La revista Cuadernos de Historia

Por Arturo Álvarez D´ Armas

Publicación cuatrimestral editada en Caracas por la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela. Su director era el profesor Manuel Rodríguez Campos. El Consejo de Redacción estaba compuesto por los docentes Josefina Bernal, Elías Pino Iturrieta, Manuel Caballero y Arístides Medina Rubio. La Secretaria Ejecutiva la ejercía Cesia Ziona  Hirsbbin. Los corresponsales: Orlando Monsalve y Alí López (Universidad de los Andes), Germán Cardozo (Universidad del Zulia) y Elis Mercado (Universidad de Carabobo). Los cuadernos tenían mucha relación con el Instituto de Estudios Hispanoamericanos y la Escuela de Historia de la UCV.

Este índice se realiza en base a los dos primeros números que tengo en mi poder.
Cuadernos de Historia. Caracas: N° 1, Septiembre 1982. 104 p.

“Presentación”. Pp. 3-6.
PINO ITURRIETA, Elías. “Los presos de la Semana del Estudiante de 1928”. (Entrevista al Doctor Isaac J. Pardo, realizada por Elías Pino Iturrieta). Pp. 9-37.
SEGNINI, Yolanda. “Gaceta de América”. (Entrevista al Doctor Inocente Palacios, realizada por Yolanda Segnini, julio de 1981). Pp. 39-47.
KEY SÁNCHEZ, Fernando. “La Primera Tesis Agraria del Partido Comunista Venezolano (1931)”. Pp. 51- 70.
“Institutos de Estudios Hispanoamericanos y de Antropología e Historia”.            Pp. 73-79.
“Escuela de Historia”. Pp. 81-84.
“Primer Congreso Venezolano de Historia”. Pp. 87-92.
“Tercer Centenario de la Publicación de las Leyes de Indias”. P. 92.
“Encuentro de Historia Regional Propuesto”. Pp. 92-93.
MEDINA RUBIO, Arístides. “Ciro Caraballo Perichi: Obras Públicas y Mensajes…” Pp. 97-99. Firmado: A. M. R.
MEDINA RUBIO, Arístides. “Luis González y González: Nueva invitación a la Microhistoria”. Pp. 101-103.

Cuadernos de Historia. Caracas: N° 2, Noviembre 1983. 153 p.
MEDINA RUBIO, Arístides. “Teoría, fuentes y método en Historia Regional”.       Pp. 5-30.
CARDOZO GALUÉ, Germán. “Maracaibo y su región histórica”. Pp. 31-48.
HERNÁNDEZ BAÑO, Adrián. “¿Dónde fundo Ojeda al establecimiento de Santa Cruz?”. Pp. 49-57.
Instituto de Estudios Hispanoamericanos“Historia de la Región Barquisimeto-San Felipe y comarcas adyacentes”. Pp. 59-67.
VERACOECHEA, Ermila de. “Comentarios sobre la Provincia de Barquisimeto”. Pp. 71-74.
RODRÍGUEZ CAMPOS, Manuel. “Críticas a una Historia del Estado Miranda”.    Pp. 77-117.
“Programas de Actos Conmemorativos del Bicentenario de El Libertador Simón Bolívar”. Pp. 121-124.
“Curso de Ampliación sobre la Emancipación  Venezolana y la Obra de El Libertador”. Pp. 125-126.
“Nuevos Programas de Maestría en Historia”. Pp. 127-129.
“I Jornadas de Investigación (2-4 de Diciembre de 1982). Consejo de Investigación de la Facultad de Humanidades y Educación”. Pp. 131-133.
SANTAELLA YEGRES, Ramón. “Región y localidad geoeconómica dependiente”. Pp. 137-139.
MEDINA RUBIO, Arístides.. “Economía y poblamiento en Barinas (1577-1810) de Virgilio Tosta”. Pp. 141-143. Firmado: A. M. R.
“Oposición ciudad-campo en Venezuela de Agustín Blanco Muñoz”. Pp. 145-146. Firmado: M. V. L.
YEPEZ COLMENARES, Germán E. “El Capital y su espacio de Alain Lipietz”. Pp. 147-149. Firmado: G. E. Y. C.
“Libros publicados o en prensa del personal de los Institutos Estudios Hispanoamericanos y de Antropología e Historia”. Pp. 151-153.
Zona de los archivos adjuntos
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Jorge Washington : Yo, el aventurero

Jorge Washintogton Cabrera/ Foto JOP
Por José Obswaldo Pérez

Sí, me llamo Jorge Washington Carrera Andrade, nací el cinco de mayo de 1934, en Guayaquil, Ecuador. Mis padres fueron Carlos Carrera y María Andrade. Tengo ochenta y un años. Soy abuelo y aún trabajo. Los fines de semana me tomo las cervezas en El Portón de Cheo. Allí, en aquel bar converso con mis amigos, escucho música y me río de las cosas de la vida.

