Alcaldía del Municipio Leonardo Infante


La sede de la Alcaldía del municipio Leonado Infante está ubicada en la conocida esquina de Barandas, calle Guasco c/c calle Retumbo de la ciudad de Valle de la Pascua, a una cuadra al este de la plaza Bolívar y de la catedral de Nuestra Señora de la Candelaria.

El municipio Leonardo Infante está localizado geográficamente al Nor-Este del estado Guárico, está conformado por las parroquias Valle de la Pascua (capital del municipio) y Espino (parroquia foránea).

FELIPE HERNÁNDEZ G.

La elección de las autoridades regionales en Venezuela ya estaba contemplada en la Constitución de 1961, sin embargo, no se habían realizado más que elecciones para los concejos municipales en 1979 y 1984, los gobernadores y alcaldes eran designados directamente por el Ejecutivo Nacional. En 1984 el gobierno del entonces presidente de la República, Dr. Jaime Lusinchi, decretó la creación de la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE) que p hacer efectivo el ordenamiento jurídico de aquella Constitución, que para el momento no era aplicado.

La COPRE fue dirigida por el historiador Ramón J. Velásquez desde su instalación en 1985. En 1987 la comisión presidencial arrojó como resultado un impulso a la política para la descentralización territorial del país, la cual se va a ejecutar a partir de 1989, cuando asume la segunda presidencia el Sr. Carlos Andrés Pérez y el Congreso Nacional aprueba las leyes respectivas. En diciembre de 1989, es promulgada la Ley de Régimen Municipal y se realizan por primera vez en Venezuela, elecciones para elegir a los gobernadores y alcaldes de las regiones para el período 1990-1993, éstos cumplirían sus funciones por un período de tres años con posibilidad de reelección inmediata una sola vez.
El cuanto al cargo de alcalde, este es un funcionario público que se encuentra al frente de la administración local básica de un municipio. El cargo tiene carácter autónomo, jefe del ejecutivo municipal y administrador de los recursos propios de la municipalidad. Es electo cada cuatro años, pudiendo ser reelegido; gracias a una enmienda constitucional, pueden ser revocados a través de un referéndum, según lo previsto en la Constitución Nacional de 1999. El Poder Municipal está además integrado por un órgano legislativo, el Concejo Municipal, la Contraloría Municipal y el Consejo Local de Planificación, organismos que se encargan de fiscalizar la gestión económica del alcalde y los demás entes municipales.

El municipio Leonardo Infante está localizado geográficamente al Nor-Este del estado Guárico, está conformado por las parroquias Valle de la Pascua (capital del municipio) y Espino (parroquia foránea).

La primera elección de alcalde del municipio Leonardo Infante la ganó el arquitecto y profesor universitario Manuel Matos Charmelo (1990-1993), le tocó estructurar, adecuar y gerenciar el nuevo sistema administrativo del municipio de acuerdo a las demandas que exigía el cargo. De las ejecutorias de su gestión destacan: la adquisición de la actual sede del Concejo Municipal (calle Retumbo al lado de la Alcaldía), diligenciar todo lo atinente a la creación de la Diócesis de Valle de la Pascua, apoyo económico y logístico para la culminación de la sede de la Universidad Simón Rodríguez, el matadero y el mercado de la parroquia Espino, la incorporación de la nómina del Cuerpo de Bomberos a la Alcaldía (hasta entonces dependían del Hipódromo La Rinconada), entre otras.


La Sra. Carmen Teresa Alcalá de Matos cumplió el papel de primera dama del municipio, director general: Prof. José López Itriago, secretaria del despacho: Sra. Yanina Lara; Prof. Héctor Morales Guerra: asistente del alcalde, contralor municipal: don Emilio Laya Piñero, director de desarrollo social y después de recursos humanos: Dr. Héctor Rodríguez Rondón, administrador: Lic. Elpidio Pulido y síndico municipal: abogado José Rafael Requena.


La gestión como alcalde del Arq. Manuel Matos Charmelo, hasta ahora es considerada entre las mejores, por sus ejecutorias y la pulcritud de los actos administrativos, en reconocimiento a su gestión, al suroeste de la ciudad (frente a la Zona Industrial “Don Luis Adolfo Melo”) se encuentra el Barrio “Matos Charmelo”. Un reconocimiento de los habitantes de ese populoso sector de la ciudad a su positiva gestión municipal.

