lunes, junio 24, 2024

Misael Flores, caballero andante del periodismo de calle

Misael Flores ( a la izquiersa) junto al historiador y poeta Jeroh Montilla, en una cafetería en San Juan de Los Morros (Foto JOP).

Escribe y lucha identificado siempre con los más sentidos sentimientos de su patria guariqueña. Representa a sus coterráneos, sin esperar ninguna gratificación y dice lo que ellos aguardan que sus más idóneos lideres expresen, como si Misael fuese ese referee capaz de levantar la mano al mejor pugilista del momento.


por Adolfo Rodríguez Rodríguez


Regocija ver que un periodista, surgido de un apartado rincón de la provincia, entre proverbiales limitaciones, sin más estudios que los de la vieja escuela primaria y los de la vida, a edad avanzada se yergue cual muchacho, lúcido, sin complejos ni delirios de grandeza, pasión adolescente, a expresar con su vigor de siempre y la misma seriedad y convicción, su cristalina noción de las cosas, pregonarlas, sin más amparo que su reciedumbre y meridiana claridad de su prosa. Misael ha transitado todos las esferas del ejercicio periodístico en los últimos cincuenta años , sin que se cohíba con ninguno. Desde la reseña de sucesos hasta el comentario lírico, desde el desafío ante quienes ejercen desmedidamente el poder hasta himno para los paisajes extinguidos, desde el reportaje sobre los más intrincados asuntos hasta la nota social o biográfica.

Nada escapa a su percepción o contundencia, a Dios gracias, haciendo uso desde el lenguaje del graffiti hasta el más moderno de los mecanismos de comunicación digitalizada, donde esté, casi siempre a pie, sirviéndose de buen talante, buen genio y destreza reporteril

Escribe y lucha identificado siempre con los más sentidos sentimientos de su patria guariqueña. Representa a sus conterráneos, sin esperar ninguna gratificación y dice lo que ellos aguardan que sus más idóneos lideres expresen, como si Misael fuese ese referee capaz de levantar la mano al mejor pugilitsta del momento. Caminante de colcha y cobiija, está en condiciones de trasladarse hasta el propio sitio del suceso, logrando con su parsimonia campesina y confianza en los suyos, que le den un aventón porque es hombre sin recursos y su desempeño periodístico no es gobiernero como para contar con viáticos y hummers que facilitan cualquier oficio con la comodidad esperada.

Es una voz acertada, oportuna, alerta, perspicaz y acorde con las más sentidas expectativas del momento. Un brindis, pues, por este hidalgo caballero del periodismo militante. Salud!!!

 

 

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María Corina en Las Mercedes del Llano

María Corina fue recibida entre vítores y consignas libertarias por cientos de mercedenses. “Había más gente que piedras y más carros que en todas las agencias en tiempos de la democracia”, me comentó una testigo del hecho histórico.


La líder de la oposición venezolana durante visita a Las Mercedes del Llano

Por Edgardo R Malaspina G

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María Corina Machado, con una sola visita al pueblo (19.6.2024), puso el nombre de Las Mercedes del Llano en la palestra planetaria. Periódicos, portales y redes sociales registraron este histórico encuentro de la líder del proceso de cambio en nuestro país. Este hecho convirtió al municipio Las Mercedes del Llano en noticia mundial. Así son de veloces y expansivos  estos tiempos de Internet, la pista comunicacional inventada por los norteamericanos, y la cual no deberían usar los que se dicen antiimperialista  para evitar la contradicción ridícula en la que caen con sus fariseas poses ideológicas. Pero el acontecimiento tiene dos caras.


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En Las Mercedes hay una alta autoridad, ilegal e ilegítima, impuesta a dedo sin la elección popular establecida en la ley, y que demuestra que la violación de nuestra Carta Magna, por parte del régimen empobrecedor,  abarca toda la geografía nacional porque va desde el más provinciano municipio hasta el más capitalino.


Bueno, esa autoridad fraudulenta  tal vez pase a los anales locales únicamente por sus quince minutos de gloria:   tratar de obstaculizar el paso de María Corina, mandando a derribar un enorme árbol, prueba de la vocación antiecológica que caracteriza  a este régimen depredador del ambiente. Además, como cualquier asaltante de carretera, ordenó lanzar al asfalto gran  cantidad de “miguelitos”, esos artefactos que según los diccionarios se usan para pinchar neumáticos con sus clavos retorcidos. Aunque no creo que sean más retorcidos que la mente de sus autores.