A veces la nostalgia me atrapa en mi Guayaquil. ¿Qué te cuente mi piropo por el norte?

Bueno, llegué a Estados Unidos, cuando tenía 15 años. Tenía ganas de conocer y me fui a casa de una hermana que se había casado con un gringo. Pero no me lo lleve bien con sus hijos. Eran malcriados y pienso que los norteamericanos crían mal a los muchachos. Eso fue lo que pasó. Me echaron de la casa el día que cachete a uno porque me insulto. Yo vivía en Nueva York y me fui a Manhattan a trabajar en una factoría, donde laboraba en dos turnos. Al año me vine, de nuevo a Guayaquil.

Me puse a trabaja. Luego me inscribí en servicio militar y tres años después me comprometí con una chica guayaquileña y me casé. Ella se llama Ana Cordero, con quien procreé dos muchachos. Ahora mayores y también casados. Pero mis deseos de conocer y buscar otras oportunidades me llevaron a Venezuela. Invite a mi esposa a que me acompañara, pero se negó. Creo que influida por sus padres ⦋⦌.
De Guayaquil a Puerto Viejo llegué como turista a este país y espere por cinco años a que mi esposa se convenciera de venirse para acá. Bueno, ella decidió quedarse. Ya yo tenía cuarenta años cuando entré a Venezuela. Y aquí me quede y con mi permanencia comenzó una nueva historia, aquí me casé de nuevo y tuve cuatro hijos más.

Sí, como no. Soy un aventurero y como te dije, entré como turista; tenía visa por treinta días que renovaba. ¿Mi decisión de venirme a Venezuela? Bueno, yo conocía aquí un amigo paisano que se llamó Don Pedro Quista, quien estaba establecido en Caracas y quien me informó que estaban buscando albañiles para trabajar. Fue una gran oportunidad para mí.

En 1965 llegué a La Vega, Caracas. Allí conocí a Don Pedro Fajardo, un adeco quien era maestro constructor. Gracias a Don Pedro Quista me dio trabajo y me ubicó en varias construcciones. En Junquito, El Cafetal, 23 de Enero, El Valle, Coche, Cochecito. Así que me quede en Venezuela, pero estaba ilegal. Cuando se me venció la visa fui al Consulado. En dos oportunidades pude renovarla y mantenerme como turista; pero, en la tercera vez, me agarraron mi pasaporte y me pusieron una equis roja. Debía abandonar el país.

- Yo de Venezuela no me voy. Ya yo me quedé aquí, yo me quedo - le dije a un funcionario del Consulado.

Entonces, en Caracas, fue cuando conocí a la abogada Omaira Terciel, vinculada con Carlos Andrés Pérez. Ella me propuso realizar unos trabajos en Mariara, estado Carabobo. Construir unos galpones. Yo aproveche para contarle mi situación irregular en el país. Durante los meses que estuve en condición ilegal tenía que andar con los bolsillos llenos de plata, llenos de billete. Cada oportunidad que la Guardia Nacional me encontraba tenía que aflojar plata. Yo ya estaba obstinado. La doctora Terciel me oyó y me prometió ayudarme.

Sin embargo, la señora no me arregló los papeles. Trabaje con ella durante un año y construí dos galpones, cada galpón de 150 metros de largo por cincuenta de ancho. Aunque me pagaba yo decidí dejar el trabajo y marcharme. Durante ese tiempo en Mariara, me había metido a vivir con Cecilia Landaeta, hoy fallecida.

Simón Muñoz Armas: Académico y científico guariqueño… (Tucupido-Estado Guárico, 21-12-1930—-Caracas, 17-07-2016).


