El capitalismo impaciente

El capitalismo impaciente
Los más pobres están obligados a la paciencia por necesidad, es decir, en sentido estricto, a sufrir, y en sentido figurado, a no esperar resultados rápidos de sus esfuerzos. Por Jacques Attali El capitalismo de niños mimados corre hacia su perdición si no se reeduca en la paciencia. Los mercados financieros quieren ganancias inmediatas. Queremos satisfacer sin esperar nuestros deseos políticos y de consumo. Un sistema insostenible. Los más pobres están obligados a la paciencia por necesidad, es decir, en sentido estricto, a sufrir, y en sentido figurado, a no esperar resultados rápidos de sus esfuerzos. Para ellos, ningún deseo puede ser cumplido en lo inmediato. Acumular los medios para satisfacer sus necesidades más elementales, como la de alojarse, toma mucho tiempo. Hay que ahorrar para eso, durante años. Para ellos la recompensa llegará, en el mejor de los casos, a muy largo plazo. O para la siguiente generación o en otra vida. A la inversa, los poderosos de este mundo tienen todos …

Sobre el autor

José Obswaldo Pérez
Licenciado en Comunicación Social, con una maestría en Historia de Venezuela. Investigador y ex-cronista de la ciudad de Ortiz, estado Guárico

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