Los Paúl de Ortiz

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Esa conexión la tiene, primeramente, Don Francisco Antonio Paúl, el segundo hijo de los siete que tuvo el vizcaíno Don Francisco Antonio de Paúl Alberga[1] en matrimonio con la caraqueña Doña Petronila Terreros. Se trata del más destacado de los Paúl Terreros (Ignacio, Felipe Fermín, Joaquín, Francisca, María y Petronila son sus otros hermanos), quien era conocido como Coto Paúl, debido a la enfermedad de bocio que padecía.
POR JOSÉ OBSWALDO PEREZ
DOÑA CRISTINA LORETO PAÚL siempre les contaba a sus hijos que en aquel cuadro del Acta de la Independencia, pintado por el pintor Martín Tovar y Tovar en 1820, aparecía un familiar lejano, cuyos recuerdos habían trascendido por las memorias de sus antepasados. Ciertamente, entre los firmantes, estaba el general Francisco Antonio Paúl Terreros, personaje fundador de la familia Paúl en Ortiz; pertenecientes a los linajes beneméritos de la Venezuela colonial. Pero, allí, en mismo retrato de Tovar y Tovar, también estaba su hermano el doctor Felipe Fermín Paúl, quien había sido contratado para la defensa de las tierras de Ortiz, a solicitud de un grupo de familias orticeñas que amparaban sus ejidos de su vecina Parapara. Al parecer, de alguna u otra forma, los Paúl están ligados con la historia orticeña.

Esa conexión la tiene, primeramente, Don Francisco Antonio Paúl, el segundo hijo de los siete que tuvo el vizcaíno Don Francisco Antonio de Paúl Alberga[1] en matrimonio con la caraqueña Doña Petronila Terreros. Se trata del más destacado de los Paúl Terreros (Ignacio, Felipe Fermín, Joaquín, Francisca, María y Petronila son sus otros hermanos), quien era conocido como Coto Paúl, debido a la enfermedad de bocio que padecía.

Nació en Caracas, en 1773 e inició estudios de Derecho y se incorporó como abogado al respectivo Colegio en 1807. Luego se destacó, entre 1810 y 1820, como combatiente de la guerra de la independencia y miembro de la Sociedad Patriótica; fue firmante del Acta de la Independencia del 7 y anunciada luego el 5 de Julio. Es exiliado en Curazao y muere por paludismo en Barranquilla, Colombia. Casó con doña María Josefa de Jesús Almeida de Miranda, hija de don Antonio José Almeida Rosales y Ana Antonia de Miranda y Rodríguez, sobrina carnal por su madre del general Francisco de Miranda[2]. Tuvo como hijos a: Mauricia, quien casó con Pedro Alcántara[3] y murió muy joven; Juan Antonio, Emilia[4] y Magdalena Paúl Almeida[5]. La dos últimas permanecieron señoritas hasta la vejez.


Araíz de la muerte Don Francisco Antonio Paúl, el libertador Simón Bolívar le escribe una carta a su hermana María Antonia, fechada en Lima, el 7 de Abril de 1825 reconociendo la virtud este prócer de nuestra gesta independentista y, en gratitud, ordenó a su hermana el auxilió a su viuda esposa de “sus miserias”, que le entregará de sus manos la cantidad de 500 pesos que luego abonaría de su peculio[6].