FELIPE HERNÁNDEZ G.
Cronista Oficial del Municipio Leonardo Infante/ UNESR
felipehernandez457@yahoo.com

Recientemente a los 85 años cumplidos, murió en la ciudad de Caracas el reconocido médico, Simón Muñoz Armas, destacado médico, académico y científico guariqueño y venezolano nacido el 21 de diciembre de 1930 en Tucupido, población donde realizó sus estudios primarios; para luego acompañar a sus padres y hermanos cuando deciden trasladarse a Caracas para que sus hijos pudieran continuar sus estudios secundarios y posteriormente universitarios. Y así fue. Simón realizó la educación media en el Liceo “Andrés Bello” de Caracas.

Fueron sus padres, Simón Muñoz y Josefa Armas de Muñoz. Su núcleo familiar está compuestos por siete hermanos, entre ellos el reconocido político Freddy Muñoz Armas, uno de los fundadores del partido político Movimiento al Socialismo (MAS) en 1971. Fue casado con la también tucupidense, María Rodríguez, con quien procreó cuatro hijos: Mercedes, Rafael, José Manuel y Juan Simón Armas Rodríguez. Además, fue padre del Dr. Simón Muñoz Jiménez.

Egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, se especializó en cardiología y en el estudio de enfermedades del corazón como la fiebre reumática y la cardiopatía congénita. Luego de culminar sus estudios en la UCV, concursó y obtuvo una beca para especializarse en el estudio de las cardiopatías congénitas en el Hospital For Sick Children, en Toronto Canadá. En ese centro hospitalario adquirió experiencia en lo relativo al control y prevención de las cardiopatías congénitas.

Simón Muñoz es reconocido no sólo en el gremio médico, sino también en el académico universitario a nivel de pre y postgrado. Se dedicó durante más de cinco décadas a la docencia y la práctica médica. En 1990 fue electo Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela y Rector (1992-1996) como máxima autoridad de esa alta casa de estudios.

Su trabajo en esa institución dejó sus huellas las cuales persisten a pesar del tiempo. Su paso por el decanato y por el rectorado fue una gran oportunidad porque junto con su equipo pudo realizar cambios y adelantar acciones que desde que era estudiante aspiraba para la transformación y modernización institucional. También se desempeñó como miembro del Consejo Superior del Conacit y presidente de la Sociedad Venezolana de Cardiología. Durante su carrera, escribió varios libros, ensayos y artículos sobre: Cardiología Pediátrica, Cardiopatías Congénitas, Embriología Cardiaca, Fiebre Reumática y Cardiopatía Reumática, Epidemiología Cardiovascular y Educación Superior. Entre ellos destaca su libro “La Universidad como destino”, en el que se recogen algunos de los discursos pronunciados durante el período de su gestión rectoral…

En su natal Tucupido, al Dr. Simón Muñoz se le recuerda y se le reconoce, la principal avenida de la ciudad le tiene como epónimo desde los años noventa aproximadamente. Dicha avenida inicia en las inmediaciones del arco donde se lee: “Bienvenidos al Granero del Guárico” hasta la salida hacia Zaraza…

18 de julio de 2016.

Semblanza de Espino. Año 1881


FELIPE HERNÁNDEZ G.
A comienzos de 1983 el Dr. Ramón J. Velásquez fue designado por el Congreso de la República de Venezuela de ese entonces para realizar una obra colectiva: “Venezuela: 1883”, a ser editada dentro del Programa de Celebración del Bicentenario del Natalicio del libertador Simón Bolívar. Con “Venezuela: 1883” se quería tener un punto de referencia con relación a la trayectoria recorrida por el país en un siglo, los cambios del paisaje, las modificaciones de la sociedad, las transformaciones de su economía, las transformaciones del estilo político, el avance cultural, analizados por calificados expertos. Entre esos expertos se contó con la colaboración del Dr. Pedro Cunill Grau, quien escribió la obra “El País Geográfico en el Guzmanato”. Una interpretación del paisaje regional en el Centenario del Nacimiento del Libertador (1984) Ediciones del Congreso de la República. Caracas.

En el proceso histórico que relata, expone que... Valle de la Pascua irradia influencia hasta las riberas del Orinoco, partiendo de esta población por un camino que le une con Espino y el transpaís orinoqueño en Parmana. Espino y los caseríos dispersos hasta la fachada del Orinoco cuenta con 2.190 habitantes, siendo zonas de ganadería extensiva. Algo marginalizado está en ese Año del Centenario el poblamiento de los 515 habitantes de Altagracia de Iguana y vecindarios de Santa Rita, Aracay y Las Peñas, donde conucos de subsistencia complementan la ganadería, caza y pesca.

