüedad a la hora de calificarla algunas la consideran la pieza fundacional de la novela del dictador.


II

Sarmiento habla de Facundo Quiroga , caudillo de las pampas argentinas que recurrió al terror para imponer su ley entre 1820 y 1830. Este cuadro del gobierno autoritario se complementa con descripciones de la tiranía de Juan Manuel de Rosas quien gobernó Buenos Aires de 1829 a 1832 y nuevamente de 1835 a 1852.

“¡Pedidle al espíritu de Facundo y de Rosas una sola gota de interés por el bien público, de dedicación a algún objeto de utilidad; torcedlo y exprimidlo, ¡y sólo destilará sangre y crímenes”!

“Facundo se daba aires de inspirado, de adivino, para suplir a su incapacidad natural de influir sobre los ánimos. Rosas se hacía adorar en los templos y tirar su retrato por las calles, en un carro, a que iban uncidos generales y señoras, para crearse el prestigio que echaba de menos”


III

Facundo representa al gaucho, la provincia, es el caudillo de la pampa. Rosas es el déspota culto citadino; y ambos son la barbarie.


IV

El libro contiene datos de geografía, historia, antropología, biografías, política. Se incluye en las últimas páginas una especie de programa o proyecto para enderezar el rumbo de la nación hacia la prosperidad material y espiritual de la nación.


V

Los tiranos rechazan y hasta atacan la educación, la civilidad, la cultura. Eso conlleva a las miserias sociales y a la inestabilidad política.


VI

La política argentina es un fenómeno telúrico. La barbarie imperante es producto del determinismo geográfico. El campo es la barbarie, la ciudad es la civilización. La población autóctona, ignorante y apática, es contrapuesta a la de origen europea, portadora de la civilización. El gaucho es comparado con el hombre citadino, siendo este último más emprendedor.


VII

La política argentina es un fenómeno telúrico. La barbarie imperante es producto del determinismo geográfico. El campo es la barbarie, la ciudad es la civilización. La población autóctona, ignorante y apática, es contrapuesta a la de origen europea, portadora de la civilización. El gaucho es comparado con el hombre citadino, siendo este último más emprendedor.


VIII

Frases


1

Las convulsiones políticas traen también la esperanza y la luz.


2

Las contradicciones se acaban a fuerza de contradecirlas.


3

Nunca el mal ha triunfado definitivamente.


4

La prensa libre es la enemiga del tirano.


5

La Historia es para el ejemplo, no para la venganza.


6

La poesía es una facultad del sentimiento religioso.


7

Si el pueblo no tiene fe en sí mismo no está preparado para las grandes empresas.


8

El tirano plagia a otos tiranos.


9

El caudillo vuelca su odio contra la civilización.


10

El tirano trata de envilecer a un pueblo culto y hacerle renunciar a toda dignidad personal.


11

El terror es una enfermedad del ánimo que aqueja a las poblaciones, como el cólera morbus, la viruela, la escarlatina. Nadie se libra, al fin, del contagio Y cuando se trabaja diez años consecutivos para inocularlo, no resisten al fin, ni los ya vacunados


12

Las ideas no se matan.


13

Exijo al historiador el amor a la humanidad o a la libertad; su justicia imparcial no debe ser impasible. Por el contrario, es necesario que desee, que espere, que sufra o que disfrute por lo que cuenta.


14

Los cuatro tipos principales de gauchos: el baqueano, el cantor, el gaucho malo y el rastreador. Es importante conocer estos tipos de guauchos para reconocer a los tiranos de Argentina. Facundo fue un gaucho malo.


15

El dilema con respecto a la tiranía es ser o no ser salvaje.


16

La tiranía es atraso en materia educativa, sanidad y cultura en general. La emigración es una consecuencia de la tiranía.


17

Al tirano lo mueve el resentimiento social.


18

Gobernar es trabajar en beneficio de otros.


19

El egoísmo es el fondo de casi todos los grandes caracteres históricos; el egoísmo es el muelle real que hace ejecutar todas las grandes acciones.


20

Siempre he creído que la pasión del juego es, en los más casos, una buena cualidad de espíritu que está ociosa por la mala organización de una sociedad.


