Andanzas de un apasionado


En aquel contexto del Ortiz, de la década de los setenta del siglo diecinueve, el joven Pereira Álvarez se había formado con la ayuda de sus padres y maestros. De sus labios había oído los relatos de heroísmo de sus hombres y de una ciudad olorosa a pólvora. Pero, algunas veces, fue una población tranquila en la medida de las circunstancias. 

Por José Obswaldo Pérez

LA HISTORIA URDIDA sobre la vida biográfica del nuevo redactor de El Pregonero está incompleta, muy poca sacada a colocación pública. En algunas oportunidades o casi siempre se le menciona anteponiéndole el título de general, como si fuese vestido de traje militar o como si hubiese combatido a fuego en los campo de batalla. Aquel apelativo antepuesto a su nombre más bien se trataba de una costumbre de la época decimonónica: la de colocar rango a las personas que ejercía cargos públicos. Aunque no era para menos, Ismael Pereira Álvarez fue un hombre muy polifacético. Maestro de escuela, periodista, escritor, poeta, político y funcionario público. Todo un hombre que, al menos en lo particular, resulta fascinante  reconstruir el registro de su vida humana.
Se dice que había nacido en Calabozo; pero, hay quienes argumentan que su lugar de nacimiento fue Ortiz, en 1858. Ambos pueblos del estado Guárico. Fue hijo de General José de los Santos Pereira y de doña Lucía Álvarez Báez (quien para el año de 1873, ya había fallecido), unidos por matrimonio civil y eclesiástico. Cuando nace Ismael, su padre era Comandante Militar en Ortiz y tenía como función la persecución de la Facción de la Sierra del Tiznados, dirigida por Zoilo Medrano, José de Jesús González –alias el Agachado– y Donato Rodríguez Silva, líderes del movimiento campesino que había insurreccionado en Guárico, en 1846 y quienes desde 1858 andaban alzados en armas en contra del derrocamiento del presidente José Tadeo Monagas. Fue militar oriundo de Villa de Cura, quien sirvió en la Independencia, según el escritor e historiador liberal Laureano Villanueva. Mientras en el hogar de Lucía Álvarez Báez era propio de una familia de agricultores parapareños que criaban ganado y cultivaban café en propiedades de la Sierra del Tiznados.
Por lo que sabemos, la pareja tuvo cinco hijos, tres hembras y dos varones: Rafaela, Filomena, Ismael, Eusebia y Fidel. Un dato lo confirma un documento del deslinde judicial de la Posesión de San Antonio de la Platilla, promovido por el General Vicente Alfonso y otros, el 12 de mayo de 1873.El manuscrito refiere la herencia de doña Lucía y sus hijos por parte materna. Por otra parte, un acta del matrimonio de Eusebia Pereira Álvarez, la hermana menor de Ismael, es una prueba también de su relación consanguínea con sus ancestros orticeños y parapareños. Por ella sabemos que tomó estado en la Iglesia Parroquial Santa Rosa de Lima de Ortiz, el 7 de marzo de 1880, con Juan Flores Rodríguez, hijo legítimo de León Flores y doña Julia Rodríguez. Fueron testigos de la boda Tomás Federico Rodríguez, Francisco de Paula Paredes, Teolinda Paúl de Rodríguez y Francisca Riveros. Los sacramentos matrimoniales fueron realizados por el presbítero doctor Juan B. Franscechini.
Los Pereira Álvarez son pertenecientes de una parentela familiar que se extiende entre Parapara y Ortiz y otras localidades guariqueñas. Del linaje de los Pereira se destacan familiares directos por la línea paterna que tuvieron vida política, militar y académica con actuación tanto en el periodo colonial como en la etapa republicana, tales como: Miguel Pereira, ayudante de campo del general Manuel Cedeño, con quien participó en la Guerra de la Independencia y el presbítero doctor Francisco Antonio Pereira, orador de notas canóniga de la Catedral de Caracas y cura parroquial de El Sombrero en 1857, amigo político de Ezequiel Zamora y compañero de las elecciones del 46 y que, a su vez, eran parientes. También, doña Jacinta Trujillo y Ponte, esposa del general José Eugenio Rojas y madre del general Rufo Rojas Trujillo, fallecido en Ortiz, el 20 de noviembre de 1877. Mientras, por la parte materna figuran como familias de los  generales  Ramón, Manuel Lisandro y Sixto Álvarez Báez, quienes residían hacia los años 70, en Calabozo. Los Álvarez fueron  líderes regionales que pertenecieron a esa casta de políticos liberales federalistas que, algunas veces, aparecían bajo la  roja bandera goda, y otras bajo la amarilla bandera liberal, y sus diversas ramificaciones.
Un adolecente inquieto
La historiografía, por lo menos, le adjudica una hoja pública de vida larga y afortunada. Rubín Zamora, escritor guariqueño, apunta que, en el año 1883, ocupo el cargo de Secretario General del estado Bolívar. Otro guariqueño, Adolfo Rodríguez, escritor e historiador, insiste en mencionarlo como amigo y “compañero de andanzas” del escritor Manuel Vicente Romero García, autor de la novela Peonía y otras obras narrativas. Por su parte, Armando Ramón Rodríguez, en su Diccionario Biográfico, Geográfico e Histórico de Venezuela, escribe: “Escritor y profesor, que en 1883 y 1884 fue secretario del estado Bolívar. Publicó en Caracas, Profesorado normal de la Mujer venezolana (1903) y Gotas de Genio: Simón Bolívar (1928)”. Su pariente Rafael Bolívar Álvarez, periodista y escritor villacurano al prologar el opúsculo de  Recuerdos del Gran Ferrocarril de Venezuela, trabajo escrito por Ismael, subraya las inquietudes periodísticas, literarias y políticas de este joven: “Siendo cuasi un adolecente empezó su carretera literaria, y buena muestra dio de su talento en el Guárico, en Apure, en Guayana, en Barcelona, en Caracas, en todas parte, a donde llevó la lucha por la existencia”.
Sus primeros pasos había transcurrido entre Calabozo, San Juan de los Morros, Villa de Cura y Ortiz. En este último pueblo vivía en los años 70. Allí  participaba en actividades culturales y políticas. Era un jovenzuelo, pero formaba parte de un grupo de intelectuales liberales vinculados al gobierno de Guzmán Blanco; no sólo oriundos de Ortiz o Villa de Cura, sino de otras latitudes como el escritor caraqueño José María Manrique o el poeta canario Isaías Viera García. Se dedicaba, además, a dictar clases en una de las escuelas regentadas de la localidad, años en que el gobierno guzmancista promovía la educación pública primaria. Testimonio de su presencia en este ámbito local  lo comprueba un documento de  la Jefatura Civil de Departamento Bermúdez de 1875, donde fue apoderado del matrimonio de Clemente Silva y Antonia Rojas, dos iletrados de la comunidad.