El segundo alcalde del municipio Leonardo Infante, Ing. Edgar Martínez Ferrer, resultó electo en dos períodos consecutivos (1993-1996) y (1996-2000), casado con la Ing. Marianela Ríos de Martínez, estuvo siete años en el cargo, en razón que la Ley de Régimen Municipal fue reformada y el ejercicio de los alcaldes fue extendido a cuatro años con reelección inmediata. Durante la gestión del alcalde Martínez Ferrer, el cargo de director general del despacho, lo ocupó el Lic. José Gregorio “El Flaco” Camero Farías, quien durante su ejercicio cumplió una eficiente y reconocida labor. Entre las obras realizadas durante la gestión, están: el sector Autoconstrucción, la sede de la Casa Parroquial (MAMBRE), la pavimentación con concreto de las calles de los sectores “Minas de Arena”, “Playa Verde”, “El Rosario” y “Cinco de Julio”, el Boulevard “Guasco” y la remodelación de la sede de la alcaldía Infantina.

El tercer alcalde electo, Lic. Tomás Valmore García Seijas, casado con la Sra. María Assunta Armenante de García. Se desempeñó como burgomaestre durante dos períodos (2000-2004) y (2004-2008). Durante su gestión adquirió la sede de la Universidad Nacional Experimental Libertador (UPEL), creó el Complejo Cultural “Otto Rodríguez”, la Red Geodésica “Simón Bolívar”, el Geriátrico “Los Abuelitos”, el Parque “Laguna del Pueblo”, la Cancha-Parque de la Urb. Los Cerritos II, y construyó algunos ambulatorios, entre otros en el sector Los Olivos y en la parroquia Espino, algunas escuelas rurales (Loma Alta, El Burro, La Ese, La Peña, etc.) y algunos puentes (La Haciendita, Playa Verde, Los Olivos, La Concordia “calle Stadium”, etc.). Funcionarios recordados por la eficiente labor cumplida durante el ejercicio del alcalde García Seijas, son: Liliana Camejo (asistente del alcalde), Judith Rodríguez Guía (jefa de eventos y protocolo), y Dinora Seijas de Mancini (directora de desarrollo social).
El cuarto alcalde del municipio Infante, es el Teniente José Rafael Ortega, casado con la Sra. Adriana León de Ortega, ejerció el cargo desde el año 2008 hasta 2013. Las ejecutorias más importantes de su gestión, son: la rehabilitación de la Plaza Bolívar mediante el cambio de baldosas y una fuente de ornato; alumbrado, colocación de bancos y una fuente en la Redoma “El Tranquero”, cambio de la capa asfáltica de la Av. Rómulo Gallegos, demarcación de la entrada y salida de vehículos en la avenida Las Industrias c/c Av. Libertador, calle Atarraya sur y entrada hacia Guamachal por la Av. Circunvalación, inició del Parque Metropolitano y colocación de una fuente en la plaza Bolívar de Espino.

El quinto alcalde fue el Ing. Pedro Elías Loreto Rengifo, casado con la Lic. Manarí Manaú de Loreto, durante su gestión (2014-2018) se realizaron importantes obras arquitectónicas, especialmente en cuanto a vialidad y ornato, destacando entre ellas, la avenida Las Industrias, la avenida hacia la salida a Tucupido (calle Real) y el inicio de la avenida Ricaurte, a ello se suman el moderno Parque “Tío Simón”, y parques infantiles en casi todos los sectores de la ciudad y de la parroquia Espino, el moderno Boulevard “Julián Moncado” en el populoso sector La Baranda, el moderno estadium “Don Teófilo Peña” en el sector Cristo Rey, la rehabilitación de la avenida principal de la Urb. Las Garcitas, el estadium “Luis Torres” la construcción del puente Santa Rosa (entre los sectores Playa Verde y Los Samanes).

Desde enero de 2018, ocupa el cargo como alcaldesa la Ing. Nidia Loreto-Loreto.


El petro: la criptomoneda desahuciada




El gobierno de Maduro se alistó en las filas de la era bitcoin para evadir el cerco financiero impuesto por Estados Unidos. Venezuela se convirtió en el primer país en acuñar una criptomoneda. Washington no tardó en responder: prohibió toda transacción con cualquier moneda digital venezolana.