Lo bueno de este atropello (porque cada moneda tiene dos caras) es que la gente buena  actuó diligentemente y liberó el camino. María Corina salió airosa y con más vigor.  El chavomadurismo ignora las palabras del filósofo Nietzsche: “El veneno que no me mata, me hace más fuerte”. También ignora que el cristianismo se fortaleció gracias a las persecuciones.


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María Corina fue recibida entre vítores y consignas libertarias  por cientos de mercedenses. “Había más gente que piedras y más carros que en todas las agencias en tiempos de la democracia”, me comentó una testigo del hecho histórico. “Ni Carlos Andrés, ni Chávez movieron tanta gente llena de desbordante  extasiamos”, me dijo un amigo emocionado.


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María Corina en su discurso resaltó la grandeza del alma mercedense que venció todos los obstáculos colocados en el sendero de la libertad por gente mezquina e inescrupulosa que no quiere entender que el sol no se puede tapar con un dedo. El compromiso férreo es lograr el cambio político con Edmundo González. Ante el masivo recibimiento MCM dijo: “Esta es la demostración cívica más grande, mejor organizada, con mayor convicción, con toda la disposición a darlo todo”. “Aquí vamos a dejar el cuero, pero esto lo vamos a ganar”.


A María Corina Machado le regalaron unas alpargatas, y ante ese noble gesto, ella expresó: “Creo que aquí todo el mundo va a tener que ponerse alpargatas muy pronto”.


Médico, escritor e historiador venezolano. Natural de Las Mercedes del Llano

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jueves, junio 13, 2024

Ramos Sucre: el pastoreño


Considerado uno de los más importantes poetas de nuestro continente


Por Arturo Álvarez D´ Armas

El célebre poeta José Antonio Ramos Sucre, nació en la ciudad de Cumaná, estado Sucre (9 de junio de 1890). Hijo de Jerónimo Ramos Martínez y Rita Sucre Mora de Ramos. Por la vía materna estaba emparentado con la familia del Mariscal Antonio José de Sucre Alcalá. En 1910 obtiene su título de bachiller en Filosofía. Entre sus compañeros de promoción se encuentran su hermano Miguel Ramos Sucre, Dionisio López Orihuela, Roberto Martínez Centeno y Cruz Salmerón Acosta.

Desde 1911 reside en Caracas, donde vive en pensiones como la ubicada de Camejo a Santa Teresa, donde viven varios amigos cumaneses.

Colabora en El Cojo Ilustrado y otras importantes publicaciones de la época. Estudia en la Universidad Central Derecho. En 1913 la universidad es clausurada por la tiranía de Gómez. Estudia por su cuenta y da clases de latín y griego en el Liceo Caracas, cuyo director era Rómulo Gallegos. También trabaja en la Escuela Nacional de Maestros. Desde 1914 es funcionario de la Cancillería. Es Abogado de la República en 1917 y en 1925, Doctor en Ciencias Políticas.

Considerado uno de los más importantes poetas de nuestro continente. De su obra tenemos Trizas de Papel, Las huellas de Humboldt, La Torre de Timón, El cielo de esmalte y Las formas del fuego, entre otras.

Estaba en Ginebra, Suiza, como Cónsul de nuestro país. Se suicida y muere el 13 de junio de 1930. Sufría de insomnio. Es sepultado en su tierra natal el 25 de julio en el panteón de la familia Ramos Martínez.

Como se dijo antes José Antonio Ramos Sucre residió en Caracas en distintas pensiones la última fue cerca del Panteón Nacional. Su vinculación con La Pastora viene cuando su madre doña Rita tenía una casa ubicada entre las esquinas de Cola de Pato y Sucre. Esta es vendida y compran la casa situada entre las esquinas de Amadores a Urapal, N° 80. En ninguna de las dos vivió Ramos Sucre. Como dice la historiadora Alba Rosa Hernández Bossio: “No obstante, al menos en esa casa dispuso de un espacio permanente para sus libros que estuvieron resguardados en armarios en los dos cuartos del segundo piso”. Por allí sacamos que visitaba con frecuencia esa morada familiar y su vinculación con nuestra parroquia

Fuentes consultadas:

Hernández Bossio, Alba Rosa. José Antonio Ramos Sucre. Conversación con el lector.

Miguel Ignacio Purroy / Miguel Henrique Otero. Caracas: El Nacional / BANCARIBE, 2007. 125 p. (Biblioteca Biográfica Venezolana, 49).

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