21

El tirano tiene un rencor contra la gente decente.


22

El tirano encarcela sin justificación para intimidar. Libera a algunos presos y encarcela a otros.


23

La libertad pocas veces tiene que agradecerle a los genios.


24

La inteligencia vence la materia y el arte al número.


25

La teoría del terror es el talismán del tirano.


26

La Historia, por otra parte, no ha de tejerse sólo con crímenes y empaparse en sangre; ni es por demás traer a la vista de los pueblos extraviados las páginas casi borradas de las pasadas épocas.


27

El mal que es preciso remover es el que nace de un gobierno que tiembla a la presencia de los hombres pensadores e ilustrados, y que, para subsistir, necesita alejarlos o matarlos.


28

La tiranía nace de un sistema que, reconcentrando en un solo hombre toda voluntad y toda acción, el bien que él no haga, porque no lo conciba, no lo pueda o no lo quiera, no se sienta nadie dispuesto a hacerlo, por temor de atraerse las miradas suspicaces del tirano, o bien porque, donde no hay libertad de obrar y de pensar, el espíritu público se extingue, y el egoísmo que se reconcentra en nosotros mismos, ahoga todo sentimiento de interés por los demás “Cada uno para sí, el azote del verdugo para todos”: he ahí el resumen de la vida y gobierno de los pueblos esclavizados.


29

Cuando se ha perdido la conciencia de los derechos civiles , se impone la fuerza brutal.


30

El tirano es un Calígula que se cree un semidios.


31

El derecho de gentes, que ha suavizado los horrores de la guerra, es el resultado de siglos de civilización; el salvaje mata a su prisionero, no respeta convenio alguno, siempre que haya ventaja en violarlo;


32

Los detalles de una batalla las da el triunfador.


33

El terror produce más resultados que el patriotismo


34

El terror entre nosotros es una invención gubernativa para ahogar toda conciencia, todo espíritu de ciudad, y forzar, al fin, a los hombres a reconocer como cabeza pensadora, el pie que les oprime la garganta; es un desquite que toma el hombre inepto armado del puñal, para vengarse del desprecio que sabe que su nulidad inspira a un público que le es infinitamente superior


35

El terror y la obediencia a un caudillo alejan el libre albedrío y ahoga toda individualidad.


Edgardo Rafael Malaspina Guerra es médico e historiador guariqueño. Profesor titular jubilado de la Universidad Rómulo Gallegos(UNERG)

jueves, diciembre 01, 2022

Acerca de la cuestión agroalimentaria venezolana (cinco)

Autor: fotokostic | Crédito: Getty Images

En Venezuela existen diversos agroecosistemas productivos, que son a su vez consecuencia de la heterogeneidad de sus pisos climáticos. Esto resulta beneficioso porque garantiza la posibilidad de una oferta diversificada de alimentos, lo cual sin lugar a dudas contribuirá con la presentación de un abanico de alternativas, para suplir la demanda calórica, reguladora y proteica de la población


Por Jesús Cepeda Villavicencio.


Cuando el ejercicio de la política, se expresa sistemáticamente a través de la práctica del cinismo, se convierte en uno de los actos más degradantes y viles, de la socialización humana.

