Un charro visita a Calabozo en 1956

El Ídolo de México, oriundo de Guamúchil, localidad del Estado de Mazatlán, realizó tres giras por distintas ciudades de Venezuela, antes de morir en un accidente de aviación en el mes de abril del año 1957


Pedro Infante en una de sus presentaciones en Venezuela (Foto Diario El Impulso).

Por José Manuel Aquino

Pedro Infante, llamado por sus fanáticos “Ídolo de México”, uno de los grandes cantantes de rancheras pertenecientes a la época de oro de esa nación en las décadas de los años cuarenta y cincuenta del siglo XX, al igual que Javier Solís, José Alfredo Jiménez, y Jorge Negrete entre otros intérpretes, logrando estos renombrados artistas llenar los escenarios en sus giras por distintos países del continente americano; complementado también sus éxitos con sus autorías películas obteniendo gran popularidad. En tal sentido, el oriundo de Guamúchil, localidad del estado de Mazatlán, realizó tres giras por distintas ciudades de Venezuela, antes de morir en un accidente de aviación en el mes de abril del año 1957.

Su primer viaje en al país, lo realizó el 18 de noviembre de 1948, a la ciudad de Caracas y durante varios días intervino en distintos cines y emisoras de radio. Las actividades artísticas de este intérprete del género ranchero y romántico fueron interrumpidas por el alzamiento militar que permitió el derrocamiento del presidente Rómulo Gallegos, al tomar el mando la Junta de Gobierno Presidida por Delgado Chalbaud, continuó realizando sus presentaciones; una de esas giras al interior de la República programada fue al estado Guárico, específicamente en localidades donde se estaban realizando las actividades de exploración y explotación petrolera por parte de las compañías norteamericanas, en las cuales el movimiento económico permitía llevar espectáculos a dichos pobladores: Valle de La Pascua, Tucupido y Las Mercedes del Llano.(Hernandez,2017), resultando un éxito en visitas a estas tierras del llano venezolano.

En su segunda gira de este connotado artista azteca a Venezuela fue en 1956, junto al mariachi Perla de Occidente, durante el gobierno del general Marcos Pérez Jiménez, actuó en Calabozo al sur del estado Guárico, localidad que recibía un flujo de personal calificado de distintas partes del país y en especial de inmigrantes provenientes Europa para trabajar en la realización del Sistema de Riego Rio Guárico, una de las obras hidráulicas más importantes del modelo desarrollista impulsado después de la Segunda Guerra Mundial en Suramérica y en especial en Venezuela, por parte del capitalismo internacional, en momentos en que esta nación recibía cuantiosos recursos económicos por la venta de su petróleo.

Los testigos

Fue testigo de la estadía de Pedro Infante en Calabozo,el emigrante italiano Natalio Bonora, quien estableció una barbería en esa localidad en el año 1951, beneficiado de la política estatal de puertas abiertas para que los europeos viniesen a trabajar en las distintas actividades y principalmente en las obras de infraestructura puestas en marcha durante la dictadura del dictador Marcos Pérez Jiménez. A este distinguido maestro de afeitar, le fue solicitado por el empresario contratante del connotado cantante mexicano en esa época, la colaboración para el traslado en su cómodo y espacioso vehículo marca Oldsmobile a los mariachis, a uno del teatro donde realizaría una de las presentaciones.

Natale Bonura, accedió al pedimento de su amigo y trasladó a los artistas al cine Adriático y luego al teatro Guárico. Una satisfacción personal de ser testigo de un acontecimiento en que los calaboceños y en especial la gran cantidad de trabajadores que laboraron en la construcción del sistema de Riego Rio Guárico en esa época, pudiesen deleitarse con las canciones de uno de los principales cantantes internacionales de ese momento histórico en esta villa; del mismo modo comentó, que no solamente este artista mexicano realizó conciertos durante ese periodo en esta localidad, también se presentaron otros intérpretes internacionales provenientes de Europa. Recuerda Bonura que, en esos años, hubo un concierto de la famosa cantante y actriz italiana Nila Pizzi, ganadora del Festival de San Remo, en dos años consecutivos 1951 y 1952, cantando en el escenario “Grazie dei fiori”,” Vola colomba” y su éxito para ese tiempo “Papaveri e papere”. Igualmente, comentó que sus paisanos asistieron a oír las baladas del célebre vocalista de Luciano Tajoli, deleitando su amplio repertorio de canciones entre las cuales estaban : “ Rasso di sera y Mamma. Por tal motivo, considera este destacado maestro de la barbería que en esos tiempos del gobierno de Pérez Jiménez, los espectáculos fueron uno de los mejores que tuvo Calabozo, no solo en lo cultural, sino también en lo económico y social.

Otro testigo de esa visita del Ídolo de Guamúchil por Calabozo, durante ese año 1956, fue Manuel Aquino Delgado, quien trabajó como conductor de una vagoneta cargando ripio para la construcción del muro de la Represa Rio Guárico, alojado en un campamento ubicado en El Rastro en ese tiempo, que al momento de escuchar la promoción de las presentaciones del cantante junto con unos compañeros, realizaron las diligencias respectivas para adquirir los boletos e ir al concierto y tratando de programar los turnos de trabajo para acudir a tan importante velada. Contó también que en el teatro se encontró con varios sombrereños, entre los que recordó a Juan Vicente Mota, Luis Martínez Navas, Donald Santana y Miguel Ángel Muñoz, que laboraban en otras compañías instaladas en esta localidad.

De igual manera, Aquino contó que el entusiasmo reinante del público a escuchar los éxitos de Pedro Infante en el Cine Guárico, ubicado en la carrera 13 de esta localidad, donde este consagrado artista interpretó, recordando con satisfacción sus rancheras y boleros entre los cuales cantó: Amorcito Corazón, Cielito lindo, flor sin retorno, La Calandra, Eufemia, Las mañanitas, entre otras; y, las personas emocionadas coreaban en el escenario ¡otra canción! Repetidas veces.

De esta manera, reconstruimos un momento histórico de la década los años 50 del siglo XX, con la construcción del sistema de Riego en Calabozo, en esta parte de los llanos, como una manera de compartir esos momentos de ardua actividad constructiva y de bonanza económica en el deleite de los pobladores con artistas de renombre internacional, lo que ya en la parte norte y centro del país desde hacía varias décadas habían disfrutado, a partir de la visita de Carlos Gardel y otros connotados virtuosos de la música en Venezuela.

José Manuel Aquino es docente universitario e historiador. Además se desempeña como promotor cultural. Es Gerente Editorial de la Revista Electrónica Fuego Cotidiano

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