,

Víctor Reis, panadero por tradición

Víctor Reis, el arte de hacer el pan.

José Manuel Aquino

El pan es uno de los alimentos más consumidos por los seres humanos desde la antigüedad, demandado desde tiempos antes del nacimiento de Jesucristo. Al sur de Mesopotamia en tiempos milenarios, la historiografía da cuenta de la manera como se empezó a moler el trigo y añadir otros ingredientes, para la elaboración del pan de trigo; seguidamente las siguientes civilizaciones fueron consumiéndolo con regularidad: los egipcios lo incorporaran a su dieta. Igualmente los griegos, y después los romanos, para luego propagarse su consumo por toda Europa y posteriormente ser degustado por los habitantes de los demás continentes; convirtiéndose de esta manera en este comestible de alta demanda mundial en sus diferentes tipos de elaboración.

En Venezuela, este producto alimenticio llega para su consumo, desde la llegada de los españoles durante el periodo de conquista y colonización, hasta convertirse en un producto que no falta en la dieta de los venezolanos; a pesar de que este rubro no se cultiva en estos trópicos, por ser exclusivo de climas templados por su mejor rendimiento, en tal sentido, esta nación es un país importador de este cereal. Pero a lo largo del tiempo se han elaborado panes de distintas maneras con la finalidad de cumplirles a sus demandantes; por tal motivo, los panaderos tienen sus técnicas particulares para producir este alimento. Uno de esos horneros que tienen una manera particular para procesar el pan es Víctor Reis, artesano que confecciona dicho producto con conocimientos que han pasado por varias generaciones de la localidad portuguesa de Fátima, freguesía del Concelho de Orem, lugar muy visitado por estar a ubicado en las cercanías del Santuario de la Virgen de Fátima. Es precisamente en ese lugar donde los abuelos de este destacado trabajador del pan, por varias generaciones han realizando este oficio, no solamente para el consumo familiar, sino también para esta comunidad lusitana a comienzos del siglo XX.

Será Isidro ,hijo del panadero Antonio Dos Reis, que llegó a Venezuela por el año 1953, en la condición de inmigrante, en tiempos del gobierno del general Marcos Pérez Jiménez, quien otorgó permiso para que los expatriados europeos, debido al alto desempleo producto de la crisis económica, al término de la Segunda Guerra Mundial. Por eso, llegaron a esta tierras muchos obreros calificados de ese continente a laborar en los distintos proyectos urbanísticos y de infraestructuras que emprendió dicho mandatario durante su estadía en el poder. Por tal motivo, el ambicioso Isidro Dos Reis, llegó a Calabozo a trabajar en la construcción del Sistema de Riego Rio Guárico, como carpintero, hasta que terminaron sus compromisos. Vio la oportunidad de acometer un nuevo proyecto en esta ciudad en pleno crecimiento por la actividad agropecuaria. Luego de trabajar en un establecimiento comercial, decide fundar la “Panadería 13 de Mayo”, el mes de febrero de 1963, junto a su hermano Julio Da Silva, los compadres Francisco López y Francisco Martins; siempre al lado de su esposa María Oliveira y sus hijos,tomando en cuenta su experiencia, que desde su infancia cuando había trabajado con su padre en la elaboración de del pan artesanal en la ciudad de Fátima.

En dicho establecimiento pudo garantizarles a sus clientes una calidad del producto, mediante la mezcla de los cuatro ingredientes utilizados artesanalmente para la elaboración del pan : harina, agua, sal y levadura con las técnicas de amasado aprendidas con su padre, para luego llevarlas al horno con la finalidad de lograr un producto con intenso olor y sabor que rápidamente ganó la reputación de ser expendedor con el mejor pan en la ciudad cuna del poeta Francisco Lazo Martì; además este artesano fue el pionero en la elaboraraciòn en esos años de todo tipo de pan relleno, como los populares cachitos y la tortas burreras. Toda esa experiencia de este emprendedor fue aprendida por uno de sus siete descendientes en producir un pan de calidad, tomando en cuenta la tradición familiar para su preparación. Su hijo Víctor Reis, después de estudiar y graduarse de Contador Público, decide emprender este tipo de oficio: Con el fruto de sus ahorros ganados en el ejercicio de su profesión junto a su esposa e hijas, compran la Panadería La Florida, ubicada en la carrera con calle 7 con carrera 1, de esta ciudad villatosantina en el año 1997.

Es necesario considerar que este profesional del pan, continúa realizando un producto de calidad con las mismas características de sus predecesores. Sus clientes se aparcan religiosamente al local a esperar el pan crujiente recién salido del horno en horas de la tarde, para luego deleitarse de dicho producto, combinándolos con otras mercancías que venden, como su buen café exprés, Charcutería, jugos y pastelería entre otros víveres. Por tanto, acudir a dicha panadería en horas vespertinas para comprobar el delicioso pan de este excelente artesano del pan.

¿A dónde fue el centro en Colombia?

El escrito venezolano Ibsen Martínez, quien escribe para la revista Letras Libres, hace una análisis sobre las pasadas elecciones de Colombia, realizadas el 19 de junio. Sostiene el autor que los comicios afianzaron los extremos del espectro político. Pero el centro colombiano, hoy provisionalmente disperso, podrá sostenerse y crecer.

Foto: Chepa Beltran/LongVisual via ZUMA Press Wire.

Ibsen Martínez

Un tópico académico que llegó a hacerse periodístico hacia fines del siglo pasado contaba entre las singularidades de Colombia el ser “inmune a los populismos”.

Fue tan prolongada la bicéfala hegemonía de liberales y conservadores, que parecía bastar un vistazo a la lista de quiénes fueron presidentes del país desde, digamos, mediados del siglo XIX hasta comienzos del XXI, para persuadirse de que el país era una rara avis.

