Lucila Herrera Rachadell, una actriz de raíces sanjosedeñas

Simón Díaz, Lucila y Aquiles L. Guerrero, en el famoso programa cómico de TV La Quinta de Simón(1960).

Lucila comenzó su actividad artística en la década de los años 40, cuando se inició en la radio, cantando tangos y haciendo radio novelas, época inolvidable que dio como resultado el florecimiento de muchas figuras, cuenta don Domingo Silo Rodríguez.


Por José Obswaldo Pérez

A nivel de los medios de comunicación impresos, la muerte de la actriz Lucila Herrera Rachadell no transcendió a los lectores; pese a su trayectoria actoral pionera de la televisión venezolana (y supongo que de la radio), ya que ésta gran mujer trabajó muchísimos años en Venevisión hasta su retiro a comienzos de la década de los 80 del siglo XX. Sin embargo, su obra fue reconocida por artistas y seguidores de su talento.

Lucila Herrera Rachadell nació en Camatagua, estado Aragua, el 23 de agosto del 1913, hija de José Ramón Herrera Medina y de Rosa Rachadell Polanco, ambos naturales de San José de Tiznados y vinculados con familias de Calabozo, Villa de Cura y Ortiz. En este último lugar, su padre, José Ramón, fue farmacéutico y maestro de escuela. Vivió en la casa donde actualmente reside la familia Rodríguez Trujillo, en el cuadrilátero de la Plaza Bolívar, donde estuvo su farmacia. “Mi padre se la compro después “, me cuenta Domingo Silo Rodríguez, en un chat por Messenger.

Lucila Herrera, en la década de los 40, en una fotografía autografiada para su hermana América Herrera

A los 48 años de edad, Lucila casó en la Iglesia Parroquial la Aparición de Nuestra Señora de la Coromoto de la Arquidiócesis de Caracas, el 21 de octubre de 1961, con el actor Aquiles L. Guerrero, de 61 años de edad, oriundo de Santa Bárbara del Zulia, hijo de Éramos Guerrero y Teresa de Jesús Flores. Sin embargo, la pareja no dejo descendencia.

Cuenta su primo Domingo Silo Rodríguez que Lucila comenzó su actividad artística en la década de los años 40, cuando se inició en la radio, cantando tangos y haciendo radio novelas, época inolvidable que dio como resultado el florecimiento de muchas figuras que aunque se iniciaron como locutoras y locutores, luego despuntaron como excelentes actrices y actores. Tal es el caso de nuestra Lucila que trabajo en el teatro y luego pasa a formar parte del mundo televisivo, dónde realizó una labor bastante amplia. Más tarde, su interés se extendió a la labor gremial, un área en plena efervescencia durante aquellos años de la transición a la democracia y la dictadura. Así, participó en el Sindicato Profesional de Trabajadores de la Radio y Televisión del Distrito Federal y Estado Miranda (SPTRTVDFM). Figuró como secretario de Cultura y Propaganda en la Junta Directiva durante el periodo 1954-1955, con Luis Germán Meza como(Arcila Salvatierra, 2010).

A finales de los 50, Lucila debutó en la pantalla chica con la serie televisa Destinos cruzados (1959). Igualmente, formó parte del elenco de Radio Caracas Televisión (RCTV), participando en la obra Tiempo para la Angustia, protagonizada por Zoe Ducos y el galán argentino Enzo Bellomo, además de Tencha Bauzá, Alonso de Los Ríos, Renée de Pallás y Pedro Hurtado. La dirección artística estaba a cargo de Zoe Ducos y la dirección técnica la hacía José Fariñas. El coordinador era Miguel Toro. Entre otros papeles, interpretó a Mercedes, en la versión de Lucecita, protagonizada por Adita Riera y Humberto García. E igualmente participo en las series televisivas Soledad (1969), Esmeralda (1970), en el rol de Hortensia; Una muchacha llamada Milagros (1973), como Clemencia; Peregrina (1973), en el papel de Elvira; Rosángela (1979), María Fernanda (1981), como Mami; Andreína (1981), Ligia Elena (1982), Diana Carolina (1984), Sueño contigo (1987) y Amor de Abril (1988).

