Topofilia, lugar y toponimia
El lugar, según el geógrafo chino-americano Yi-Fu Tuan, está definido por la perspectiva empírica que las personas tienen de un espacio. Es decir, las experiencias de quienes ocupan un área son quienes hacen que ese lugar sea significativo para ellos y su interpretación para los demás.
Por José Obswaldo Pérez
La añoranza por el terruño, por el lugar donde uno nació, tiene una carga emocional para un habitante cualquiera. Yo recuerdo que cuando regresaba a mi pueblo, después de un período de clases en la universidad, mi corazón se emocionaba por la vuelta y el encuentro con los amigos, pero sobre todo, por el encuentro con esos espacios que uno guarda en la memoria. Todas esas emociones la vivía en el desplazamiento desde la ciudad donde estudiaba hasta el encuentro con mí querido pueblo: Ortiz. De allí que la percepción de lugar juega un papel importante en la producción de emociones. Las emociones son provocadas, en un contexto relacional, con personas; así, como también, con objetos, y por consiguiente, con el lugar añorado o cualquier otro territorio o espacio. Sean emociones positivas o negativas, apacibles o no. Entonces podemos hablar del concepto topofilia, que nos es más que el enlace afectivo positivo que se establece entre las personas y el medio ambiente que le rodea. Entonces, la topofilia puede ser un hábitat (lugar) apacible y agradable a nuestra percepción, a nuestra memoria.
El tema, que traigo a colocación, fue estudiado por el catedrático Yi-Fu Tuan, el geógrafo más destacado en la actualidad. De sus múltiples contribuciones al campo de la geografía destaca el concepto de topofilia, acuñado en su libro Topophilia: a study of enviromental perception, attitudes, and values (1974) y que, en sus propias palabras, "puede definirse vagamente como todo lo que está relacionado con las conexiones emocionales entre el entorno físico y los seres humanos".
Como hemos dicho, Yi-Fu Tuan es geógrafo de profesión y hombre de dilatada trayectoria académica en Estados Unidos. Nació Tientsin, China (1930), Hijo de un diplomático, se crió en el seno de la clase pudiente de la República de China, lo que le facilitó el acceso a una educación excepcional, estudiando en China, Australia, Filipinas e Inglaterra. En 1951 se licenció en geografía en la Universidad de Oxford y en 1957 se doctoró en geografía en la Universidad de California, Berkeley.
Durante esos primeros años, Tuan centró su interés en la geomorfología, y su fascinación por la austeridad y el aislamiento del desierto de Nuevo México le llevaron a estudiar ese paisaje y a dar clases en la universidad. Durante esa etapa, Tuan escribió copiosamente y poco a poco fue de nuevo centrando su interés en la geografía humana, hasta que se consolidó a finales de los sesenta, cuando se trasladó a la Universidad de Minnesota para dedicarse por completo a la docencia. Tras catorce años en dicha universidad y habiendo también impartido clases en otras universidades como Chicago y Toronto, se trasladó a Madison, lugar en el que reside desde entonces y donde actualmente es profesor emérito en la Universidad de Wisconsin.
De su extensa bibliografía destacan: Space and Place: the Perspective of Experience (1977); Landscapes of fear (1979); Cosmos y hogar: un punto de vista cosmopolita (1996); Escapismo (1998); ¿Quién soy yo? Una autobiografía de la emoción, la mente y el espíritu (1999) y Place, Art and Self (2004).
La trascendencia del lugar
El lugar, según el geógrafo chino-americano Yi-Fu Tuan, está definido por la perspectiva empírica que las personas tienen de un espacio. Es decir, las experiencias de quienes ocupan un área son quienes hacen que ese lugar sea significativo para ellos, y en su interpretación para los demás. Asimismo, este autor explica que la habilidad para definir el espacio está limitada por quienes poseen la riqueza y el poder.
Al respecto, Yi-Fu Tuan, quien ha producido "la más original y coherente contribución" de la geografía humanista (Agnew y otros, 1996), considera que:
“[…] lugares son localizaciones en las que las personas tienen larga memoria, enriqueciendo, con las indelebles impresiones de su propia niñez, al sentido común de las generaciones futuras. Se puede sostener que los ingenieros pueden crear localizaciones, pero que el tiempo es necesario para crear lugares.”(Tuan, 1996: 455)
Esto quiere decir que la trascendencia de una localidad no necesariamente esta asentada en el espacio físico por sí mismo, sino en cómo el espacio es o fue usado. Es decir que el valor histórico de una localidad está en la propia memoria de quienes lo habitan.
La importancia de tener nombre
Poner nombre a algo es certificar su existencia, dar fe de que es, de que ocupa un lugar en el tiempo y el espacio. Y saber que uno vive en un sitió especifico, con una dirección que se puede ubicar en un mapa, otorga un sentido de pertenencia, de arraigo, algo muy importante para el ser humano.
Annette I.Hashif (2005)[1] señala que los topónimos son reflejos de poder y dominio de un grupo o de una persona sobre un lugar. De igual manera, Javier Terrado (1999)[2], explica que los topónimos son palabras que no tienen valor fuera del espacio físico en el que han surgido y en el que coexisten, agregando que la toponimia como ciencia es entrañablemente humana. “Son las personas quienes poseen los nombres. La lengua vive en nosotros y somos nosotros quienes podemos tener el gozo de recoger y transmitir los nombres de lugar a las generaciones futuras”.
BIBLIOGRAFIA
MUÑOZ GONZÁLEZ, BEATRIZ (2005). Topophilia and Topophobia: The Home as an Evocative Place of Contradictory Space and Culture; 8; 193
TUAN, Y-F. (1996). «Space and Place: Humanistic Perspective». En AGNEW, J.; LIVINGSTONE, D.; ROGERS, A. (eds.). Human Geography. An Essential Anthology. Oxford: Blackwell [original de 1974].
YORI, C. M. (1998). Topofilia o la dimensión poética del habitar. Santa Fé de Bogotá, Colombia: Ceja.
TUAN, Y. F. (1990). Topophilia: A study of environmental perception, attitudes, and values. New York: Columbia University Press.
NOTAS
[2] TERRADO, JAVIER (1999): Metodología de la investigación en toponimia. Zaragoza: edición del autor.