Señalar en la conversación a Jorge Eliécer Gaitán como precursor populista, como arquetipo del agitador mestizo que, admirador de Mussolini, hechizó multitudes con su vargasviliana oratoria, conduce a que alguien nos agüe la fiesta observando que el movimiento de Gaitán fue un desprendimiento liberal, muy idiosincrásico sí, pero liberal. Clarificar en Colombia qué se quiere decir con “liberal” le puede costar otros cinco pesos, doctor.

Algo parecido ocurre cuando se habla del “centro” como lugar geométrico de quienes promovemos la democracia liberal. Sus correlatos deberían ser todo lo que se desprende del Estado de derecho y una concepción racional, no salvaje, del capitalismo.

A simple vista se advierte que el centro tiene por delante grandes tareas en Colombia, país donde la igualdad ante la ley sigue siendo simbólica y donde grandes extensiones territoriales están, según el bogotano eufemismo, “bajo formas diferentes a las constitucionales”, queriendo decir “grupos armados”. El desmesurado presidencialismo y la exigua separación de poderes han condicionado muchísimas tímidas reformas.

Es Colombia, además, una nación donde las economías criminales e informales, tanto como la corrupción, pesan muchísimo más que la modesta creación de riqueza propia de un capitalismo criollo, vástago de la clase media agrícola que surgió en la segunda mitad del siglo XIX y que, aunque resulte increíble, no es hoy un pez loro de los grandes monopolios. Sobrevive y procura “jugar limpio”.

Los resultados de la última elección presidencial son en este momento juzgados como expresión de la pugna entre dos populismos, uno de izquierda y otro de derecha.

La distinción que en todas partes se hace hoy entre ambos populismos no ha sido muy fecunda: no va más allá de sugerir, sin demostrar de modo fehaciente, que uno, considerado de izquierda, es más filantrópico que el otro, tenido por más autoritario.

Gustavo Petro ha ganado la segunda vuelta con poco más del 50% de la votación. Su ventaja sobre el candidato que aglutinó el multisápido voto adverso, el ingeniero Rodolfo Hernández, fue de solo 3%. Ello autoriza a decir que Petro se dispone a gobernar un país dividido.

Hace apenas dos años, un estudio conducido en toda Colombia por Cifras y Conceptos, encuestadora muy respetada, arrojaba que el 53% de una muy ponderada muestra adulta se identificaba con “el centro”.

No hay duda de que, el 19 de junio pasado, las apabullantes lógicas del balotaje y del llamado voto útil llevaron a candidatos y votantes del centro a afianzar los extremos. Ello no debería oscurecer el hecho singular de que, a partir de las elecciones de 2018, comenzó a emerger en Colombia una clara vocación centrista que ha ido cobrando forma programática cada vez más definida.

Este surgimiento ha sido, junto con la consolidación de la opción electoral de la izquierda, consecuencia virtuosa de la firma de los acuerdos de paz de La Habana en 2016.

Alejandro Gaviria y Sergio Fajardo, las más caracterizadas voces del centro, ofrecieron plataformas programáticas que se traslapan entre sí hasta hacerse casi indistinguibles, ambas regidas primordialmente por la moderación, entendida esta no solo como “buenos modales”. Pese al fragor de la reñida campaña que acaba de terminar, es notorio que la moderación del centro ha ganado terreno en el aprecio público.

¿Qué entiende mi comentario por “moderación”? Para explicarme, me serviré de la definición que ofrece un pensador colombiano cuya obra estimo sobremanera: el filósofo y politólogo antioqueño Jorge Giraldo.

Giraldo distingue dos expresiones de la moderación. Una de ellas es “la evitación del maximalismo programático, de la falsa promesa de grandes soluciones inmediatas”. La otra es el pragmatismo, entendido como el apartamiento de soluciones prefabricadas y fórmulas universales, como la adopción de las medidas que funcionan, así no estén acordes con una doctrina o teoría.

Alejandro Gaviria y Sergio Fajardo son, cada quien en su propio registro tonal, dos reformadores exitosos que acumulan muchos años de experiencia en el servicio público.

Fajardo, matemático de formación, fue ya exitoso alcalde de Medellín y es un respetado innovador de la educación universitaria. Gaviria, ingeniero civil y economista, ocupó muy atinadamente la cartera de Salud en el segundo gobierno de Juan Manuel Santos. Es un ensayista liberal muy leído por los jóvenes.

Derrotado en la primera vuelta, Fajardo ofreció a Hernández su programa de reformas y nombres irreprochables para un gabinete económico y social. Fue desconsideradamente rechazado con intemperante grosería. Negado a conciliar con Petro, Fajardo promovió el voto en blanco en la segunda vuelta.

Gaviria, por su parte, estimó en Petro, y así lo hizo público, su declarada disposición constitucionalista, y coincidió en lo esencial con su propuesta de reforma tributaria y del sistema de pensiones. Votó por él y ha aceptado dialogar el nuevo presidente y echar adelante un acuerdo nacional para la gobernabilidad.

En su “decálogo del reformista escéptico”, un hermoso y breve ensayo publicado en 2016, Gaviria escribió que el reformador es casi siempre una figura trágica. “Su respetabilidad (ética) viene de su insistencia en hacer lo que toca en contra de las fuerzas (mayoritarias) de la insensatez, el oportunismo y la indiferencia”.

Con figuras como Fajardo y Gaviria, el centro colombiano, hoy provisionalmente disperso, no solo podrá sostenerse y crecer; de eso estoy seguro. Tiene aún muchísimo que dar a Colombia, quizá más pronto de lo que hoy pensamos.

Bogotá, junio de 2022

Ibsen Martínez(Caracas, 1950) es narrador. Es autor de las novelas El mono aullador de los manglares (Mondadori, 2000) y El señor Marx no está en casa (Norma, 2009).

