¿Existió el Prócer Pedro Hernández?
Por Adolfo Rodríguez
Carlos A. López Garcés, destacado historiador y cronista del municipio José Tadeo Monagas del Estado Guárico, en su trabajo “Una Acción de Guerra en El Calvario en 1820”, se pregunta de un posible combate en ese pueblo guariqueño el mencionado año, como de la existencia del General Pedro Hernández, del cual nada informa el Diccionario de Historia de Venezuela ni otras fuentes publicadas.
Así que me permito referir datos al respecto y una conjetura a ser confirmada:
En las memorias de Miguel D. Méndez sobre el general Juan José Rondón, citadas por Rodríguez Amaral (1973), se relaciona un incidente entre Hernández y Juan José Rondón a punto de batirse en duelo. Encuentro en San Diego, probablemente San Diego de Cabrutica, en que Rondón, realista entonces, inquiere:
“¡Alto¡ ¿Quien vive?” Y responde Hernández: “Patria”. A lo cual “Se embisten, pero ambos son ágiles. Chocándose varias veces, sin lograrse herir. Barajándose los lanzazos. Y Rondón que dice:
-anda vete, que puede ser que algún día nos volvamos a tropezar.
Y contesta Hernández:
-anda vete, demonio, siento que no he podido agujerarte el cuero.
“Luego fueron muy buenos amigos”
Una nota biográfica, suscrita por “Somos en Chaguaramas”, el 19 de abril de 1847, publicada en El Liberal de Caracas, 649 del 1.5.1847 y titulada “El General de Brigada Pedro Hernández”, informa de su muerte en Cabruta el 21 de febrero de ese año, y que habría nacido el 10 de octubre de 1792, sin indicar el sitio. Pudiendo ser fuese esa población guariqueña. Agregando que comienza “su carrera como soldado de caballería en 1811. Luego como sargento a las órdenes del coronel Francisco González Moreno. En 1812 bajo el mando del coronel M. Villapol, encontrándose con el General Piar en 1813 con el rango de alférez y al año siguiente con el general José Francisco Bermúdez
Que “con orgullo” se le recuerda “como uno de los bravos de entonces en la defensa personal que hizo en la jornada del 12 de setiembre, "cuando habiendo dado con otros ginetes una cruda carga a los enemigos, muerto su caballo, quedóse en medio de más de 30 de ellos, arrollándolos y conteniéndolos con su espada hasta que fue socorrido por a sus compañeros. Testigo, aún vivo, el comandante Lorenzo Belisario, que fue de sus salvadores y presenció que Hernández había hecho exhalar el último suspiro a 7 de sus adversarios, con cuyos cadáveres se había formado una trinchera que no se atrevían a salvar los que aún le rodeaban"
Que en 1815, siendo “jefe de guerrillas, salva en San Diego de Cabrutica a los patriotas José y Manuel Rodríguez que se hallaban en capilla, derrota al comandante Lamuño y al famoso Rondón, aún realista, quien huyó. Acción salvadora que repite en el Chaparro, con Antonio José Sotillo, rescatando de la muerte a Prudencio Camacho, de Calabozo, y a Manuel Pereira de Cura.
Asimismo que participa activamente, el 31 de mayo de 1816, en el asalto “al pueblo de Piedra, proporcionando las embarcaciones necesarias para pasar el Orinoco. Derrota en Moytaco el 8 de junio al Coronel D. Juan Sánchez y el 9, en Orocopiche al coronel don Juan Puche, capturando a dichos jefes.
“Es ascendido a coronel el 11 de abril de 1817 al derrotar, En San Félix, con la caballería, los batallones de Barbastro y Cachirí, que mandaba el Tconel. D. Nicolás María Ceruti.
“Cedeño, en San Fernando de Cachicamo, comenzando 1820 sabe que en Ocumare del Tuy están presos unos vecinos que, aunque poco notables, merecían aquel tratamiento por patriotas, y dispuso que Ramón Hernández(sic), no obstante guerrillas españolas en Chaguaramas, Orituco y Taguay, con 125 hombres, arribe a Ocumare en la madrugada del 25-4, sin que fuese notado su movimiento en todo el tránsito, asalta la plaza guarnecida por 500 veteranos, liberó los encarcelados y regresó el mismo día, dejándolos pasmados.
“Contrae nupcias en 1818 matrimonio con Luciana Tablante. Se residencia en las cabeceras de Caycara concluida la guerra. Le otorgan despachos de general en 1829. Salió de Espino en octubre de 1846 con un escuadrón de 300 hombres listo a participar en las revueltas de ese año”. Intenta convencerlo en Espino un “corifeo guzmancista”. Pero a poco fallece.
¿Estuvo en una acción en El Calvario, donde lo acompañaba Hipólito Rondón? No es descartable que fuese así, en la oportunidad en que acude desde Cachicamo hacia Ocumare del Tuy, dado que toda la región intermedia se encontraba ocupada por los realistas, especialmente El Calvario, una especie de contrafuerte ante el poderío patriota auspiciado hacia Oriente por Pedro Zaraza, Cedeño y los Monagas..
Detalles que no aclaran del todo las interrogantes planteadas por el estimado amigo de Orituco, pero abundan en la necesidad de drenar cuanto se pueda en una historia plagada de lagunas. .
