El golpe contra Gallegos

Nadie salió a la calle en ninguna parte a defender el gobierno de don Rómulo Gallegos, traicionado por Delgado Chalbaud, su ministro de Guerra, a quien acogió en su casa de España en tiempo del exilio gomecista, tratándolo como un hijo.

Oldman Botello
El 24 de julio de 1948 vinieron a Maracay el presidente Rómulo Gallegos y el ministro de Guerra Tcnel. Carlos Delgado Chalbaud; se reunieron en el cuartel de haras y remonta de San Jacinto y en un aparte, el comandante del Agrupamiento N° 4 y Guarnición de Maracay, Tcnel Jesús Manuel Gámez Arellano, andino natural de La Azulita, estado Mérida (nació en 1911), puso en autos al ministro de lo que se tramaba; Gámez era más antiguo que su superior. En octubre era conocido de todo el mundo que se preparaba un golpe. El telegrafista de Miraflores y el de Maracay se pusieron de acuerdo con una clave cuando estallara la insurrección, llamaría a la Gobernación, que ocupaba don Ramón Pardo, oriundo del estado Falcón y criado en Puerto Cabello, dirigente fundador de Acción Democrática en 1941. Reventó la situación e hizo crisis cuando el Alto Mando militar emplazó al presidente Gallegos y solicitó la expulsión del país de Rómulo Betancourt, expresidente de la junta Revolucionaria que derrocó al general Medina Angarita. Ocho días antes del 24 de noviembre se vinieron sigilosamente a Maracay el presidente del Congreso, don Valmore Rodríguez, zuliano, sindicalista y periodista; el presidente de la Cámara de Diputados Luis Lander (a) Bepo; acompañado de los ministros Manuel Pérez Guerrero, de Hacienda; Ricardo Montilla, de Agricultura y Cría; Raúl Leoni, del Trabajo; Edmundo Fernández, de Sanidad; los dirigentes Carlos Andrés Pérez y Roberto Villalobos Ferrer, gobernador de Aragua tras el golpe contra Medina Angarita. Se hospedaron en la residencia del gobernador en la actual sede del Comando de la IV División Blindada, quinta “Franchet D’Esperay”. La idea era asumir desde Maracay el Gobierno si detenían a Gallegos; poco después pensaron mejor y Valmore fue llevado a un sitio secreto menos vulnerable que la casa del gobernador, trasladado por el secretario general de AD en Aragua, José Trinidad Ramones Romero, tachirense.
La clave transmitida a mediodía desde Miraflores a Maracay era la señal. Caracas estaba movida, preso el presidente Gallegos y numerosos militares y civiles. Los dirigentes en Maracay se trasladaron a la sede de la Gobernación, frente a la plaza Girardot, menos Luis Lander que se fue a radio Maracay y desde allí anunció el derrocamiento de Gallegos y pidió al pueblo salir a la calle a defender el Gobierno. Nadie salió. Había indisposición popular contra el gobierno de AD caracterizado por el sectarismo. A nadie le importaba Gallegos y su mandato. Gámez Arellano vino y manifestó que todo estaba perdido, los cuarteles de Maracay en su mayoría no le obedecían, todos estaban alzados. Los líderes permanecieron en la gobernación hasta cuando llegó el mayor Manuel Ojeda Guía y los reunió para detenerlos, sin atropellos. Fue uno de los que defendió el gobierno de Isaías Medina. Eran las 9 de la noche y todos pasaron en calidad de detenidos a la Escuela de Aviación Militar que comandaba el coronel Abel Romero Villate, tachirense criado en El Limón y compadre de Pérez Jiménez. Gámez Arellano, sabedor de la posición del legendario aviador, había recibido instrucciones telegráficas de Gallegos de cañonear la base, lo cual no pudo realizarse por la precipitación de los acontecimientos que cumplieron su objetivo en pocas horas. En La Victoria, un grupo capitaneado por el teniente Hugo Montesinos Castillo intentó hacerse fuerte y en una emboscada resultó herido por activistas de AD el mayor Enrique González Pachano, comandante del cuartel Montilla.
En Aragua fue designado gobernador por la Junta Militar que presidió el ministro de Guerra de Gallegos, pasado para el enemigo, el Dr. Arnaldo Pacanins (tío de la modista Carolina Herrera, cuyo apellido de soltera era Pacanins Niño). En Maracay, por resolución de la Guarnición se constituyó una Junta de Administración Municipal integrada por los concejales Godofredo González, Dr. Ulpiano Madrid, Pedro M. Martínez, Roberto Pérez y Francisco Russo. En declaraciones para el diario El Gráfico, Godofredo González dijo que las arcas municipales estaban en quiebra. “La investigación que se ha practicado nos ha revelado que la Municipalidad debe cerca de medio millón de bolívares; aun cuando no se pruebe desfalco alguno, es necesario convenir en que la administración municipal fue un verdadero desbarajuste”. Integraban el concejo depuesto: Ramón Narváez, quien lo presidía; Dr. Aquiles Fernández Ortiz; Fanny Bravo, primera mujer concejal; Carlos Colmenares y Alfonso Núñez. A poco fue designado un nuevo gobernador, el mayor Alejandro Fernández Ortiz, militar retirado que fue gomecista y hermano del médico citado anteriormente y quien realizó una importante labor administrativa en Aragua. A él se debe la urbanización Lotería de Aragua en Alayón, la creación del cuerpo de bomberos de Maracay y otras obras sociales.
Así transcurrió en Maracay el 24 de noviembre de 1948. Nadie salió a la calle en ninguna parte a defender el gobierno de don Rómulo Gallegos, traicionado por Delgado Chalbaud, su ministro de Guerra, a quien acogió en su casa de España en tiempo del exilio gomecista, tratándolo como un hijo. La mayor parte de estos datos inéditos nos fueron proporcionados en 1988 por el comandante Gámez Arellano y don Ramón Pardo, en su residencia de la avenida Las Delicias y figuran en nuestro libro Historia de Aragua, publicado por la Academia Nacional de la Historia en una primera edición en 1995 y otra simultánea por el gobernador de Aragua, Carlos Tablante Hidalgo.
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