JCV

En los capítulos o entregas anteriores, hemos insistido en la impostergable necesidad de ordenar el SAV, a través del “Plan Nacional Agroalimentario de Largo Plazo”, se ha tocado lo relativo a la formulación de una legislación orgánica que pueda sustituir las anacrónicas y vetustas leyes agrícolas actuales, basándonos en los mandatos constitucionales que nos ordenan los artículos (305, 306, 307 y 321 de la CRBV), que lo consolide y le de sustentabilidad, así como también se ha hecho referencia a los siete subsistemas que lo conforman. Todo ello en el marco de dos conceptos correlativos (seguridad y soberanía agroalimentaria), que conforman el eje teórico que nos ha permitido atrevernos a proponer un consenso nacional, sobre tres objetivos básicos; el plano nutricional de los venezolanos (extremadamente crítico bajo las actuales circunstancias), el plano productivo (en las peores condiciones de su historia) y la balanza comercial agroalimentaria (históricamente deficitaria). De manera que lo que se persigue, lo situamos, mucho más allá de las respectivas y correspondientes críticas, lo contextualizamos en la apremiante obligación de revertir una lamentable y persistente realidad, que agobia al 90% de nuestra población , asfixiando la estabilidad social y económica, de regiones enteras en el país. Es imprescindible que la plataforma de políticas dirigidas al SAV, se actualice en función de los nuevos escenarios, que emergen como manantiales indetenibles, en la geopolítica, la geoeconomia y los acelerados cambios en las TICs, y en los innovadores conceptos de la ruralidad, que han venido sucediendo como consecuencia, no solo de lo anterior, sino de los impactos del cambio climático. (Eventos que están ocurriendo de manera simultánea a escala global). Incorporarnos a esta locomotora de cambios, exige una serie de consideraciones, que a continuación proponemos, como aportes para un debate pertinente, necesario e inaplazable.


En Venezuela existen diversos agroecosistemas productivos, que son a su vez consecuencia de la heterogeneidad de sus pisos climáticos. Esto resulta beneficioso porque garantiza la posibilidad de una oferta diversificada de alimentos, lo cual sin lugar a dudas contribuirá con la presentación de un abanico de alternativas, para suplir la demanda calórica, reguladora y proteica de la población, así como también esta diversidad constituye una atractiva via, para la producción de bienes agrícolas no alimentarios, que pueden tributar con la demanda de materias primas, en la industria de la construcción, del vestido, del calzado y del papel. Visto desde esta perspectiva, la planificación del SAV, se convierte en un elemento estratégico del desarrollo regional, y de la diversificación de la economía nacional.


En relación a este último aspecto es conveniente destacar, que para que esto pueda ser posible, se necesita una visión acorde con un modelo productivo que se ajuste, no sólo a nuestra factibilidad y potencialidad agroecológica, que como país tropical poseemos, sino que guarde a su vez, estrecha correlación con parámetros económicos fundamentales, tales como:

