La familia Havana: Un apellido afromestizo en el siglo XVIII Orticeño
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JOSÉ OBSWALDO PÉREZ
Introducción
LOS GENTILICIOS AFROMESTIZOS son muy comunes en los llanos guariqueños. Un registro en los archivos locales se puede encontrar esta especie de apellidos o demónimos por los cuales eran llamados y reconocidos uno de los sectores más oprimidos en los siglos XVI al XVIII, como lo fueron los aborígenes, los africanos-negros y los pardos, cuyos rastros y huellas encontramos aún en plena vigencia en la Historia Contemporánea de Venezuela.
En el presente estudio se aborda el apellido Havana, ubicado en documentos eclesiásticos del siglo XVIII que reposan en el archivo parroquial de la Población de Santa Catalina de Sena de Parapara. Dos aspectos nos animan aquí tratar en este ensayo, más allá del registro del gentilicio. El primero, sobre hipótesis de la procedencia de esclavos negros en nuestros espacios llaneros, principalmente de factorías del hinterland caribeño y segundo el carácter socio-cultural del apellido, en una de las clases sociales existentes en la colonia, ubicadas en el espacio geomental del pueblo de Ortiz. Se trata de grupos mestizos que constituyeron el fundamento más lejano de nuestra clase media, formada también por los blancos no mantuanos.
El afromestizaje llanero
La esclavitud en los llanos guariqueños dio paso a un proceso de mestizaje rápido y casi violento. La mezcla de tres orígenes étnicos: españoles (principalmente andaluces y vascos), negros e indios - que también podríamos categorizarlos como afrollaneros- dio origen al género de “llaneros”, una nueva neoetnia generalmente asociada a la ganadería y que ya para el siglo XVII habían constituido nichos culturales muy característicos y fuertemente mestizados.
El proceso de mestizaje y aculturación de los grupos sociales a partir de la segunda década del siglo XVIII, tiempo histórico de referencia en cual aparece el apellido Havana- algunas veces se registra en los documentos con b alta y en otros con v pequeña-, un gentilicio que proviene del hinterland negrero del puerto de La Habana (Cuba), el cual sirvió de comercio y tráfico de esclavos, tal como señala Roger Bastide y quien afirma que con frecuencia al esclavo no se le daba el nombre de su verdadero origen, sino el del puerto donde era embarcado. Así, por ejemplo, todos los esclavos que pasaban por el fuerte El Mina llevaban consistentemente el apellido Mina, fueran ashantis, owes o yorubas u otras etnias . Esto ocurrió con el apellido Havana, asimismo en los gentilicios locales como Caheo y Congo, encontrados en fuentes primarias.
En el siglo XVIII, la familia Havana vivió en Ortiz. Eran descendientes de esclavos. Juan Lorenzo de la Havana y su mujer María Dionisia Solorzano aparecen en los libros eclesiásticos de la localidad, en el tiempo en que eran párrocos de Parapara, el cura capellán Francisco Juan de Toledo y el Bachiller Luis Maestre.
Los Havana Solorzano eran pardos libres, moradores del Hato Rincón de San Pablo, ubicado en San Juan de Paya. También conocido como Paya Abajo. Partido ganadero que, junto con el San Antonio y el Tiznados, dio origen y consolidación al espacio geomental del Pueblo de Ortiz.
En los libros de bautismo de 1761 aparece registrado el nacimiento de María Albina de la Luz, hija legitima de la pareja Havana Solorzano; quien nació el 18 de febrero de 1761. Fueron sus padrinos Tomás de Solórzano y María Tomasa Blanco.
El sábado 14 de mayo 1763, en la Iglesia de San Juan Bautista de Paya fue bautizada la niña María Candelaria, de tres meses y 14 días. Fue su madrina María Tomasa Solorzano, quien vivía en el Sitio El Cayman. Entre los testigos del bautizo estuvieron Don Andrés Pérez y Don Gabriel Dorta.
Otra hija de la pareja fue bautizada el 13 de junio de 1764. Se llamaba María de las Mercedes, quien había nacido el 15 del mes de mayo de ese año. Fue su madrina María Tomasa Solorzano, quien vivía en el Sitio El Cayman. Entre los testigos del bautizo estuvieron Don Andrés Pérez y Don Miguel de Silva.