,

Pastor Aquino en las faenas del llano

José Manuel Aquino H

En jurisdicción de la parroquia El Calvario, del Municipio Francisco de Miranda, del Estado Guárico, se encontraba un predio agropecuario denominado El Manire, en las inmediaciones del caño que lleva el mismo nombre de la unidad productiva, cuyo propietario se llamaba Toribio Aquino Páez, descendiente por la vía paterna del fundador de esa población guariqueña a comienzo del siglo XVIII, Pedro Aquino y Ponte XVIII (De Armas, 1970). En esta posesión nació y vivió durante su juventud Pastor Aquino Barrios. Lugar donde pudo aprender el trabajo de llano con gran notoriedad y lograr una destreza, digna de resaltar en esta semblanza. Tomando en cuenta el testimonio de familiares y amigos que permitieron describir sus pericias en cuanto a su desempeño de las actividades pecuarias, obteniendo gran notoriedad, no solamente en esta comarca, sino también en las localidades circunvecinas; dejando un legado para sus descendientes, en la actividad agropecuaria y especialmente en el deporte de los toros coleados.

Este hijo de Toribio Aquino, junto a sus hermanos José y María, llevaron una infortunada infancia, cuando su madre Juana Barrios, fallece en el momento del parto de la recién nacida nombre Urbana, que al cabo de unos meses, también, sucumbe. Dentro de ese ambiente trágico los hermanos Aquino Barrios, se ven frustradas las esperanzas de ir a la escuela. Recordaba su hermano José, que su madre tenía la intención de trasladarse a la población más cercana para que estos infantes, recibiesen la instrucción académica; pero su padre tenía otra visión para la formación de su prole; este progenitor determinó que sus sucesores debían formarse en la actividad agropecuaria, unida con una serie de valores y principios que él recibió de parte de su tío Román Aquino, desde temprana edad, a consecuencia de la muerte de sus predecesores Rafael Aquino y Rosalía Páez de Aquino. Motivo por el cual, adoptó una formación autodidacta desde finales del siglo XIX. Esto le permitió a don Toribio Aquino ser ciudadano honesto, trabajador incansable, y demás principios de un hombre de bien con solida formación cultural sin acudir a una escuela; por tanto, para él , debía ser el tipo de formación que debían tener sus hijos varones: hombres respetuosos, que le permitieran relacionarse, tanto en a nivel social, comercial en un ambiente ganadero; además de ser unos llaneros curtidos en las actividades del campo, con la finalidad de ser en un futuro, unos respetados propietarios con entereza y honestidad, tal como él se había preparado para enfrentar los retos de esos tiempos ,en aquella década de los años 30 y cuarenta del siglo pasado .Por tal motivo este padre, decidió que sus hijos tenían que emprender el conocimiento cabal de las actividades pecuarias rutinarias en el Hato el Manire.

Pastor y su menor hermano José, durante su infancia en la posesión del Manire, a mediados de la década de los años 1930,ya estaban compenetrados ambiente llanero, de la guía no solamente de su padre, sino también de un familiar cercano, Ignacio Gutiérrez, que por mucho tiempo fungió como el capataz y hombre de confianza de don Toribio Aquino, que para esa época ya era el gran propietario, del hato Cabrito, además las posesiones El Tigre, Carutal, Juan García, Laguna de Junco y por supuesto el predio que fundó a mediados de la segunda década del siglo XX, a las orillas del caño El Manire. Lugares donde estos jóvenes aprendieron las destrezas de las actividades del trabajo de llano; tanto en el corral desde becerreros, ordeñadores, al mismo tiempo, ser grandes jinetes de los equinos, y amansadores de estos ecuestres para realizar sus faenas en las extensas sabana propiedad de su padre, cuidando los semovientes de la familia; su hermana Margarita, fruto del tercera familia que formó Aquino Páez, señaló el desempeño de sus hermanos mayores en las actividades ganaderas y especialmente Pastor, siendo el encargado o mayordomo del hato ,una vez este estaba preparado para estar al tanto de tan importante responsabilidad.

Es necesario considerar que Pastor Aquino, fue ganando la reputación como un digno excelente trabajador y conocedor de las faenas pecuarias, decía José Aquino, que tanto él y su hermano Pastor tuvieron esa formación en el corral y la sabana .Destacando las capacidades de su hermano en dichas actividades, motivo por el cual , se realiza este trabajo que estoy presentando, describiendo muchos episodios, dignos de presentarlo como modelo para el trabajo de llano, con un fin didáctico para que las nuevas generaciones conozcan sus habilidades del hijo de Juana Barrios de Aquino, de una contextura delgada y una altura ,no mayor de 1,70 metros , pudo realizar con maestría estos trabajos utilizando su inteligencia, fuerza y la habilidad para realizar las duras faenas llaneras. Un primer aspecto en resaltar, es el desempeño de trabajo en el corral, encontrando a este nativo de El Calvario, con potencia, sapiencia y astucia para domar a las novillas, llevándolas a un botalón para que estas pudiesen comprimirles la ubre; del mismo modo, demostraba su gran dominio al enlazar y sometiendo a los terneros y toros cuando estos necesitaban realizarles alguna revisión, marcar o señalarles sus orejas.