  1. El SAV debe ser visto como un encadenamiento de procesos, que dinamizan y activan un conjunto de subsectores dentro del mismo sistema (por ejemplo; la produccion cerealera; arroz, maiz blanco y amarillo, sorgo, y las importaciones de trigo, dinamizan los circuitos agroindustriales, pastas, harinas de maíz, arroz blanco de mesa y la industria de los alimentos balanceados, la que a su vez impacta los circuitos cárnicos), pero también activa otros sectores económicos como el comercio y redes de servicios hoteleros, entre otros. Es por esta razón que se debe romper con el tradicional esquema de considerar el PIB agrícola, como la referencia clásica para medir el aporte del sector agrícola al PIB de la nación. Consideramos que este enfoque subestima el verdadero valor y aporte del SAV a la economía en su conjunto, y con ello se minimizan las consideraciones macropolíticas hacia el sector, lo cual se suma  al impacto histórico, que sobre la agricultura ha tenido el desarrollo petrolero y la cultura rentística que se instaló con el. En este sentido planteamos la necesidad de que el aporte proporcional del SAV al PIB país, sea medido a través del producto interno bruto agrícola ampliado (PIBAA); asunto sobre el que volveremos en futuras entregas.
  2. Una de las principales características de las economías rentísticas, lo constituye su tendencia, casi permanente, a la sobrevaluación de su tasa de cambio (TCN). Este fenomeno caracteristico de nuestra economía, ha significado uno de los más grandes desafíos, a los que históricamente se ha enfrentado el SAV, en sus aspiraciones de convertirse en un eslabón que contribuya con las exportaciones de bienes no petroleros, y cuando esto ha sido posible, por circunstancialidades que las han favorecido, los volúmenes exportables han sido insignificantes. Uno de los objetivos que se han trazado, tiene que ver con la disminución del déficit crónico en la balanza comercial agroalimentaria, ello implica exportar y generar divisas. Hemos sido incisivos en la necesidad de que el país exporte en aquellos rubros, donde tenemos ventajas comparativas y posibilidades de ser competitivos, para disminuir las asimetrías que han impedido el desarrollo agroexportador, el cual puede y debe sostenerse, sobre cultivos alimentarios o no, tales como;  café, cacao, algodón, sisal, caña de azúcar, frutas tropicales y exóticas, leguminosas, oleaginosas, actividades cárnicas, pescados y mariscos, entre otros. Todo depende de cómo dibujamos el mapa, en el “Plan Nacional Agroalimentario de Largo Plazo”. Esto puede ser posible, si y sólo si, la tasa de cambio real (TCR) permanece equilibrada, es decir, estable en un nivel que evite la la sobrevaloración de nuestro signo monetario, con respecto y fundamentalmente al dólar, porque es la única manera, desde el punto de vista de los intercambios comerciales internacionales, que nuestra producción nacional, sea receptora de ventajas. El reto está en entender que el modelo rentístico se agotó y mantener la TCR apreciada, no permitirá el desarrollo competitivo diversificado. Algunos todavía sueñan, con que el país podrá sustentarse muchos años más, apalancado en la industria petrolera, esto desde nuestra perspectiva es una quimera, por las razones que hemos expuesto en entregas anteriores, sin embargo compartimos la opinión de que su tarea fundamental, una vez logrado el cambio político, debe ser la de coadyuvar, para que la economía venezolana se diversifique ( la eterna discusión de la siembra del petróleo), lo que pasa es que ahora si, de verdad, nos estamos acercando al crepúsculo de la existencia del petróleo como base y soporte indiscutible, del desarrollo de la civilización.
  3. Es imprescindible un marco macroeconómico estable, lo cual significa inflaciones de un dígito, tasa de cambio única, convertible y en equilibrio, tasas de interés de un dígito, bajos niveles de desempleo rural, y en definitiva un PIBAA en franco y sostenido crecimiento.
  4. Grandes inversiones públicas y privadas en toda la infraestructura de apoyo a la producción primaria o agrosoporte físico, tanto en lo externo a las unidades de producción, como al interior de ellas; fundamentalmente en el espacio territorial donde tenga asiento la actividad productiva. Nos estamos refiriendo básicamente a drenajes y saneamientos de tierra, vialidades agrícolas, electrificación, riego y nivelaciones de terreno, actividades que sin duda ayudarán a mejorar productividades y competitividades, así como también contribuirán con el mejoramiento de la calidad de vida rural.
  5. El plan debe contener un capítulo, que permita el manejo oportuno y sistemático, de un tema clave de salud pública, para el tratamiento de los aspectos fito y zoosanitarios, del SAV.
  6. Definición de programas específicos, circunscritos a un grupo determinado de rubros con fines de lograr importantes producciones para la exportación, obviamente, como ya hemos insistido, adaptados a nuestra condición tropical y a la diversidad de pisos climáticos, que podrían favorecer la competencia con frutas exóticas. Estos programas van a necesitar la implementación de estímulos que conduzcan a las reconversiones tecnológicas (lo cual nos lleva a un reto sin precedentes en materia de ciencia y tecnología, habida cuenta que esta es una de las ramas más castigadas por la irresponsabilidad de este régimen), financiamientos y beneficios fiscales, así como planes especiales de formación gerencial, a los productores y servicios de información de mercados, a través de las distintas embajadas y consulados.
  7. Toda la programación debe adecuarse  sin ambigüedades de ninguna naturaleza, a todos los acuerdos y compromisos ambientales, que se definan dentro de la sustentabilidad. Cualquier índice de crecimiento de la actividad agroalimentaria, debe estar orientado a una genuina conservación de los agroecosistemas, porque las alteraciones que signifiquen atentados degradantes contra el ambiente, no pueden considerarse como desarrollo de nuestro SAV, y allí hay dos palabras claves; SUELOS Y AGUAS  (mayúsculas exprofeso).

Por el rescate de la DEMOCRACIA y del SAV. Continuaremos.


