Pastor Aquino en las faenas del llano

José Manuel Aquino H

En jurisdicción de la parroquia El Calvario, del Municipio Francisco de Miranda, del Estado Guárico, se encontraba un predio agropecuario denominado El Manire, en las inmediaciones del caño que lleva el mismo nombre de la unidad productiva, cuyo propietario se llamaba Toribio Aquino Páez, descendiente por la vía paterna del fundador de esa población guariqueña a comienzo del siglo XVIII, Pedro Aquino y Ponte XVIII (De Armas, 1970). En esta posesión nació y vivió durante su juventud Pastor Aquino Barrios. Lugar donde pudo aprender el trabajo de llano con gran notoriedad y lograr una destreza, digna de resaltar en esta semblanza. Tomando en cuenta el testimonio de familiares y amigos que permitieron describir sus pericias en cuanto a su desempeño de las actividades pecuarias, obteniendo gran notoriedad, no solamente en esta comarca, sino también en las localidades circunvecinas; dejando un legado para sus descendientes, en la actividad agropecuaria y especialmente en el deporte de los toros coleados.

Este hijo de Toribio Aquino, junto a sus hermanos José y María, llevaron una infortunada infancia, cuando su madre Juana Barrios, fallece en el momento del parto de la recién nacida nombre Urbana, que al cabo de unos meses, también, sucumbe. Dentro de ese ambiente trágico los hermanos Aquino Barrios, se ven frustradas las esperanzas de ir a la escuela. Recordaba su hermano José, que su madre tenía la intención de trasladarse a la población más cercana para que estos infantes, recibiesen la instrucción académica; pero su padre tenía otra visión para la formación de su prole; este progenitor determinó que sus sucesores debían formarse en la actividad agropecuaria, unida con una serie de valores y principios que él recibió de parte de su tío Román Aquino, desde temprana edad, a consecuencia de la muerte de sus predecesores Rafael Aquino y Rosalía Páez de Aquino. Motivo por el cual, adoptó una formación autodidacta desde finales del siglo XIX. Esto le permitió a don Toribio Aquino ser ciudadano honesto, trabajador incansable, y demás principios de un hombre de bien con solida formación cultural sin acudir a una escuela; por tanto, para él , debía ser el tipo de formación que debían tener sus hijos varones: hombres respetuosos, que le permitieran relacionarse, tanto en a nivel social, comercial en un ambiente ganadero; además de ser unos llaneros curtidos en las actividades del campo, con la finalidad de ser en un futuro, unos respetados propietarios con entereza y honestidad, tal como él se había preparado para enfrentar los retos de esos tiempos ,en aquella década de los años 30 y cuarenta del siglo pasado .Por tal motivo este padre, decidió que sus hijos tenían que emprender el conocimiento cabal de las actividades pecuarias rutinarias en el Hato el Manire.

Pastor y su menor hermano José, durante su infancia en la posesión del Manire, a mediados de la década de los años 1930,ya estaban compenetrados ambiente llanero, de la guía no solamente de su padre, sino también de un familiar cercano, Ignacio Gutiérrez, que por mucho tiempo fungió como el capataz y hombre de confianza de don Toribio Aquino, que para esa época ya era el gran propietario, del hato Cabrito, además las posesiones El Tigre, Carutal, Juan García, Laguna de Junco y por supuesto el predio que fundó a mediados de la segunda década del siglo XX, a las orillas del caño El Manire. Lugares donde estos jóvenes aprendieron las destrezas de las actividades del trabajo de llano; tanto en el corral desde becerreros, ordeñadores, al mismo tiempo, ser grandes jinetes de los equinos, y amansadores de estos ecuestres para realizar sus faenas en las extensas sabana propiedad de su padre, cuidando los semovientes de la familia; su hermana Margarita, fruto del tercera familia que formó Aquino Páez, señaló el desempeño de sus hermanos mayores en las actividades ganaderas y especialmente Pastor, siendo el encargado o mayordomo del hato ,una vez este estaba preparado para estar al tanto de tan importante responsabilidad.

Es necesario considerar que Pastor Aquino, fue ganando la reputación como un digno excelente trabajador y conocedor de las faenas pecuarias, decía José Aquino, que tanto él y su hermano Pastor tuvieron esa formación en el corral y la sabana .Destacando las capacidades de su hermano en dichas actividades, motivo por el cual , se realiza este trabajo que estoy presentando, describiendo muchos episodios, dignos de presentarlo como modelo para el trabajo de llano, con un fin didáctico para que las nuevas generaciones conozcan sus habilidades del hijo de Juana Barrios de Aquino, de una contextura delgada y una altura ,no mayor de 1,70 metros , pudo realizar con maestría estos trabajos utilizando su inteligencia, fuerza y la habilidad para realizar las duras faenas llaneras. Un primer aspecto en resaltar, es el desempeño de trabajo en el corral, encontrando a este nativo de El Calvario, con potencia, sapiencia y astucia para domar a las novillas, llevándolas a un botalón para que estas pudiesen comprimirles la ubre; del mismo modo, demostraba su gran dominio al enlazar y sometiendo a los terneros y toros cuando estos necesitaban realizarles alguna revisión, marcar o señalarles sus orejas.