Por Gloria M. Bastidas

Venezuela es un naufragio. Los indicadores económicos son una mancha roja. Una mancha roja que coloca al gobierno en serios aprietos: la caja no da para más. El país vive su propio cambio climático: sequía de dólares. Lo que dicta el manual ante semejante crisis (la inflación rondará el 13 mil por ciento este año) es que se recurra a un plan de estabilización con ayuda financiera internacional. O lo que sería lo mismo: llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional pasa sacar el barco a flote. Pero el chavismo ha apelado a otra tabla de salvación: el petro, la moneda virtual propuesta por Maduro en diciembre pasado. La jugada lucía interesante. Es la primera vez que un Estado crea una criptomomeda. La meta que se trazó el chavismo era emitir 100 millones de petros que, tasados en 60 dólares cada uno (el precio es el equivalente a un barril de petróleo), supondría un bocado nada desdeñable para las arcas del régimen: 6 mil millones de dólares. La cifra luce apetitosa si se considera que para 2018 el país debe cancelar cerca de 8 mil millones de dólares por concepto de deuda externa. No está mal. Ingresar a las filas de la era bitcoin pudiera proveer a Maduro de un tónico para recuperar las frágiles finanzas del socialismo del siglo XXI.

Lo que ocurre es que el petro está viciado de nulidad de manera congénita. El aval de la criptomomeda son las reservas de petróleo del país. Y cierto: Venezuela registra las mayores reservas probadas del mundo entero, por encima de Estados Unidos, Arabia Saudita, Canadá o Irak. Pero la Constitución Nacional es clara: las reservas no pueden darse en garantía porque no pueden ser enajenadas. Por esta razón, la Asamblea Nacional, órgano controlado por la oposición, declaró ilegal el criptoactivo. Ya eso, de entrada, empañaba el mercadeo de la criptodivisa: laguna jurídica que espanta a los potenciales compradores. La garantía en entredicho. Y hay otro elemento capital: supongamos que el comprador del petro reclame el aval (un barril de petróleo por cada petro), ¿cómo puede hacerlo si se trata de un mineral que yace en el subsuelo? No se trata de petróleo versionado en barriles, sino en estado bruto. Extraerlo y procesarlo resultaría costosísimo. El aval se convierte entonces en una promesa vaga. Ya estos dos elementos (ilegalidad e intangibilidad del barril) hacían del petro una criatura poco confiable.

Pero quien le ha dado el tiro de gracia ha sido Donald Trump: El petro fue la herramienta que el chavismo encontró para esquivar las sanciones financieras que le impuso el Departamento del Tesoro al gobierno de Maduro el año pasado. Estas sanciones le impiden crear nueva deuda (o refinanciar la existente) para obtener fondos frescos, algo perentorio dada la hecatombe económica que sacude a Venezuela. Y el petro no es más que un bono de deuda disfrazado de moneda virtual. Es una venta de petróleo a futuro. Así que Trump dictó esta semana una Orden Ejecutiva que prohíbe a los ciudadanos norteamericanos o a quienes residan en Estados Unidos hacer todo tipo de transacciones con cualquier moneda digital que emita Venezuela. Hasta Rusia entra en la trama: la revista Time, luego de que el presidente de Estados Unidos condenara a muerte la criptomoneda venezolana, publicó una noticia bomba: Rusia tendría sus manos metidas en la confección del petro. Moscú, que ya está expuesto a sanciones impuestas desde Washington y que tiene planes para lanzar el criptorublo, habría asesorado en secreto al gobierno de Maduro para que acuñara un signo monetario virtual que le permitiera eludir el cerco financiero que le ha tendido el imperio.

