Educación

Entre moderados y radicales: contextualizando la educación venezolana

A principios del siglo XX, Venezuela, entre el período 1908-1935, vive los clamores de un cambio en el orden político, social, económico, cultural, científico y educativo, en razón a que lo hecho, lo actuado no colmaba las aspiraciones de la sociedad.

La sociedad siempre ha aspirado un debate educativo
por Aura Marina Betancourt

Cuando hablamos de educación nos referimos a un concepto y un acontecimiento (Guédez, 1987), es una idea y una realización que se implica en una dinámica dialéctica y problematizadora, es una significación y una praxis que vivifica la posibilidad de llegar a ser persona humana, y en palabras de Sarramona (2000:14), “la educación es un bien, vinculada a la idea de perfeccionamiento”. Desde ésta óptica se ha construido y estructurado una matriz-manera de entenderla y explicarla, de puntualizarla y connotarla generado planteamientos y perspectivas, proyectos y propuestas, concepciones y teorías en el decurso histórico-pedagógico, traduciéndose en una pluralización de posiciones y orientaciones que de alguna manera recogen ideas.

A principios del siglo XX, Venezuela, entre el período 1908-1935, vive los clamores de un cambio en el orden político, social, económico, cultural, científico y educativo, en razón a que lo hecho, lo actuado no colmaba las aspiraciones de la sociedad. En lo educativo, a pesar de que se dieron las bases para la estructuración-armazón de un sistema escolar moderno y los criterios-normas para el manejo de la educación (Carvajal, 1998: 134), se pedía una reforma que atendiera la inadaptación de la educación pública, en la que se debía considerar el problema del analfabetismo y las necesidades sociales, el problema de la cultura y la formación científica, escuelas y maestros, recursos y reorganización. El renovar de la educación tenía que discurrir, en palabras de Luis Beltrán Guerrero (1936), hacia la formación del pueblo, porque mientras no se educara para ejercer su función de ciudadanía, la aspiración unánime de los venezolanos, el problema de la República, no podría ser nunca una realidad viva (Guerrero, 1936. Cit. en Fernández H., 1988: 46).

Dentro este marco, la educación venezolana vive, a partir de 1936, esfuerzos y acciones de búsqueda de nuevos caminos para dar una mejor calificación al proceso educativo. La preocupación y el interés por el acontecer educativo venezolano permitió la expresión de ideas, voces y palabras, de exhortación a la rectificación, a un renovarse, a la innovación y a la reforma, que encontraron inspiración cuando se dio inicio en 1936, a lo que se ha denominado “proceso modernizador del país” (Abad, et. al, 1980).

Este proceso modernizador, en sus comienzos, abarca el período que transcurre de 1936 a 1958, con una dinámica histórica particular caracterizada por “Zigzagueos y rupturas políticas” que repercuten en lo educativo al impregnarle el “sentir ideológico” del gobierno de turno, a pesar de la orientación y del concepto emergente-dialéctico de una educación como producto y hacer de la sociedad, que ponen de manifiesto tres tendencias diferenciadas, a saber: Tendencia Moderada (1936-1945), Tendencia Radical (1945-1948) y Tendencia Mediatizante (1948-1958).

Unos de los aspectos que contextualizaremos en nuestra investigación será la Tendencia Moderada (1936-1945), la cual se manifiesta en los “Intentos de adecuación y cambios” de cara al poder político y de “modernización desde las élites” impregnadas de un programatismo acomodador de una tradición laica y positivista de la educación frente a una “clase emergente, de reclamo e iniciativa y un querer hacer distinto y creativo (sindicatos, organizaciones, partidos, etc.), liderizada por los maestros con un “proyecto modernizador desde las masas”, como protagonista y destinatarios (Ibidem: 5-8).

