El recuerdo de Hany Gerdet, con sus iniciativas para los sombrereños

Hany Gerdet, ubicado a la derecha, junto a Rafael Santiago Arévalo. Foto: Luis Ravelo

Esta no fue su única iniciativa que emprendió este paisano, la más importante para quien escribe esta nota, fue la que días antes de celebrar un aniversario de la fundación de la ciudad, solicitaba el apoyo económico de la comunidad para comprar una torta y cantarle cumpleaños feliz a la ciudad que le vio nacer y querer en la Plaza Bolívar. Siempre leía las notas de prensa del diario El Nacionalista, con respecto a esta conmemoración donde se resaltaba su iniciativa.


José Manuel Aquino


Conocí a Hany a mediados de los años 60, cuando él estaba transitando el paso de su adolescencia, para comenzar su juventud, en el hato las Tinajas, ubicado al oeste de la población de El Calvario, jurisdicción del municipio Miranda del Estado Guárico, cuando el señor Pedro Antonio Delgado, era propietario de dicho predio agropecuario . En ese tiempo su padre Epitacio, era el encargado de esa unidad de producción, quien le enseñó junto sus otros hermanos todas las faenas de llano; comenzando con el oficio de becerrero, luego ordeñador e igualmente adiestrar caballos para las faenas diarias de someter a los vacunos en la sabana. Su fortaleza física y su destreza le ayudaron a domesticar a estos bovinos y equinos a través de la doma con facilidad, ganado el reconocimiento de los pobladores del vecindario aledaño al hato.


A finales de la década de los años 60, lo vi realizando una de estas faenas en el corral del fundo Tacatinemo, propiedad de Pastor Aquino Barrios, enlazando y llevarse una res con tanta facilidad al botalón para amarrarla, a la vista de los que estábamos observando esta actividad, sorprendiendo a todos los presentes, por la manera de combinar su fuerza y la sapiencia para lograr el objetivo de sujetarla al palo. Al comienzo de los años setenta, el amigo Hany, no sigue laborando en las Tinajas, busca otra forma de ganarse la vida, se viene con su madre Estèfana, a la población de El Sombrero. El paisano Luis Ravelo, me informa que su primer trabajo fue de bombero, en la estación de Servicio La Gran Estación la Gran Estación, luego lo vimos prestando servicio como policía en la parroquia el Calvario. Posteriormente, retorna nuevamente en la localidad donde nació el prócer de la independencia venezolana Julián Mellado, como activista político del partido socialcristiano Copei al lado del dirigente Abigail Campos, en la campaña para la presidencia de la Republica en el año 1973, aupando la candidatura de Lorenzo Fernández, que sale derrotado por Carlos Andrés Pérez.


En ese lapso de tiempo, encontramos a Hany, sorprendiendo a propios y extraños participando en un baile maratón por varios días en el bar el Quebrahacho, donde fue uno de los finalistas de ese evento, obteniendo una premiación por dicho logro; luego de esta acción lo vimos incursionando en el deporte ciclístico a mediados de la década de los años 1970, interviniendo en destinas competencias de este ejercicio que se realizaban en la ciudad en esa época. Organizó también equipos de ciclismo en la ciudad, para competir en otras localidades del estado Guárico. Siempre se le veía motivando a que muchos coterráneos a seleccionar a esta importante recreación. Del mismo modo, solicitaba algunos comerciantes el patrocinio para estos costearse algunas necesidades, y comprar algún repuesto con el fin de reparar sus bicicletas.


Esta no fue su única iniciativa que emprendió este paisano, la más importante para quien escribe esta nota, fue la que días antes de celebrar un aniversario de la fundación de la ciudad, solicitaba el apoyo económico de la comunidad para comprar una torta y cantarle cumpleaños feliz a la ciudad que le vio nacer y querer en la Plaza Bolívar. Siempre leía las notas de prensa del diario El Nacionalista, con respecto a esta conmemoración donde se resaltaba su iniciativa .Del mismo modo, muchas personas realizaron comentarios resaltando la interesante decisión de este personaje muy querido y respetado de la colectividad sombrereña en la década de los años ochenta. Una de esas acotaciones con respecto a esta idea de Hany Gerdet, la escuche de viva voz de la excelente educadora Isabel de Zamora, quien valoró esta iniciativa, conminando a los pobladores a seguir manteniendo esta tradición .Por este motivo, al estar por cumplir El Sombrero, 298 años de su fundación, es necesario recordar este valioso impulso, para que siga perdurando en el tiempo.


José Manuel Aquinoe s docente, investigador e historiador venezolano.

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