En su filmografía podemos destacar su participación en las películas venezolanas: Venezuela también canta (1952), Tambores en la colina (1956), donde participa con Enrique Faillace; Cuentos para mayores (1963), El raspado (1964), El pequeño milagro (1964), Bodas de papel(1979), donde protagonizó como la madre de Esther junto a Marina Baura. E igualmente, en la película No es nada, mamá, sólo un juego (1979).

Teatro Ford (Montserrat) César Castillo López, Lucila Herrera, Maria Escalona Jorge Reyes y José Poveda

LUCHADORA POR LA DEMOCRACIA

Quizás es poco conocido el rol político de esta venezolana en la lucha por la democracia. Fue simpatizante de AD, ayudando a sus dirigentes a resguardarse de la dictadura y de las garras de los esbirros de la Seguridad Nacional (SN). Refiere Domingo Silo que Lucila escondió en Caracas a su primo el villacurano Francisco [Pancho] Arteaga Pérez, quien era dirigente de Acción Democracia en Villa de Cura. “Cuando le pregunté sobre este episodio, ella me contestó que hasta lo disfrazo de vendedor de perro calientes”, nos recuerda Domingo Silo.

Al respecto, sobre Francisco José Arteaga (conocido también como Pancho), señala Oldman Botello que nació en San Luis de Villa de Cura, el 27 de septiembre de 1912 y murió en Maracay, en 1976; fue hijo de Francisco G. Arteaga y de la sanjosedeña Elvira Jacinta Pérez Rachadell. Contrajo matrimonio en Ortiz, en 1937, con Segunda Antonia Delgado Delgado, natural de La Unión, en Barinas, hija de Agapito Delgado y de María Eugenia Delgado. Falleció en Maracay, en 1976. También, Domingo Silo nos dice que Pancho fue el padre del reconocido transportista Evelio Ramos - a quien conocimos fraternalmente cuando ejercía la profesión de chófer de buseta por puesto-, producto de una relación con María Bendiga Ramos, hermana de la maestra Nelvia Ramos de Donaire (Botello, 2004;p.33; Rodríguez Trujillo, 2022). El niño Juan Evelio había nacido el 24 de junio de 1934 y fue bautizado en la Iglesia Parroquial de Santa Rosa de Lima de Ortiz, el 19 de marzo de 1935, siendo sus padrinos sacramentales Jorge Elías Nedder y doña Rosa de Berroterán.

Este Arteaga Pérez, me contó Arturo Rodríguez -entonces memorialista de Ortiz y padre de don Domingo Silo - fue el mismo que en los años 30 escribía en el periódico El Pampero, con el seudónimo de “Pancho el Gatea”. Esta publicación fue fundada por el bachiller Luis Acosta Rodríguez y el citado don Arturo, un septiembre de 1932. Eran aún días de la dictadura de Juan Vicente Gómez y la población vivía los últimos coletazos de la «fiebre española», una de las epidemias que remató a muerte, junto con el paludismo, aquella localidad llanera del estado Guárico. El periódico tuvo dos etapas. En la segunda, la dirección y la administración pasaron a manos de Vicente Loreto y de Pancho. También, destacaba Arturo que, en la primera etapa, salieron ocho o diez números y, en la segunda, se publicaron tan sólo dos ediciones.

El progenitor del niño Evelio Ramos vivió en esa década de los treinta en Ortiz, cuando el gobernador del Guárico era el general Juan Alberto Ramírez. En eso días había revuelo por el cambio de la capitalidad a Ortiz; y, según, el mandatario regional le había confesado a Nicanor, a Arturo y a Luís Acosta Rodríguez sus intenciones de mudar la capital de Calabozo a este pueblo.