En aquel contexto del Ortiz, de la década de los setenta del siglo diecinueve, el joven Pereira Álvarez se había formado con la ayuda de sus padres y maestros. De sus labios había oído los relatos de heroísmo de sus hombres y de una ciudad olorosa a pólvora. Pero, algunas veces, fue una población tranquila en la medida de las circunstancias. Contaba entonces con todos los servicios de una gran urbe. Tenía 1.581 viviendas, 40 casas de comercio, 104 queseras, 685 conucos, cuatro médicos, cuatro agencias de periódicos de prensa nacional y extranjera, una escuela municipal y privada, telégrafo y un periódico. Era una de las diez o quince capitales de provincia de los Estados Unidos de Venezuela que contaba con el título de ciudad. Había sido designada capital del Guárico, en medio de una circunstancia accidental. Entre una “conspiración contra el gobierno” y la amenaza de un epidemia palúdica obligaron a Joaquín Crespo a trasladar la jerarquía regional de Calabozo a Ortiz, este último lugar fue residencia predilecta del caudillo. Pero más que estas circunstancias y uno de los argumentos más certeros  con lo cual compartimos es la tesis del escritor e historiador Adolfo Rodríguez, quien señala que las razones que incidieron en los despojos de la capitalidad a Calabozo fueron dos hechos emocionales: la devoción orticeña y el menosprecio del mantuanismo calaboceño hacia Crespo que, al final, debió ser más celos políticos. Explica el autor que “las causas del traslado de la capital del Guárico a Ortiz no fue lo que alegó Crespo ni lo que argumentaba Terrero Atienza en su telegrama al presidente. Las pestes ha denotado otras capitales de Venezuela y eso no fue la razón para despojarla de su título. Los percances militares, siempre transitorios, no justifican tales procedimientos. Joaquín Crespo, afecto a estos escenarios, levantado en Parapara, formado en la carrera militar entre estos breñales, hizo el traslado por devoción orticeña y el menosprecio a que fue sometido allá en Calabozo, el impenetrable mantuanismo, lo llamó a él y a sus hombres ‘briganes’ o bandoleros, y se negó a prestarle ninguna colaboración económica cuando a mediado de 1870 entró triunfante a esta ciudad desplegando el fin de la resistencia del presidente encargado General Vicente Galías. El repudio del latifundismo calaboceño contra  el enguerrillamiento orticeño se expresó muy bien en sus artículos de El Bazar, el comerciante y periodista Luis Corrales”.
A los diecisiete años se convirtió en editor de periódicos en Ortiz. Pronto, como costumbre y gusto imperante de su tiempo, se proveyó de varios seudónimos para ejercer la actividad periodística con los cuales aparecerán firmados sus artículos costumbristas, políticos, morales o sobre poesía. Fundó los periódicos El Pensamiento Libre (1878) y La Voz de los Llanos (1878). Se publicaban semanalmente en un cuarto pliego francés, el primero y en un medio, el segundo. Ambos trataban de política, literatura, comercio, anuncios, noticias y comunicados.
 “… cuando redactábamos en Ortiz- dice Pereira Álvarez- La Voz de Los Llanos, un escritor notable, hoy ausente de la patria, con quien manteníamos polémicas sobre luchas políticas en defensa de las heroicas comarcas guariqueñas, trataba de burlarse de nosotros llamándonos voz infantil y asignándonos incapacidad absoluta de que éramos demasiado jóvenes para aquella época” (La Revolución, 04 de septiembre de 1891;p.2).
A pesar de su juventud, Pereira Álvarez tenía un carácter temperamental. Se dice que un día cuando enseñaba en una de las escuelas de la municipalidad incurrió en pegarle a uno de sus alumnos con una gruesa regla de tablita o de madera. Este hecho causó el reproche de algunos vecinos, obligándolo abandonar el pueblo. El episodio verídico nos los contó antes de morir don Nicanor Rodríguez, orticeño y memorialista, quien a su vez lo oyó de su abuela doña Evarista Moreno Vilera. Ante esa circunstancia, no le quedó otro remedio que emprender un viaje hacia Apure. Allí se encontraría con algunos amigos y parientes cercanos, formando un ambiente político y cultural muy importante en la región.
En 1881, Pereira Álvarez llegó a San Fernando de Apure- una sección del gran estado Bolívar, en aquel entonces- como director de la Escuela Complementaria. También ejerció la actividad comercial mediante un contrato aprobado por Congreso Nacional para el establecimiento de un buque de vapor en el río Orinoco, en el Apure y sus afluentes, con la finalidad de transportar mercancías, frutas y ganado. Igualmente siguió la vocación periodística, haciendo periodismo en el semanario El Lazo de la Unión. Un tabloide publicado en dos páginas, cuyo redactor fue Juan Félix Carten y su administrador don Manuel María Betancourt, secretario del Concejo Municipal del departamento Bajo Apure. Esta publicación vio la luz pública el 23 de junio de 1881; salía regularmente todos  los jueves y, extraordinariamente, cada vez que fuese necesario.  Se vendía suelto a 60 céntimos y un bolívar la suscripción mensual.
Adolfo Rodríguez señala, en su libro Historia del Periodismo en Apure que aquel periódico era de tinte político y propugnaba la candidatura del general Antonio Guzmán Blanco a la presidencia del Gran estado Bolívar para el primer periodo constitucional. Además: “Ofrecía ser repartido a domicilio. Aceptaba remitidos y avisos de interés particular, can pago previo del importe y firmados convenientemente por el interesado para efectos legales. Y advirtiendo categóricamente con respecto a la ponderación en los escritos”.
“…la mayoría de las notas editoriales –indica Adolfo Rodríguez- eran redactadas por Juan Félix Carten, aunque le hizo el quite muchas veces Ismael Pereira Álvarez (...) Generalmente los asuntos tratados en las breves notas editoriales versaban sobre la cuestión electoral. Pero, se escribió también de escuelas, de la prensa nacional, de industrias...”, sostiene el autor anterior.