Esta tendencia se asimila a una variada gama de concepciones y actitudes, que incluye de un atemperado pensamiento democrático-liberal hasta una franca actitud elitesca, confesional y reaccionaria (Cedeño,1986), y priva un postergamiento de las más elementales reformas de la escuela, que se presenciaba rígida a carácter empirista y a una metodología dogmática; divorciada de la realidad nacional y en la que alumno era un “órgano repetidor” y el maestro un transmisor de “conocimientos abstractos”. Una escuela sin unidad ni orientación, en donde se enseñaba un más o un menos, pero no se educaba, no se formaban hábitos, hombres y menos aún ciudadanos (Arnal, 1936. Cit. En Mudarra, 1975: 131).

La educación venezolana ha estado signada e influenciada por diversas vertientes y tendencias, movimientos y orientaciones que la han referido a puntos de comprensión, a lineamientos conceptuales y a modos de entenderla y delimitarla. Se aprecia, al considerar los textos escritos y documentales, planteamientos que dan cuenta de diversos apuntamientos miradas, tales como: la educación colonial de corte cristiana, referida por el acto de conquista español; la educación de signo ilustrado, dada por las influencias del pensamiento español y europeo; la educación de orientación positivista, observada por la repercusión de la filosofía comteana, y la educación renovadora, puntualizada por el movimiento de la escuela nueva.

Desde la década de los 40, la educación en Venezuela tuvo un carácter expansionista, cuyo objetivo era resolver el problema de excedente de población no escolarizada jamás visto en Venezuela. A esta condición se ha mantenido un debate discursivo permanente a lo largo del siglo XX, a través de los esfuerzos realizados por el naciente Estado de ir creando un sistema educativo nacional que pudiera atender los requerimientos educativos del conjunto de la población venezolana, constituyendo un claro ejemplo de estas medidas, la  Ley de Educación de 1940, patrocinada por el Ministro Arturo Uslar Pietri y la expansión de la educación escolar.

Esta situación conllevó a que no sólo los hijos de los grupos privilegiados  fueran quienes tuvieran acceso a la educación. El propio Estado se preocupó por cubrir las aspiraciones educativas de las clases populares y campesinas, lo cual originó que muchas de las iniciativas permitieran el establecimiento de escuelas y colegios públicos. En este sentido, la educación venezolana se aprecia y se le tiene como “eje fundamental” para enfrentar el desarrollo y dar marcha al bienestar y a las transformaciones del país y de la sociedad. Ella en sí misma, frente a los desafíos de transformación, es una presencia-problema por cuanto ha devenido con signos de agotamiento y una gran debilidad, con deterioro y profundas fallas que la han colocado en los ámbitos modernizadores de las políticas públicas del Estado.

La educación, por ello, ha sido objeto-motivo de las agendas y las tendencias de reforma que la etiquetan como “necesidad social básica” que requiere cambios, mejoramiento y pertinencia frente a los reclamos y exigencias de transformación social, cultural y productiva.