Otros de las anécdotas de Lucila, me lo contó en vida don Chipilo Velásquez, en una larga conversación que sostuvimos mucho antes de la aparición de la pandemia del Covid 19 y que está última se lo llevó para no volver.” La última vez que la vi fue el 2006. Tenía creo que unos 90 años, en una reunión que tuvimos en Ciudad Alianza en la casa de nuestro primo Héctor Villasana Donaire”, rememora Domingo Silo.

Doña Lucila murió el 24 de enero del 2008, en el Estado Carabobo, a la edad de 94 años.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

ARCILA SALVATIERRA, DAVID (2010). Panorama cinematográfico a través de las Juntas Directivas del Sindicato Profesional de Trabajadores de Radio-Teatro-Cine-Televisión y afines del Distrito Federal y el estado miranda (1943-1980). Tesis presentada como requisito para optar al Grado de Licenciado en Artes. Mención Cine. Caracas: Universidad Central de Venezuela.

AGUIRRE, JESUS M Y BISBAL MARCELINO (1980). El nuevo cine venezolano. Caracas: Editorial Ateneo de Caracas.

BOTELLO, OLDMAN (2004). El linaje Fuentes Ceballos de Landazuri de Villa de Cura y sus entronques. Trabajo de incorporación como Miembro de Número del Instituto Venezolano de Genealogía. Serie Cuadernos de Genealogía.

RCTV(S/F). 25 años. Bodas de Plata de Radio años Caracas Televisión. Anuario. Edición publicada en Caracas por la planta televisiva.

RODRÍGUEZ, DOMINGO SILO (2024). Comunicación vía Messenger.

Aportes del capitán guariqueño, Francisco González a la Independencia del Perú


Este destacado soldado oriundo de Calabozo, hijo Simón González, y Leonada Hurtado, antes de transitar tierras peruanas en busca de la libertad suramericana, desarrolló su carrera militar en los primeros meses del año 1818, en momentos en que los patriotas iniciaran La Campaña del Centro


Por José Aquino

El Libertador Simón Bolívar, desde que asumió el liderazgo de la causa emancipadora, la concibió de manera integral. Desde la promulgación de la célebre Carta de Jamaica en 1815, ya presentaba sus intenciones de concebir la guerra de independencia como total, con el fin derrotar al imperio español en esta parte del continente americano, por tal motivo se preparó para establecer esta empresa, organizando un poderoso ejército con el fin cumplir con los objetivos propuestos. Después de la Batalla de Carabobo en junio de 1821, sus objetivos estaban propuestos en continuar su lucha emancipadora en Ecuador, Guayaquil y luego en Perú. Hasta estas tierras suramericanas se trasladaron muchos soldados venezolanos para liberar esos pueblos del imperio hispano.

Destacando la gran actuación de Antonio José de Sucre, Bartolomé Salón, Juan José Flores de los cuales la historiografía ha reseñado sus valiosos aportes a esta causa. En momentos en que estamos celebrando el Bicentenario de las batallas de Junín y Ayacucho que sellaron la independencia del Perú, acabando con el dominio del imperio español en esta parte del continente; es necesario sacar del olvido a muchos soldados que estuvieron en el esta cruzada independentista. Es una manera de reconocer la trayectoria castrense de guariqueños que empuñaron sus lanzas al servicio de la emancipación americana, detallando su amplia hoja de servicio por la libertad. Uno de estos soldados que salieron de las sabanas de Calabozo a estas tierras andinas, fue Francisco González

