Manifiesto de adhesión en Valle de la Pascua al Partido de la Restauración Liberla. Año 1900

El desgaste y la descomposición interna de la élite política que había gobernado al país los últimos treinta años, hizo posible que la invasión andina tomara el poder sin haber sufridos graves sobresaltos como se esperaba, a pesar de enfrentar un gobierno dotado ampliamente para solventar la situación. 


FELIPE HERNÁNDEZ G.

El panorama político del siglo XIX venezolano cierra el ciclo de agitados “movimientos revolucionarios” con la llamada revolución Liberal restauradora, insurrección conocida también con el nombre de Invasión de los 60 (23/05/1899---22/10/1899). El desgaste y la descomposición interna de la élite política que había gobernado al país los últimos treinta años, hizo posible que la invasión andina tomara el poder sin haber sufridos graves sobresaltos como se esperaba, a pesar de enfrentar un gobierno dotado ampliamente para solventar la situación. Es el inicio de la hegemonía andina y el fin de la hegemonía del Liberalismo Amarillo.
Gobierno de la Restauración Liberal fue la denominación otorgada por sus partidarios al período de gobierno del presidente Cipriano Castro (22/10/1899---19/12/1908). En ese orden, en 1897 Ignacio Andrade es propuesto como el candidato oficial del gobierno del general Joaquín Crespo para las elecciones a realizarse el 1º de septiembre de ese año. De acuerdo con la Constitución de 1893 la votación fue directa y secreta. Andrade obtuvo 406.610 votos contra el favorito de la oposición, el general José Manuel “El Mocho” Hernández, quien sólo consiguió 2.203 en unos comicios tildados de fraudulentos. El triunfo electoral de Andrade se produjo dentro de un clima político de crispación que desembocó en el movimiento insurreccional liderado por Hernández, conocido como La Revolución de Queipa o El Grito de Queipa (23/02 al 12/06/1898).
Durante el desarrollo de las acciones bélicas que comenzaron el 23 de febrero de 1898 y se extendieron hasta el 12 de junio del mismo año, se produjo un suceso inesperado que afectó de manera negativa a la correlación de fuerzas que rodeaban a Andrade, la muerte de Joaquín Crespo. El 16 de abril de 1898 una bala alcanzó a Crespo en la Mata Carmelera y acabó con su vida, llegando así el turno de los andinos. El general Cipriano Castro “El Cabito”, llegó a la presidencia y la ejerció hasta que enfermó y su compadre el vicepresidente Juan Vicente Gómez, esperó que saliera del país para operarse, ocasión que aprovechó para despojarlo de la presidencia.
Como consecuencia de la desaparición del escenario político del general Crespo, muchos caudillos vieron despejado el camino hacia el poder, incluyendo al general Ramón Guerra, quien en su ejercicio como Ministro de Guerra, el 12 de junio de 1898 había capturado al Mocho Hernández, y posteriormente se alzó contra del gobierno de Andrade.
Aparte de los movimientos insurreccionales que tuvo que afrontar Andrade durante su gestión administrativa, se experimentaron dificultades económicas, la desconfianza de ciertos círculos políticos y hasta una epidemia de viruela. Finalmente, Andrade es derrocado el 19 de octubre de 1899 por Cipriano Castro y la Revolución Restauradora, la cual triunfó sin que las fuerzas gubernamentales hicieran un mayor esfuerzo por detenerlas.
El contenido ideológico del discurso de Castro no fue el gancho que atrajo adeptos para lograr sus planes y sujetarlos a su voluntad, el golpe de suerte lo obtiene gracias al desconcierto y la fractura de los pactos regionales logrados con Joaquín Crespo, así como los temores de las elites caraqueñas y regionales de perder su espacio político. Ante lo cual, el nuevo gobierno promete restaurar los principios liberales, vulnerados por la supremacía de los intereses personales, la corrupción y la violación de la Constitución (Pensamiento Político Venezolano, 1983, I, 50). Más sin embargo, este triunfo representó el inicio de una nueva etapa en Venezuela, en la que habrá un retroceso en la evolución de los derechos políticos.