Notas bibliográficas

Álvarez Gallego, ALEJANDO (Mayo-Agosto, 2001). Del Estado docente a la sociedad educadora: ¿un cambio de época? OEI - Ediciones: Revista Iberoamericana de Educación. No. 26
Carvajal, L. (1983): La Educación en el Proceso Histórico Venezolano. Caracas: Cooperativa Laboratorio Educativo.
Carvajal, L. (1998): Educación y Política en la Venezuela Gomecista: En Nacarid R. (Comp). Historia de la Educación Venezolana. Caracas: UCV-Facultad de Humanidades y Educación.
Carvajal, L. (2000): Para Transformar la Educación. Caracas: UCAB-Texto.
Casanova, R. (1984): Dilemas de la Educación Venezolana. En Cuadernos del Centro Nº 32 y Ateneo de Caracas. Segunda Época, Enero-Agosto, pp. 9-12.
Cedeño, G. (1986): Desarrollo del Sistema Educativo Venezolano. Caracas: Universidad Nacional Abierta.
Fernández H., R. (1988): Referencias para el Estudio de las Ideas Educativas en Venezuela. Caracas: BANH-Italgráfica.
Guédez, V. (1987): Educación y Proyecto Histórico-Pedagógico. Caracas: Kapelusz Venezolana – UNA-FEVA.
Guédez, V. (2003). La Cultura y la Educación: ¿Factores de Capital Social o de Capital Ideológico? En Ramírez R., M. (Comp.). Venezuela, Repeticiones y Rupturas. Caracas: USAID-Corpográfica.
Montenegro, W. (1973): Introducción a las Doctrinas Político-Económicas. México: FCE.
Moreno L., J. I. (2001): El Tercer Milenio y los Nuevos Desafíos de la Educación. Caracas: Panapo.
Moreno, J. M.; Poblador, A. y Del Río, D. (1980): Historia de la Educación. Madrid: Paraninfo.
Mudarra, M. (1975): Historia de la Legislación Escolar Contemporánea en Venezuela. Caracas: MUDBELL Publicaciones.
Sarramona, J. (2000): Teoría de la Educación. Reflexión y Normativa Pedagógica. Barcelona: Ariel.


[1] Álvarez Gallego, ALEJANDO (Mayo-Agosto, 2001). Del Estado docente a la sociedad educadora: ¿un cambio de época? OEI - Ediciones: Revista Iberoamericana de Educación. No. 26


miércoles, febrero 16, 2011

El padre Chacín, un educador humanista

lunes, enero 25, 2010

2010: el año de la educación en Iberoamérica

sábado, enero 16, 2010

Un abordaje para el estudio de la Educación en Ortiz


Las comunidades que olvidan su historia, terminan por perder la personalidad colectiva y corren el riego de vegetar sin alma ni voluntad superadora para hacerse sentir en el concierto de la Patria.”

Luis Acosta Rodríguez , historiador y escritor orticeño

Por José Obswaldo Pérez

Desde la existencia de la humanidad existe el hecho educativo como un fenómeno consustancial a la naturaleza humana. La acción educativa siempre ha trascendido la actividad que estrictamente se realiza en las instituciones escolares. Es decir, hablar de educación exige hacerlo sobre fenómenos que van más allá del espacio escolar. La educación se ocupa de la preservación de una conciencia social y cultural, así como de la transmisión de una tradición informativa que supone la base de una civilización.


El presente diagnóstico empírico y documental tiene como objetivo principal generar una comunidad discursiva basado en el paradigma del saber pedagógico que emerge de la complejidad de las ciencias, el cual nos debe orientar a la búsqueda de una “historia de la educación”, preocupada por la evolución de hechos educativos e instituciones docentes y centrada inicialmente en temas de historia de la enseñanza e historia escolar: reseñas conmemorativas de efemérides institucionales, biografías de fundadores, directores, maestros.

Un examen de la Historia Social e Institucional de la Educación en Ortiz nos sumerge a una forma de epistemología histórica con base en la cual se busca traer a la visibilidad a la pedagogía y mostrar su existencia efectiva como saber pedagógico y como práctica pedagógica. Se trata de darle a la pedagogía nuevos presupuestos y, con base en ellos, ubicarla en un ámbito de saber que no se define bajo los parámetros tradicionales de ciencia. Entendida así, la pedagogía queda entonces en capacidad de reconstruir su identidad histórica y de reconocerse en y por medio de su propia historicidad.