El camino a la política                   

El joven Pereira Álvarez había ya tomado el camino directo hacia los límites exteriores de la respetabilidad pública: el periodismo. “…Y como todos los que se forman en esta escuela”, decía Rafael Bolívar en el prólogo “Conceptos Literarios·” de  Recuerdos del Gran ferrocarril de Venezuela, “se fue derecho a la política y en ella ha prestado buenos servicios a la república y a la causa a que pertenece hasta por tradiciones de familia”.
De este modo empezó la carrera política disparando tercerolas desde las trincheras del periodismo, donde se formó ideológicamente bajo la doctrina del liberalismo europeo, impuesta por el general Leocardio Guzmán Blanco y que más tarde su hijo Antonio consolidó como amo y señor de la patria. Desde ese puesto, su pasión política se hará presente a lo largo de su vida, dejando muestras de preocupación por el acontecer nacional.
Durante su permanencia en Apure, Pereira Álvarez sustituye en el mes de noviembre de 1882 al general Fortunato Vautrai en la Secretaría general de Gobierno y en su puesto se nombra al bachiller Antonio María Boggio, como director interino de la dirección de la escuela. Para aquel entonces debía tener unos veinticuatro años. Tiempo cuando comienza su carrera política que más tare lo llevará a formar parte del Gobierno del Gran estado Bolívar.
Formó parte de una tribu de liberales que fueron una tendencia interna en el Parido Liberal Amarillo. Una fuerza política que marcó el devenir de la Venezuela Contemporánea del siglo XIX, manteniéndose en el poder por treinta años. Conformaban el grupo de los “andrecistas”, partidarios del continuismo de 1892, entre quienes se destacaban: Luciano Mendoza, Celestino Peraza, Rafael López Baralt, J.M. García Gómez, Domingo Monagas, Diego Colina, Paco Batalla, Jacinto Regino Pachano, Julio F. Sarría, Rómulo Guardia, Laureano Vallenilla Lanz, Alberto Smith, Carlos Villanueva, José Loreto Arismendi, Emilio Horacio Veluntini, Henrique Chaumer y Aquiles Iturbe.
Después de tener su primera experiencia de gobierno en la sección de Apure, el general Ramón A. Moyón, presidente interino del estado Bolívar lo nombró el 30 de mayo de1883, con el voto afirmativo del Consejo Administrativo, como Secretario General encargado. Decía el decreto: “mientras dure la ausencia del secretario de Estado, ciudadano general Juan José Yépez, que pasa a Caracas en comisión de servicio, se encarga de la Secretaría General, el oficial mayor ciudadano general Ismael Pereira Álvarez”.
Se casó en Ciudad Bolívar, con Heraclia López. Oriunda de esa entidad federal, con la cual tuvo cinco hijos: Virginia, Ismael Anibal, Alejandro, Héctor y América. Una familia modesta de distinguidos profesionales que dejarán significativos aportes al país. Virginia será una de las primeras profesoras normalistas de Venezuela y una importante medica que tendrá el país; Ismael Aníbal será periodista y político como su padre. Fue redactor en el diario La Esfera y El Universal; Alejandro será un apreciable abogado egresado de la UCV, en 1911; Héctor se destacará como cónsul y profesor de lengua española en Pensilvania, Estados Unidos de Norteamérica y América se esposa con el diplomático venezolano  F. Armando de Pedraza. Los Pereira Álvarez siempre llevarán el apellido paterno, como tradicional estilo portugués.
Como quijote o peregrino ansioso de exponer sus ideales, siguió sus andanzas de apasionado y fundador de periódicos. Tan pronto como recibió colaboración del gobierno fundó en Carúpano, El Eco Nacional (1890), semanario político, dirigido por poco tiempo y en su cargo lo ocupó luego el doctor José Loreto Arismendi. En 1892, funda con el conspicuo periodista y crítico teatral Maximiliano “Max” Lores Ponce el periódico El Trabuco, de Barcelona.
En 1893, se radicó en Caracas. La ciudad capital y asiento del gobierno de la República de los Estados Unidos de Venezuela. Allí desplegó una actividad periodística en varios periódicos caraqueños. Fue redactor del periódico El Noticiero, fundado por los hermanos Porras. Escribía y opinaba de política. Iba y venía por la República.

23 de abril: día internacional del libro, del idioma y del derecho de autor



Esta fecha tan simbólica para la literatura universal fue la escogida por la Conferencia General de la Unesco, para rendir un homenaje mundial al libro y sus autores, y alentar a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar la irreemplazable contribución de los creadores del progreso social y cultural. 
Por Felipe Hernández G