Miranda y Aragua

Por Oldman Botello


Se está escribiendo y hablando sobre el bicentenario del fallecimiento en el arsenal de La Carraca, del generalísimo y ahora almirante en jefe, Francisco de Miranda (a algunos diputados de alguna legislatura guariqueña, que no la presente, dispusieron que el municipio cuya capital es Calabozo se llame Sebastián Francisco de Miranda, que es su filiación completa, pero nunca usó, como se puede ver claramente en su firma en el Acta de Independencia. Es que esta gente nunca busca asesores.

Francisco de Miranda, cuyo nombre está inscrito en el intradós del Arco de la Estrella de París al lado de otros grandes, tiene diversas vinculaciones con Aragua. Desde el 19 de mayo de 1812 se hallaba en Maracay, en la hacienda La Trinidad, vía El Limón, inmueble en completa ruina hoy día, pese a tantos homenajes y conmemoraciones. Allí le acompañaban entre otros: Antonio Muñoz Tébar, secretario de Estado y Relaciones Exteriores, muerto en Aragua en La Puerta en1814; José de Sata y Bussy, Juan Germán Roscio, Talavera, José Vicente Mercader, Francisco Esteban Ribas, pariente de José Félix; y el inefable Juan Fernández de León, marqués de Casa León, dueño de la casa y hacienda; otras veces se reunían en la casa de la hacienda Piñonal, la más grande de la ciudad y propiedad del prócer Luis López Méndez.

Miranda despachaba desde La Trinidad una tras otra la correspondencia a numerosos amigos y correligionarios y hasta Bolívar, que terminaría echando del país a Miranda, le escribió en 1812, luego del abandono de Valencia, donde permanecían alzados los canarios: “Yo he sacado estos pueblos del abatimiento en que estaban. Espero lograr lo mismo con las tropas. Contésteme usted a La Cabrera dando las órdenes que tenga a bien. Su súbdito y amigo, Bolívar. Me parece que usted hará un bien indispensable con presentarse por estos países. Ut supra” Los países eran los pueblos de Aragua y Carabobo.

Luis López Mendez a comienzos del siglo XIX era propietario de la rica hacienda Piñonal. Casó con una maracayera, María Francisca Da Costa Romero y al enviudar contrajo nuevo matimonio en 1800 con la caraqueña Josefa María Rodríguez Núñez y Miranda, prima suya y sobrina del generalísimo Miranda, pues su madre era hermana del prócer. Fue su descendencia con esta última, Antonio y María Rosario López-Méndez Rodríguez-Núñez, casada con Victoriano Amitesarove. Por el ADN de uno de sus descendientes, en el gobierno de Chávez se buscaron las cenizas de Miranda en el arsenal de La Barraca. El único hijo de los Amitesarove-López Méndez, José María, nació en Maracay en 1830.

La primera estatua levantada al generalísimo Francisco de Miranda en Venezuela fue la de Villa de Cura, figura pedestre, obra original del escultor Rafael de la Cova e inaugurada cuando dicha ciudad era capital del estado Miranda en 1895 y el presidente del estado el general Ignacio Andrade, que de esa ciudad saldría a la Presidencia de la República, como Crespo anteriormente.

Miranda falleció preso en La Carraca el 14 de julio de 1816, en pleno aniversario de la Revolución Francesa, donde participó. Fue a causa de una apoplejía, lo que es lo mismo un accidente cerebro vascular. Fundador de la masonería en Venezuela, no dejaron de castigarlo los curas post-portem. Pedro José Morán, que acompañó al prócer en sus últimos momentos, escribió a otros amigos de Miranda, los comerciantes Duncan Shaw y Compañía de Londres, lo siguiente: “En esta fecha, a la una y cinco minutos de la mañana, entregó su espíritu al Creador mi amador señor Don Francisco de Miranda. No se me ha permitido por los curas y frailes le haga exequias ningunas, de manera que en los términos que expiró, con colchón, sábanas y demás ropas de cama, lo agarraron y se lo llevaron para enterrarlo; de seguidas vinieron y se llevaron todas sus ropas y cuanto era suyo para llevarlo”. Tenía 66 años de edad. En tiempos de Pérez Jiménez fue echada abajo su casa natal, airosa, alta, de ventanales, en el centro de Caracas. Hombre admirable por mil títulos.


oldmanbotello@hotmail.com

Los orígenes de “El Socorro”. Sus primeras escuelas y maestros

Manuel Vicente Soto Arbeláez.