Debo confesar primeramente que siento una fascinación por la historia de Ortiz. Una historia llena de eventos, pero sobre todo persuadido por aquello que incide en nuestra realidad. La población de Ortiz fue una de las ciudades del centro venezolano más beneficiadas por la economía ganadera y los cultivos de tabaco, añil y algodón, entre otros rubros del siglo XVIII y primeras décadas del siglo XIX. Pero, la importancia geoeconómica del nuevo Cantón, pese a la devastadora Guerra Federal que acabó con la producción ganadera y el comercio, se define en su proceso geohistórico como una zona de transición de influencia de dos centros urbanos: San Francisco y San José de Tiznados, cuyo carácter lo perfila como un verdadero centro económico, político y cultural, lo cual no impide que domine sobre los pueblos del área. La antigua urbe del siglo XIX, que en 1874 contaba con más 10.000 habitantes es, por esa razón, que desde 1872 alcanza su titulo formal de ciudad y el año siguiente se ve ya privilegiada con asumir la capitalidad del Estado Guárico. Un hecho que desde 1874 a 1881, la benefició con funciones administrativas y unas pocas obras públicas.

En la década de los setenta del siglo XIX, la ciudad de las Casas Muertas mantuvo la tasa de crecimiento demográfico interanual mayor de la entidad y un ritmo de crecimiento social y económico bastante sustentable. Pues bien, esta circunstancia de auge económico que incidió en este importante crecimiento demográfico va a significar para la ciudad de Ortiz, de tradición comercial y agrícola, su primer salto cualitativo a la condición de “encrucijada” de los llanos centrales, para utilizar una gráfica definición mía expresada en el folleto Orígenes Históricos del Pueblo de Ortiz.

De esta ciudad de fines del siglo XVIII y tres primeras décadas del siglo XIX hay mucho que investigar y conocer. Transformaciones en su estructura y organización urbana, primera expresión de su modernización, expansión del comercio e instalación en su seno de importantes casas comerciales, escuelas y medios de comunicación impresos que para finales de 1881 merma su desarrollo por los efectos de enfermedades endémicas. Aquella humilde ciudad de criadores, comerciantes y artesanos de la primera mitad del siglo XIX pasará a sufrir un cambio drástico y fundamental en su vida cotidiana.

Escribir sobre las instituciones educativas y su devenir histórico, constituye una crónica que se puede ubicar en el ámbito de la microhistoria, si se quiere la categorización del profesor mexicano Luís González González, cuando afirma, “que es la disciplina de las ciencias sociales encargada de estudiar todo lo relacionado con el terruño, la aldea, la parroquia, el municipio y la patria chica... Dentro del enorme universo del pasado historiable, es posible aislar la parcela que le corresponde a la microhistoria; es decir, el espacio, el tiempo, la gente, [ instituciones}, y las acciones que le preocupan”.

Establecidos los anteriores conceptos se pasa ahora al cuerpo central que comprende este escrito, cuyas preguntas nodales serian: ¿Que ha sido de la educación escolar en el municipio Ortiz y su proceso histórico de conformación? ¿Cuáles son sus orígenes? ¿Que ha caracterizado sus etapas? ¿Cuales han sido sus fundamentos? ¿Que resultados ofrece a la comunidad local tal proceso?

Desde el punto de vista epistémico este ensayo busca desarrollar un enfoque institucionalista de la educación, que nos acerca a los procesos de escolarización, estructura y funcionamientos de los sistemas educativos nacionales en Venezuela y a la participación de corrientes ideológicas, religiosas, científicas, filosóficas y estrictamente educativas en la organización de nuestros aparatos escolares le daba y le da a esta primera aproximación, grandes posibilidades de desarrollo.

Se pretende desde la perspectiva del análisis hermenéutico un balance del proceso histórico de nuestra educación local. Esto implica la práctica constante de la crítica y la autocrítica, la formulación y reformulación de los conocimientos previamente ordenados sobre el tema educativo y sobre la detallada lista de eventos que definen el acontecer más general de la escuela pública local, como sus autores lo especifican, tiene además, la enorme ventaja para quienes abordamos la problemática de la educación venezolana desde una perspectiva histórico-social.