I. — Desde el año 1930, cada 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro y del Idioma. La idea original de esta celebración surgió en Cataluña-España, del escritor valenciano Vicente Clavel Andrés, quien la propuso a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona. Poco después, en 1930, se instaura definitivamente la fecha del 23 de abril como Día del Libro, la cual coincide con Sant Jordi (San Jorge), patrón de Cataluña y Aragón, comunidades donde es tradicional que los enamorados, amigos y personas que se quieren, se intercambien una rosa y un libro.
La razón para que este día se celebre el día del libro… es debido a que el 23 de abril de 1616 fallecieron, el padre las letras hispanas, Miguel de Cervantes Saavedra autor entre otras de la universal “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”, “Novelas ejemplares”, “Viaje al Parnaso”…, William Shakespeare autor de “Romeo y Julieta”“Otelo”“Hamlet”“el Rey Lear”, etc.; y el Inca Garcilaso de la Vega, escritor peruano, autor de obras universales, entre otras de “Los Comentarios Reales”, que describe la grandeza de la civilización incaica, y la “Historia General del Perú”. También esta fecha, 23 de abril, es el natalicio o el día de la defunción de otros escritores eminentes como Maurice Druon, K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo.
Por este motivo, esta fecha tan simbólica para la literatura universal fue la escogida por la Conferencia General de la Unesco, para rendir un homenaje mundial al libro y sus autores, y alentar a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar la irreemplazable contribución de los creadores del progreso social y cultural. Es el español la segunda lengua nativa más hablada en el mundo, solo por detrás del mandarín.
En lo que refiere a nuestro país, el 23 de abril de 1936 murió en Madrid-España, la excelsa novelista venezolana Ana Teresa Parra Sanojo, conocida como Teresa de la Parra, considerada, junto a Rómulo Gallegos, la novelista más importante de la primera mitad del siglo XX venezolano; autora de las novelas “Ifigenia” y “Las Memorias de Mamá Blanca”. Teresa de la Parra tuvo importantes vínculos consanguíneos con el Guárico, especialmente en Calabozo, emparentada con los Sanojo y con los Parra. Apellido Parra, de la misma prosapia de la Dra. María de Lourdes Parra de Ron Troconis, recordada y apreciada médico, casada con el también recordado y apreciado Dr. José Antonio Ron Troconis, que toda la vida vivieron aquí en Valle de la Pascua, padres del Ing. José Gregorio Ron Parra y la Dra. Maruska Ron Parra. Ahí está su casa, al inicio de la calle Real-oeste, y viven en el recuerdo de sus tantos amigos y pacientes vallepascuenses, con quienes convivieron y departieron hasta hace muy pocos años. Del Dr. Ron Troconis vale recordar su monumental obra, “En busca de la Luz”, un tratado filosófico-sociológico, entrelazado con recuerdos y testimonios de amistad con personajes nacionales, guariqueños y vallepascuenses, y hechos de la cotidianidad y el diario vivir.
II. — En otro orden de ideas, en el Día del Libro y del Idioma vale señalarse, que los primeros escritores venezolanos de la literatura colonial fueron los cronistas de Indias, entre ellos Juan de Castellanos, Fray Pedro de Aguado y Fray Pedro Simón. Pudiéndose mencionar a José Oviedo y Baños, quien vivió en Caracas desde los 14 años de edad, como el primer escritor criollo. Don José Oviedo y Baños en un estilo clásico y realista relata la conquista y población de la Provincia de Venezuela.
Durante el proceso independentista, el Libertador Simón Bolívar también usó su pluma para defender y divulgar los principios republicanos, y a veces para expresar sus emociones y vivencias personales, considérese así su “Delirio sobre el Chimborazo”. Las creaciones literarias que marcarán pauta pertenecerán a los géneros de la prosa y la poesía de estilo neoclásico de Andrés Bello. A su lado, destaca la escritura genial de ruptura y parodia de Simón Rodríguez. En el Guárico téngase al médico, político y poeta Francisco Lazo Martí, autor nativista que en sus sonetos impuso una armoniosa apariencia estética, tal como se aprecia en su “Silva Criolla”, “Crepusculares” y otros.