El gran enemigo del petro no es Trump. Ni su autor intelectual: los rusos. Es su creador material: el gobierno de Maduro. Más allá de que Trump hubiera dictado o no la Orden Ejecutiva, el petro no tenía mucho futuro. Primero, porque fue creado, como dijimos, al margen de toda legalidad. Y segundo, porque el chavismo ha engendrado una crisis económica de dimensiones catastróficas que hacen que la moneda virtual carezca de pedigrí. La inflación de Venezuela es la más alta del planeta. La deuda externa cayó en cesación de pagos (default) desde noviembre pasado: lo dice la calificadora de riesgo Standard & Poor’s. La República y Petróleos de Venezuela (PDVSA) han incumplido con el pago de 2 mil 500 millones de dólares. El FMI vaticina que el producto interno bruto experimentará una caída de 15 por ciento este año y llegaría así a un quinquenio en negativo. ¿Un gobierno con este expediente negro goza de autoridad para emitir una criptomoneda? Pudiera ser si el aval que respaldara la operación fuese muy atractivo. Pero no lo es: se trata de un barril de petróleo apócrifo. Tiene valor cero porque está en el subsuelo. Y lo peor: tampoco se puede ofrecer como garantía la producción actual porque ésta viene declinando a niveles preocupantes, como si el país hubiera vivido una guerra. En 1998, cuando Chávez llegó al poder, la producción era de 3 millones 400 mil barriles diarios. En febrero pasado, la producción fue de un millón y medio de barriles diarios.

El gobierno aseguró que la preventa del petro había sido un éxito. Dijo que había logrado una intención de compra de 5 mil millones de dólares. Lo dijo antes de que Trump vetara la moneda digital. Y es posible que el petro hubiera despertado curiosidad. Al menos curiosidad. Pero intención de compra no es compra final, que ya no se dará. Lo que hubo fue un flirteo. Y puede ocurrir: internet es un cosmos con su propia realidad. El petro había despertado un cierto interés en los devotos de las criptomonedas. Para ellos resulta muy atractivo que quien adquiere la criptodivisa no deja rastros por el sistema financiero convencional y la operación, además, se conserva en el más estricto anonimato. Esto es un buen señuelo para quienes poseen dinero mal habido y necesitan depositar sus fortunas en bancos no tradicionales. En eso el chavismo es un grandeliga. En diciembre pasado, el diario El País de Madrid daba cuenta de un hecho espeluznante: ex ministros de Chávez, empresarios y testaferros ocultaron dos mil millones de euros en la Banca Pública de Andorra. El dinero lo obtuvieron mediante el cobro de comisiones por el otorgamiento de contratos de PDVSA. Y sí: para eso son muy buenas las monedas encriptadas. Nadie pregunta de dónde vienen los fondos. Ya por esa razón el petro podría haberse constituido en un buen refugio para operaciones turbias. Pero ya ni siquiera eso. La Orden Ejecutiva de Trump fue un petardo que destrozó el corazón de la criptodivisa recién acuñada por Maduro. Nadie mete dinero en una alcancía desahuciada.


Fuente: Letras Libres

Gloria M. Bastidas (Caracas, 1963) Analista política. Periodista egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV)

Páginas Inéditas



Ismael Pereira Álvarez fue un portero del alma, siempre estaba pensando en un poema. Cuando escribía sus  versos o sonetos, estos surgían del ímpetu admirable de su lírica.

Por José Obswaldo Pérez

LA ACTIVIDAD periodística fue una de las facetas vitales de Ismael Pereira Álvarez. No solamente dedicó su vida al debate político sino además dejó una vasta poesía realenga como para escribir un libro. Y fue, en aquellos días en Ortiz, cuando muy joven comenzó su formación literaria. Allí en La Voz de Los Llanos había descubierto, en las extendidas soledades guariqueñas, la efervescencia de sus primeros pecados literarios.


Desde entonces las primeras audacias literarias se confundieron con todas las inquietudes del alma, con las mejores aspiraciones, tanto en el campo de la política como en el de la acción intelectual. A su obra lírica se agrega en su quehacer narrativo algunos trabajos como en Recuerdos del Gran Ferrocarril de Venezuela (1898), Profesorado Normal de la Mujer Venezolana (1903). Asimismo, se le cita como el autor del opúsculo Gotas de Genio (1928), pero no creemos que sea de su autoría. Ya para la fecha Pereira Álvarez había fallecido. Tal vez este texto corresponda a su homónimo Ismael Pereira Álvarez, hijo, quien en la década de los años treinta era redactor deportivo en el diario El Universal[1]. O ¿acaso se tratará de una obra póstuma?

