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Veinte anos de Historia cumple la Maestría en Historia de Venezuela que ofrece la Universidad Romulo Gallegos

Uno de los grandes gestores o artífices de la apertura de esta maestría fue el Dr. Elis Mercado ex rector de la Universidad de Carabobo, quien debido a los buenos nexos que tenía en el seno del CNU, contribuyó a facilitar dicha apertura, pero también es necesario reconocer la buena disposición del rector de la UNERG para ese tiempo, el Ing. Giovanni Nani, quienes junto a un equipo de docentes, lograron la cristalización de este proyecto educativo 
Por: Prof. Pablo R, Pérez Aragort

De acuerdo con la Gaceta Oficial  número 36.511 de la República de Venezuela, de fecha jueves 06 agosto de 1998, se autorizó la creación y funcionamiento de varios cursos de postgrado en diferentes universidades  venezolanas, entre ellas la Maestría en Historia de Venezuela de la Universidad Rómulo Gallegos de San Juan de los Morros, la cual fue aprobada por el Consejo Nacional de Universidades  No 19 de fecha: 09 de Julio de 1998, una vez cumplidos los requisitos establecidos por la ley conducentes a dicha autorización.

Es importante destacar que uno de los grandes gestores o artífices de la apertura de esta maestría fue el Dr. Elis Mercado ex rector de la Universidad de Carabobo, quien debido a los buenos nexos que tenía en el seno del CNU, contribuyó a facilitar dicha apertura, pero también es necesario reconocer la buena disposición del rector de la UNERG para ese tiempo, el Ing. Giovanni Nani, quienes junto a un equipo de docentes, lograron la cristalización de este proyecto educativo que ha sido tan significativo no solo para los historiadores guariqueños, sino para todos los que amamos y sentimos la historia de nuestra querida Venezuela y más allá de sus fronteras.

Es importante resaltar que es precisamente el Dr. Elis Mercado quien en sus inicios y durante algunos años fungirá como coordinador de la maestría en Historia de Venezuela, siendo decano de postgrado el recordado Dr. José Uzcátegui, quien siendo un profesional que se desempeñaba dentro las ciencias naturales también fue gran amante de la historia, demostrando la posibilidad de integración de todo el conocimiento en este mudo de la complejidad.

 El Dr. Elis Mercado con un equipo de docentes, la mayoría de ellos procedentes de la Escuela de historia de la Universidad de Carabobo y otros del pedagógico de Caracas entre los que se cuentan al Dr. Arístides Medina Rubio, Luis Rafael García, Dr. Federico Brito Figueroa,  iniciarán el proceso de formación de los primeros interesados en cursar dicho postgrado entre los cuales caben mencionar algunos como: Paula Silva, Silvia Torrealba, José  Obswaldo Pérez, Nanci Acosta, Emigdio Barrios, Teresa Zerpa,  entre otros. Esta primera promoción egresó en el mes de octubre de 2003.

A lo largo de estos veinte años es importante resaltar que en la maestría de historia se ha avanzado notablemente en ese proceso de rescate o de visualización de significativos hechos históricos locales y regionales, en diversas entidades federales, pero sobremanera de nuestro Estado Guárico, los cuales habían sido muy poco estudiados por los académicos de la historia, pero que hoy en día  se suman al engrandecimiento de la historia nacional,  logrando incluso superar  tesis o falsas posturas históricas, por ejemplo, donde se aseguraba que en el llano no había existido mano de obra esclava, además de poner en práctica importantes herramientas metodológicas propias de la ciencia Historia, reafirmando sus fundamentos epistemológicos.

Son varias las investigaciones hechas, especialmente las  de la Dra. Irma Marina Mendoza ( pieza clave en la consolidación de esta maestría), quien con su trabajo La propiedad territorial y el Discurso histórico venezolano, demuestra la presencia de la esclavitud y  del cimarronaje en los llanos guariqueños, así como investigaciones de participantes de las diferentes cohortes que han cursado la maestría.

Pero no solo este aspectos de la etapa colonial se han estudiado sino, la presencia del hato y de la hacienda en el surgimiento de pueblos y ciudades, la llaneridad, la historia de los barrios, la historia de la educación y de las instituciones educativas venezolanas, historias de vida de personajes “comunes”  no tradicionales dentro de nuestro quehacer histórico, partiendo del criterio de que la historia la hacen los pueblos y no una élite social, económica o política “significativa”, teniendo siempre presente que una forma de aproximarnos a un hecho histórico específico es abordando todos los aspectos que en un momento determinado formaron parte de esa compleja realidad.

En ese sentido, retomando la cronología, la Dra. Irma Mendoza gran historiadora caraqueña y quien llegó a nuestro estado Guárico en 1999 como Secretaria de Educación en la administración del gobernador Eduardo Manuitt, asume en el año 2001, en calidad de “asistente” del Dr. Mercado  coordinador de la maestría,  quien tenía otros compromisos, y ésta va a dirigir la misma a pesar de sus quebrantos de salud hasta el momento de su fallecimiento el 11 de noviembre del año 2009, fue tanto su amor por la historia y por la maestría que su deceso casi se produce en las aulas de clase. Sus palabras aún resuenan en nuestro recuerdo “No dejen que la maestría desaparezca”. Bajo la coordinación del Dr. Eli Mercado y la Dra. Irma Mendoza se aperturaron aulas territoriales en San Juan de los Morros, Valle de la Pascua, Altagracia de Orituco y Calabozo, gracias  también a la  política de municipalización de la educación, llevada a cabo por el gobierno nacional  logrando que la universidad se acercara  a la comunidad.

A raíz de la partida de la Dra. Irma Mendoza y más tarde a la renuncia del Dr. Eli Mercado, asume la coordinación el profesor Jeroh Montilla, quien es además egresado de esta maestría, poeta, gran amante de la historia y quien desde finales de 2010 hasta principios de  2014  le toca cumplir con la importante tarea encomendada por la Dra Irma “No dejar que muera la maestría”, fueron muchos los egresados tanto en San Juan de los Morros como en Altagracia de Orituco y Valle de la Pascua, durante la gestión del prof. Montilla y  muchos los aportes en cuanto a producción escrita sobre la historia del Guárico.