En las actividades señaladas, no solo descolló satisfactoriamente Pastor, sino que ganó fama de ser llanero de soga y caballo, en las faenas de la sabana .Durante el comienzo del periodo lluvioso, conocido popularmente en esta región “ la entrada de aguas” se realizaban las habituales vaquerías , con la finalidad de recoger el ganado disperso en las praderas durante los meses de verano, con el fin de llevar el ganado a los distintos predios donde los dueños tenían sus asentamientos pecuarios .Contaba su hermano José y compañero en la realización de estos trabajos , que después de realizar una de esas habituales jornadas por el mes de junio, recuerda este, que para la década de los años 1940,se organizó una gran reunión de este tipo por los lados de los predios del gran hato Palenque, propiedad de un gobernador de Caracas, en tiempos del dictador Juan Vicente Gómez, general Félix Galavìs, célebre este lugar por enviar a los estudiantes de la Generación del 28, presos a realizar trabajos forzados en la carretera que se estaba construyendo hacia Las Mercedes del Llano; empezaron en esta jornada, reduciendo el ganado desde La China hasta Laguna de Agua Laguna, cerca de la población del El Calvario. En esa correría, estuvo Pastor, a la altura de grandes vaqueros de la talla de un apureño de mucha fama en el manejo de la soga como lo fueron Pedro Arrieta, apureño residenciado desde muy joven por estas comarca calvareña, de gran ligereza para enlazar en plena carrera, al igual que Pedro Carrillo, renombrado vaquero y productor pecuario de los lados de la China.

Luego tocó el turno en reducir la manada de ganado del otro lado del rio Orituco, días más tarde en entre estepas ubicadas entre los caños Tacatinemo y El Manire, terrenos pertenecientes a Toribio Aquino Páez, con unas características diferenciales con respecto a la jornada anterior; un el relieve más montañoso y con claros de sabanas más cortos, al ternados de aglomeración árboles, que por esta región se les denominan matas. Lugar donde es preciso tener habilidad para reducir y dominar a las manchas de ganado, sin que burlasen el cerco del rodeo caballo. En este tipo de terrenos Pastor Aquino, demostró sus grandes dotes de jinete, saliendo velozmente en carrera para alcanzar a las reses que salían del ganado, para luego llevarlas a la manada o enlazarlas con gran maestría superando a los jinetes provenientes de Palenque y el hato Las Mercedes pertenecientes en esos tiempos del señor Antonio Acosta. Dando cátedra a sus compañeros en llegarles con prisa a un toro y luego enlazarlos con su soga, y posteriormente amarrarlo a un árbol, en una acción sumamente vertiginosa; mientras sus compañeros quedaron atónicos por aquella faena.

De igual manera, este destacado trabajador de llano, después de llevar al ganado a los corrales junto a sus compañeros, vendría el aparte y selección de las vacas paridas; además de retirar otras reses para los destinos los distintos destinos. Sobresalió también en este tipo de faena, ejecutando con sapiencia con su lazo certero y dominado a los animales trabajados al derribarlos con facilidad, con una mejor técnica que la utilizada por los vaqueros provenientes de los otros hatos colindantes. Todas estas consideraciones antes señaladas, nos las confirmó en una ocasión el productor agropecuario Efigenio Cuenca, quien en una tertulia, realizada a comienzo de la década de los años 1970,en un comercio ubicado en la calle El Carmen de El Sombrero, a dos cuadras de la Plaza Bolívar ,propiedad del Señor Aldèmaro Morales, consideraba a Pastor Aquino ,como uno de los llaneros con mayor celeridad de alcanzar, enlazar y amarrar un toro cimarrón a un árbol. Un día le preguntó el señor Cuenca a Pastor Aquino, cuál era el secreto de realizar esta actividad de someter al astado con tanta facilidad?. Este le contestó: “tener el caballo gordo y bien cuidado”; porque contaba con su destreza, para enlazar al tener alta efectividad en realizar esta faena; de igual manera, el ganadero Juan Ascanio, confirmó la misma apreciación del señor Cuenca, en otra tertulia realizada años más tarde ,con la finalidad de recordar sus pericias. Por tanto, para Aquino Barrios un equino en condiciones físicas le permitía llegar con prontitud ejecutar tan arriesgada maniobra.