En las actividades señaladas, no solo descolló satisfactoriamente Pastor, sino que ganó fama de ser llanero de soga y caballo, en las faenas de la sabana .Durante el comienzo del periodo lluvioso, conocido popularmente en esta región “ la entrada de aguas” se realizaban las habituales vaquerías , con la finalidad de recoger el ganado disperso en las praderas durante los meses de verano, con el fin de llevar el ganado a los distintos predios donde los dueños tenían sus asentamientos pecuarios .Contaba su hermano José y compañero en la realización de estos trabajos , que después de realizar una de esas habituales jornadas por el mes de junio, recuerda este, que para la década de los años 1940,se organizó una gran reunión de este tipo por los lados de los predios del gran hato Palenque, propiedad de un gobernador de Caracas, en tiempos del dictador Juan Vicente Gómez, general Félix Galavìs, célebre este lugar por enviar a los estudiantes de la Generación del 28, presos a realizar trabajos forzados en la carretera que se estaba construyendo hacia Las Mercedes del Llano; empezaron en esta jornada, reduciendo el ganado desde La China hasta Laguna de Agua Laguna, cerca de la población del El Calvario. En esa correría, estuvo Pastor, a la altura de grandes vaqueros de la talla de un apureño de mucha fama en el manejo de la soga como lo fueron Pedro Arrieta, apureño residenciado desde muy joven por estas comarca calvareña, de gran ligereza para enlazar en plena carrera, al igual que Pedro Carrillo, renombrado vaquero y productor pecuario de los lados de la China.

Luego tocó el turno en reducir la manada de ganado del otro lado del rio Orituco, días más tarde en entre estepas ubicadas entre los caños Tacatinemo y El Manire, terrenos pertenecientes a Toribio Aquino Páez, con unas características diferenciales con respecto a la jornada anterior; un el relieve más montañoso y con claros de sabanas más cortos, al ternados de aglomeración árboles, que por esta región se les denominan matas. Lugar donde es preciso tener habilidad para reducir y dominar a las manchas de ganado, sin que burlasen el cerco del rodeo caballo. En este tipo de terrenos Pastor Aquino, demostró sus grandes dotes de jinete, saliendo velozmente en carrera para alcanzar a las reses que salían del ganado, para luego llevarlas a la manada o enlazarlas con gran maestría superando a los jinetes provenientes de Palenque y el hato Las Mercedes pertenecientes en esos tiempos del señor Antonio Acosta. Dando cátedra a sus compañeros en llegarles con prisa a un toro y luego enlazarlos con su soga, y posteriormente amarrarlo a un árbol, en una acción sumamente vertiginosa; mientras sus compañeros quedaron atónicos por aquella faena.

De igual manera, este destacado trabajador de llano, después de llevar al ganado a los corrales junto a sus compañeros, vendría el aparte y selección de las vacas paridas; además de retirar otras reses para los destinos los distintos destinos. Sobresalió también en este tipo de faena, ejecutando con sapiencia con su lazo certero y dominado a los animales trabajados al derribarlos con facilidad, con una mejor técnica que la utilizada por los vaqueros provenientes de los otros hatos colindantes. Todas estas consideraciones antes señaladas, nos las confirmó en una ocasión el productor agropecuario Efigenio Cuenca, quien en una tertulia, realizada a comienzo de la década de los años 1970,en un comercio ubicado en la calle El Carmen de El Sombrero, a dos cuadras de la Plaza Bolívar ,propiedad del Señor Aldèmaro Morales, consideraba a Pastor Aquino ,como uno de los llaneros con mayor celeridad de alcanzar, enlazar y amarrar un toro cimarrón a un árbol. Un día le preguntó el señor Cuenca a Pastor Aquino, cuál era el secreto de realizar esta actividad de someter al astado con tanta facilidad?. Este le contestó: “tener el caballo gordo y bien cuidado”; porque contaba con su destreza, para enlazar al tener alta efectividad en realizar esta faena; de igual manera, el ganadero Juan Ascanio, confirmó la misma apreciación del señor Cuenca, en otra tertulia realizada años más tarde ,con la finalidad de recordar sus pericias. Por tanto, para Aquino Barrios un equino en condiciones físicas le permitía llegar con prontitud ejecutar tan arriesgada maniobra.

Otro episodio muy significativo, nos cuenta José Aquino, fue cuando el comerciante y ganadero Antonio Graterol, llegó a comprar un lote de toros a Toribio Aquino, y vio a Pastor Aquino, trabajando en la faena de recolección de estos bovinos y les dijo al vendedor, “ de acuerdo con el monto que valen estas reses que te voy a comprar, te pongo una condición? Que tus hijos me lleven el ganado hasta mis potreros en Camatagua, en el fundo Pele el Ojo y les pago ese costo adicional de la llevada”. Porque no se me van a perder ninguna de las reses compradas. Don Toribio accedió al pedimento, y Pastor fue el encargado de llevar ese lote de ganado, a una distancia de aproximadamente 150 kilómetros entre el hato El Manire y el lugar de los potreros destinados para el engorde de estos vacunos.

Como todo hombre de llano, Aquino Barrios, destacó como buen coleador, primeramente en los predios de El Manire, controlando la reses cuando se escapaban de la manada: tomándolas por la cola y derribarlas en plena sabana. De igual manera, solía asistir a realizar esta actividad junto con su hermano José, acudiendo a las Fiestas Patronales en honor a Santa Rosalía de Palermo ,en la población de El Calvario, durante la primera semana del mes de setiembre , consuetudinariamente durante la década de los años 1940, en una maga improvisada, que preparaban los pobladores en las calles de esa comarca para la realización de las competencias, considerada este entretenimiento deportivo el año 1981, cuando lo declara el extinto Congreso Nacional “ Deporte Criollo y Tradicional”. En esas festividades pudo competir con su caballo de nombre ” meloncito”, demostrando sus cualidades tumbando los toros de distintas maneras: campana, campanilla ,y remolino, para deleite de los espectadores con su accionar en este ejercicio; sobresaliendo sobre renombrados coleadores, entre los cuales podemos nombrar a los hermanos Maluenga: José y Manuel, entre otros amantes de esta actividad atlética; de igual manera, participó activamente en distintas competencias en la población de El Sombrero; tanto en la manga improvisada ubicada en la calle comercio, como la construida de madera a mediados de los años cincuenta, y la penúltima cancha ,ubicada en el sector de La Mesa ,hasta la década de los 70; teniendo que con competidores, entre los cuales podemos mencionar para esa época : Danilo Santana, Félix Carreño, Cirilo Montes, Luis Mota Carpio, Aureliano Ruiz, entre otros grandes jinetes..