Para inicios del año 2014, es designado coordinador de la maestría en Historia este servidor ( Prof. Pablo Pérez) quien ya venía trabajando en la misma, junto a la Dra. Irma Mendoza, desde el año 2003. Esta designación fue hecha por la Dra. Arisela  Medina, también historiadora, profesora de la maestría y vicerrectora de la UNERG para ese tiempo, conjuntamente con la Dra. Deyanira Carriola quien era la decana de Postgrado (previa propuesta del prof. Jeroh Montilla). Esta gestión aunque no muy larga, la considero fructífera pues hubo mucha producción escrita, muchos egresados de Altagracia, San Juan de los Morros, Valle de la Pascua y los primeros egresados de Calabozo, se celebró el Primer encuentro de maestrantes en historia de Venezuela en honor a la memoria de la Dra. Irma Marina Mendoza, hija adoptiva de San Juan de los Morros y cuyas cenizas fueron esparcidas en el rio “El Castrero” de nuestra querida capital guariqueña, así como diversa actividad divulgativa por parte del equipo de docente y maestrantes, a través de los medios de comunicación. Pudiera decirse que quienes hemos ejercido la coordinación nos ha tocado cosechar lo sembrado por nuestros antecesores, pero por otro lado sembrar para que cosechen quienes nos han sucedido.

En el año 2016, asume la coordinación el Dr. Luis Ascanio designado por la entonces rectora Arisela Medina, éste  sigue ejerciéndola hasta la actualidad 2018, ratificado por el actual rector José Luis Berroteran y los decanos de Postgrado Dres. Franklin González y Miguel Angel Valera. La gestión del Dr. Ascanio ha sido significativa pues además de aperturarse nuevas cohortes en otros lugares de Guárico como es el caso de San gerónimo de Guayabal, se ha trascendido a otros estados como Apure,  y Yaracuy en convenio (en proceso)  con la UNEY, celebrado por las rectoras Arisela Medina y Yanira López de la UNEY con el apoyo de los vicerrectores Evelyn Fernández (Unerg) y de Manuel Milla (Uney), previa solicitud  de la Asociación de Cronistas oficiales de Venezuela, cuyo director para ese tiempo era Alberto Pérez Larrarte en el año 2015,  por lo que actualmente existen dos aulas territoriales, de las cuales la primera está próxima a dar sus frutos y en donde más de treinta maestrantes, entre los que se cuentan docentes, cultores, cronistas, periodistas y otros profesionales,  realizan importantes investigaciones que constituyen un valioso aporte al acervo histórico de ese maravilloso terruño de la región centrooccidental venezolana, en  la cual la Universidad Rómulo  Gallegos se siente orgullosa de estar presente y donde los profesores de la maestría nos sentimos sumamente honrados y agradecidos por  la receptividad y hospitalidad recibida a lo largo de estos tres años.

Son muchos los docentes que han contribuido al fortalecimiento de la maestría en historia de Venezuela en estos veinte años, (algunos de ellos egresados de la misma). Por  ello es importante destacar  al Dr. Felipe Hernández, gran historiador y cronista del Municipio Infante y quien con un equipo de docentes ha sido  colaborador en el desarrollo de la maestría en la ciudad de Valle de la Pascua, así mismo la Dra. Miriam Meza, quien ha dado sus valiosos aportes en San Juan de los Morros. De igual manera profesores historiadores como Ubaldo Ruiz  y   el  Dr. Jorge Campos, entre otros,  quienes egresaron de la maestría y han sido grandes colaboradores como docentes en la ciudad de Calabozo.

Ha sido determinante el aporte de Profesores como el Dr. Juan Prieto, José Obswaldo Pérez, Gledys Da Silva, Edgar Aponte, Oneida Martínez, Emma Gómez, Adriana De Abreu, Gregorina González, Betania Vicuña, Salvador Lara, Reinaldo Peña, Luz Mijares y Magerling Colmenares (también egresada de la maestría), entre otros. Todos estos docentes forman parte de los  veinte años de historia de la maestría, tomando en consideración que la historia es “La acción de los hombres en el tiempo”.
A lo largo del tiempo mencionado este equipo de trabajo, no solamente ha sido participe de los procesos didácticos que se llevan a cabo dentro de la maestría sino que también han participado  en el proceso de tutoría de los trabajos de investigación, de la revisión ocasional que deben llevar los estudios de ese nivel, como es el caso de la malla curricular, pensa de estudios, programas y líneas de investigación, por ello, es importante resaltar también los aportes de la Dra. María del Carmen Pereiras Coordinadora de Acreditación de Programas de Postgrado de la Universidad Rómulo Gallegos, quien si bien es cierto tiene la responsabilidad con todos los programas de maestría y doctorado, en el caso de Historia de Venezuela  hemos sentido su gran receptividad, su reconocimiento por el trabajo que se hace, lo cual se convierte en incentivo para seguir adelante en lo que falta por hacer y por mejorar.

Son múltiples los egresados de nuestra maestría, sin embargo, consideramos necesario mencionar algunos al azar, como son: En Altagracia: Carmen Nakari Meza, Delmy Benavente, Elizabeth Ramos, Robert Ochoa, En San Juan de los Morros el Dr. Edgardo Malaspina, Visleibis Colmenares, Aydee López, Isaías Castrellón, en Valle de la Pascua: María Mongua, Morabia Romero, Iris Flores, Omaira Herrera, en Calabozo: Neulys Alvarado, Luis Flores, Jorge Campos.

La maestría en historia de Venezuela desde hace algunos años viene desarrollando trabajos que responden a cuatro grandes líneas de investigación como son: Historia Regional y Local, Historia Social de la Educación,  Historia Nacional, Historia de las ideas, cada una con diversos proyectos de investigación dentro de las cuales se inscriben los aportes ya realizados, y son verdaderas contribuciones al reforzamiento de  la memoria histórica de nuestra localidad, región o país, lo que  nos permite afirmar que estamos llenando ese vacío existente por mucho tiempo, muestra de ello son algunos de los trabajos que se mencionan a continuación, que reposan en la biblioteca de postgrado y otros han sido publicados.

Principales hechos históricos ocurridos en Chaguaramal del Peral durante el periodo independentista, entre los años 1811-1821, autora Omaira Herrera, tutor Pablo Pérez.