Aún ante la adversa situación, en un acto de adulancia política, en Valle de la Pascua los munícipes aprobaron una manifestación de adhesión a los nuevos gobernantes y sus postulados, que copiada a la letra dice:
“En Valle de la Pascua, capital del Distrito Infante del estado Guárico, el día dos de noviembre de 1900, reunidos en el salón de sesiones del Concejo Municipal los ciudadanos concejales: Rafael Zamora Gil (presidente), Valeriano López Belisario (vicepresidente), Prudencio Herrera (síndico procurador), Arístides Manuitt Peraza, Carlos A. Naranjo, Víctor Manuel Ovalles, Críspulo Ortiz Gutiérrez y el secretario Benito Arias; habiendo ocupado los nombrados sus respectivos puestos, el Presidente, con suficiente apoyo propuso: Que en vista de que la Restauración Liberal, cuyos principios informan el credo político del partido, llevado a cabo en la práctica por el Benemérito Conductor, General Cipriano Castro, y tales demostraciones le habían hecho merecer la confianza del país, proponía se elaborase un acuerdo reconociendo a dicho General, Jefe del Gran Partido Liberal de Venezuela, y nombrar al efecto una comisión de tres miembros para redactar y presentar a la Corporación el referido Acuerdo. La Corporación nombró a los concejales Víctor Manuel Ovalles, Valeriano López Belisario y Benito Arias. El Presidente observando tener varios asuntos que tratar, convocó al Cuerpo para las 5/30 de la tarde con el carácter de sesión permanente. El concejal Prudencio Herrera propuso que se hiciese por Secretaría la participación de estilo al ciudadano Presidente Provisional del Estado Guárico [Dr. Guillermo Tell Villegas Pulido], y demás autoridades respectivas, fue considerada y aprobada… Y no habiendo más de que tratar, se terminó el acto y firman: el presidente: Rafael Zamora Gil, vicepresidente: Valeriano López Belisario, síndico procurador: Prudencio Herrera, vocales: Arístides Manuitt Peraza, Carlos A. Naranjo, Víctor Manuel Ovalles, Críspulo Ortiz Gutiérrez, y el secretario: Benito Arias”.
En la siguiente sesión del mismo 2 de noviembre de 1900... la misma fue abierta con carácter de permanente, por el ciudadano presidente Rafael Zamora Gil, y de los concejales: Lic. Valeriano López Belisario, Víctor Manuel Ovalles, Prudencio Herrera, Carlos A. Naranjo, Arístides Manuitt Peraza, Críspulo Ortiz Gutiérrez, y Benito Arias, secretario. Leída el acta de la sesión anterior, fue aprobada. El Secretario dio lectura al Acuerdo presentado por la comisión nombrada para redactarla, reconociendo al general Cipriano Castro, Jefe Supremo de la República, como Jefe del Gran Partido Liberal de Venezuela. “El Ciudadano Presidente lo sometió a la consideración del Cuerpo por si hubiese alguna observación que hacerle, quien manifestó estar conforme, fue aprobado por unanimidad. Seguidamente la Corporación resolvió: que el referido Acuerdo se le remitiese con nota especial al ciudadano Jefe Civil del Distrito, Gregorio Méndez Matos, para este elevarlo a conocimiento del Benemérito Jefe del País, por el digno órgano del Presidente Provisional del Estado Guárico, Dr. Guillermo Tell Villegas Pulido; haciéndole conocer también, que la Corporación ratifica al Supremo Conductor de la Causa Liberal de Venezuela, los sentimientos de decidida adhesión que animan a la Municipalidad del Distrito Infante hacia su sabio y liberal Gobierno”. Puesta en consideración, fue aprobada. Y no habiendo más de que tratar, quedó terminado el acto, y firman: El Presidente: Rafael Zamora Gil. El Secretario: Benito Arias.
Una vez más, la historia nos enseña que es testimonio del tiempo, vida de la memoria, madre del presente y advertencia del porvenir.

*UNESR/Cronista del municipio Leonardo Infante
fhernandezg457@gmail.com

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