Jesús Cepeda Villavicencio es ingeniero agrónomo, MsSc en Desarrollo Rural, doctor en Ciencia de la Educación, profesor universitario jubilado, ensayista y político.

viernes, noviembre 25, 2022

La novela del dictador


Existe una gran número de obras definidas como novelas del dictador. Algunos incluyen La tragedia del generalísimo (1984) de Denzil Romero y El general en su laberinto (1989) de Gabriel García Márquez.


Edgardo Rafael Malaspina Guerra


I


La novela del dictador es un subgénero de la literatura latinoamericana. El autoritarismo en Latinoamérica se inicia con el caudillismo durante las guerras de independencia, continúa con las guerras civiles hasta las dictaduras militares propiamente. Picasso decía que el arte es una mentira a través de la cual llegamos a la verdad; es así que este enfoque peculiar de la escritura de ficción reúne a la historia y la literatura para analizar el poder en general y la dictadura en particular; y hacer una reflexión sobre el origen del despotismo. Se inicia con Facundo (1845) de Domingo Faustino Sarmiento.


II

Existe una gran número de obras definidas como novelas del dictador. Algunos incluyen La tragedia del generalísimo (1984) de Denzil Romero y El general en su laberinto (1989) de Gabriel García Márquez. Particularmente no estoy de acuerdo porque la primera se refiere a Francisco de Miranda quien prácticamente no estuvo en el poder; mientras que El general en su laberinto relata los últimos días aciagos del Libertador quien además fue dictador en el sentido romano del término ; es decir como Cincinato : por un breve periodo y para resolver problemas puntuales.


III

Muchos autores consideran a Facundo un ensayo histórico más que una novela ;incluso dicen que es un libelo contra los caudillos argentinos Facundo Quiroga y Juan Manuel Rosas. Viendo las cosas así, entonces es justo incluir Cesarismo democrático (1919) de Laureano Vallenilla Lanz que con su elogio al gendarme necesario arroja muchas luces sobre las características de una dictadura. Ahora bien, Miguel de Unamuno afirma que Facundo es una novela, y esa calificación nos da derecho a incluir a Doña Bárbara (1929) de Rómulo Gallegos, claramente fraguada contra la dictadura de Juan Vicente Gómez. El título del libro de Domingo Faustino Sarmiento es Facundo: Civilización y barbarie; y Doña Bárbara siempre se ha leído , estudiado e interpretado como el conflicto entre la civilización y la barbarie. ¿Por qué los especialistas no la han incluido hasta ahora en la novela del dictador?


IV

En mi opinión las obras más representativas de subgénero son:

  • Facundo (1845) de Domingo Faustino Sarmiento.
  • Cesarismo democrático (1919) de Laureano Vallenilla Lanz.
  • Tirano Banderas (1926) de Ramón del Valle-Inclán.
  • Doña Bárbara (1929) de Rómulo Gallegos.
  • El señor Presidente (1945), de Miguel Ángel Asturias.
  • Conversación en La Catedral (1969), de Vargas Llosa.
  • Yo el Supremo (1974), de Augusto Roa Bastos.
  • El recurso del método (1974), de Alejo Carpentier.
  • EL otoño del patriarca (1975) de Gabriel García Márquez.
  • Oficio de difuntos (1976) de Arturo Uslar Pietri.
  • La fiesta del Chivo (2000) de Mario Vargas Llosa.

V

En todos esos libros se retrata al dictador latinoamericano así:

  • Buscan el poder ilimitado.
  • Modifican las constituciones.
  • Revocan leyes para relegirse.
  • Exilian o la gente huye del país.
  • Encarcelan a los opositores.
  • Atacan la libertad de prensa: cierran medios impresos, televisivos y radiales.
  • Crean un gobierno centralizado, aunque se dicen federalistas.
  • Cuentan con el apoyo de una camarilla militar corrupta.
  • Quieren controlar el libre pensamiento.
  • Conllevan al país al atraso el cual se manifiesta en crisis: económica,  cultural, alimentaria y sanitaria. No asumen responsabilidades: La culpa de todos estos males se la endosan a los enemigos internos y externos.

Edgardo Rafael Malaspina Guerra es médico e historiador guariqueño. Profesor titular jubilado de la Universidad Rómulo Gallegos

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