Por otro lado, el estudio de instituciones nos permite abordar los procesos académicos y administrativos que tuvieron lugar en aquellos centros educativos, así como reglamentación interna, financiamiento, planes de estudio, contenido de asignaturas, textos y otros recursos didácticos, grados académicos, estructura administrativa, personal docente y alumnado, régimen de evaluación, relaciones inter-institucionales, entre otros.


jueves, mayo 08, 2008

La educación de la historia local en función del desarrollo comunitario

La Historia local o microhistoria, como la llaman algunos autores, es la ciencia de lo particular anterior a cualquier síntesis. Se define como el estudio integral de la vida de un grupo o de una comunidad. Y es, así mismo, la base firme donde parte la historia regional o nacional, es decir, el núcleo de la gran historia.

Por José Obwaldo Pérez


HOY LA HISTORIA YA no se ocupa del pasado como mero pasado, sino que trabaja la continuidad entre el pasado, el presente y el futuro. Su objetivo es la “ dinámica de las sociedades humanas” y por ende, su análisis contribuyen a que los ciudadanos puedan “ producir por si mismos la realidad futura que necesitan”.


La Historia local o microhistoria, como la llaman algunos autores, es la ciencia de lo particular anterior a cualquier síntesis. Se define como el estudio integral de la vida de un grupo o de una comunidad. Y es, así mismo, la base firme donde parte la historia regional o nacional, es decir, el núcleo de la gran historia.

Es por ello que la enseñanza de historia local es importante en la formación de la “conciencia cívica” de todo ciudadano y a través de ella, es determinante en la configuración social de la “conciencia histórica” De aquí entonces, se busca atender mediante la educación la demanda de reconocimiento social a personas y grupos sociales, generalmente excluidos por la historia oficial y también contribuir a la formación de una nueva manera de entender y practicar la Historia en nuestra sociedad.

Un aporte a la autoconciencia y autoestima de un poblado es la reconstitución de la historia local. Esto permite que “ los grupos vivan significativos procesos de refuerzo de autoestima social, recuperando sentidos colectivos de humanización”. Además, la recuperación de la historia local produce un valor agregado significativo para la planificación del desarrollo, más pertinente con la propia realidad. Es decir, orienta las políticas públicas del gobierno local, regional o nacional, respecto del desarrollo cultural y social de la población.

La historia, como se ha señalado en repetidas ocasiones, es el territorio del hombre. Todo lo que hacemos se sostiene, se entiende y se justifica sobre el fondo irrenunciable de lo que se ha sido. De ahí la importancia de la que llamamos "memoria histórica". Siempre se ha dicho que la Historia, en cuanto proporciona el conocimiento del pasado es, entre las distintas ciencias sociales, la que comprende la totalidad de lo humano. El estudio del ayer permite hacer inteligible el mundo que nos ha tocado vivir. Pero a la vez, si se utiliza el principio cláqico de que la historia es "maestra de la vida'; cabe obtener de ella enseñanzas útiles para orientar la acción dirigida a crear condiciones para que el futuro sea de concordia y de bienestar para todos los ciudadanos.

Métodos de investigación

Las técnicas de investigación para recopilar la historia de un poblado no son difíciles de llevar a cabo, pero hay que seguir una metodología, la que se resume a continuación:

1. Constituir un equipo de trabajo. El trabajo colectivo presenta más ventajas que el de un historiador individual. Se puede discutir y reflexionar mejor en cada etapa del proceso y es posible podrán multiplicar y dividir mejor las tareas de investigación.
2. Definir los objetivos y las razones que justifican la recuperación de la historia local. De ahí se podrán derivar acciones que involucren a toda la comunidad, desde la celebración del aniversario de la localidad, a la producción de material educativo para las escuelas locales, la publicación de periódicos, etc.

3. Delimitar el tema en el espacio y el tiempo para que la investigación no se prolongue indefinidamente.

4. -Contabilizar los recursos humanos y materiales que existen para la investigación.