Al tocar el tema de su poesía encontramos a un hombre comprometido con su tiempo. Aunque su lírica no tenía nada de social y política. Tampoco, era indiferente a la angustia y el dolor de los hombres. La poesía de Pereira estaba muy tocada por la prosa española, en momentos cuando esta se hacía cuestionamientos frente a su saldo lírico, tanto de los románticos como de los modernistas. Una característica de sus versos es su estilo claro y vigoroso, donde abundan las descripciones. Una muestra es el poema La Hipoteca, publicado en La Revolución:

Una casa miré: Blancas paredes
Luciente el techo de encendidas rosas
Y en sus auras molduras me demuestra
La más pura belleza arquitectónica
¡Sobrio momento! Dije al verla;

¿Quién sus dueño será? ¿No hay quien responda?
Me he de quedar con ella aunque me cueste
Toda mi sangre audaz gota a gota
No tal, señor viajero;¡es imposible!
Me responde una voz acusadora:
La he hipotecado y a su hermano dueño
Por un plazo sin fin:¡la vida toda!

De este modo, en los últimos años del siglo XIX, se cerraba una centuria de singular particularidad e interés en el desarrollo de la cultura literaria venezolana. La vasta hemerografía existente, así lo comprueba. Eran tiempos de cambios y un progresivo desenvolvimiento de nuestras letras patrias. “Bien puede afirmarse que a partir de esos años finales de siglo, nuestra literatura entra en un período de progresivo desenvolvimiento, que luego alcanzarán manifestaciones de madurez al correr la primera mitad del presente siglo", dice Pedro Pablo Barnola, en su trabajo Altorrelieve de la Literatura Venezolana.

Su poesía era siempre espontánea, propia y sentimental; pero, no circunstantiva a ella. Su romanticismo, mucho más amplio, era logrado con estilo, refulgiéndose en el campo espiritual. Son poemas sencillos, estaban envueltos en variadas tonalidades. Veamos este otro poema sin título, publicado en La Revolución, el 19 de mayo de 1891:

Porqué me ven enamorado y ciego
En pos del ideal que sueña el alma
Quieren tratarme así… ligeramente
Como mendigo del amor. ¡Se engañan!

Activo soy, que para bardo el cielo
Puso en mi mano temblorosa el arpa
Fuego en mi corazón, luz en mi mente
Y la indomable dignidad en mi alma


Poeta Becqueriano

Pereira Álvarez fue un portero del alma, siempre estaba pensando en un poema. Cuando escribía sus versos o sonetos, estos surgían del ímpetu admirable de su lírica.

Gran parte de su obra poética se encuentra dispersa en periódicos y revistas de la época. Principalmente, muchos de estas producciones se hallan en el diario La Revolución de Barcelona, donde día a día, sus poemas, versos y sonetos quedaban registrados en unas "Paginas Inéditas", columna que mantuvo cierto tiempo. Asimismo, muchos de sus trabajos literarios se hallan en una revista titulada El Universal, publicación mensual ilustrada, fundada en Caracas por el señor H. Porras, cuya dirección tenía a su cargo el culto César Zumeta. Esta revista circulaba en los centros culturales de España y América Española.

Pereira Álvarez fue un poeta de la antigüedad. Como decía un crítico literario de estos días: lo nuevo tiene mucho de antiguo y lo antiguo mucho de nuevo. En este contexto, el escritor aragüeño Rafael Bolívar Álvarez ha sido el único de los críticos que, quizás,  se atrevió a comparar su obra poética  como “dulzura becqueriana”[2],  aludiendo a la poesía española de Gustavo Adolfo Becquer, el poeta más leído y popular de la España romántica que influyó, sin lugar a duda, en muchos de nuestros poetas latinoamericanos, especialmente, en Venezuela.

De manera que se trataba de una poesía neorromántica, grácil y melódica. Sonetos que describían el estado del alma del poeta y su sentimiento elegiaco ante las cosas. Su musa estaba hecha de palabras musicales, con ritmos suaves. Eran reflejos anímicos, temas simples y armoniosos. De una melodía amorosa conjugada con el alma criolla de nuestra Venezuela del siglo XIX.