De igual modo, un recuerdo para el poeta de Camaguán, don Germán Fleitas Beroes, él fue el padre de nuestro amigo, el también historiador y poeta, Dr. Germán Fleitas Núñez de Cáceres, por eso de ellos vamos a recordar dos sublimes versos, el primero del padre, dedicado a nuestro estado Guárico, y el otro, del hijo, dedicado al amor; dicen así:
"¡Guárico mi sal mi luz / la tierra de mis mayores! / ¡Has dado más ruiseñores / que todo el campo andaluz!". El otro verso dice: "Cien corazones tenía / noventa y nueve te di / y el último lo cargo aquí, / para dártelo algún día".
Es importante recordar que esta fecha tiene como objetivo fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. En un librito titulado: “Guárico, territorio bravío”, que en 1987 le publicó el Banco Ítalo Venezolano al profesor y escritor vallepascuense Pedro Díaz Seijas, expone:
“…el Guárico, un territorio bravío, habitado por la soledad, surcado de trochas, rebelde ante la indiferencia de los poderosos, constituyen un milagro. Es posible que ese mismo paisaje, que esa misma naturaleza casi indomable, que ese mismo signo de la dureza, le hayan asignado el privilegio de ostentar un magma, cuya esencia, cuya entraña procede de lo insólito… como un desafío a lo circunstancial… el hombre guariqueño ha sabido conquistar ese sitial de privilegio, que está reservado para el florecimiento de la inteligencia, y en los anales de nuestra tierra, ha dejado constancia, en diferentes etapas, de ese don superior que lo incorpora… al proceso continuo de la cultura nacional…”.
Con esa premisa como referencia, vaya nuestro recuerdo a los escritores nacionales, guariqueños y vallepascuenses. De los que ya no están, entre otros, a J.A. De Armas Chitty, don Lorenzo Rubín Zamora, Pbro. Rafael Chacín Soto, Dr. Víctor Manuel Ovalles, don Lorenzo Zaraza, don Parminio González Arzola, Dr. José Antonio Ron Troconis, Dr. Luis Fernando Melo, Sr. Juan Suárez, Prof. Pedro Díaz Seijas, Dr. Máximo Salazar Carchidio, Prof. Mario Torrealba Lossi, Prof. Darío Laguna, Prof. Blas Loreto-Loreto, don Tito Sierra Santamaría, que dejaron obra escrita de obligada referencia... del mismo modo, a quienes con fe en el porvenir, día a día plasmamos nuestra impronta literaria dedicada al Guárico y a la Princesa del Llano venezolano: Héctor Zamora, Adolfo Rodríguez, don Oldman Botello, Franklin Santaella Isaac, Ángel Carpio Díaz, Piedad Campagna de Párraga, Manuel y Nicolás Soto Arbeláez, Luis Pérez Guevara, Laura Requena de Pérez, Silvio Castillo, César Díaz Ledezma, Pedro Ramón Salcedo, Fernando Aular, Rafael Eney Silveira, Argenis Ranuarez Angarita, Alberto Hernández, José Obswaldo Pérez, Ubaldo Ruiz, Carlos López Garcés, Edgardo Malaspina, y un muy largo etcétera, Son solo algunos, ahí están sus libros; a ellos se suman nuestros escritos publicados en libros, periódicos y en la red….  
III. — Otro sí: Nuestro reconocimiento para la poetisa uruguaya Ida Vitale, quien a sus 95 años a cuestas, plena de lucidez, vitalidad y entusiasmo, hoy 23 de abril de 2019 fue distinguida con el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes 2018, entregado por los Reyes de España en una ceremonia celebrada en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares,… “vestida con un abrigo negro y una bufanda blanca, elegante y con frío”, Vitale explicó durante su discurso, “con voz firme y sin gafas”, su entusiasmo por la pareja española (Sancho y Don Quijote) "tan tiernamente compatible..., ese Quijote y ese Sancho que hablaban de otra manera que acepté de inmediato, como un lenguaje que integraba a un mundo en el que, sola, me sentía acompañada, capaz de manejarme con él como si fuese el mío propio".