Es necesario, señalar que este destacado jinete, de trato ameno y jocoso con sus compañeros de competencia , le inculcó a su prole, producto de la unión matrimonial con Dilia Díaz Montero, el apego a las actividades del campo, en su finca Tacatinemo, y también le dio total apoyo para que: Chirino Pastor, José Antonio y Ramón José, fuesen coleadores. Llevándoles mautes para que colearan en la manga ubicada en el sector La Mesa, a mediados de los años 1960,en diversos encuentros festivos, cuando todavía no se habían instaurado los campeonatos y competencias de categorías infantil y juvenil de esa rama deportiva en la población guariqueña .Por tal motivo, los descendientes de Pastor Aquino, han sabido trasladar su el amor por el llano y ser unos dignos contendientes de este deporte, fuera ámbito del Estado Guárico, en diversos Campeonatos Nacionales de esta especialidad. Llevando el gentilicio del apellido Aquino, trascender en la vocación pecuaria que trajo a estas tierras Pedro Aquino y Ponte en E l Calvario, cuando fundó su unidad de producción que posteriormente se convirtió en una comarca prospera y trabajadora de sus habitantes.

REFERENCIAS BIBLIOGRÀFICAS

Aquino H, José M. (2022).La semblanza de Toribio Aquino Páez: Entre su acumulación de capital y sus virtudes https://fuegocotidiano.blogspot.com/2019/10/la-semblanza-de-toribio-aquino-paez.htmls

De Armas Chitty. (1982). Historia del Estado Guárico. Ediciones de la Presidencia de la República

Parada, Richard (2016). Los toros Coleados. https://es.scribd.com/document/329896213/Los-Toros-Col

Vivencias del abuelo (2010). Vaquerías http://cuentaelabuelo.blogspot.com/2010/04/vaquerias-rodeo-ojeo-cachilapeo-1.html.

.ENTREVISTAS

Aquino B José, (1970). Vivencias en el Manire.

Aquino de G, Margarita. (2021).Recuerdos de mi Infancia.

,

Casi dos décadas de Fuego Cotidiano

En esta primera parte de la historia de Fuego Cotidiano son diversos los temas tratados; pero, nuestro fuerte ha sido la historia, el relato y la crónica de hechos pasados. Aunque estos tópicos, en verdad, no han sido nuestra única preocupación ni nuestro eje principal. Desde un principio lo dijimos: somos un espacio para las ideas.


Imagen web.

Por José Obswaldo Pèrez

Influenciado por una época de auge de los llamados webblog en Venezuela, por allá por los años ochenta, dos décadas después nacería Fuego Cotidiano, un día 12 de junio del 2006, como una expresión de esa irrupción de los medios digitales en nuestro país. Pero, sobre todo, marcado por un debate intelectual, en medio de una crisis político-social y económica, donde los ciudadanos buscaban un cambio hacia un nuevo futuro. De ese contexto, empezamos armar un proyecto, una idea y un espacio fundamentado en la tradición de las revistas culturales. Sí, en la web, un hito indispensable de nuestro siglo XX, que compartimos con otras numerosas publicaciones nacidas al fogón de aquella era.

Nos había inspirado el presente nombre, una de esas crónicas de nuestro estimado profesor Earle Herrera, quien dictaba la cátedra de Periodismo de Opinión en nuestra querida Escuela de Comunicación Social de la UCV. Así pues, bautizamos esta página y comenzamos a ejercer nuestro experimento electrónico, seducido por la novedad de las nuevas redes sociales. Aparecería nuestros primeros post que, en el lenguaje de los bloggers, significa las entradas del blog; es decir, los artículos o noticias que se publican de forma periódica en los webblog. Recuerdo que las primeras entradas se refieren a la Música en Ortiz, artículos que había publicado primero en El Siglo de Maracay y en el Diario El Nacionalista de San Juan de los Morros.

La idea no fue crear una bitácora personal. Más tarde se sumarían las colaboraciones generosas de Arturo Álvarez D’ Armas, Jeroth Montilla y Felipe Hernández, investigadores e historiadores de reconocida pluma regional e internacional. Después, Eduardo Sandoval, Edgardo Malaspina y Adolfo Rodríguez, nos ofrecerían contribuciones espontaneas y una presencia regular entre nuestros lectores. Pero, quizás, le esté hablando de una primera etapa que despertaba con el amanecer de un nuevo siglo lleno de esperanzas y, desde luego, con muchas incertidumbres.

En esta primera parte de la historia de Fuego Cotidiano son diversos los temas tratados; pero, nuestro fuerte ha sido la historia, el relato y la crónica de hechos pasados. Aunque estos tópicos, en verdad, no han sido nuestra única preocupación ni nuestro eje principal. Desde un principio lo dijimos: somos un espacio para las ideas. Es decir, para la creación y la creatividad. Tampoco sería sincero que este proyecto no admita sus errores, nada ha sido color de rosa y no nos avergüenza confesar nuestras omisiones y equivocaciones. Por lo tanto, agradecemos las críticas, cuando son objetivas y bien intencionadas.

Pero, tampoco, es mucha vanidad señalar que nuestros colaboradores, visiones, criterios y preferencias, al principio vistos con desdén, han sido consagrados por la silenciosa aprobación de lectores numerosos. En ese silencio, nos ha sorprendido que tuviéramos y tengamos seguidores internos y foráneos de nuestro país. Hoy descubrimos que somos un referente historiográfico en diferentes motores de búsqueda en la web. Pero, también, hoy sabemos que se nos citan en publicaciones impresas y que, simplemente, no somos solo literatura sino también investigación científica social.