La muerte del poeta y periodista

Ismael Pereira Álvarez estaba a treinta años de su muerte. El día que falleció estaba fuera de su país, aunque su noticia de su descenso se conoció tarde por el cable francés. El Nuevo Diario, del domingo 21 de junio de 1925 reseña:

-         El cable ha transmitido la sensible noticia de haber fallecido en New York el señor general Ismael Pereira Álvarez, quien desempeño importante cargos en la administración pública de nuestro país. Consagró su clara inteligencia al periodismo,  en donde dio pruebas de capacidad profesional”

Y termina diciendo el diario gomecista que Pereira Álvarez fue “caballeroso y culto”. También, el diario El Universal, en una nota periodística del lunes 22 de junio de 1925, señala:

-         Cable recibido en esta ciudad anuncia el sensible fallecimiento del señor general Ismael Pereira Álvarez,  acaecida últimamente en New York. Era el finado caballero un elemento que gozaba de merecido aprecio y consideración social por sus dotes de cultura… El general Pereira Álvarez supo cumplir a cabalidad sus deberes en su vida privada, ya como funcionario público; en la amistad como en la política fue hombre de líneas rectas”.

Se desempeñó con probidad en importante cargos de la administración pública, “es el mejor elogio a su memoria y el más rico patrimonio que deja a su atribulada familia”, termina la nota periodística.

Nota de prensa en The Philadelphia Inquier anunciado muerte del general ismael Pereira Alvarez, página C-15
El general Ismael Pereira Álvarez falleció el 13 de junio de 1925, en un reconocido instituto clítico de New York, cuya dirección administrativa estaba a su cargo de su hija Virginia Pereira Álvarez” [3].

Sin embargo, el  The Philadelphia Inquier, en su edición matutina del domingo 14 de junio de 1925, anuncia el fallecimiento del general Ismael Pereira Álvarez, de 67 años de edad, exministro de Guerra y Marina de Venezuela, quien “murió esta mañana en el Hospital Pottstown, por complicaciones secundarias de una operación. Había permanecido por siete días en aquel establecimiento de salud”. Su hija Virginia Pereira Álvarez Hussey, de Barkerford; su hijo Héctor Pereira Álvarez, de Filadelfia, ex cónsul de Venezuela y su suegro F. Armando de Pedraza, estuvieron en su lecho, indicó el diario estadounidense.

Dos años más tarde, La Esfera recuerda su fallecimiento: “Se cumple hoy dos años de la sensible desaparición del general Ismael Pereira Álvarez, distinguido elemento de la sociedad venezolana, que ocupó altos puestos políticos y dejó a su paso por la vida una estela de generosidad y simpatía”[4].





[1] En una entrevista personal realizada al periodista Hernán Chiquitín Ettegui, en su casa de residencia me contó lo siguiente:" Lo recuerdo muy bien -dice" Chiquitín " Ettegui -, porque yo era atleta infantil. Yo participe en un campeonato infantil que fue organizado por él, Mr Fly, Simón B. Rodríguez, Máximo Giménez, el cubano Cloromiro Castro y Salvador Acevedo "
Dice Ettegui que Pereira Álvarez, hijo, escribía preferiblemente de béisbol y boxeo, aunque algunas veces le tocó redactar y organizar competencia de ciclismo. "Cuando yo sustituí a Ismael Pereira Álvarez y Franklin White en la dirección de deporte del El Universal, yo contaba con un gran número de colaboradores. Según Ettegui, Pereira Álvarez, hijo, es calificado como fundador del periodismo profesional en Venezuela, junto con el colombiano Luis Hernández Maldonado (Lord). Amen, también de ser el fundador de la Asociación de Cronistas Deportivo. En 1934, El Universal convocó a Ismael Pereira Álvarez y a otros periodistas para debatir sobre los problemas del deporte nacional. Las Acacias, Caracas, 1993
[2] BOLÍVAR ÁLVAREZ, Rafael (1898). Prologo. En Conceptos literarios. Maracay:
[3] Médico. Fue la primera mujer venezolana de obtener este título, según reseña Ramón A. Rodríguez, en su Diccionario Biográfico e Histórico de Venezuela, publicado en Madrid 1957, p.579. Virginia Pereira estudió en la UCV y se graduó en los EEUU. Allí obtuvo la dirección del Instituto Clínico de New York. Muerto el general Juan Vicente Gómez, regresó a Venezuela y fue encargada del Instituto de Higiene del MSAS, después los laboratorios de bacteriología y parasitología del mencionado organismo. Se casó con un norteamericano neoyorquino. Falleció de una muerte repentina. En aquella ocasión, el Colegio de Médicos de Caracas suscribió un acuerdo de duelo con motivo de su muerte.
[4] La Esfera, lunes 13 de junio de 1927.