Rol de la mujer en el Proceso Socioeducativo a nivel universitario. Desde 1990 hasta 2013, en Calabozo. Estado Guárico. Autora Neulys Alvarado, Tutor Ubaldo Ruiz.

Escuela Artesanal Granja a Escuela Técnica Agropecuaria Luis González en Valle de la Pascua. Estado Guárico. Autora Iris Flores Tutor Felipe Hernández.

Aproximación al Estudio Demográfico de la población de San Andrés de Onoto. Estado Anzoátegui. 1936-2000. Autora María Mongua. Tutor Felipe Hernández.

Aproximación a la Historia de la Esclavitud y su significación en el proceso económico- social de la región de Orituco en el periodo 1800-1858. Autor Robert Ochoa. Tutor Pablo Pérez.

Un Símbolo Calaboceño: Iglesia y Parroquia de las Mercedes (1795-1858). Autor Ubaldo Ruiz. Tutora Irma Mendoza.

Vida y obra de Ernesto Luis Rodríguez Morales y su aporte cultural a Zaraza, Guárico y Venezuela. 1916-1999. Autora Carmen Carpio. Tutora Gledys Dasilva.

Historia Gastronómica de San Juan de los Morros. Autora Magerlyn Colmenares, Tutora Miriam Meza.

 El programa de maestría en historia de Venezuela contribuye con la formación de historiadores dado que les proporciona las herramientas metodológicas y epistemológicas, a fin de que puedan llevar a cabo en forma colectiva o individual, investigaciones conducentes  al conocimiento de la historia nacional, local y regional, pero con una actitud insurgente y reivindicativa dando prioridad a ese sector poblacional que durante mucho tiempo fue invisibilizado y negado su aporte a nuestra consolidación como pueblo y como nación. En ese sentido entre los retos a corto y mediano plazo tiene la expansión por todas las entidades federales, donde prácticamente la historia local y regional está por escribirse, además de la divulgación de todas las investigaciones realizadas, en un proceso de encuentro de la universidad con la comunidad, a través de diversas actividades como son foros, conversatorios, trabajos de campo, programas radiales con la finalidad de difundir nuestra historia y contribuir a la consolidación de la memoria histórica y colectiva de nuestra población.
Lo anterior es apenas un pequeño recorrido histórico  de la maestría en Historia de Venezuela, la cual se inició en el Estado Guárico hace dos décadas pero cuyos  estudios han trascendido a los Estados Anzoátegui, Aragua, Carabobo, Apure y Yaracuy y ya se visualizan otros escenarios como es el caso del estado Sucre, donde se proyecta la apertura de otras aulas territoriales,  constituyendo  un avance la continua  consolidación de esta maestría y de la universidad Rómulo Gallegos en su proceso de construcción de nuevos Caminos y Horizontes.



FUENTES DE INFORMACIÓN
Archivo de Prof. Pablo Pérez
Prof. Jeroh Montilla
Prof. Nancy Acosta
Dra. María del Carmen Pereiras
Prof. Raul Freytez




La calle Los tulipanes del sector Guamachal

En su desplazamiento la calle Los Tulipanes pasa frente a establecimientos de servicio y comerciales, algunos desaparecidos pero aún recordados, entre ellos el desaparecido restaurant “El Valle” de la familia Rocha, luego estuvo la Panadería “El Valle” y hoy Víveres “Santa Rita”, al lado, la Estación de Servicio “El Valle” fundada por José Ochoa (quien también fue propietario de la finca La Ceferinera) a él le compró Napoleón Martínez (+) la estación de servicio

Por FELIPE HERNÁNDEZ G.*


I.- Ostenta el pretencioso nombre de Los Tulipanes (Tulipa gesneriana L.), homónimo de la flor nacional de Holanda y los Países Bajos, de Irán y Turquía... La calle Los Tulipanes nace en la calle Atarraya sur a la altura del sector El Valle, donde estuvo ubicada la Estación de Servicio “El Valle”, y se extiende de oeste a este hasta la calle La Atascosa, con sus lomitas y pequeñas colinas que forman como pequeños vallecitos, en su recorrido atraviesa las calles: Las Delicias (antes llamada La Condenada por el permanente mal estado), El Limón, Los Llanos, Principal de Guamachal, Martí, El Liceo y Perú, hasta llegar a calle La Atascosa donde termina, por el costado derecho de la iglesia Santísima Trinidad de Guamachal.

En sus inicios era un camino llamado el Paso de las Gandolas (Carlos Soto dixit), que se desprendía de la carretera nacional que hoy forma parte de la calle Atarraya y desde donde en los años cincuenta, a su vera comenzaron a construirse de manera espontánea incipientes viviendas, una casa o un rancho ahora y otro después. Las primeras viviendas fueron la de doña Petra González, don Manuel Camacho y doña Lula, Isidro González y su esposa doña Dolores Ramírez, don Félix Márquez y la familia Molina, Carlos Cuárez Soto, don Simón Correa y otras. A partir de ese entonces a la calzada se le comenzó a llamar El Páramo o Los Páramos. A las familias antes citadas, siguieron: don Bartolo García, doña Pragedes Blanco, Pedro Ramírez, doña Carmelina y su hija María Bermúdez, María Chirel, Ramón Vanezca, Luis Villanueva y otros tantos que llegaron posteriormente.

Expone el escritor y poeta vallepascuense, Eduardo Correa en su libro ¿Cómo era el barrio Guamachal de antaño? Recuerdos de un habitante (2017:11) que “tendrían que pasar décadas para lograr ver esa calle y alguna otra, porque era un “proceso”… que tardaba mucho tiempo: primero, calles de tierra llenas de huecos… había que bregar con el polvo y el agua de lluvia… después vendrían las aceras, el granzón y luego el asfalto… El servicio de agua llegaría... con las llamadas “plumas” o “llaves” públicas...”.

Cuando por primera vez fue patroleada durante el primer gobierno del Dr. Rafael Caldera (1969-1974), la municipalidad se percató que en la ciudad ya había una calle llamada Los Páramos, la cual nace frente al parque “Don Emilio López” al final de la calle Camaleones-sur, atraviesa la calle Atarraya, pasa frente a la clínica Los Llanos, cruza la avenida Las Industrias y termina una cuadra más adelante… razón que privó para cambiarle el nombre a la nueva calle.  


