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¿Por qué y cómo resiste el régimen chavista?

jueves, marzo 16, 2017
Venezuela celebra elecciones presidenciales en 2018



Por Rogelio Núñez

Una de las incógnitas de la política latinoamericana actual es desentrañar las razones de por qué el régimen chavista ha logrado sobrevivir no solo a la pérdida de su líder carismático (Hugo Chávez) sino a una situación económica que bordea el colapso.

El régimen bolivariano ha atravesado desde 2012 a la actualidad situaciones muy complejas y ha sido capaz de superarlas todas. La primera fue la enfermedad (2011-12) y muerte (2013) de su fundador y jefe máximo, seguida de la crisis económica, social y política en la que ha entrado el país (2013-2017).

Venezuela, con un índice de inflación que ronda el 500% y de dos dígitos desde hace años, es el país cuyo PIB más ha retrocedido en esta década: en torno al 20% en el último lustro. Un quinto de su economía se ha volatilizado porque los diferentes gobiernos no han llevado a cabo los ajustes necesarios cuando la economía empezó a dar síntomas de agotamiento.

Desde 2011 los gobiernos venezolanos no han tomado esa clase de medidas por diferentes razones: en 2011 por la enfermedad de Chávez, en 2012 y 2013 porque hubo elecciones presidenciales. En 2014 por la oleada de protestas desencadenadas por la oposición, en 2015 por las elecciones legislativas y en 2016 porque la pugna con la Asamblea Nacional en manos de la oposición consumió las energía de un gobierno progresivamente más débil.

El deterioro económico no deja de avanzar: de acuerdo a las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV) para 2015, el PIB se contrajo en un -5,7% (en comparación con el mismo período de 2014). Venezuela continúa por cuarto año consecutivo en un ciclo recesivo y después de un crecimiento muy bajo (1,3%) durante 2013, ha experimentado una constante caída en la producción.

Y pese a todo, el régimen ha resistido esa carencia de liderazgo político de Nicolás Maduro, producto del hueco dejado por Chávez, ha soportado el profundo deterioro social (por el desabastecimiento y la inflación) y la crisis económica (por el desplome de los precios del petróleo y del PIB).

Pero, ¿cómo lo ha logrado? Fundamentalmente por tres razones:

1-. Porque la polarización del país ayuda a la pervivencia del régimen

Hugo Chávez inauguró una forma de gobernar que se ha traducido en la división del país en dos campos enfrentados. La dialéctica amigo-enemigo escinde la sociedad en dos terrenos opuestos, infranqueables y sin posibilidad de reconciliación.

Además, las políticas sociales, las famosas misiones, crearon un fuerte apoyo social al régimen entre los sectores populares que hasta entonces habían recibido muy poco o nada del viejo sistema de la IV República.

Por último, el chavismo consiguió el respaldo de una nueva clase empresarial (los “boliburgueses”) y de las mimadas y purgadas Fuerzas Armadas.

El guerracivilismo y el odio al adversario provocan que ambos bandos ocupen posiciones y cuenten con apoyos similares y, sobre todo, que la posibilidad de tender puentes entre ambos lados sea casi inexistente. Es muy extraño que un chavista pase a engrosar la filas del antichavismo o viceversa.

Así el régimen cuenta con el aparato del Estado y con un estable 30-40% de apoyo que le ha servido para mantenerse en el poder y tener legitimidad por ese respaldo social con el que cuenta.

La mitificación de los tiempos de abundancia (los de Chávez) y el voto del miedo a un cambio que pudiera conllevar la pérdida de ganancias adquiridas funcionado como un poderoso pegamento y provoca que los diferentes sectores sociales (privilegiados o no) sigan apoyando al poder.

2-. Porque existe una oposición sin rumbo fijo

La oposición al régimen ha alcanzado grandes éxitos: logró unirse en toro a la Mesa de Unidad Democrática y ganar las elecciones legislativas de 2015.

Pero sus divisiones internas de tipo estratégico (entre quienes defienden una salida negociada o insurreccional) o de liderazgo (Henrique Capriles vs Leopoldo López) han impedido que se alce como una alternativa creíble.

Ni el control de la cámara legislativa desde 2015, ni el diálogo con el gobierno en 2016, ni las manifestaciones callejeras ni el impulso a un referendum revocatorio han sacado a la oposición de su postración.