La propuesta de trabajo consiste en el diseño de la investigación, la ejecución y la comunicación a la comunidad, una vez terminada, para su socialización. En la investigación de la historia local se pueden usar:

a) Cuestionarios sobre los temas a investigar;
b) Entrevistas en general, en particular (sobre un tema o hecho preciso), en profundidad (respecto a la vida, sentimientos, pensamientos de un personaje); Archivos públicos y privados (diarios, periódicos, cartas, mapas, fotos, videos, etc.).
c) Luego de la recolección de documentos, cuestionarios y entrevistas, se ordena y selecciona la información, se redacta el primer borrador y se corrige éste luego de consultar a la comunidad, a los protagonistas y otros participantes. Se redacta, entonces, el escrito base y se socializa la historia a través de diversos medios: un libro, una obra teatral, un radioteatro, un video, un mural, títeres, cuentos, comics, afiches, exposiciones, cassettes.



Bibliografía

CARUCCI T (1997): Elementos de Gerencia Local. Manual para Gerentes Locales. Caracas: Fundacomun.
GONZÁLEZ G, LUIS Y VARIOS (1992): Historia Regional. Siete Ensayos sobre teoría y método. Caracas. Fondo Editorial Tropykos.
RAMAKRISHNA, B (1984): Comunicación y Desarrollo Rural. Caracas: ESPASANDE, EDIRORES.
SANTIBÁÑEZ FREY, HÉCTOR (2000): La Memoria de los Barrios. Síntesis de cinco historia locales. Chile: TALLER ediciones. [Página en línea], Disponible:
www.archivochile.com/Mov_sociales/mov_pobla/MSmovpobla0010.pdf

Documentos

CORPOLLANOS (1988): Estudio Integral de la Cuenca del Río Tiznados (Síntesis).
MEDINA RUBIO, ARÍSTIDES (1998): La Necesidad de los Estudios de Historia. Ponencia. Maracay: XXIV Convención Nacional de Cronista.
PROYECTO TIZNADOS (1999). Programa de Extensión para el Desarrollo de la Cuenca Media del Río Tiznados. Estado Guárico. San Juan de los Morros: Universidad Rómulo Gallegos.
RODRÍGUEZ, ADOLFO (1999) Una propuesta para orientar las Ciencias Sociales en función del Desarrollo Rural. San Juan de los Morros: Universidad Rómulo Gallegos.
SOLER HERREROS, JOAQUÍN (1995): Internet y los recursos de la Historia Local para investigadores. Un nuevo valor añadido para la comunidad. Ponencia. Alicante: España. [Página en línea], Disponible: http://clio.rediris.es/articulos/alicante.htm
jueves, diciembre 21, 2006
Older →

Un espacio para las ideas...

Con tecnología de Blogger.

Ads Top

160x600

Like and share

Top Menu

[img src="http://3.bp.blogspot.com/-XnuiloUNOA0/VTrt2fyh4eI/AAAAAAAAAa4/Wro4KB-_5CM/s1600/SNewsLogo.png"/] The second monster followed the first, and at that the artilleryman began to crawl very cautiously across the hot heather ash towards Horsell. He managed to get alive into the ditch by the side of the road, and so escaped to Woking