En su desplazamiento la calle Los Tulipanes pasa frente a establecimientos de servicio y comerciales, algunos desaparecidos pero aún recordados, entre ellos el desaparecido restaurant “El Valle” de la familia Rocha, luego estuvo la Panadería “El Valle” y hoy Víveres “Santa Rita”, al lado, la Estación de Servicio “El Valle” fundada por José Ochoa (quien también fue propietario de la finca La Ceferinera) a él le compró Napoleón Martínez (+) la estación de servicio; siguen: el Bar “Canaima” de don Isidro González “Taquito”, bodega y taller de bicicletas de Luis Villanueva, Taller Mecánico de ¿? Monasterio, bodega “Brisas del Llano” de don Ramón Vanezca, Abastos “El Bienvenido” de Francisco “Guacharaco” González, el Club “Los Tulipanes” del árabe-israelí Taizir Hassan, Bodega y Carnicería “la Reforma” de Juvenal Hernández, al frente estuvo la bodega de “Mono” Arzola y doña Carmen Loreto, y la bodega “13 de Diciembre” en el cruce con la calle Martí, propiedad de Rosa Higuera de Castillo (+) y su hija Teresa… La primera bodega de la calle Los Tulipanes la estableció doña Petra González. 

Un sitio emblemático localizado en esa calle, es el Parquecito de Guamachal o Parque Municipal “Don Vicente Sánchez Chacín”, construido en el año 1972 durante el primer gobierno del Dr. Rafael Caldera, siendo gobernador del estado Guárico don Alejandro Rodríguez Guzmán. Fue construido por el Concejo Municipal e inaugurado por el Prof. Miguel Vilera del Corral (presidente) acompañado del vicepresidente: Prof. José Gregorio González, junto con el Prof. Elpidio Barrades, Sr. Manuel Oropeza Fraile, Rafael López, Eduviges Loreto (Síndico Procurador) y el secretario Luis Ledezma Álvarez... En el acto designaron al Ramón Vanezca como responsable de su vigilancia y mantenimiento, el último encargado fue el Sr. Efrén Loreto (+).

En cuanto al origen del nombre: “Los Tulipanes”, existen distintas versiones. Eduardo Correa (Ibíd. p. 7), señala “…la zona de Guamachal, bien podía describirse con la muy conocida expresión popular de que “todo era bosque, guamachos, chaparros, acacias y cuijes. Como quien dice: “monte y culebras…”. Era un camino que iban a empalmar con el camino real de Guamachal (hoy calle Principal de Guamachal) y otros que conducían a pequeñas fincas y potreros localizados en el sector. A consecuencia del proceso de migración rural-urbano que se inicia a partir de 1936, el cual se acentúa a finales de la década de los años 40 y se incrementa significativamente a partir de los cincuenta, sesenta y setenta… a la vera del camino espontáneamente se van construyendo humildes viviendas dispersas, donde prevalece la cultura y los valores campesinos… Ante el crecimiento sostenido de la ciudad, el sector poco a poco va tomando aspecto urbano. Y prosigue Correa: “Las casitas, unas muy distantes de otras, se comunicaban por unos caminitos de tierra rodeados de plantas silvestres pequeñas, medianas o grandes... ese mismo caminito sería muchos años después, lo que conocemos hoy como la calle Los Tulipanes, cuyo nombre se lo puso mi padre don Simón Correa y a nuestro rancho el número 99”.

La vecina Teolinda Vanezca en entrevista (20/06/2018), señala que “durante la campaña electoral presidencial del año 1973, el candidato del partido Acción Democrática, Carlos Andrés Pérez visitó el sector Guamachal, la calle estaba muy deteriorada, con muchos huecos, al compás del eslogan de su campaña “ese hombre si camina, va de frente y da la cara…”, debió sortear y saltar muchos huecos y charcos, era el mes de junio”.

Una vez CAP electo Presidente de la República, siendo presidente del Concejo Municipal del distrito Infante el señor Manuel Oropeza Fraile, se aprobó asfaltar la calle, el contratista y los ingenieros de la obra recibieron instrucciones de cambiarle el nombre […] e “inspirados en un hermoso jardín de tulipanes, jazmines y capachos en flor de distintos colores que tenía frente a su vivienda la señora Manuela Vanezca (en la cuadra comprendida entre La Atarraya y Las Delicias de esa calle), aunado a la buenamozura de un grupo de gráciles muchachas del sector, entre las que se contaban: Teolinda e Hilda Vanezca López, Luisa Rengifo, Nancy Blanco, Carmen Chirel (+), Olivia Correa, Esperanza Molina, Fanny y Mayda Camacho Seijas y otras… los ingenieros reunidos en la bodega “Brisas del Llano” de don Ramón Vanezca Valera (+) donde desayunaban cada mañana, haciendo un símil entre las espigadas muchachas y las flores del citado jardín, resolvieron ponerle a la calle el nombre de Los Tulipanes. Corría el año 1974”.

Probablemente, lo que hicieron fue oficializar el nombre, “Los Tulipanes” que desde hacía tiempo corría de boca en boca entre los habitantes del sector. 

El estado de la calle Los Tulipanes actualmente está bastante comprometido, sobre todo el espacio comprendido entre la calle Las Delicias y Los Llanos, muchos huecos, perdida de la capa asfáltica y charcos de agua. La dirección de Desarrollo urbano de la Alcaldía municipal debe tomar cartas a fin de corregir el marcado deterioro de la calzada.   

II.- PARQUE “VICENTE SÁNCHEZ CHACÍN”: Mejor conocido como el parquecito de Guamachal, el parque “Vicente Sánchez Chacín” está ubicado en la calle Los Tulipanes, costado donde está colocada la puerta principal y desde donde parte una caminería que lo surca hasta la puerta ubicada al norte, donde comienza la calle Los Pinos; por el lado este pasa la calle Guamachal y por el oeste la calle Los Llanos. Cercado con tela de alfajol, presenta forma de un semitriángulo. Fue inaugurado en el año 1972 por el presidente del Concejo Municipal, Prof. Miguel Vilera del Corral, acompañado de los concejales: Prof. José Gregorio González (1er. Vicepresidente), Prof. Elpidio Barrades Martínez (vecino), Sr. Manuel Oropeza Fraile (vecino), Rafael López, Eduviges Loreto (Síndico Procurador Municipal) y el secretario de la Cámara, Luis Ledezma Álvarez... acompañados de un nutrido grupo de habitantes de sector, especialmente muchos niños que estrenaban los equipos de juego y recreación recién instalados.