Santiago Rafael Arévalo

Santiago Rafael Arévalo nació en Valle de la Pascua un día jueves 11 de octubre de 1946 a las dos de la madrugada. Fueron sus padres Israel Álvarez Ramírez y Carmen Arévalo. Nos decía don Santiago que conoció a su bisabuela Vicenta Arévalo, tía del General Emilio Arévalo Cedeño a quien también conoció así como a su esposa la señora Pepita de Arévalo, ésta en varias oportunidades le pidió a la mamá que le “diera ese niño para educarlo” pero la señora Carmen en ningún momento cedió a esa petición.
Por Manuel Esteban Díaz

Santiago Rafael Arévalo fue un vallepascuense polifacético que desempeñó múltiples ocupaciones, desde vendedor de leña en burro, a dos bolívares la carga (40 pares de estillas) y topocho a dos bolívares el ciento, en su pueblo natal, pasando por exhibidor de films y operador de cine en la ciudad de Calabozo, publicista y pintor de murales, hasta radiodifusor en El Sombrero, en donde ejerció el cargo de Director de Radio Sabana 1400 AM, desde 1990 hasta el 2008 cuando fallece.
Santiago Rafael Arévalo nació en Valle de la Pascua un día jueves 11 de octubre de 1946 a las dos de la madrugada. Fueron sus padres Israel Álvarez Ramírez y Carmen Arévalo. Nos decía don Santiago que conoció a su bisabuela Vicenta Arévalo, tía del General Emilio Arévalo Cedeño a quien también conoció así como a su esposa la señora Pepita de Arévalo, ésta en varias oportunidades le pidió a la mamá que le “diera ese niño para educarlo” pero la señora Carmen en ningún momento cedió a esa petición.
En el año de 1954 cuando se inicia la construcción de la represa de Calabozo, Santiago se muda a esta ciudad, en donde trabajó durante varios años. Posteriormente se lleva a su mamá a vivir en una humilde casa en la Misión de Abajo. Muere su madre y él se viene al pueblo de El Sombrero en 1971, donde llega como exhibidor de cine, en el viejo y desaparecido Cine Moderno, que funcionó por muchos años en la calle fraternidad de esta población´
En El Sombrero conoció a Juan Manuitt con quien inicia una buena amistad. Éste le cede una espacio en Radio Sabana 1400 AM como animador de un programa de música criolla, bajo el título de “Sabaneando”, iniciándose así en el campo de la radiodifusión, en dicho programa llegó a entrevistar a los grandes de la música criolla de esa época, como Reinaldo Armas, José Ali Nieves, Catire Carpio, Luis Lozada “El Cubiro”, Víctor Veliz, Dámaso Figueredo, entre otros. Posteriormente el 14 de febrero de 1985, para celebrar el día de los enamorados inicia un programa que llamó “Venezuela y México Cantan”, el cual se mantuvo en el aire durante 22 años. Se transmitía todos los domingos desde las 8 am hasta las 12 del mediodía. Debido a su gran pasión por la querida Radio Sabana 1400 AM y su capacidad gerencial. Juan Manuitt lo nombra Director de la misma en 1990, cargo que como dijimos anteriormente, ejerció hasta el último día de su vida terrenal.
Como Director de esta emisora nunca le cerró las puertas a nadie, allí tenían cabida todas las corrientes políticas. Son muchos los hombres y mujeres que han resultado electos senadores, diputados, gobernadores, alcaldes y concejales gracias a la publicidad que él personalmente se encargaba de organizar y difundir en tan prestigiosa radio emisora.
A veces nos decía,” nunca pensé que aquel muchachito campesino que vendía leña y topocho en un burro llegara a entrevistar a muchas celebridades tanto artistas como políticos, como a varios gobernadores, a un candidato presidencial que luego fue Presidente de la República”. En El Sombrero fue concejal durante un periodo de cuatro años
El día 31 de diciembre de 2007, se despidió de sus compañeros de Radio Sabana, a las nueve de la noche, cuando colocan al aire el famoso poema “las doce uvas del tiempo”, del poeta cumanés Andrés Eloy Blanco, grabado hace muchos años en la recia voz del fallecido locutor Hipólito Vázquez. Se retira a su humilde hogar para terminar de oír dicha grabación que concluye justamente a las doce de la noche. Lleno de alegría abraza su familia y vecinos presentes para darles el tradicional “Feliz Año”. Después de compartir un rato se retira a su recámara. Pero siendo las dos y media de la mañana del primero de enero de 2008, la muerte lo sorprende cuando contaba con 61 de edad. Dejando en esta ciudad una esposa, Rosa Velásquez y tres hijos Richard Rafael, María Elena y Marialis del Valle Arévalo Velásquez.