En esta coyuntura, la MUD atraviesa un periodo de transición y se halla muy desubicada. La historiadora Margarita López Maya subraya que “el gran reto para esa oposición es volver a recuperar el entusiasmo y la confianza, y ya están haciendo su esfuerzo, han reestructurado la Mesa de la Unidad, han reconocido que cometieron errores y ahora les toca trabajar muy duro para crear otra vez una situación favorable”.

3-. La unificación del chavismo para sobrevivir

Las diferencias internas dentro del chavismo no son despreciables. Sin embargo, ante el riesgo de perder el poder, y por lo tanto perderlo todo, han sabido pasar a segundo plano esas diferencias.

En 2016 el objetivo fue evitar la celebración del referendum revocatorio que habría conllevado no solo la caída de Nicolás Maduro sino elecciones presidenciales anticipadas las cuales habrían provocado, muy posiblemente, el triunfo opositor.

En 2017 el objetivo pasa por sobrevivir para llegar así a 2018 y poder competir con un candidato más competitivo en las presidenciales.

Además, el gobierno ha eludido la puesta en marcha de reformas y ajustes económicos para no perder el respaldo popular.

De todas formas, Asdrúbal Oliveros recuerda que el margen de maniobra se le está agotando al régimen: “El 2017 plantea importantes desafíos para Venezuela, no solo en el frente económico sino también en los frentes político e institucional. Los cartuchos del Ejecutivo para postergar los ajustes económicos parecen acabarse, pues ya no hay fondos en divisas al que apelar, las importaciones se han reducido a un umbral peligroso y el financiamiento externo parece haberse cerrado. La esperanza está en un alza del precio petrolero, pero el modelo chavista necesita que la cesta petrolera venezolana esté por encima de US$ 60/bl y eso hoy luce como un escenario muy improbable”.

Asimismo, el régimen se ha escondido tras el enorme poder institucional que posee: contra la presidencia, el Tribunal Supremo, el Poder Comunal y solo escapa a su dominio la Asamblea.

Luis V. León recuerda que “lo primero es entender que el gobierno sabe que con su respaldo actual no podría ganar una elección. También sabe que controla las instituciones de poder, con excepción de la Asamblea Nacional, y que las decisiones de esas instituciones no van a retar, por ahora, los deseos y necesidades de la revolución. El gobierno entiende que la oposición tiene problemas de articulación y que eso la debilita para defender sus intereses y derechos. Finalmente, esta claro para ellos que su estrategia ha sido la colonización de la democracia con la base de la democracia que es la elección. Saben como moverse en esa realidad, pero cambiar de ahí a una dictadura clásica, que preserve el poder por la fuerza y sin elecciones, los colocaría frente a una caja negra que no saben como funciona”.

El régimen chavista se mantiene así en el poder con una agenda muy reducida que se resume en un solo punto: sobrevivir. Para ello se apoya en una sociedad fracturada y enfrentada que no se va a unificar nunca en su contra a pesar de la alta inflación, el desbastecimiento o el derrumbe del PIB. Además, el régimen, que sabe que enfrente tiene a una oposición sumida en el desconcierto,cuenta con un aparato político unido en un objetivo común y consciente que la división sería letal para el chavismo.

Fuente: Infolatam

Doña Josefa Arzola de Camero… “La chinga Arzola”… caritativa dama de la sociedad Vallepascuense y guariqueña.

miércoles, marzo 15, 2017

Doña Josefa Arzola González de Camero: 
La Chinga Arzola o La Doña
FELIPE HERNÁNDEZ G.

