Borges y Darío: Juego de espejos
Yo conocía al dedo a Darío, porque había sido amamantado en esa leche materna, y así, a veces, como en esos juegos de espejos tan caros a Bo...
Yo conocía al dedo a Darío, porque había sido amamantado en esa leche materna, y así, a veces, como en esos juegos de espejos tan caros a Bo...