La unidad de propósito: un reclamo de la historia (parte cuatro).


Para la Oposición Democrática, actuar juntos, con un propósito claro, constituye la única esperanza que nos queda, para poder reivindicarnos ante esta lastimada sociedad, y ese propósito no es otro, que el desalojo de maduro y su cortejo de sociópatas, de manera contundente, pacífica y electoral, en las próximas elecciones del 2024


“ Antes de que se pueda reconstruir una nación, sus ciudadanos deben comprender en primer lugar; como se socavaron sus instituciones, como se tergiverso su lenguaje y como se manipulo a su gente “. Anne Applebaum

Por Jesus Cepeda Villavicencio

3.1,2. En el artículo anterior, tratamos lo referido al significado de las SI, sus orígenes y razón de ser, hicimos referencia a dos fechas claves para el inicio de la aplicación de estas en Venezuela; 2008, cuando comienzan a establecerse responsabilidades individuales a importantes figuras del régimen, tanto políticos, como funcionarios públicos y “empresarios “ afines a él, por sus vinculaciones directas, con escandalosos hechos de corrupción, blanqueo, lavado de capitales y nexos con el narcotráfico, y el año 2017, cuando se formalizan las sanciones económicas. Es importante destacar asimismo, que desde el año 2013, cuando maduro accede a la presidencia de la república, comienzan las sospechas y especulaciones sobre la legitimidad de su triunfo electoral, las inobservancias constitucionales y la utilización de claros ventajismos electorales, siembran de dudas tanto a nivel nacional, como internacional, el proceso realizado ese año, hechos que comienzan a ser constatados, a partir del año 2015, cuando el régimen pierde de manera contundente las elecciones parlamentarias, lo que lo obliga con el más inmoral cinismo, a la implementación de abiertas violaciones electorales; como la negación de derechos constitucionales (referéndum revocatorio) y los írritos procesos de elección de una ilegítima constituyente, y el descarado fraude electoral del año 2018, donde maduro se reelige presidente. Estos eventos marcan la pauta, para el desconocimiento del régimen, por parte de la comunidad democrática internacional, cerca de 60 países se distancian de maduro, y un número no menos importante rompe relaciones diplomáticas, iniciándose un severo aislamiento, que se mantiene hasta la fecha.

Todo este complejo contexto de crisis de legitimidad y representatividad, coincide con una, de mayor magnitud, en los planos; a_ sociales (pobreza general de ingresos del 94%. ENCOVI,2022), b)_ económicos (caída libre del 80% en el PIB de la nación, en los últimos 7 años), c_ políticos ( fragilidad país; ubicándonos como el segundo país más frágil del continente americano, después de Haití, y en fase de peligro creciente) y d_ ecológicos (retrocediendo a un cavernícola proceso de extractivismo primitivo, denominado, Arco Minero del Orinoco, AMO, que abarca 112000 km cuadrados de territorio, que está causando gravísimos desequilibrios étnico ambientales), todo lo cual ha conducido a una liquidación de hecho y de derecho, de nuestra institucionalidad monetaria, salarial, de servicios públicos, de asistencia social y de infraestructura vial y comunicacional. Las irrebatibles cifras que se muestran a continuación, revelan el gigantesco fraude que ha significado para el país, el advenimiento de este adefesio socialista denominado, socialismo del S XXI, sostenido por la manu militari, la corrupción, un control hegemónico mediático absoluto y un control social sin precedentes, caldo de cultivo ideal para la promoción del cinismo y la manipulación de la gente.

En el periodo comprendido entre el año 2000 y el año 2016, según fuentes de diversos actores ligados al mundo de las finanzas, el petróleo y la politica, Venezuela percibió por concepto de ingresos petroleros, la astronómica cifra de 900 mil millones de $, que al contrastarlos con los 349 mil millones de $ recibidos en los 40 años de la mal llamada cuarta república, se revela con dolor y asombro, una realidad que se desnuda ante nuestros ojos, y nos lleva a formularnos la siguiente interrogante, ¿ cómo fue posible llegar a una situación tan dramática, como la que hoy vive el país, con unos ingresos tan monumentales?. Es allí donde radica la indignación y la suprema necesidad, de la sensata actuación conjunta de los sectores democráticos comprometidos con el inaplazable cambio político.

Es necesario resaltar en este análisis que estos extraordinarios ingresos, no fueron producto de previsiones planificadas de exploración, perforación y extracciones de incrementos productivos, sino que por el contrario, los mismos obedecieron a los altos precios sostenidos durante un largo periodo, como podemos apreciar, en las relaciones que presentamos a continuación: año 1998, producción 3167000 b|d. precio del barril 8.4 $ año 2012, producción 2500000 b|d. precio del barril 112 $ año 2015, producción 2489000 b|d. precio del barril 44.7 $ año 2021, producción 700000 b|d. precio del barril 85.4 $, donde a su vez es notoria la caída productiva, como consecuencia de la desnaturalización y desmantelamiento, a que fue sometida PDVSA, otrora gran industria petrolera mundial.

El petróleo es considerado un commodity, cuyos precios son altamente volátiles, muy sensibles a los frecuentes cambios en la demanda energética, la cual a su vez, depende de los inesperados juegos de la geopolítica mundial, posibles conflagraciones y a siniestralidades climáticas. Por estas razones, los países cuyos ingresos dependen en gran medida de las exportaciones de crudo, recurren a la creación de mecanismos institucionales y contingenciales que les permitan amortiguar los efectos adversos, que para sus respectivas cuentas fiscales, les genera las épocas de naufragio de los precios.

A tales efectos, Venezuela contaba para 1998, con un mecanismo denominado fondo de inversiones para la estabilización macroeconómica (FIEM ), al cual la constitución de 1999 otorgó rango constitucional ( artículo 321 ), todo lo cual auguraba, una plena disposición para el funcionamiento ordenado, planificado y previsible en el manejo de los gastos del Estado, tanto a nivel nacional, como regional y municipal, sin embargo, esta iniciativa constitucional no podía ser la excepción , y al cabo de unos pocos años, siguió el mismo rumbo, que la gran mayoría de los mandatos establecidos en dicha constitución, se convirtieron en una quimera, ante las pretensiones del Estado de prerrogativas, mecanismo a través del cual, este régimen vulnera todos los derechos consagrados en esa carta magna.

En la próxima entrega abordaremos en detalle estos trascendentales asuntos, así como los referidos a las reservas internacionales y el manejo de la deuda pública externa, porque constituyen el epicentro donde se localiza la etiología de las desgracias, que como nación padecemos en la actualidad, desmintiendo con sólidos argumentos las miserables tesis mediáticas, que con un asqueroso y sádico cinismo, mantienen los “sres” del régimen y sus acólitos tarifados, de que la crisis es consecuencia de la guerra económica y de las sanciones internacionales, que, repetimos comienzan a aplicarse es a partir del año 2017, cuando la enfermedad oncológica, ya había hecho metástasis.

Para la Oposición Democrática, actuar juntos, con un propósito claro, constituye la única esperanza que nos queda, para poder reivindicarnos ante esta lastimada sociedad, y ese propósito no es otro, que el desalojo de maduro y su cortejo de sociópatas, de manera contundente, pacífica y electoral, en las próximas elecciones del 2024.


Jesus Cepeda Villavicencio es ingeniero agrónomo, MsSc en Desarrollo Rural, doctor en Ciencia de la Educación, profesor universitario jubilado, ensayista y político

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