DOÑA JOSEFA ARZOLA DE CAMERO, mejor conocida como La Chinga Arzola y La Doña, nació en Valle de la Pascua el 19 de marzo de 1936, ciudad donde también murió el 09 de abril de 2001, cuando apenas tenía 65 años… descendiente de los del Hoyo y Arzola, fue la hija menor del matrimonio de don Ángel Rafael Arzola y doña Josefa Antonia González, siendo además hermana de Josefina, casada con Nino Riera, Juanita, casada con Filiberto Armas Salazar, Carmen Cecilia de García, casada con Miguel García, América, casada con Pedro Guzmán, y Rafael Ángel Arzola González, casado con Elsa Salazar de Arzola.
Doña Josefa Arzola de Camero (La Chinga Arzola) fue casada con el señor Facundo Camero Velásquez, exitoso productor agropecuario, dirigente del Partido Social Cristiano Copei, secretario de la cámara del Concejo Municipal del distrito Infante en los años cincuenta, escritor, conferencista y gobernador del estado Guárico entre los años 1979 y 1980, durante la gestión como Presidente de la República del Dr. Luis Herrera Campins. Fue doña Chinga, una dama caritativa, amante del progreso, comprometida con la gente humilde y con las causas nobles y justas. Devota cristiana y católica practicante.
De la unión de doña Chinga con don Facundo Camero, nacieron sus hijos: Rita Mercedes Camero Arzola, casada con el médico veterinario y profesor del IUT de los Llanos, Eleazar Garnica; Ángel Guillermo, casado con la maestra Marlene Moreno de Camero; Eufracia Cecilia, casada con el productor agropecuario, Gregorio Campagna Rubín, y Ana Beatriz, casada con el comerciante y productor agropecuario, Guillermo Párraga Laya. Entre sus propiedades se contaban el hato El Caribe, en jurisdicción del caserío Apamate, y de otro hato en el sitio de La Peña.
Junto con don Facundo, fueron compadres del Dr. Luis Herrera Campins, de quien gozaron del aprecio y cariño, siempre que su apretada agenda se lo permitía, el Presidente Herrera Campins los visitaba y se hospedaba en su casa, también gozaron del aprecio de connotados políticos nacionales, entre otros del exgobernador del estado Guárico, José Antonio Malavé Risso.
Mujer de principios, comprometida y solidaria, luchadora incansable contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, son recordadas sus acciones y su arrojo para ayudar a los perseguidos políticos... muchas veces expuso su seguridad y la de su familia para esconderlos y protegerlos. Recuerda su hija Eufracia Cecilia, que en una oportunidad tenía escondido en su casa de la calle Las Flores al perseguido de la dictadura, Teodomiro Loreto, enterada que la Seguridad Nacional venía a allanar su vivienda, en una acción desesperada, mientras los gendarmes tocaban la puerta, ella lo maquillaba y disfrazaba de mujer, logrando sacarlo a través de un solar vecino hacia otro escondite... en otra ocasión, al mismo Teodomiro Loreto, lo escondió en una nevera y lo envió en una camioneta para que lo escondieran en una finca en jurisdicción de Espino.
En cuanto a su vida pública, doña Chinga a la muerte de la maestra Clara Matos Arzola, asumió la dirección del semi-internado que ésta abnegada docente había fundado en el caserío Sanjonote de la Montaña; Escuela Rural donde estudiaban semi-internos los niños y niñas de escasos recursos económicos de la comunidad, de caseríos vecinos y de Valle de la Pascua. Debido a que los recursos asignados por el Estado a través del Ministerio de Educación siempre eran insuficientes, doña Chinga para mantener la Escuela, solicitaba al comercio y a instituciones públicas y privadas, suministros de comida y útiles para los estudiantes y para adquirir otros faltantes de la institución.
Como Primera Dama del Estado Guárico, por su bondad y don de gente, logró conquistar el aprecio de muchas personas en su natal Valle de la Pascua y demás poblaciones de la entidad. Tanto era el aprecio, que en San Juan de los Morros, un barrio que ayudó a formar y consolidar, brindándole apoyo a sus habitantes, en gratitud en el año 1990 lo bautizaron con su nombre: Barrio “La Chinga”.
Amiga de los amigos, mucha gente la recuerda en las poblaciones guariqueñas. Fue copeyana toda su vida, gozó de la leal y sincera amistad del Presidente Luis Herrera Campins, del gobernador José Antonio Malavé Risso y de otros dirigentes nacionales, regionales y locales de esa organización política, que la llevaron a ocupar cargos en el partido Copei y a ser candidata a la Alcaldía del Municipio Leonardo Infante el año 1990. Su residencia en Valle de la Pascua, en la calle Retumbo, entre las calles El Roble y Cinco de Julio. Quinta “Madrecita”.
A continuación se transcribe una nota periodística escrita el 27 de enero de 1997, fecha en que el Expresidente de República, Dr. Luis Herrera Campins, se encontraba en Valle de la Pascua, visitando a sus compadres, el exgobernador del estado Guárico, don Facundo Camero Velásquez y a su esposa, la Chinga Arzola, la nota dice:
Asistí junto con mi esposa, doña Josefa Arzola de Camero, a un acto solemne en la Plaza Bolívar de Chaguaramas, acompañado del Presidente y Senador Vitalicio, Dr. Luis Herrera Campins. Un acto florido, alegre, concurrido y a la vez sencillo, donde se conmemoraban los 176 años de la muerte del Libertador y un año más de la existencia de la población. El Orador de Orden fue el joven oficial del Ejército, General de Brigada Miguel Díaz Fraile, nativo de ese municipio y vinculado a honorables hogares vallepascuenses… Hubo condecoraciones a distintas personalidades, con la Orden Manuel Cedeño, el “Bravo de los Bravos”. Pero una de las facetas que más embelleció, fue la publicación del libro que bautizamos con el Alcalde Carlos Jiménez, titulado “Notas Ancestrales de un pueblo: Chaguaramas”, escrito por el cronista Rafael Castillo García...
El nombre de La Chinga Arzola se mantiene vivo en el recuerdo de los vallepascuenses, de quienes fueron sus siempre amigas incondicionales, entre ellas: Maritza de Michelangelli, Isolina Arzola, Yolanda Camero, Juliana Gamarra, Kiralba Graterol, Sonia Charaima, etc.