Facebook

Search This Blog

Find Us On Facebook


Stay Connected

Instagram

Social Share

300x250

Video Of Day

Nombre

Header Ads

Popular Categories

0pinión Acción Democrática Actualidad Adolfo Rodríguez Africanía Alexis García Muñoz Alí Almeida Alicia Ponte-Sucre Alirio Acosta Analisis Análisis Andres Oppenheimer Andrés Rojas Jiménez Ángel Lombardi Boscán Ángel Rafael Lombardi Boscán Angelo Donnarumma Anibal Romero Antropocultura Arcadio Arocha Argenis Ranuarez Armando González Segovia Arte Artículo Arturo Álvarez D´ Armas Arturo Alvarez D´Armas Ascensión Reyes R Aura Marina Betancourt Autores Bret Stephens Carlos Alberto Montaner Carlos Belisario Carlos Malamud Carlos Maldonado-Bourgoin Carlos Raúl Hernández Christopher Hitchens Ciencia Contacto Crítica Crónica Dani Rodrik Daniel R Scott Darío Laguna David Brooks DAVID TRUEBA Derecho Diego Márquez Castro Domingo Silo Rodríguez Trujillo Edda Armas Eddie Ramírez Edgardo Malaspina Edgardo Rafael Malaspina Guerra Eduardo Galeano Eduardo López Sandoval Educación Eleonora Gosman Elias Pino Iturrieta ELÍAS PINO ITURRIETA ELÍAS PINO ITURRIETA | ELÍAS PINO ITURRRIETA En portada Ensayo Entrevista Ernesto Andrés Fuenmayor Ernesto Ochoa Moreno Esteban Emilio Mosonyi Farid Kahhat Fausto Masó Felipe Hernández Felipe Hernández G Felipe Hernández G. Felipe Hernández. Félix Celis Lugo Fernando Henrique Cardoso Fernando Mires FERNANDO NAVARRO Fernando Rodríguez Mirabal Fidel Castro.NINOSKA PÉREZ CASTELLÓN Foto Francesco Manetto Francis Fukuyama Francisco Olivares Franklin Santaella Isaac Fritz Thomas Gabriel Tortella Gisela Kozak Rovero Gloria M. Bastidas Gustavo Valle Harrys Salswach.- HÉCTOR ACOSTA PRIETO Henri Tincq Historia Historiografía Historiografìa Ibsen Martínez Immanuel Wallerstein Jacques Attali Jacques Benillouche Javier Díaz Aguilera Jean-Paul Brighelli Jeroh Juan Montilla Jerónimo Carrera Jesus Jesús Cepeda Villavicencio Jesús Piñero JESÚS SANCHO Jon Lee Anderson Jorge G. Castañeda José Aquino José Camejo José Luis Centeno José Manuel Aquino José Obswaldo Pérez José Obswaldo Pérez Juan Flores Zapata Juan José Hoyos Julio Londoño Paredes Karelbys Meneses La Revista Laura Weffer Cifuentes Leonardo Rodríguez Libro Libros Literatura Luis Almagro Luis Eduardo Viso Luis Pedro España N Luis Vicente León Manuel Esteban Díaz Manuel Soto Arbeláez Manuel Vicente Soto Arbeláez Manuel Vicente Soto Arbeláez. Marinela Araque Martín Guevara Martín Yeza Mary Roach Massimo Pigliucci Máximo Blanco Michael Dobbs Microbiografía Microbiografías MIRLA ALCIBÍADES Misael Flores Misael Flores. Mundo Nancy El Darjani Nelson Rivera Oldman Botello Opinión Opinón Opinòn Orlando Medina Bencomo Óscar Henao Mejía osé Obswaldo Pérez Pablo L. Crespo Vargas Pablo Pérez Pablo R Pedro Benítez Pedro García Cuartango Pedro Salmerón Pedro Sivira Pensar Educativo Pérez Aragort Perfil Periodismo Personajes Pierre Buhler Por Daniel R Scott Portada Publicaciones Rafael Arráiz Lucca Rafael Gallegos Ramón Cota Meza Rebeca Chaya Reinaldo Bolívar Reinaldo Rojas Relato Robert J. Shiller Rogelio Núñez Roger Herrera Rivas Sadio Garavini di Turno Sergio Ramírez Simón Alberto Consalvi Sociedad Tomás Straka Topnimia Toponimia Trino Márquez Ubaldo Ruiz Uta Thofern V. Loreto Valle de la Pascua Video William Neuman William Ospina Yegor Firsov Yoani Sánchez Yuriria Sierra

Facebook

Follow Us

Ads

Ad Banner

Recent Posts

test

Ads

randomposts

ABOUT ME

I'M SOCIAL

Adbox