El espacio destaca por el verdor de los árboles de olivo, roble, nim, acacia, taguapire de jardín, mamón, ponsigué, y guayacán… un pequeño pulmón vegetal que da sombra y frescor a los niños en sus diversos juegos infantiles, utilizando los bancos de hierro y de cemento y los equipos en regular estado que todavía resisten: dos columpios, tres sube y baja, dos toboganes, barras de hacer ejercicio y hasta unos arcos donde es común ver a los niños practicando y jugando futbol…mientras los padres y otros adultos sentados en los bancos los esperan y vigilan sus inocentes juegos… La rueda giratoria un buen día desapareció.

En la actualidad permanece abierto a toda hora, no tiene vigilancia y ningún mantenimiento y en las noches la oscuridad reina por falta de electricidad, convirtiéndose en un lugar propicio para la presencia de malhechores y malvivientes que consumen licor y probablemente otras drogas. Un llamado de atención a las autoridades municipales, especialmente a la dirección de Desarrollo Urbano y al encargado de Parques y Jardines de la Alcaldía del Municipio Infante, para que rescaten la memoria de ese espacio público, designen un encargado de mantenimiento, lo desmalecen, recojan la basura, los escombros y las ramas de los árboles que podan o cortan.

El Parque lleva el nombre de Vicente Sánchez Chacín, reconocido educador, intelectual y poeta… A continuación se presenta una sucinta biografía:

III.- VICENTE SÁNCHEZ CHACÍN (hijo): Educador, escritor y poeta, su edificante obra docente favoreció a varias generaciones de vallepascuenses y guariqueños de la primera mitad del siglo XX. Nació en Chaguaramas en el año 1900, fueron sus padres, el poeta don Vicente Sánchez Chacín y la poetisa, doña Olegaria Prieto de Sánchez. Fue casado con la maestra María de Jesús Belisario de Sánchez, con quien procreó cuatro hijos,  a saber: presbítero Vicente Sánchez Belisario, Teresa Sánchez de Guevara, Carmelo y Luis Gerardo Sánchez Belisario. 

Su labor poética fue muy apreciada, publicada en parte en periódicos locales, no ha sido recopilada. Autor de las obras siguientes: Don Quijote y BolívarDolor y apoteosisGente notable y tradiciones pascuenses. En la música escribió: Himno al CristoHimno a la acción social, y el vals Carmen Susana. Introdujo en los planteles que estuvieron a su cargo, el método fonético, consistente en un guión sintético para enseñar a leer, sustituyendo el deletreo que antes se usaba. Desarrolló una fecunda labor cultural, tanto en lo educativo como en lo social. Perteneció al grupo de avance que fundó en Valle de la Pascua, el Centro Bolívar en el año 1924, institución donde fungió de diligente secretario. Fue un versado conferencista y charlista de tópicos diversos, contumaz auspiciador de recitales poéticos. Su labor fue reconocida a través de diversos homenajes… Lamentablemente, casi nadie reconoce a quien honra con su nombre al Parquecito de Guamachal, como no hay busto ni tiene placa o valla que lo identifique, no hay manera de identificarlo.  

IV.- ESQUINAS DE LA CALLE LOS TULIPANES

EL VALLE: Situada al inicio de la calle Los Tulipanes cruce la Atarraya-sur, en el tiempo, en ese lugar se han establecido varios comercios, entre otros, primeramente estuvo un restaurant de la familia Rocha (calle Atarraya c/c Av. Libertador) y al doblar la calle, estuvo la estación de servicio “El Valle” de Napoleón Martínez; en la actualidad se ubica una distribuidora de maquinarias pesadas y al frente un establecimiento de comidas regentado por unas ciudadanas de nacionalidad dominicana.  

ESQUINA DE GUACHARACO: Esquina ubicada en la calle Los Tulipanes cruce con Las Delicias, a finales de los años sesenta el Sr. Francisco González Arzola, conocido desde siempre con el alias de “Guacharaco”, instaló un establecimiento comercial con el nombre de Abastos  “El Bienvenido”, más sin embargo, los clientes y relacionados llamaban el establecimiento “el negocio de Guacharaco”, de ahí, la esquina con el transcurrir del tiempo tomo el nombre: Esquina de Guacharaco.

ESQUINA DE LUIS VILLANUEVA: Ubicada en el cruce de la calle Los Tulipanes cruce con el callejón El Limón… desde los años sesenta hasta los ochenta aproximadamente, en el sitio tenía su casa de habitación, aunado a una bodega y un taller de bicicletas el Sr. Luis Villanueva, del cual tomo el nombre la esquina, hasta la actualidad.

ESQUINA DE VANEZCA O DEL PARQUE: En la esquina de la calle Los Tulipanes cruce con Los Llanos estuvo la bodega “Brisas del Llano” de don Ramón Vanezca Valera, el comercio lo estableció el año 1962, y ahí se mantuvo hasta principios del siglo XXI…

ESQUINA LA REFORMA: Popular esquina que debe su nombre al abasto y carnicería de ese nombre ubicada en la calle Guamachal cruce con Los Tulipanes; comercio de tradición familiar que en la actualidad es propiedad de Juvenal Hernández. Establecido en el año 1969, es una referencia municipal.

ESQUINA DE ROSA PATA BLANCA: Ubicada en el cruce de la calle Los Tulipanes con Martí. La bodega “13 de diciembre” propiedad de Rosa Higuera de Castillo (+), hoy regentada por su hija Teresa Castillo, tiene una data en el lugar de 30 años aproximadamente.

ESQUINA DE FIDELINA: Así se llama la esquina ubicada en la calle Los Tulipanes cruce con calle El Liceo. El nombre le viene por la acera alta de la vivienda que fue propiedad de Filiberto “Queque” Armas Arzola (+) y Fidelina Martínez... en los años setenta y ochenta y aun hoy, en las noches se reúnen algunos jóvenes del sector. Es popular la expresión “¡Nos vemos en la esquina de Fidelina!”.