Este destacado soldado oriundo de Calabozo, hijo Simón González, y Leonada Hurtado, antes de transitar tierras peruanas en busca de la libertad suramericana, desarrolló su carrera militar en los primeros meses del año 1818, en momentos en que los patriotas iniciaran La Campaña del Centro, en estas tierras llaneras pertenecientes en ese tiempo histórico en la otrora Provincia de Caracas, cuando Simón Bolívar, emprendió la cruzada de sorprender al ejército realista comandado por el General Pablo Morillo, que ocupaba las principales localidades del centro de la Provincia de Caracas: Valencia, Turmero, Maracay, la Victoria .Pretendía el Padre de la Patria con esta cruzada, llegar triunfante a la ciudad de Caracas. El día 12 de febrero de ese lapso de tiempo, los patriotas vencen contundentemente a sus oponentes en las sabanas de Calabozo, obligando a sus oponentes a trasladarse a El Sombrero donde se le presentan hostilidades. Precisamente, es el momento en que al ingresó al contingente republicano encabezado por el general Manuel Cedeño en Calabozo (Vergara y Velasco, 1960) cuando Francisco González se alista a la tropa republicana. A pesar del descalabro de la Campaña del Centro para los independentistas en la Tercera Batalla de la Puerta, El Rincón de los Toros y la Laguna de los Patos, obligando al Libertador Simón Bolívar a desplazarse hacia Angostura y a José Antonio Páez a las sabanas del Apure con su contingente de llaneros.

Después de la desastrosa Campaña del Centro en 1818 para el bando republicano, Francisco González pasa a las órdenes del general Antonio Páez, con el grado de sargento. A pesar de tener un año en el ejército republicano, demostró su arrojo y bravura en el campo de batalla, al formar parte de le los 150 jinetes lanceros, realizaron la arriesgada maniobra en la cruzada de Las Queseras del Medio el 2 de abril de 1819 (Pàez,1867, p. 185) , acompañando a Juan José Rondón, Hermenegildo Mujica ,Julián Mellado entre otros lanceros al organizarse en siete grupos, con los cuales maniobran para engañar y derrotar a los 1200 miembros de la caballería enemiga comandada por el general realista Pablo Morillo (Aquino,2019). Siendo galardonado con la distinción “Orden de los Libertadores” por el Libertador Simón Bolívar el 24 de abril de 1819.

Luego de esta trascendente y valerosa acción militar de Las Queseras del Medio, este destacado prócer tomó parte en el contingente de soldados que conformaron el ejército patriota comandada por Simón Bolívar, que en el mes de mayo de 1819, salió de los llanos apureños para combatir en la Campaña de la Nueva Granada, adscrito al batallón Rifles a las órdenes del coronel británico Arthur Sanders. Soportó las inclemencias del tiempo por el periodo lluvioso en los llanos del Casanare, cuando realizaba la travesía y ascendió aguantando las bajas temperaturas en páramo andino de Pisba, para luego tomar parte en el enfrentamiento que tuvo lugar el 25 de Julio de ese año, en el sitio denominado Pantano de Vargas, donde los lanceros comandados por Juan José Rondón iniciaron la arremetida para nivelar la contienda y luego obtener la victoria a los independentistas en los tramos finales de la contienda. De igual manera, tuvo participación en la batalla de Boyacá, que dio la independencia a la hermana´ república de Colombia el día 7 de agosto ese mismo lapso de tiempo, con la cual obtuvo distinción :La Orden Boyacá, la segunda medalla en pocos meses por su alta capacidad para empuñar la lanza a sus enemigos en el campo de batalla.

Inmediatamente del triunfo patriota en las sábanas de Carabobo, el Libertador Simón Bolívar, emprende la campaña por la independencia suramericana .Uno de los contingentes seleccionados fue el batallón Rifles, donde este calaboceño estuvo adscrito a esta unidad militar; por tanto triunfó en Bomboná, el 7 de abril de 1822,obteniendo la distinción de Los Libertadores. Seguidamente realizó campaña en Perú, donde combatió en los decisivos encuentros bélicos de Junín y Ayacucho. En 1825, siguió en funciones militares en el Alto Perú, donde el Libertador Simón Bolívar le otorga su ascenso de alférez, como integrante del Regimiento” Granaderos a Caballo” (Dávila, 1924, p, 200). En1828, este destacado soldado guariqueño, recibe del General Juan José Flores, y en 1829, su ascenso al grado de teniente, y la medalla del gobierno peruano Busto del Libertador, por sus servicios prestados a la causa independentista en esa parte del continente sudamericana. Durante la presidencia del General Rafael Urdaneta en la Gran Colombia en 1830, recibe el ascenso al grado de Capitán; luego decide retirarse de la institución castrense en 1831, al servir a la Patria durante 13 años. En 1833 retorna a la región llanera, y se instala en El Rastro, allí contrae nupcias con Leonardo Hurtado. Decide reincorporarse al ejercito de la República en el año 1834.Durante ese lapso combate al movimiento reformista, que le dio un golpe de estado al doctor José María Vargas, entre junio de 1835 y marzo de 1836;para el año 1837,renuncia la carrera militar para dedicarse a las actividades agropecuarias en tierras calaboceños, hasta su deceso en1860.