Como se observa, los Havana- Solorzano no eran procreadores de niños varones, por lo menos en lo que hasta hoy se ha podido investigar. Los documentos analizados están en muy mal estado y muchos ellos son incomprensibles para transcribirlos.
Algunas reflexiones sobre este apellido
Llama la atención del registro de este apellido, se trata de un gentilicio español correspondiente a un topónimo antillano de la Isla de Cuba, cuyo significado y origen podría interpretarse desde varias ópticas, según la historiografía cubana. Comenzando con sabana, en idioma haitiano, pasando por el nombre indígena Habaguanex y haven o gaven, para decir “puerto, fondeadero, abra” según el lingüista William Dwight Whitney (1827-1894) hasta el nombre de locura, dicho en lenguaje indígena. Pero aún hay muchas curiosas inferencias para este topónimo algunas colmadas de precisiones.
El análisis de las fuentes contenidas en los Archivos Parroquiales de Santa Catalina de Sena de Parapara y Rosa de Lima de Ortiz, ubicados en el Archivo Diocesano de Calabozo, nos permite observar la estructura social del Ortiz colonial. De modo que las partidas de bautismo reflejan, de manera generalizada, aspectos poco conocidos de la vida de la gente de ascendencia africana durante el período transatlántico, especialmente relacionada con la familia y la cultura. Sin embargo, estos documentos que son fuentes históricas primarias nos dicen poco sobre los pensamientos o las emociones de esa gente calificada de “inferior”. Pero, hay pistas que nos pueden proporcionar algunas ideas sobre determinada clase social y sus relaciones interétnicas en distintos espacios locales. El mestizaje y la preservación de la pareja son otros de los puntos los cuales podríamos destacar. Así como otros datos que nos permitan – a través de la socialización de las partidas de bautismo- la reconstrucción de la familia mestiza local.
Finalmente, la condición social de los Havana-Solorzano, aunque pardos libres, se trataba de una casta que no tenía privilegios. Pero que a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, las constituían la mayoría de la población de la provincia de Venezuela, y sobrepasaban en número a los blancos criollos y peninsulares, a los negros esclavos y los indios sin mezcla. En el caso de Ortiz, se componían, aproximadamente entre un 35% y 40% de la población total.
Fuentes consultadas
ARCHIVO PARROQUIAL DE SANTA CATALINA DE SENA DE PARAPARA. Libros de Bautismos 1714-1766.
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JARAMILLO, MARCOS ANDRADE (1999). De la trata a la Esclavitud. Venezuela siglo XVIII. Caracas: Fondo Editorial ISPAME
ARMAS CHITTY (1981): “Zambos y pardos en un censo de población del siglo XVII” En: Semblanzas, Testimonio y Apólogos. Caracas: Academia Nacional de la Historia.
BASTIDE, ROGER (1967): Las Américas Negras. Madrid: Alianza Editorial., p 14-15.
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MENDOZA, IRMA (2005) "Presencia de la mano de obra esclava de origen africano en el Guárico Colonial. Siglo XVIII" En: Resonancias de la Africanidad. Caracas: Fondo Editorial Ipasme, p 14
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ROIG DE LEUCHSENRING, EMILIO (1939).La palabra Habana. Su origen, etimología y ortografía. En: Historia de La Habana. Desde sus primeros días hasta 1565. La Habana: Municipio de La Habana. Administración del Alcalde Dr. Antonio Beruff Mendieta, pp. 45 – 54.
En el presente estudio se aborda el apellido Havana, ubicado en documentos eclesiásticos del siglo XVIII que reposan en el archivo parroquial de la Población de Santa Catalina de Sena de Parapara.
JOSÉ OBSWALDO PÉREZ
Introducción
LOS GENTILICIOS AFROMESTIZOS son muy comunes en los llanos guariqueños. Un registro en los archivos locales se puede encontrar esta especie de apellidos o demónimos por los cuales eran llamados y reconocidos uno de los sectores más oprimidos en los siglos XVI al XVIII, como lo fueron los aborígenes, los africanos-negros y los pardos, cuyos rastros y huellas encontramos aún en plena vigencia en la Historia Contemporánea de Venezuela.