REFERENCIAS
 ARCHIVO DEL CONCEJO MUNICIPAL del Municipio Infante (años 1972, 1974ss).
CORREA, Eduardo. (2017): ¿Cómo era el Barrio Guamachal de antaño? Recuerdos de un habitante. Impresión digital.
HERNÁNDEZ G. Felipe (2012): Reseña Histórica del Sector Guamachal de Valle de la Pascua… Blog: Cronista del Municipio Leonardo Infante, martes, 5 de junio de 2012.
HERNÁNDEZ G. Felipe (2011): Vicente Sánchez Chacín (padre) y Vicente Sánchez Chacín (hijo). Valle de la Pascua: periódico El Reportero, julio 2011. p. 15.   
PEREC, Georges. (2016): “La calle, el barrio, la ciudad”. En: Bifurcaciones. Revista de estudios culturales urbanos, N° 021. Chile; Universidad Católica de Maule.
ENTREVISTAS
--- Carlos Soto Rodríguez. Conversación sostenida el 03 de julio de 2018.
--- Freddy Alejandro Hassan. Conversación sostenida el 06 de julio de 2018.
--- María del Carmen (La Negra de Gallo) Vanezca Salinas. Varias conversaciones, julio, 2018.
--- Teolinda Vanezca López. Conversación sostenida el 20 de junio de 2018.
Valle de la Pascua, 09 de julio de 2018.
                *Cronista Oficial del Municipio Leonardo Infante- Valle de la Pascua //  fhernandezg457@gmail.com


El silencio del pionero


Durante su permanencia como redactor-jefe de El Pregonero, dejó un interesante aporte a la historia del periodismo venezolano. En ese tiempo, Ismael logró ver cómo desde diarismo se avizoraban cambios políticos y económicos, en medio de quijotescas andanzas por una Venezuela casi desintegrada por luchas intestinas


Ismael Pereira Álvarez
 (Foto reprodución JOP)
Por José Obswaldo Pérez

La historia es camino, espejo y mensaje, como dice un historiador. Y no puede ser más oportuno e interesante lo que se desprende de la vida periodística de Ismael Pereira Álvarez. Y no sé por qué Oscar Yánez lo calificó de” folclórico general”, cuando al menos este personaje se dedicó al periodismo, dando muestras de vanguardismo profesional durante su andar y desandar por el país.


Por eso viene su presencia historiográfica como uno de los primeros promotores de la tecnificación de la prensa, así como la de introducir cambios incipientes en el manejo de la información periodística moderna, junto con el editor Odoardo León Ponte. De este modo, Pereira Álvarez perteneció al mundo del periodismo, escribiendo con pluma fresca en diferentes publicaciones de provincia.

Durante su permanencia como redactor-jefe de El Pregonero, dejó un interesante aporte a la historia del periodismo venezolano. En ese tiempo,  Ismael logró ver cómo desde diarismo se avizoraban cambios políticos y económicos, en medio de quijotescas andanzas por una Venezuela casi desintegrada por luchas intestinas; pero, también, sacudida por un época de renovación cultural y científica que trae como anclaje histórico el positivismo venezolano.

Los inicios
Desde temprana edad se inició en el periodismo y en la política. En 1878, edita los periódicos La Voz de los Llanos y El Pensamiento Libre, en Ortiz. Entonces, circulaba en aquella ciudad del Departamento Bermúdez, la Gaceta de Guárico, publicación oficial

Eran días difíciles. Apenas adolecente, este guariqueño ya escuchaba las proclamas políticas del pensamiento “progresista” del general Antonio Guzmán Blanco. Consignas como educación, inmigración y vías de comunicación resumían la propuesta políticas fundamentales del Ilustre Americano. Aquellas ideas contagiaron a Pereira Álvarez hasta su fin de su vida. Con ellas se embarcó a la deriva, sin mirar en el horizonte; y, por lo pronto, escogió batallar, en ese mar de circunstancias, sin más armas que el teclado de la máquina de escribir. Incansablemente, todas las páginas, todos los artículos, todas las notas de papel estarán dedicadas a servir a la Revolución Liberal.

Los últimos años del siglo XIX, el periodismo alcanzó relevancia por el auge del positivismo, influyendo en todos los campos de la cultura. Era el positivismo- como planteaba la profesora Asalia Venegas y otros investigadores- una filosofía de estado esbozada a promover un cambio en el desarrollo socio-político del país. Esta teoría constituía un proceso de renovación divulgada, sobre todo, en periódicos y revistas de la época, las cuales estaban más al alcance del público lector.

La idea de modernización, paralelamente, al auge del positivismo también creaba nuevas perspectivas en el ámbito de la comunicación informativa. El siglo XIX constituyó una brecha abierta a posibles nuevos caminos en el porvenir de la prensa venezolana. Es así, como estas ideas, en el terreno del periodismo, fomentaban un hecho peculiar e histórico: el desarrollo tecnológico daría lugar, paso a paso, al auge del periódico informativo e independiente.
Entre 1894-1895 ocurren importantes acontecimientos en el país. Venezuela se desconcierta por el descontento social y la agitación popular. Sin embargo, el 24 de enero de 1894 ocurre un suceso influyente en la vida nacional. La construcción de la línea ferroviaria más extensa de Venezuela, uniendo a Caracas con Valencia. La influencia del ferrocarril dará origen a un nuevo símbolo de la modernidad: la técnica. Su impacto elevará la imaginación de los positivistas cobijados con el estandarte del progreso.

En medio de estos hechos, el general Pereira Álvarez vio nacer este tipo de periodismo informativo que intentaba, como fin, llegar a las masas: buscar y divulgar la información mediante las técnicas de la narración breve y precisa. El periodismo informativo hizo a la prensa diferente y renovadora. He aquí cuando apareció la dinámica concepción de la noticia: el estilo telegráfico.

Este estilo narrativo se muestra mucho antes. En El Lazo de la Unión (1881), periódico apureño, el general Pereira Álvarez deja las primeras señales de este género. Allí transcendió como redactor su modo vertical en el tratamiento de los problemas locales, su objetividad y su independencia comunicacional.
En aquellos días, el general Ismael Pereira Álvarez supo imponerse en el discurrir del oficio. Así, en su vida provinciana- años de mozos- como en la fecunda madurez de su vida capitalina, adquirió y cultivo un talento activo, siempre en posición de vanguardia. Con el fusil de la palabra dejo sembrados varios periódicos de causas políticas en diferentes partes del país. La Voz de los Llanos (Ortiz, 1878), El Pensamiento Libre (Ortiz, 1878), La Revolución (Barcelona, 1891) y El Pregonero (Caracas, 1892). Asimismo fue redactor en otros medios impresos del interior y de la capital.