Carlos A. López Garcés, destacado historiador y cronista del municipio José Tadeo Monagas del Estado Guárico, en su trabajo “Una Acción de Guerra en El Calvario en 1820”, se pregunta de un posible combate en ese pueblo guariqueño el mencionado año, como de la existencia del General Pedro Hernández, del cual nada informa el Diccionario de Historia de Venezuela ni otras fuentes publicadas.
Así que me permito referir datos al respecto y una conjetura a ser confirmada:
En las memorias de Miguel D. Méndez sobre el general Juan José Rondón, citadas por Rodríguez Amaral (1973), se relaciona un incidente entre Hernández y Juan José Rondón a punto de batirse en duelo. Encuentro en San Diego, probablemente San Diego de Cabrutica, en que Rondón, realista entonces, inquiere:
“¡Alto¡ ¿Quien vive?” Y responde Hernández: “Patria”. A lo cual “Se embisten, pero ambos son ágiles. Chocándose varias veces, sin lograrse herir. Barajándose los lanzazos. Y Rondón que dice:
-anda vete, que puede ser que algún día nos volvamos a tropezar.
Y contesta Hernández:
-anda vete, demonio, siento que no he podido agujerarte el cuero.
“Luego fueron muy buenos amigos”
Una nota biográfica, suscrita por “Somos en Chaguaramas”, el 19 de abril de 1847, publicada en El Liberal de Caracas, 649 del 1.5.1847 y titulada “El General de Brigada Pedro Hernández”, informa de su muerte en Cabruta el 21 de febrero de ese año, y que habría nacido el 10 de octubre de 1792, sin indicar el sitio. Pudiendo ser fuese esa población guariqueña. Agregando que comienza “su carrera como soldado de caballería en 1811. Luego como sargento a las órdenes del coronel Francisco González Moreno. En 1812 bajo el mando del coronel M. Villapol, encontrándose con el General Piar en 1813 con el rango de alférez y al año siguiente con el general José Francisco Bermúdez
Que “con orgullo” se le recuerda “como uno de los bravos de entonces en la defensa personal que hizo en la jornada del 12 de setiembre, "cuando habiendo dado con otros ginetes una cruda carga a los enemigos, muerto su caballo, quedóse en medio de más de 30 de ellos, arrollándolos y conteniéndolos con su espada hasta que fue socorrido por a sus compañeros. Testigo, aún vivo, el comandante Lorenzo Belisario, que fue de sus salvadores y presenció que Hernández había hecho exhalar el último suspiro a 7 de sus adversarios, con cuyos cadáveres se había formado una trinchera que no se atrevían a salvar los que aún le rodeaban"
Que en 1815, siendo “jefe de guerrillas, salva en San Diego de Cabrutica a los patriotas José y Manuel Rodríguez que se hallaban en capilla, derrota al comandante Lamuño y al famoso Rondón, aún realista, quien huyó. Acción salvadora que repite en el Chaparro, con Antonio José Sotillo, rescatando de la muerte a Prudencio Camacho, de Calabozo, y a Manuel Pereira de Cura.
Asimismo que participa activamente, el 31 de mayo de 1816, en el asalto “al pueblo de Piedra, proporcionando las embarcaciones necesarias para pasar el Orinoco. Derrota en Moytaco el 8 de junio al Coronel D. Juan Sánchez y el 9, en Orocopiche al coronel don Juan Puche, capturando a dichos jefes.
“Es ascendido a coronel el 11 de abril de 1817 al derrotar, En San Félix, con la caballería, los batallones de Barbastro y Cachirí, que mandaba el Tconel. D. Nicolás María Ceruti.
“Cedeño, en San Fernando de Cachicamo, comenzando 1820 sabe que en Ocumare del Tuy están presos unos vecinos que, aunque poco notables, merecían aquel tratamiento por patriotas, y dispuso que Ramón Hernández(sic), no obstante guerrillas españolas en Chaguaramas, Orituco y Taguay, con 125 hombres, arribe a Ocumare en la madrugada del 25-4, sin que fuese notado su movimiento en todo el tránsito, asalta la plaza guarnecida por 500 veteranos, liberó los encarcelados y regresó el mismo día, dejándolos pasmados.
“Contrae nupcias en 1818 matrimonio con Luciana Tablante. Se residencia en las cabeceras de Caycara concluida la guerra. Le otorgan despachos de general en 1829. Salió de Espino en octubre de 1846 con un escuadrón de 300 hombres listo a participar en las revueltas de ese año”. Intenta convencerlo en Espino un “corifeo guzmancista”. Pero a poco fallece.
¿Estuvo en una acción en El Calvario, donde lo acompañaba Hipólito Rondón? No es descartable que fuese así, en la oportunidad en que acude desde Cachicamo hacia Ocumare del Tuy, dado que toda la región intermedia se encontraba ocupada por los realistas, especialmente El Calvario, una especie de contrafuerte ante el poderío patriota auspiciado hacia Oriente por Pedro Zaraza, Cedeño y los Monagas..
Detalles que no aclaran del todo las interrogantes planteadas por el estimado amigo de Orituco, pero abundan en la necesidad de drenar cuanto se pueda en una historia plagada de lagunas. .