Como toda historia tiene una segunda parte, la revista Fuego Cotidiano ha pasado a una nueva etapa como agente activo en la vida cultural del Guárico y más allá de sus fronteras regionales. A partir de la crisis social que sigueperecedera en nuestro país, y por los efectos del confinamiento originados por la enfermedad pandémica de la Covid-19, nos pusimos a repensar nuestro papel como publicación dentro de una visión de emprendimiento: hacer de Fuego Cotidiano una empresa privada, en el viejo término de usanza. Más allá de la asociación independiente, del lucramiento o de las ganancias. Desde luego, el hombre no sólo vive de palabras, sino que él también tiene que completar sus necesidades primarias.

Como decía, además, aquel famoso presentador de noticias de CBS Evening News, Dan Rather, quien escribió en The New York Times, en 1986, un artículo sobre los medios de comunicación. En su texto, Rather decía: “La información es un negocio. Siempre lo ha sido. Los periodistas lo entienden y lo aceptan. Pero el periodismo es algo más también. Es un faro que guía a los ciudadanos de una democracia a encontrar su camino.La información es un componente de una sociedad libre. La información es un negocio, pero también una responsabilidad pública…”.

Compartimos totalmente esta opinión y nos acogemos a este principio. Somos un medio independiente, sin un gran grupo mediático o empresarial detrás. Tampoco contamos con un muro de pago para acceder a lo contenidos. Así pues, esta ayuda, sumada a los ingresos derivados de la publicidad y los patrocinios, resulta clave para garantizar nuestra sostenibilidad y hacer posible que podamos seguir publicando historias locales que son parte del mundo Hace 17 años, cuando Fuego Cotidiano apareció, entendíamos que se debía recorrer un tramo importante antes de pedir el apoyo de los lectores. Hoy, con unas cifras de difusión y un perfil de usuario muy satisfactorios, Fuego Cotidiano ofrece un fondo periodístico cultural lo suficientemente importante como para justificar esta petición. Esta publicación cuenta con 764205 visitas, es decir, un promedio de 100 visitas diarias y más 500 mensuales, sólo en Venezuela, según certificación de Google Analytics.

Decíamos que, en esta etapa, la cual considero significativa, es buena para hacer una pausa en el camino y reflexionar sobre la marcha de la Revista Fuego Cotidiano, ahora que editamos en versión PDF y en físico – aun cuando es un poco artesanal-, como una muestra de los cambios internos que hemos introducido. Y que, sin duda alguna, aquí juega un papel importante y generoso José Manuel Aquino, nuestro Greente Editorial, quien ha aportado ideas para mantener la vida de nuestra publicación, especialmente, en la construcción de un staff de colaboradores.

Permítaseme referirme a Aquino como un articulador cultural y un relacionista público, especialmente casi circunscrito en la Ciudad de Todos Santos de Calabozo, donde opera su arsenal cultural. De modo que este balance, de casi una década, nos llena de estímulos; otras consideración valiosa es que nuestra página web se desarrolla en la plataforma de Google, empresa que nos ha brindado el soporte para la creatividad de forma gratuita.

De una y otra manera, estas experiencias positivas nos invitan a continuar en nuestro trabajo para seguir siendo una expresión libre y un espacio para las ideas, en un abierto dialogo a veces contradictorio, pero que busca la empatía con nuestros seguidores para avivar esas ideas y esas palabras.

Quizás dieciséis años no sean muchos para esta creatura, pero esperamos mañana decir: ¡Hola, aquí estamos!

José Obswaldo Pérez es periodista y editor de Fuego Cotidiano.
,

Algunos periódicos manuscritos del estado Guárico

Estos mensajeros de la palabra eran un arma muy importante para la formación política de las masas populares.

Fasimil del peri{odico Tiro Seguro, Cazorla (1897)

Por Arturo Álvarez d´Armas

En la historia del periodismo venezolano del siglo XIX, ocurre un fenómeno muy singular el cual es la aparición del periódico manuscrito. Órgano divulgativo usado regularmente por las diversas facciones políticas que existían para la época en nuestro país y específicamente en el estado Guárico; fueron defensores acérrimos o enemigos implacables según el gobierno de turno. Otros trataban los temas culturales y comunitarios. La mayor parte de estos manuscritos salieron fue para apoyar la candidatura del general Ignacio Andrade.

Estos mensajeros de la palabra eran un arma muy importante para la formación política de las masas populares. Estaban escritos en hojas de cuaderno con letra de caligrafía, el número de páginas no pasaba de cuatro y la distribución era limitada al pueblo o región donde era editado.

Ariel. Zaraza: 1890. Pregona las ideas del estudiantado zaraceño. Directores: P. Itriago Chacín y Enrique Antonio Márquez.

El Áncora. Valle de la Pascua: 1885. Periódico donde se plantean los problemas de la colectividad. Salía los sábados y distribuido a domicilio.

El Batallar. Altagracia de Orituco: 1893. Director: Bachiller Eladio Grafe Calatrava. Combatió el fanatismo religioso y algunas costumbres como el mal uso del idioma.

El Demócrata. Guayabal: 1897. Publicación eleccionaria de la Junta Liberal Andresista de este Municipio. N° 4, 21 de julio de 1897. Redactor: H. Mondragón. Administrador: F. de Sierra R. Sale cuando puede y es gratuito. Hace y admite visitas. Cuatro páginas. Contiene artículos y notas como La Concordia Nacional y otros.