REFERENCIAS BIBLIOGRÀFICAS

Aquino H, José M (2019).Bicentenario de la Batalla de las Queseras del Medio. Revista Fuego Cotidiano.

Bencomo Barrios, Héctor (2004).Héroes de Carabobo .Ediciones de la Presidencia de la República .Caracas.

Dávila Vicente, (1926). Diccionario Biográfico de ilustres Próceres de la independencia Suramericana. Tomo I

Da Silva, Miguel (2018), Próceres de Carabobo.www Carabobo en sus Personajes. Periodo de La independencia. Calaméo .con .Brooks

DE Armas Chitty. (1982). Historia del Estado Guárico. Ediciones de la Presidencia de la República

-_____________. (1978), Historia del Guárico (1807-1874).San Juan de los Morros. Impreso en los Talleres de Gráfico los Morros. Tomo II.

Escala, Javier y Maita, José (2024), La Campaña Libertadora del Perù, 1823-1826. http://www.elperroylarana.gob.ve/wp-content/uploads/2024/08/LA-CAMPANA-LIBERTADORA-DEL-PERU.pdf

Estévez G, Edgard (2007), Batallas de Venezuela 1810 1824.Editoial.C SA. Caracas.

Franceschi, Napoleón y Domínguez Freddy (2020), Antología Documental para el estudio de la Historia de Venezuela 1776-2000.Universidad Metropolitana .Caracas-Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Cultura (2018). Correo del Orinoco 1818-1821. Fundación del Centro Nacional de Historia: Caracas

Páez, José Antonio (1867) Autobiografía del General Páez. Reedición de Petróleos de Venezuela en colaboración con la Academia Nacional de la Historia Caracas: Venezuela, tomo I.

Vergara y Velasco, Francisco Javier (1960).1818 Guerra de Independencia. Bogotá: Editorial Nelly. .

La última estirpe de los Loreto Paul

—Así fue que conocí a Antonio Loreto, uno de los hombres ganaderos entre los más ricos de la zona— me dijo Pantoja,  quien era natural de Cojedes, pero vecino de San Francisco de Tiznados.


La foto corresponde a Doña Agueda Paúl Navarrete y su esposo don Antonio Jacinto Loreto. La misma quizás fue tomada en Villa de Cura, donde tenían propiedades, según nos cuenta doña Ligia Rodríguez Loreto de Baloa, nieta de la pareja.

Por José Obswaldo Pérez

Una tarde, como cualquiera, escuchamos la historia familiar de don Antonio Jacinto Loreto Arana, mientras yo bebía cerveza, sentado bajo la fronda de un viejo mamón en Las Delicias de San Antonio. Oíamos a don Félix Pantoja, quien nos sorprendió con su relato memorioso. El anciano, encorvado y con un cuchillo terciado a la cintura,  me dijo el día en que llegó a Cumboto, una  fundación de  los Paúl, donde la vista se perdía en la inmensidad verde tierno en el bajío de Tiznados.
—Aunque no estoy solicitado a nadie, aquí siempre hay trabajo—,  le dijo Antonio Loreto a Félix Pantoja,  el joven muchacho que buscaba empleo hacia la segunda década del siglo veinte, en los hatos vecinos de San Francisco de Tiznados.
En aquella inmensa extensión de llanura despejada, tendida desde el naciente hasta el sur, entre la Mata de Paradero, en línea recta a las juntas del caño Juan González o El báquiro, lindando por el norte y el poniente con el río Tiznados, estaba la posesión Cumboto, que era una legua de tierra más o menos. Allí vivieron los Loreto Paul. Pareja descendiente de prosapios linajes orticeños y tiznaeños que se extienden entre los siglos diecisiete y dieciocho (XVIII y XIX).  Todas dedicadas a la actividad económicas, especialmente, a la cría y venta de ganado.
—Así fue que conocí a Antonio Loreto, uno de los hombres ganaderos entre los más ricos de la zona— me dijo Pantoja,  quien era natural de Cojedes, pero vecino de San Francisco de Tiznados.