Don Lucio Pérez Correa, fundador de gremios

Lucio Perez Correa
Don Lucio Pérez Correa no solamente contribuyó a la fundación del gremio de los comerciantes roscianos, también lo hizo con la Cámara de Pequeños y Medianos Industriales del estado Guárico. A esta tarea le dedicó bastante tiempo. 

Por Misael Flores
Lucio Pérez Correa fue un hombre que se dio por entero a la lucha por el desarrollo económico de San Juan de los Morros. Los comerciantes contaron con él para la fundación de su Cámara de Comercio, labor que cumplió con otros ciudadanos emprendedores como Ángelo Donarumma, De Ángelis, Jesús Ghersi, Efraín Pinto, Parminio González Arzola y otros.
Don Lucio Pérez Correa no solamente contribuyó a la fundación del gremio de los comerciantes roscianos, también lo hizo con la Cámara de Pequeños y Medianos Industriales del estado Guárico. A esta tarea le dedicó bastante tiempo. Siempre lo veíamos recorriendo todas las poblaciones guariqueñas, reuniéndose con los artesanos y pequeños empresarios.
También fue fundador del Cuerpo de Bomberos de San Juan de los Morros, institución a la que le brindó todo el apoyo necesario para su crecimiento y consolidación.
Formó, pués, parte del coro de voces que solicitaban todo lo necesario para el desarrollo integral de San Juan de los Morros y del estado Guárico.
Por todo ello, que nos consta por haber recogido y publicado ese acontecer, hoy redactamos estas líneas en su honor. Y ojalá otras personas hagan lo mismo que él, en estos momentos cuando notamos un profundo vacío sobre el particular.

A medio siglo de la muerte de don Rómulo Gallegos


FELIPE HERNÁNDEZ G.*

A medio siglo de la muerte de don Rómulo Gallegos, 05 de abril de 1969-2019.  