La Revolución, el primer diario visto luz en Barcelona, fue de su gran importancia personal. No sólo por lo político sino por la amenidad de sus artículos trasmitidos, desde crónicas costumbristas hasta informaciones políticas. En su línea editorial siempre hubo democracia y apertura, también, quienes tenía ideas contrarias podía escribir en él.

Al amparo de la presidencia de Raimundo Andueza Palacios, a quien lo ligan vínculos amistosos, se viene a Caracas. Sus relaciones con el Jefe del Estado la abrieron el camino: su misión ser el periodista oficial del Gobierno. Una especie de asesor que sale adelante para combatir las campañas negativas de algunos medios contras las pretensiones continuistas de Andueza Palacio.

Un hombre de fecunda vida
Cuando ahora retrotraernos a Pereira Álvarez hallamos en él una de las figuras centrales del proceso de modernización de la prensa y el periodismo en Venezuela. Su mejor testimonio fue El Pregonero, donde gerencia los cambios tecnológicos en el taller tipográfico. La imprenta de vapor había sido reemplazada por la maquina eléctrica. Estos equipos introducen mudanzas en el diarismo venezolano, todo bajo el signo del positivismo y el modernismo del liberalismo criollo. Ideas armonizadas que empezaban arraigarse en Venezuela.
Una prueba de la rectitud periodística del general Pereira Álvarez la mostró cuando el doctor R. Villanueva Mata acuso- en una oportunidad- a El Pregonero de haber publicado en sus columnas un comunicado desfavorable relacionado contra él y otras personas amigas de la Isla de Margarita. Respondía el periodista de esta manera: “Basta saber el amigo, que esta empresa es puramente industrial al servicio general del público; y no podíamos, sin faltar a las reglas de ellas, establecer previa censura para los asuntos particulares que paga cada interesado…”[1]

Un romanticismo técnico puso el tiempo a machar de prisa. Pero no fue fácil para un pequeño gremio de tipógrafos ni para los propios periodistas adaptarse a las nuevas técnicas de impresión gráfica Muchas veces, el diario de Torres a Madrices confrontó problemas para su funcionamiento. Durante la crisis del 94, el periódico no tenía maquinista para el manejo de su taller.

Otro reconocimiento de la actividad desempeñada por Pereira Álvarez, en el diarismo, fue el haber apoyado a la creación de la Asociación de Prensa de Venezuela, conocido por su sigla APV. ¡Un hito en la historia del periodismo venezolano!, consideran algunos historiadores e investigadores de la comunicación social. La APV fue presidida por el periodista zuliano Manuel Fernández, conocido en el gremio como don Simón. Fue escritor, poeta y educador. Fernández recibió una pensión de 200 bolívares del Congreso de la República, gracias a las diligencias que realizó la  APV.

La Asociación de la Prensa de Venezuela fue definitivamente la génesis de la AVP y, más tarde, el CNP. La APV no habría existido sin Pereira Álvarez, quien animó y se movió en torno a esa idea. Fue quien realizó esfuerzos colectivos para su consolidación, a pesar de la poca actividad del gremio.

Pereira Álvarez fue siempre, según el escritor aragüeño Rafael Bolívar Álvarez, un hombre de una gran vitalidad marcada por la tendencia a cultivar energías morales “…altas nociones del honor del deber, la rectitud, la probidad y la justicia; cosas que hacen honorable, generosa y fecunda la vida, y rodean al hombre de cierta autoridad moral halagadora, que le da alientos para liberar nuevos combates y que establece uno como cordón sanitario entre el cretinismo infecundo y bajo, y lo que vuela y vale…”

Finalmente, escribir sobre Ismael Pereira Álvarez es referirse a algunos episodios de la historia contemporánea de Venezuela, como la Revolución Legalista o la crisis y la caída del liberalismo amarillo en los últimos días del siglo XIX. Esto nos obliga intentar un examen del inicio de la historia moderna del periodismo.

Con la biografía del general Pereira Álvarez se hace justicia como una manera de recordar a los periodistas olvidados del siglo XIX. Con su historia, también, se llega a entender el proceso histórico de la prensa y sus personajes desconocidos. Por lo tanto, estamos al frente de un personaje activo en la historia nacional, una entidad viva y palpitante de aquellos acontecimientos que dejaron huellas en el pasado. Junto con Odoardo Léon Ponte se había adelantado a la revolución de la prensa moderna en Venezuela.

El telón va cayendo y una foto del general Ismael Pereira Álvarez se plasma como evidencia de su tiempo en el diario El Universal (1912). La fotografía tiene como contexto el anuncio del nuevo gabinete provisional del presidente Juan Vicente Gómez. Pereira Álvarez es designado Ministro de Guerra y Marina.



[1] El Pregonero, 10 de julio de 1895;p.2

Domingo Shettino… Aportes históricos para una biografía


Por Felipe Hernández G*

El italiano Domingo Shettino Montesano, natural de Sicilia, donde nació aproximadamente en el año 1870 o 1871, vino a Venezuela a principios del siglo XX, mucho antes de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), acompañado de dos hermanos, uno de nombre Nicola, que se estableció en Ciudad Bolívar, y otro ¿? al que no le gustó Venezuela, se regresó a Italia.

La situación de Italia a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando los hermanos Shettino abandonan Sicilia, es el resultado del proceso histórico conocido como de la unificación o del resurgimiento italiano, que se da a lo largo del siglo XIX, cuando la Italia industrializada del norte, influenciada por Francia y el Imperio Austriaco, conquista la aristocrática y rural Italia del sur (Nápoles y Sicilia), proceso durante el cual el norte impidió el desarrollo del sur, propiciando la emigración y la perpetuación de su situación social.