Don Antonio Jacinto Loreto Arana era un hombre blanco, de ojos negros con un marco de cejas negras y delgadas como dos caminos que se bifurcan en sus confines. La cara larga y los rasgos duros y rectos dibujaban su carácter y su fisonomía autoritaria. Era un buen jinete en su caballo de viento en el galope del alba que se perdía en la lontananza.

—Yo llegue a ser su capataz y manejar las siete estaciones de aquella inmensidad de tierras. Digo, aquella inmensa fortuna que, después, vi desvanecerse como el agua en manos de sus descendientes.

Por un rato, todos oíamos a don Pantoja, en silencio, con respeto y atentos a su relato, el cual contó con voz pausada, sonora, clara e hinchada de orgullo en los pasajes más resaltantes del aquel personaje que había conocido en Cumboto.

Don Jacinto había nacido en Santa Rosa de Lima de Ortiz, en 1866 y falleció a los 78 años de edad en la misma parroquia, donde fue sepultado el 25 de abril de 1944. Fue hijo de  don Carmelo Sinforoso Loreto Ramos  y de Ana Juliana Arana Bolívar. Sus abuelos paternos fueron don Antonio Loreto y Osorio y doña María Isaac Ramos y los maternos: don Asunción Arana y doña Felipa Bolívar.

Mientras, su esposa Águeda Epifanía fue hija de don Felipe Fermín Paúl Navarrete y de doña Trinidad Navarrete Gómez. Nació en Ortiz, en 1883; recibió educación primaria en la Escuela de Señoritas que regentó el párroco doctor Juan Bautista Franceschini, un sacerdote francés originario de la Isla de Córcega, Francia,  designado párroco de nuestra Iglesia Parroquial Santa Rosa de Lima, en noviembre de 1877.

Los abuelos paternos de doña Águeda fueron don Juan Antonio Paúl Almeida y doña María Eusebia de la Concepción Navarrete y Pereira. Mientras los maternos: don Juan Feliciano Navarrete y doña María Eusebia Silvestra Gómez.

 


Una boda familiar

El matrimonio civil de los esposos Loreto Paúl se celebró en Ortiz, el 30 de septiembre de 1901. El acto se realizó en  el Salón de Sesiones del Concejo Municipal del Distrito Roscio, en una ceremonia nocturna presidida por el presidente del Ayuntamiento, el general Nicanor Arturo Rodríguez Moreno, y el secretario de la Cámara Municipal,  el presbítero Moreno Matute. Fueron testigos de la boda las señoras Teolinda Paúl de Rodríguez y Dolores  de Rodríguez y los señores Pedro Pablo Rodríguez y Antonio María Rodríguez, ambos hermanos y comerciantes. El último estaba residenciado en Valencia. Igualmente, los apoderados de la boda los esposos Andrés Antonio Hurtado y Trinidad Loreto de Hurtado. Del casorio Loreto Paúl, al menos, hubo seis hijos, cuatro hembras y dos varones que no llegaron a la adultez:

La primera fue Cristina, quien nació el 11 de enero de 1905 y falleció en 1981. Casó con el sanjosdeño don Ernesto Rodríguez Medina, hijo del intelectual José Ángel Rodríguez Trujillo, natural de Ortiz y de doña Virginia Medina, sanjosedeña. De este matrimonio nacieron: Carmen Josefina, Teresa de Jesús, José Avelino, Margot Lourdes, Mercedes Josefina, Ernesto José, Cristina Ramona y Ligia Josefina Rodríguez Loreto— la única que sobrevive de esta familia—. Esta última viuda de Vicente Baloa Báez y madre de nuestro amigo y compadre, el primogénito Ernesto Baloa Rodríguez.