Otro episodio muy significativo, nos cuenta José Aquino, fue cuando el comerciante y ganadero Antonio Graterol, llegó a comprar un lote de toros a Toribio Aquino, y vio a Pastor Aquino, trabajando en la faena de recolección de estos bovinos y les dijo al vendedor, “ de acuerdo con el monto que valen estas reses que te voy a comprar, te pongo una condición? Que tus hijos me lleven el ganado hasta mis potreros en Camatagua, en el fundo Pele el Ojo y les pago ese costo adicional de la llevada”. Porque no se me van a perder ninguna de las reses compradas. Don Toribio accedió al pedimento, y Pastor fue el encargado de llevar ese lote de ganado, a una distancia de aproximadamente 150 kilómetros entre el hato El Manire y el lugar de los potreros destinados para el engorde de estos vacunos.

Como todo hombre de llano, Aquino Barrios, destacó como buen coleador, primeramente en los predios de El Manire, controlando la reses cuando se escapaban de la manada: tomándolas por la cola y derribarlas en plena sabana. De igual manera, solía asistir a realizar esta actividad junto con su hermano José, acudiendo a las Fiestas Patronales en honor a Santa Rosalía de Palermo ,en la población de El Calvario, durante la primera semana del mes de setiembre , consuetudinariamente durante la década de los años 1940, en una maga improvisada, que preparaban los pobladores en las calles de esa comarca para la realización de las competencias, considerada este entretenimiento deportivo el año 1981, cuando lo declara el extinto Congreso Nacional “ Deporte Criollo y Tradicional”. En esas festividades pudo competir con su caballo de nombre ” meloncito”, demostrando sus cualidades tumbando los toros de distintas maneras: campana, campanilla ,y remolino, para deleite de los espectadores con su accionar en este ejercicio; sobresaliendo sobre renombrados coleadores, entre los cuales podemos nombrar a los hermanos Maluenga: José y Manuel, entre otros amantes de esta actividad atlética; de igual manera, participó activamente en distintas competencias en la población de El Sombrero; tanto en la manga improvisada ubicada en la calle comercio, como la construida de madera a mediados de los años cincuenta, y la penúltima cancha ,ubicada en el sector de La Mesa ,hasta la década de los 70; teniendo que con competidores, entre los cuales podemos mencionar para esa época : Danilo Santana, Félix Carreño, Cirilo Montes, Luis Mota Carpio, Aureliano Ruiz, entre otros grandes jinetes..

Es necesario, señalar que este destacado jinete, de trato ameno y jocoso con sus compañeros de competencia , le inculcó a su prole, producto de la unión matrimonial con Dilia Díaz Montero, el apego a las actividades del campo, en su finca Tacatinemo, y también le dio total apoyo para que: Chirino Pastor, José Antonio y Ramón José, fuesen coleadores. Llevándoles mautes para que colearan en la manga ubicada en el sector La Mesa, a mediados de los años 1960,en diversos encuentros festivos, cuando todavía no se habían instaurado los campeonatos y competencias de categorías infantil y juvenil de esa rama deportiva en la población guariqueña .Por tal motivo, los descendientes de Pastor Aquino, han sabido trasladar su el amor por el llano y ser unos dignos contendientes de este deporte, fuera ámbito del Estado Guárico, en diversos Campeonatos Nacionales de esta especialidad. Llevando el gentilicio del apellido Aquino, trascender en la vocación pecuaria que trajo a estas tierras Pedro Aquino y Ponte en E l Calvario, cuando fundó su unidad de producción que posteriormente se convirtió en una comarca prospera y trabajadora de sus habitantes.

REFERENCIAS BIBLIOGRÀFICAS

Aquino H, José M. (2022).La semblanza de Toribio Aquino Páez: Entre su acumulación de capital y sus virtudes https://fuegocotidiano.blogspot.com/2019/10/la-semblanza-de-toribio-aquino-paez.htmls

De Armas Chitty. (1982). Historia del Estado Guárico. Ediciones de la Presidencia de la República

Parada, Richard (2016). Los toros Coleados. https://es.scribd.com/document/329896213/Los-Toros-Col

Vivencias del abuelo (2010). Vaquerías http://cuentaelabuelo.blogspot.com/2010/04/vaquerias-rodeo-ojeo-cachilapeo-1.html.

.ENTREVISTAS

Aquino B José, (1970). Vivencias en el Manire.

Aquino de G, Margarita. (2021).Recuerdos de mi Infancia.

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