El 5 de abril de 1969, hace exactamente 50 años, falleció en Caracas don Rómulo Gallegos, maestro, novelista, ensayista, cuentista, dramaturgo, periodista y quien fuera Presidente de la República en el año 1948... Rómulo Ángel del Monte Carmelo Gallegos Freire, nació en Caracas, el 2 de agosto del año 1884. Estudió en el Colegio “Sucre” y realizó estudios universitarios en Filosofía, Literatura y Matemáticas. Más tarde, dedicado a la docencia, sería director del Liceo Federal de Barcelona, estado Anzoátegui, la Escuela Normal Nacional y el Liceo “Andrés Bello”, en Caracas.
Es considerado como el novelista venezolano más relevante del siglo XX, junto con el argentino Ricardo Güiraldes (Don Segundo Sombra) y el colombiano José Eustasio Rivera (La Vorágine), Gallegos fue uno de los máximos representantes de la tendencia realista que subsistió en la narrativa hispanoamericana de las primeras décadas del siglo XX. Se le considera uno de los más grandes literatos latinoamericanos de todos los tiempos. Sus novelas pasaron a transformarse en clásicos de la literatura hispanoamericana.
Ejerció el cargo de Presidente de Venezuela en el año 1948, por escasos nueve meses, convirtiéndose en el primer mandatario nacional del siglo XX, elegido a través del voto universal, directo y secreto por el pueblo venezolano; conserva el record de haber sido el Presidente de la República que ha obtenido el mayor porcentaje de votos a su favor en elecciones nacionales celebradas en el país en todos los tiempos, con más del 80% de la totalidad de los votos... Su separación del poder presidencial, se debió a un Golpe de Estado liderado por Carlos Delgado Chalbaud el año 1948.
Gallegos se inició en el periodismo y en la literatura en el año 1909, fundando la revista La Alborada en unión de diversos intelectuales. En 1913, publicó su primer libro de cuentos, Los Aventureros, y escribió también su primera novela, titulada El último solar, que no publicaría sino en 1920. Cuando publicó la novela La Trepadora, ya iban de la mano el novelista de la tierra natal y el político liberal de oposición al gomecismo.
Gallegos ocupa la lista de escritores y novelistas latinoamericanos más prestigiosos de todos los tiempos, uno de los intelectuales más sobresalientes del país, orgullo del gentilicio venezolano, un resumen de sus destacadas obras resalta:
1) Reinaldo Solar: En esta novela Gallegos narra la vida de un joven de Caracas que cuestiona todo tipo de ideologías, desde la filosofía, la religión y hasta la política... 2) La trepadora: La novela plantea una historia ambientada entre el campo y la ciudad con tres personajes arquetípicos entrelazados entre sí... 3) Doña Bárbara: La novela Doña Bárbara es una de las más populares de Gallegos, donde el escritor manifiesta entrelíneas su rechazo al régimen dictatorial y al atraso que vivía el país. Se publicó por primera vez en el año 1929. Tras el éxito literario de Doña Bárbara, le es ofrecido por el gobierno del general Juan Vicente Gómez, el cargo de Senador por el estado Apure, ofrecimiento que declina por sus convicciones antidictatoriales, lo cual lo lleva a tomar la decisión de radicarse en Europa, donde concluye varias de sus novelas... 4) Cantaclaro: La novela Cantaclaro transcurre en escenarios del Llano, desde las galeras del Guárico hasta el fondo de Apure. Tiene un lenguaje regionalista y se ha considerado una novela poética y misteriosa; con alusiones a las supersticiones y la desigualdad social... 5) Canaima: Se trata de una novela de aventura y drama ambientada en el mar Caribe y en Canaima, en la selva Amazónica. Canaima representa una queja contra el caudillismo... 6) Pobre Negro: En 1937 Gallegos publica Pobre Negro, una novela sobre los acontecimientos políticos de la Guerra Federal... 7) El Forastero: En esta novela se cuenta la historia de un pueblo de Venezuela sometido a un régimen autócrata, gobierno que los estudiantes y adultos desean tumbar mediante una fuerte protesta... 8) Sobre la misma tierra: En la obra se toman muy en cuenta las tradiciones y costumbres del pueblo wayuu mediante un estilo costumbrista, resaltando la capacidad del ser humano de adaptarse a las distintas circunstancias que plantea la vida así como la importancia de valorar las raíces... 9) La Brizna de Paja en el Viento: Describe las contradicciones entre los ideales de justicia social, caudillismo y totalitarismo político. Fue escrita en Cuba, país al que en el año 1948 Gallegos fue enviado al exilio... 10) La doncella y El último patriota: Los libros publicados bajo el título La Doncella y El último Patriota se publicaron por primera vez en 1957, siendo el primer título un drama y el segundo los cuentos propiamente dichos.
El escritor, y novelista don Rómulo Gallegos, obtuvo en 1957, el Premio Nacional de la literatura. Y posteriormente, por decisión unánime, fue elegido como individuo de Número de la Academia Venezolana de la Lengua. Pasó a ser reconocido como uno de los más importantes escritores venezolanos. Tiempo después de su muerte y en honor al célebre novelista, fue creado el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos. Un premio de gran honor y prestigio en Venezuela y Latinoamérica. Muere Rómulo Gallegos Después del exilio en México, en 1958, Gallegos logró retornar al país, permaneciendo en el lugar que lo vio nacer y crecer como hombre, escritor, novelista, y político, hasta sus últimos días.
Las razones expuestas hacen que don Rómulo Gallegos sea considerado un héroe civil de Venezuela, y un insigne baluarte de la lucha y consolidación de la democracia nacional. Tras su muerte, ocurrida en Caracas el 5 de abril de 1969, el escritor y político descansaba en el Cementerio General del Sur, en la capital del país, de donde fueron sustraídos sus restos en el mes de junio de 2016.

Rómulo Gallegos es una referencia latinoamericana, sus obras traducidas a distintos idiomas, reposan en todas las bibliotecas del mundo. En ese orden, a lo largo y ancho del territorio nacional su memoria perdura por ser un ejemplo de venezolanidad, su nombre es orgullo de centros de estudios, escuelas, liceos, universidades, bibliotecas, calles, avenidas, parques, urbanizaciones, barrios, etc. En el Guárico es epónimo de la Universidad Rómulo Gallegos. Visitó Valle de la Pascua en 1948 para apoyar a los productores agropecuarios que organizaron la feria ese año, y hoy, la principal avenida de la ciudad porta su nombre con orgullo. 


*UNESR/Cronista del Municipio Leonardo Infante - Valle de la Pascua // felipehernandez56@yahoo.es