El Mentor. Altagracia de Orituco: 1889. El primer número fue manuscrito, los siguientes fueron impresos en Caracas. Más adelante lo hacían en la imprenta La Popular de Fernando Acosta.

El Patriota. Calabozo: N° 1, mayo de 1897. Redactor: Bachiller Rafael M. Cabrera. Mprenta El Patriota. En sus condiciones ponía que saldría cuando pueda, se repartirá gratis y se canjea con quien lo acepte. El Editorial dice: “Prospecto. Al escalar hoy esta augusta tribuna emprenderemos una tarea gigante…”.

El Porvenir. Zaraza: 1881. Semanario. Redactado por M. C. Díaz, J. M. Rodríguez y F. Fernández. Trataba sobre política, literatura y comercio. Se publicó por pocos meses.

El Semanario del Hogar. Tucupido: 1895. Director: Medardo Ojeda.

Fasimil del periodico El Democrata, Guayabal (1897)

El Tiro Seguro. Cazorla: N° 1, julio de 1897. Redactores: Dos individuos. Calígrafo: El tipo aquel. Lema: Saldrá en los pasos de Luna. Dirá lo que convenga. Condiciones: Mandaremos canje a quien nos remita. Cuatro páginas. En la presentación dice: “Al país. Tomaremos parte en este debate electoral. Somos de los últimos porque esperábamos no mojar en hierro frío. No somos videntes y no queríamos perder. Por fin vemos que la mayoría de los venezolanos se pronuncia por Andrade”.

El Vampiro. Valle de la Pascua: julio 9 de 1885. Periódico literario. Director: José E. Baquero M. Administrador: Pedro María Arévalo Oropeza. Los nombres de los redactores son seudónimos como Agua Pan, Amador, Dárdano y Cosmes. Salía los sábados y distribuido a domicilio.

Fuego y Adentro. Guarive: N° 4, junio 30 de 1897. Lema: Constitución – Política Liberal Amarilla – Leyes. Redactores: P. M. Grafe H. y P. Pérez Itriago. Valor: dos centavos. Condiciones: No se publican artículos godos. Cuatro páginas. Salía cada quince días. Contiene trabajos dedicados a su candidato el general Ignacio Andrade, en la última página hay un soneto de Grafe Hernández dedicado a Andrade, realmente es un acróstico. Nota: Esa es la población de San José de Guaribe. Para aquel año pertenecía al estado Miranda.

La Situación. Calabozo: 1880.


Este trabajo forma parte de una investigación sobre la prensa manuscrita en Venezuela.

Celebrado con éxito X Encuentro de Cronistas de El Sombrero

Fuego Cotidiano estuvo presente en el evento el cual fue aprovechado para presentar la revista Fuego Cotidiano tanto en formato digital como física.

El profesor José Manuel Aquino, Gerente Editorial de Fuego Cotidiano y la profesora Yulimar Bolívar, Directora de la Biblioteca Pública Ricardo Motilla y postulada para el Concurso de Credenciales para la nueva designación del Cronista de la Ciudad, .

Con gran existo y una demostración de unidad institución se llevó a cabo X Encuentro de Cronistas, Historiadores e Investigadores del municipio El Sombrero, el cual tuvo como objeto central rendir un homenaje al fallecido profesor, Félix Celis Lugo, Cronista Municipal de esa localidad.

El encuentro , que se llevó a cabo en la Biblioteca Pública Ricardo Montilla, fue muy nutrido y contó con ponencias de representaciones de San Juan de los Morros, Ortiz, Calabozo y El Sombrero, las cuales abordaron termiticas de historia local, regional y nacional.

Fuego Cotidiano estuvo presente en el evento con su editor y gerente editorial, José Obswaldo Pérez y José Manuel Aquino, quienes respectivamente conversaron con concejales del Concejo Municipal y representes de la Alcaldía de Mellado, cuyo intercambio fue aprovechado para presentar la revista Fuego Cotidiano tanto en formato digital como física.

Yulimar Bolívar, Directora de la Biblioteca Pública Ricardo Motilla y postulada para el Concurso de Credenciales para la nueva designación del Cronista de la Ciudad, dijo a FC sobre la importancia que tiene la historia local en las comunidades, especialmente en las escuelas y en las nuevas generaciones de jóvenes que desconocen nuestro pasado.

Bolívar agradeció el apoyo que brindaron desinteresadamente instituciones públicas y privadas para la realización de este evento, especialmente el personal de la Biblioteca Pública de El Sombrero.

,

El poder y el delirio

Un mural de Chávez, en pleno centro de Caracas.
>

Ángel Lombardi Boscan

Fue un libro adelantado. Publicado en el 2008 por Enrique Krauze. Lo leímos con entusiasmo en su momento y desestimamos su principal intuición hoy ya cumplida: el chavismo enterró la democracia de partidos y se alió a Cuba para imponer la hegemonía de la “nueva clase”; una nueva oligarquía con apoyo militar que controla la institucionalidad a su medida e interés.

Incluso, en el año 2013, luego del fallecimiento de Hugo Chávez, la sociedad civil pro-moderna y pro-democrática confió ciegamente que el chavismo sin Chávez tendría que ceder.

Los años subsiguientes fueron críticos y la confrontación tradicional a la que estábamos acostumbrados mutó a una de tipo híbrido, arbitraria y violenta, que antes no lo sabíamos y ya hoy sí.

Mientras se ganaban las elecciones parlamentarias del 2015 y se creyó que el retorno democrático, vía institucional, sería un hecho, desde el TSJ controlado por el chavismo, ésta gran aspiración quedó abortada. Luego las masivas protestas del año 2017, de 134 días, en todo el país y con apoyo internacional parecían confirmar nuestra fe en volver a la Democracia. Y resultó que los militares reprimieron a sangre y fuego las mismas y Maduro se aferró aún más al poder.