En el presente estudio se aborda el apellido Havana, ubicado en documentos eclesiásticos del siglo XVIII que reposan en el archivo parroquial de la Población de Santa Catalina de Sena de Parapara. Dos aspectos nos animan aquí tratar en este ensayo, más allá del registro del gentilicio. El primero, sobre hipótesis de la procedencia de esclavos negros en nuestros espacios llaneros, principalmente de factorías del hinterland caribeño y segundo el carácter socio-cultural del apellido, en una de las clases sociales existentes en la colonia, ubicadas en el espacio geomental del pueblo de Ortiz. Se trata de grupos mestizos que constituyeron el fundamento más lejano de nuestra clase media, formada también por los blancos no mantuanos.
El afromestizaje llanero
La esclavitud en los llanos guariqueños dio paso a un proceso de mestizaje rápido y casi violento. La mezcla de tres orígenes étnicos: españoles (principalmente andaluces y vascos), negros e indios - que también podríamos categorizarlos como afrollaneros- dio origen al género de “llaneros”, una nueva neoetnia generalmente asociada a la ganadería y que ya para el siglo XVII habían constituido nichos culturales muy característicos y fuertemente mestizados.
El proceso de mestizaje y aculturación de los grupos sociales a partir de la segunda década del siglo XVIII, tiempo histórico de referencia en cual aparece el apellido Havana- algunas veces se registra en los documentos con b alta y en otros con v pequeña-, un gentilicio que proviene del hinterland negrero del puerto de La Habana (Cuba), el cual sirvió de comercio y tráfico de esclavos, tal como señala Roger Bastide y quien afirma que con frecuencia al esclavo no se le daba el nombre de su verdadero origen, sino el del puerto donde era embarcado. Así, por ejemplo, todos los esclavos que pasaban por el fuerte El Mina llevaban consistentemente el apellido Mina, fueran ashantis, owes o yorubas u otras etnias . Esto ocurrió con el apellido Havana, asimismo en los gentilicios locales como Caheo y Congo, encontrados en fuentes primarias.
En el siglo XVIII, la familia Havana vivió en Ortiz. Eran descendientes de esclavos. Juan Lorenzo de la Havana y su mujer María Dionisia Solorzano aparecen en los libros eclesiásticos de la localidad, en el tiempo en que eran párrocos de Parapara, el cura capellán Francisco Juan de Toledo y el Bachiller Luis Maestre.
Los Havana Solorzano eran pardos libres, moradores del Hato Rincón de San Pablo, ubicado en San Juan de Paya. También conocido como Paya Abajo. Partido ganadero que, junto con el San Antonio y el Tiznados, dio origen y consolidación al espacio geomental del Pueblo de Ortiz.
En los libros de bautismo de 1761 aparece registrado el nacimiento de María Albina de la Luz, hija legitima de la pareja Havana Solorzano; quien nació el 18 de febrero de 1761. Fueron sus padrinos Tomás de Solórzano y María Tomasa Blanco.
El sábado 14 de mayo 1763, en la Iglesia de San Juan Bautista de Paya fue bautizada la niña María Candelaria, de tres meses y 14 días. Fue su madrina María Tomasa Solorzano, quien vivía en el Sitio El Cayman. Entre los testigos del bautizo estuvieron Don Andrés Pérez y Don Gabriel Dorta.
Otra hija de la pareja fue bautizada el 13 de junio de 1764. Se llamaba María de las Mercedes, quien había nacido el 15 del mes de mayo de ese año. Fue su madrina María Tomasa Solorzano, quien vivía en el Sitio El Cayman. Entre los testigos del bautizo estuvieron Don Andrés Pérez y Don Miguel de Silva.
Como se observa, los Havana- Solorzano no eran procreadores de niños varones, por lo menos en lo que hasta hoy se ha podido investigar. Los documentos analizados están en muy mal estado y muchos ellos son incomprensibles para transcribirlos.
Algunas reflexiones sobre este apellido
Llama la atención del registro de este apellido, se trata de un gentilicio español correspondiente a un topónimo antillano de la Isla de Cuba, cuyo significado y origen podría interpretarse desde varias ópticas, según la historiografía cubana. Comenzando con sabana, en idioma haitiano, pasando por el nombre indígena Habaguanex y haven o gaven, para decir “puerto, fondeadero, abra” según el lingüista William Dwight Whitney (1827-1894) hasta el nombre de locura, dicho en lenguaje indígena. Pero aún hay muchas curiosas inferencias para este topónimo algunas colmadas de precisiones.