*Cronista del Municipio Infante / UNESR.
felipehernandez457@yahoo.com

“Aquí amamos a Chávez”

domingo, marzo 05, 2017
Por CARLOS MALAMUD

El 5 de marzo de 2013 moría Hugo Chávez en medio del desconsuelo de sus seguidores. Su despedida, convertida en un funeral de estado, fue seguida por cientos de miles de venezolanos y numerosos mandatarios extranjeros. Cuatro años después las cosas han cambiado y es el gobierno bolivariano quien debe recordar a sus compatriotas la obligación de amarlo, probablemente por temer que ese sentimiento no aflore de forma espontánea.

Así se pone en marcha la maquinaria propagandística para rescatar su figura y, de paso, salvar al régimen de la debacle y la pérdida de prestigio en que se haya inmerso. En pocas semanas hemos pasado del “aquí no se habla mal de Chávez” para minimizar el impacto de la serie “El comandante”, al “aquí amamos a Chávez”. Ninguno de los dos casos es una sugerencia o invitación sino, más bien, una imposición que invade la esfera privada y los sentimientos.

Ante la falta de respaldo popular y argumentos convincentes, el chavismo ha entrado en un terreno resbaladizo e imprevisible. Al invocar a los “escuálidos” (opositores), Diosdado Cabello demuestra una vez más que la campaña de amar a Chávez no es una invitación cordial: “No nos van a sacar al comandante del corazón, escuálidos, ni hoy ni mañana ni nunca, dentro de 100 años seguiremos hablando de Chávez”.

Las encuestas confirman la orfandad del gobierno. Sólo el 17% de los venezolanos dice amar a Chávez y más del 50% ni lo ama ni lo odia. Y si bien Chávez mantiene un 50% de popularidad, cuatro años atrás tenía 71%. Maduro apenas es bien valorado por el 18% de los encuestados, en un declive constante de su imagen.

Uno de los retos del chavo-madurismo fue convertir el recuerdo de Hugo Chávez en mito religioso. Daniel Lozano cita en La Nación a Michele Ascencio, una antropóloga haitiana-venezolana ya fallecida: “El uso de las creencias religiosas del chavismo es una forma de hacer política. El reto es convertir al ciudadano en devoto”.

Es una nueva vuelta de tuerca a la religiosidad latinoamericana, no ajena a la fuerte expansión de las iglesias evangélicas. Esto explica la presencia del “amor” y del verbo “amar” en el discurso político regional. En su campaña electoral de 2002, el PT brasileño ganó por primera vez unas elecciones presidenciales con el lema “Lulinha, paz e amor”. Y en 2009, tras 10 años en el poder y en pleno fragor para lograr la reelección indefinida, el PSUV publicó un decálogo de razones por las que se debía votar que Sí en el referéndum. La primera: “Porque Chávez nos ama, y amor con amor se paga”.