Dice el Prof. J. A. de Armas Chitty que “entre los dieciséis principales pobladores que habitaban la zona pecuaria aledaña a Tucupido, Manuel Martínez de la Guardia era quien tenía trece esclavos y le seguía José Francisco Hernández en el hato El Socorro, (actual pueblo de El Socorro), que tenía 140 vecinos”(..). La referencia del historiador está basada en la matricula eclesiástica efectuada en 1791 por el cura de Chaguaramal de Perales Manuel Antonio Arbeláiz Berroeta del Peral; pero es interesante anotar que esta alusión es una de las primeras que se estampan señalando categóricamente la existencia de un caserío en lo que hoy constituye el Municipio El Socorro. Alrededor de la casa principal del hato de Hernández había 23 viviendas con un total de 140 habitantes, siendo 17 de ellos esclavos. Este hacendado era inmensamente rico si lo medimos por el número de esclavos que tenía en el Fundo y en Chaguaramal de Perales, donde en 1788 acusaba tener 13 de ellos, para un total de 30. En esa época el poder económico estaba representado por las leguas de tierra medidas y el número de negros que pudiera contabilizarse en posesión de un solo hombre, y nadie tenía más que nuestro personaje.

En la investigación que he efectuado de viejos papeles cronicales, José Francisco Hernández se presenta con una personalidad enigmática. En algunos documentos se hace llamar Don Juan de la Guardia, manifestando estar casado con Bárbara Arveláiz Berroeta y ser padre de José, María, Manuela, Petronila y Rita Hernández Arveláiz. Unos 95 años después este hato pasó a ser “municipio” con la denominación de Urbaneja. El Dr. Adolfo Rodríguez Rodríguez reporta la fecha del 16.11.1875 para tal creación político territorial.

A finales del siglo XVIII el Fundo y las casas de los pisatarios pasaron a manos del súbdito español Félix Bernabé Fernández, quien murió en Puerto Piritu al inicio de la Guerra de Independencia. Después de la creación de la República de Colombia el caserío comenzó a crecer con la llegada de familias enteras. Algunas de ellas fueron los Camacho, Velásquez, Barberi, Silveira -estos vinieron de Aragua de Barcelona- y Gómez. Mucho después aparecieron los Córdoba, Rojas, Valderrama y Veitía. El Obispo Salustiano de Calabozo Mnsr. Salustiano Crespo creó oficialmente la parroquia eclesial de El Socorro el 14.10.1882; pero ya antes, en 1879, el Vicario del Unare Dr. Alberto González Pérez (natural de Ortiz), había firmado las capitulaciones para desmembrar a las parroquias de Santa María y Zaraza, nombrando como cura propio del Beneficio al anciano canario Pbro. Fray Marcos Molina, Dominico exclaustrado, llegado a Venezuela en 1839 y coadjutor en Tucupido para el momento de la creación aludida. Parte de esta zaga histórica documental se encuentra plasmada en un bello documento -cuya copia oficializada poseo-, elaborado en Tucupido el 15 de Agosto de 1879, con un anexo de manera de contrato en el cual el nuevo Vicario del Unare, padre zuliano Benjamín Valbuena, firma con Fray Marcos Molina las condiciones bajo las cuales ejercería su ministerio en El Socorro. El fraile dominico conocía muy bien al caserío y a su gente, puesto que desde 1868, siendo párroco de Tucupido iba con regularidad a El Socorro a efectuar bautizos, que asentaba como separata de los libros ad-hoc de esa parroquia (Tucupido). De esas separatas se puede sacar mucha información sobre El Socorro de los 1860s y 70s. En 1890 murió el bueno de Molina, pero antes construyó la iglesia y el cementerio. En la población se le recuerda todavía, pues una de sus calles principales lleva su nombre.

La primera escuela privada fue creada por don Antonio Silveira. En 1905 el Br. Rafael González Udis creó otra para varones. En 1910 el municipio tenía dos escuelas unitarias públicas, la de varones dirigida por Pablo Vicente Corado y la de niñas dirigida por la poetisa y fina prosista, señorita Concepción Rodríguez. En la memoria y cuenta que presenta el Ministro de Instrucción Pública al Congreso Nacional en 1886, se reporta la creación de la escuela unitaria # 797, siendo su preceptor Tomás F. Castro, con sueldo de Bs. 100 y una asignación de Bs. 5 para gastos.

MVSA, E-Mail: manuelsotoarbelaez@hotmail.com