La segunda, Carmen Dolores. Nació el 1 de julio de 1906 y se esposó en la Iglesia Parroquial de Ortiz,  el 30 de octubre de 1925, con Cristóbal María Gómez Pérez, hijo legítimo de Francisco Antonio Gómez y de Joaquina Pérez, natural y vecino de San Luis de Villa de Cura. Con descendencia.

La tercera, Francisca Antonia, quien nació el 16 de enero de 1909 y contrajo matrimonio en la Iglesia Parroquial de Ortiz, el 30 de octubre de 1925, con Marcos Tobías Polanco, reconocido transportista de Ortiz. De esta unión fue Elba Lourdes Polanco Loreto, nacida el 13 de abril de 1935.

El cuarto, Felipe Antonio Loreto, vino al mundo  el 27 de agosto de 1911 y fue bautizado el agosto de 1912. Fueron sus padrinos Carmelo Loreto y Teodolinda Navarrete. No llegó a la adultez.

El quinto, Francisco Antonio Loreto, nacido en San José de Tiznados, el 4 de octubre de 1913. Y el sexto, Nicolasa Beatriz Loreto Paúl. Nació el 6 de diciembre de 1914. Fueron sus padrinos Carmelo Loreto y Beatriz Rodríguez de Rodríguez. Casó en la Iglesia Parroquial de Ortiz,  con Antonio Pulido. De este matrimonio fue Ramón Antonio Pulido Loreto, quien nació el 24 de enero de 1936.


Los bienes de doña Águeda

Doña Águeda fue propietaria de la Posesión Cumbote, en San José de Tiznados, la cual le perteneció a su padre por compra que hizo, según documento registrado en el Registro del Distrito Roscio, el 29 de abril de 1912 y que heredó por partición de herencia. Igualmente, con la muerte de su esposo adquirió varias propiedades y derechos de tierras en la parroquia tiznaeña como parte de la sucesión matrimonial, el 26 de octubre de 1944. Entre estos bienes se encontraban: Barrancas Pereñas (cinco leguas y media) que compró don Antonio Loreto el 14 de marzo de 1929; una legua de tierra en la Posesión Barrancas Arañeras que su marido obtuvo el 10 de octubre de 1932; cuatro derechos de tierra en la posesión Paja Brava y así mismo cinco derechos en el sitio denominado Corral Viejo.

Por otra parte, el 29 de abril de 1945, doña Águeda Paul de Loreto había comprado a su hija Francisca Loreto Paul de Polanco,  todos los bienes, derechos, acciones y bienhechurías de la Posesión Las Palomas, que le fueron adjudicados por herencia como hija legitima de Antonio Jacinto Loreto. Esta posesión estaba compuesta por una legua y tres cuarto de otra. E igualmente, otra porción de tierra en la Posesión El Zamuro, sitio El Amparo, también en la parroquia San José de Tiznados.

En 1953, doña Águeda Paul vende todas estas propiedades a los señores Faussaint Marozzani y Fernando Rojas Marroqui por la cantidad de 150 mil bolívares.

 

Fuentes consultadas

CONCEJO MUNICIPAL DISTRITO ROSCIO (1901).Matrimonios. Folio 68.
RODRÍGUEZ MIRABAL, FERNANDO (). El matrimonio Rodríguez Loreto (Ortiz, 1920). San Juan de los Morros: Diario El Nacionalista, p.4
VISO GONZALEZ (2022),Luis Eduardo. Algunas Familias de la Villa de Todos Los Santos de Calabozo. En: Geanet.com.