Al margen de su mala gestión de gobierno, un gran obstáculo del chavo-madurismo para impulsar el enaltecimiento de su líder es que, a diferencia de Fidel Castro, carece de rasgos heroicos que puedan ser convenientemente exaltados. Su amor por los pobres, su servicio a la patria o sus logros en la gestión, hoy son insuficientes. Su hoja de servicios militar no incluye nada parecido a Sierra Maestra, ni ninguna entrada triunfal en La Habana. Sólo el mítico “por ahora” tras el fallido golpe de febrero de 1992. El intento de convertir el “por ahora” de entonces en el actual “Chávez para siempre” e instituir el 4 de febrero como “día de la dignidad nacional” no alcanza.

Chávez será recordado por sus buenas obras y no por mitificaciones. Sin embargo, el desgobierno de sus sucesores, comenzando por la cúpula gubernamental y la del partido político que la sustenta, está haciendo todo lo posible para enterrar el legado chavista. Siguiendo a Derrida se podría afirmar que la nueva campaña de “amar a Chávez” prosigue la deconstrucción de la “revolución” bolivariana.

Pese a todo se insiste en los tópicos tradicionales, comenzando por el del “espíritu inmortal”. Por eso se pretende redimensionar al “Gigante de América”, haciéndolo aún más grande. O se intenta que el maná que reparte el “Mesías de los Pobres” llegue a un mayor número de destinatarios y aumente el número de sus fieles y seguidores, aunque los recursos (materiales y de ideas) a disposición del proyecto bolivariano sean cada vez más escasos.

En definitiva, se busca que el “Chávez infinito” llegue más allá, que realmente no tenga límites nacionales, regionales o internacionales, pese a su creciente desprestigio. Por eso Maduro insiste: “Además de las actividades previstas en homenaje a nuestro Comandante Chávez, para conmemorar un año más de su partida física, hemos decidido lanzar la campaña ‘Aquí amamos a Chávez’ que tendrá su canción en varios idiomas, porque nuestro Comandante Chávez es un líder mundial que trascendió nuestras fronteras”.

En 2014, a 15 años de la llegada de Chávez al poder, Maduro afirmaba tajante: “La actividad de la vanguardia revolucionaria no está en la calma está en la actividad. Amar a Chávez y a la Patria es convertir el amor en acción” o “Todo el que se sienta patriota, que ame a esta Patria, el que ame a Chávez, el que se sienta bolivariano y bolivariana”. El hecho es trascender el amor platónico y pasar de las palabras a los hechos: “No basta con decir lo amo tanto que no puedo vivir. ¿Qué nos enseñó Chávez? La lucha todos los días, la acción, el compromiso, el trabajo permanente”.

La “Marcha peronista” es rotunda en lo referente a la valía del líder y al recuerdo que se debe cultivar: “Por ese gran argentino/que se supo conquistar/a la gran masa del pueblo/combatiendo al capital./Perón/Perón, que grande sos./Mi general, cuanto vales”. La duda que angustia a Maduro, Cabello y sus principales seguidores es si la gran masa del pueblo venezolano seguirá subyugada por la figura de Hugo Chávez o buscará nuevos referentes. De momento, y como no las tienen todas consigo, apelan al temor y así se pasa del “aquí no se habla mal de Chávez” al “aquí amamos a Chávez“. Así sea.

CARLOS MALAMUD

Catedrático de Historia de América de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), de España e Investigador Principal para América Latina y la Comunidad Iberoamericana del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos. Ha sido investigador visitante en el Saint Antony´s College de la Universidad de Oxford y en la Universidad Torcuato Di Tella de Buenos Aires y ha estado en posesión de la Cátedra Corona de la Universidad de los Andes, de Bogotá. Entre 1986 y 2002 ha dirigido el programa de América Latina del Instituto Universitario Ortega y Gasset, del que ha sido su subdirector. Actualmente compatibiliza su trabajo de historiador con el de analista político y de relaciones internacionales de América Latina. Ha escrito numerosos libros y artículos de historia latinoamericana. Colabora frecuentemente en prensa escrita, radio y TV y es responsable de la