Su hijo, Juan Antonio, el segundo de sus vástagos, es quien procrea la línea de los descendientes de los Paúl guariqueños. Era criador de ganado en San Francisco de Tiznados, donde tenía bienes de fortuna[7] y se había establecido allí cargado con una numerosa familia. Se alistó a las fuerzas revolucionarias del general Ezequiel Zamora, quien fue su amigo y ayudo a conformar el Ejercito del Pueblo Soberano en San Francisco de Tiznados[8]. Fue administrador de propiedades del general José Antonio Páez en 1851. Desde la década de los sesenta es funcionario público, ocupando el cargo de secretario del Juzgados del municipio Ortiz. Casó con doña Concepción Navarrete[9], nieta de don Francisco Navarrete, propietario del Hato Aguas Negras[10] en San Francisco de Tiznados y de doña Prudencia Pereira. Entre sus hijos cuentan: Emilia, Columba, Francisca Antonia y José de Jesús Paúl Navarrete. Emilia Paúl Navarrete casó el 4 de junio de 1882 con Manuel Antonio Sierra, hijo reconocido de Josefa Matute. Fueron testigos de la boda el músico e intelectual aragüeño Tomás Federico Rodríguez y Críspulo Henrique Sierra[11].

El 21 de julio de 1845, el doctor Joaquín Paúl Alberga solicitó en Caracas varias certificaciones, a favor de sus sobrinas Emilia y Magdalena Paúl Almeida. Don Joaquín Paúl, abogado, Juez de Primera Instancia de Villa de Cura y que se estableció en los valles de Aragua con su familia, ejerciendo con tino y honradez, varios cargos públicos de honor y de confianza[12]. De su matrimonio con la señora María Salomé Aranguren Meléndez en segundas nupcias y de Teresa Pulido en primeras, tuvo los siguientes hijos: don José Paúl, que muró célibe; don Jesús María Paúl, Francisco Antonio Paúl, el coronel José María Paúl y los generales Juan Nepomuceno y Juan de Jesús Paúl Aranguren.


En un documento ubicado en el Registro Principal de San Juan de los Morros[13], las hermanas Columba y Francisca Antonia Paúl Navarrete conceden poderes a su primo el General José de Jesús Paúl Aranguren[14], para que gestione ante el gobierno nacional una pensión por 20 pesos, es decir por 200 bolívares, u otra remuneración para sus tías señoritas Emilia y Magdalena Paúl Almeida por el Ejecutivo como hijas del Ilustre Prócer de la Independencia Francisco Antonio Paúl Terreros. En este sentido, el Gobierno, previo a un informe de la Junta Directiva del Montepío Militar, acordó una justiciera pensión a Emilia y Magdalena Paúl, extendiéndole una Cédula con el goce del respectivo monto solicitado[15].

En 1876 vivían en Ortiz los hermanos Ignacio, Felipe Fermín y José Antonio Paúl Navarrete.

Doña Agueda Epifanía Paúl Navarrete, nació en Ortiz en 1883; hija de don Felipe Fermín Paúl y Trinidad Navarrete. Casó en 1901 con Antonio Jacinto Loreto Arana[16], hijo de don Carmelo Loreto y doña Ana Juliana Arana. Son sus hijos: Cristina, Carmen, Francisca y Beatriz Loreto Paúl.

En 1953, Doña Agueda Paúl vendía sus propiedades y derechos de tierra que tenía en San José de Tiznados, herencia que había adquirido de su difunto esposo Antonio Jacinto Loreto y de su padre Felipe Fermín Paúl. Entre sus bienes contaban Combote.

Cristina, la primera de los Loreto Paúl, nació el 11 de enero de 1905 y falleció en 1981. Casó con el sanjosdeño don Ernesto Rodríguez Medina, hijo del intelectual José Ángel Rodríguez Trujillo y doña Virginia Medina. De este matrimonio nacieron: Carmen Josefina (+), Teresa de Jesús (+), José Avelino, Margot Lourdes, Mercedes Josefina, Ernesto José, Cristina Ramona y Ligia Josefina Rodríguez Loreto. Esta ultima viuda de Vicente Baloa y madre de nuestro amigo y hermano Ernesto Baloa Rodríguez.
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La foto corresponde a Doña Agueda Paúl Navarrete y su esposo don Antonio Jacinto Loreto. La misma quizás fue tomada en Villa de Cura, donde tenían propiedades, según nos cuenta doña Ligia Rodríguez Loreto.

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