El escritor Giuseppe di Lampedusa en su libro El Gatopardo (2002), señala que los sicilianos vieron la unificación de Italia como una conquista del sur por el norte, con un brutal decaimiento de la economía de Sicilia, que determinó una ola de emigración sin precedentes. Organizaciones de trabajadores y campesinos conocidos como los Fasci Siciliani, que eran grupos separatistas de izquierda, se alzaron, creándose un conflicto social violento e insurrecto, que provocó en 1894 que el gobierno impusiera de nuevo la ley marcial. Pese a su gran valor estratégico, a partir de esa época la región se mantuvo económicamente deprimida. La industrialización no se había logrado, las continuas guerras, y los períodos de malas cosechas agrícolas, provocaron una profunda crisis económica con los consiguientes efectos sociales.

En una de esas acciones bélicas los Shettino perdieron a su padre, suceso que los impulsó a emigrar a América, destino de emigración de muchos italianos y europeos en esa época. No se ha determinado cuando arribaron a Venezuela, y Domingo Shettino a Valle de la Pascua, aunque está claro que fue en la primera década del siglo XX, antes de 1913, año cuando se unió  sentimentalmente con la joven Josefa María Higuera (La Negra Shettino), con quien vivió ininterrumpidamente durante 27 años. Separándolos la muerte de él, en el año 1940, como consecuencia de un cáncer de pulmón provocado por su afición al cigarrillo.
Posiblemente Domingo Shettino vino a Valle de la Pascua con los también italianos Juan Caffiero, y ¿? Pussolini, que fue casado con doña Carmen Franquiz de Pussolini. Y antes de convivir con la Negra Shettino, convivió con una dama de nombre Carmen ¿?, con quien procreó una hija, que alcanzó el grado de médico oncólogo y trabajó mucho tiempo en el hospital Padre Machado de Caracas, se desconocen mayores datos.
Aunque con La Negra, Domingo Shettino no procreó hijos, le ayudó a criar dos ahijados, hijos de Francisca Antonia Toro Bolívar y de Genaro Infante Baloa (el Andaluz), a quienes adoptó La Negra cuando la madre de estos niños murió, son ellos: Nelson Higuera y Lila Higuera de Bolívar. La Negra además crió cuatro sobrinos, para un total de seis niños criados por la pareja.

La maestra, doña Lila Higuera de Bolívar describe a Domingo Shettino como “un hombre de buen porte, alto y flaco, afable, trabajador, altruista y de buenos modales”. Chofer y mecánico automotriz de profesión, con especiales habilidades gastronómicas (curar y ahumar jamones y fabricar pastas), así como para reparar artefactos eléctricos (planchas, radios, entre otros). Aunque se desconoce el grado de instrucción que tenía, dada su practicidad y conocimientos, se infiere que estaba imbuido de los ideales positivistas tan en boga en Europa y América para ese momento histórico.
Durante los más de treinta años que Shettino vivió en Valle de la Pascua, no sólo entabló amistad con los principales de la ciudad, sino también con gente de todas las clases y condiciones sociales, especial fue su amistad con el padre Federico Marcano, con Juan Caffiero, don Julio Pérez, don Eusebio Ubieda López, los Santaella, Miguel Lorenzo Plathy, los Ledezma, Rafael María Belisario, José María Álvarez Jaramillo y otros.

En la casa de su compañera, la Negra Shettino, donde siempre vivió desde que unieron sus vidas en 1913, diez años después, el 5 de agosto de 1923 fue fundada la Sociedad Socorro Mutuo de Valle de la Pascua, junto con Julio Celestino Pérez Álvarez, Francisco Romero Barroso, Sergio Martínez, Manuel Fernández, Juan Caffiero, Quirico Nieves, Juan Bautista Itriago, Andrés Galindo, Juan Antonio Ruiz, Lucio Martínez, José Dimas López Arzola, Francisco Villegas, Gabriel Requena, Laureano Mujica, Viviano Aguirre, Ricardo Mila, Luis Felipe Ramírez, Ramón Vargas Ríos, Juan Ruiz, Leonardo Ruiz y Jesús Ruiz. La vivienda de La Negra aún existe, está ubicada en la esquina de la calle Shettino c/c. Las Flores.
Su taller de mecánica automotriz estaba ubicado en la calle Juan José Rondón, que también se llamó La Maquinaria (y hoy calle Shettino), entre las calles Descanso y Las Flores. En la mitad de la cuadra, acera derecha. Entre otros, fue chofer del Dr. Rafael Zamora Arévalo. Nos informa doña Lila, que el primer vehículo que trajo Shettino a Valle de la Pascua, lo fue a buscar a Caracas, un regalo hecho por el reconocido ganadero José Agapito Ramírez Camero (dueño de los hatos Faltriquera, Mata Redonda y Monasterio) a una de sus hijas.

En trance de muerte, en 1940, una de las últimas solicitudes de Domingo Shettino, fue que viniera a visitarlo su amigo, el padre Federico Marcano, para que le diera la extremaunción. Cuando este llegó, le dijo “lo mando a llamar porque quiero hablar con el sacerdote, no con el hombre…”. A su muerte tenía aproximadamente 69 años. Su compañera, la Negra Shettino murió en 1979. Le sobrevivió casi cuarenta años.

Con certeza puede decirse, que el ciclo vital de Shettino en Valle de la Pascua comprende los gobiernos de Cipriano Castro, Juan Vicente Gómez y Eleazar López Contreras… Fue Doménico Shettino Montesano un italiano útil, que dejó su impronta positiva y benefactora en la Valle de la Pascua sencilla y solariega de la primera mitad del siglo XX…, reconocido y recordado como uno de los fundadores de la Sociedad Socorro Mutuo, su nombre está unido a esta ciudad a perpetuidad; en la toponimia local, desde el año 1945 existe la calle Shettino (antes calle Rondón, que también se llamó La Maquinaria), calle central que surca la ciudad de sur a norte, desde el terminal de pasajeros “Juan Arroyo”, hasta el barrio El Rosario y más allá…en su recorrido pasa a una cuadra al oeste de la plaza Bolívar. Calle donde siempre estuvo ubicado su taller mecánico, y la vivienda donde vivió, y que ahora ocupa la maestra, doña Lila Higuera de Bolívar con sus familiares.

Nuestra eterna gratitud a la Sra. Lila Higuera de Bolívar por la gentil información.


*UNESR-Cronista del Municipio Leonardo Infante // fhernandezg457@yahoo.com