El análisis de las fuentes contenidas en los Archivos Parroquiales de Santa Catalina de Sena de Parapara y Rosa de Lima de Ortiz, ubicados en el Archivo Diocesano de Calabozo, nos permite observar la estructura social del Ortiz colonial. De modo que las partidas de bautismo reflejan, de manera generalizada, aspectos poco conocidos de la vida de la gente de ascendencia africana durante el período transatlántico, especialmente relacionada con la familia y la cultura. Sin embargo, estos documentos que son fuentes históricas primarias nos dicen poco sobre los pensamientos o las emociones de esa gente calificada de “inferior”. Pero, hay pistas que nos pueden proporcionar algunas ideas sobre determinada clase social y sus relaciones interétnicas en distintos espacios locales. El mestizaje y la preservación de la pareja son otros de los puntos los cuales podríamos destacar. Así como otros datos que nos permitan – a través de la socialización de las partidas de bautismo- la reconstrucción de la familia mestiza local.
Finalmente, la condición social de los Havana-Solorzano, aunque pardos libres, se trataba de una casta que no tenía privilegios. Pero que a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, las constituían la mayoría de la población de la provincia de Venezuela, y sobrepasaban en número a los blancos criollos y peninsulares, a los negros esclavos y los indios sin mezcla. En el caso de Ortiz, se componían, aproximadamente entre un 35% y 40% de la población total.
Fuentes consultadas
ARCHIVO PARROQUIAL DE SANTA CATALINA DE SENA DE PARAPARA. Libros de Bautismos 1714-1766.
ACOSTA SAIGNES, MIGUEL (1967). Vida de los esclavos negros en Venezuela. Caracas: Ediciones Hespérides. [s.p.]
ÁLVAREZ D’ ARMAS, ARTURO (1999, Agosto 04): Cacheo. Maracay, El siglo. P.A/4
JARAMILLO, MARCOS ANDRADE (1999). De la trata a la Esclavitud. Venezuela siglo XVIII. Caracas: Fondo Editorial ISPAME
ARMAS CHITTY (1981): “Zambos y pardos en un censo de población del siglo XVII” En: Semblanzas, Testimonio y Apólogos. Caracas: Academia Nacional de la Historia.
BASTIDE, ROGER (1967): Las Américas Negras. Madrid: Alianza Editorial., p 14-15.
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LARA, ORUNO (1981). Resistencia y esclavitud; De África a la América Negra. En "La trata negrera del siglo XV al XIX". París; Serbal/Unesco.
MENDOZA, IRMA (2005) "Presencia de la mano de obra esclava de origen africano en el Guárico Colonial. Siglo XVIII" En: Resonancias de la Africanidad. Caracas: Fondo Editorial Ipasme, p 14
ORTEGA. MIGUEL ÁNGEL. La esclavitud en el contexto agropecuario colonial... Siglo XVIII.pp. 65-101.
PEREZ A, JOSE O. Esclavitud y africanismo en la cultura llanera. En: Fuego Cotidiano. Disponible en línea [Consultado: 15 de agosto 2015]
POLLAK ELTZ, ANGELINA (2005). Afrovenezolanos. Caracas: Editorial Tecnocolor.
RAMOS GUÉDEZ, JOSÉ MARCIAL (2001). Contribución a la historia de las culturas negras en Venezuela colonial. Caracas: Instituto Municipal de Publicaciones- Alcaldía de Caracas.
RODRÍGUEZ, ADOLFO (2006, 29 Mayo): La Cultura Afrollanera en la formación de los llaneros. Conversatorio sobre influencia Árabe y Africana en Venezuela. Caracas: Universidad Bolivariana de Venezuela.Mimeografiado.
ROIG DE LEUCHSENRING, EMILIO (1939).La palabra Habana. Su origen, etimología y ortografía. En: Historia de La Habana. Desde sus primeros días hasta 1565. La Habana: Municipio de La Habana. Administración del Alcalde Dr. Antonio Beruff Mendieta, pp. 45 – 54.