El año 2019, fue otro escenario más en que las fuerzas civiles pro-democracia lo volvieron a intentar a través de la contra figura de Juan Guaidó y con un importante apoyo de la comunidad internacional. Una vez más se pensó que el chavismo mordería el polvo y la liberación de Venezuela se consumaría restituyendo la soberanía popular y la plena vigencia de la Constitución.

El rompimiento de relaciones diplomáticas con los Estados Unidos agravó aún más el conflicto junto a las disidencias dentro de la misma oligarquía chavista en el poder; que contra todos los pronósticos logró mantenerse en el mismo y demarcar vía represiva a sus más peligrosos opositores tanto afuera como adentro.

Luego, los años de la pandemia: 2021 y 2022, fueron los de su consolidación bajo el desmontaje de los partidos políticos de la resistencia democrática y el arrodillamiento de la sociedad civil amansada desde la eutanasia social en curso.

La bandera de la lucha contra la corrupción y la denuncia de las injusticias y desigualdades sociales que el chavismo enarboló en 1992 yacen en el más completo olvido. Y si resuenan de tanto en tanto es como mentira de Estado. Son tan audaces y caraduras que desconocen a la misma Constitución señalando que en Venezuela no hay división de poderes “sino distribución de funciones”: un poder privado al servicio de ellos mismos que son los que mandan sin contrapesos.

Catorce años después de publicado el libro seguimos creyendo que las protestas pacíficas, civiles y muy justificadas por la mejora de los salarios; el colapso de los servicios públicos; el respeto a los dictados constitucionales o hasta la misma posibilidad de ir a unas elecciones presidenciales para que se vayan del poder por las buenas son agendas legítimas que representan una salida moderna apegada a los códigos de una democracia en pie como la que conocimos entre los años 1958 y 1998.

Resulta que el chavismo no piensa de acuerdo a la gramática política moderna ya que es un proyecto pre-moderno de sociedad cerrada. Y mientras maneje la institucionalidad a su antojo con el control del monopolio de la fuerza seguirá haciendo lo que le dé la gana en aras de su propio beneficio y aliados.

Al resto le impone su propia colonización desde una pavorosa regresión histórica asumiendo la tragedia social de la gran mayoría sin ninguna empatía. Le es completamente indiferente la desgracia de los millones de venezolanos lanzados a la pobreza tanto dentro como fuera del país.

La Venezuela que tuvimos, la próspera y libre, la acabaron. Sus universidades, públicas y autónomas hoy destruidas e intervenidas, son sólo una muestra de esto que decimos. Nuestro sistema sanitario es vergonzoso. Y la seguridad social de los trabajadores la aniquilaron. Nos hicieron un Estado Paria.

El libro de Krauze, escrito por un intelectual pro-democrático, creyó que el legado de Chávez estaría marcado por una heroicidad teatral de imposible cristalización ya que sus dos “padres: Bolívar y Fidel, le eran inaccesibles. Lo cierto del caso es que el verdadero “poder y delirio” lo vino a imponer, contra todo los pronósticos, a quién designó como su sucesor al frente del poder en Venezuela.

Director del Centro de Estudios Históricos de LUZ

@LOMBARDIBOSCAN

Celebrarán X Encuentro de Cronistas e Historiadores en El Sombrero

El encuentro será en honor al Aniversario del Natalicio del extinto cronista de esa ciudad profesor Félix Celis Lugo

Paseo Los Próceres de El Sombrero – Foto Gobernación de Guárico.
>

La Red de Historia y Memoria y Patrimonio del Municipio Julián Mellado y la Biblioteca Pública Ricardo Montilla convocan para X Encuentro Regional de Cronistas e Historiadores Guariqueños “Don Manuel Aquino”, evento que se desarrollará el próximo 11 de junio en la conocida Biblioteca Ricardo Montilla, en la ciudad de El Sombrero.

El registro y confirmación de participación de ponentes se realizará desde el 30 de mayo al 07 de junio del presente, a través del correo electrónico reddehistoriamellado1003@gmail.com y/o vía WhatsApp : 04145878990 (Mcs Yulimar Bolívar).

Comisión Organizadora del Evento

El encuentro será en honor al Aniversario del Natalicio del extinto cronista de esa ciudad profesor Félix Celis Lugo, informaron los organizadores del evento.

Igualmente, en un comunicado de la comisión organizadores se señala que el registro y confirmación de participación de ponentes se realizará desde el 30 de mayo al 07 de junio del presente, a través del correo electrónico reddehistoriamellado1003@gmail.com y/o vía WhatsApp : 04145878990 (Mcs Yulimar Bolívar).

La democracia frustrada en Venezuela

La Revista Fuego Cotidiano reproduce una entrevista que le realizó el periodista Francisco Olivares para la Revista Coolt al escritor venezolano Francisco Suniaga, sobre la lucha contra el autoritarismo en Venezuela: “No hemos sido consistentes en una idea de Estado”.

El político y diplomático Diógenes Escalante, en campaña presidencial en Venezuela, en 1945. FOTOGRAFÍA DE LUIS FELIPE TORO ©ARCHIVO FOTOGRAFÍA URBANA


Por Francisco Olivares

Venezuela es un lugar donde tradicionalmente los hombres a caballo, héroes, caudillos y militares han truncado la civilidad y cerrado el paso al Estado moderno con sus asonadas y conspiraciones. Como recuerda la escritora Ana Teresa Torres, en 128 años de historia nacional, desde 1830 hasta 1958, cuando se inicia el período democrático en el país, la presidencia estuvo en manos de civiles solo durante 10 años.

En este contexto, varias generaciones han intentado abrirle paso a la civilidad, a la democracia, pero la herencia caudillista suele regresar con nueva nomenclatura.

A través de su trabajo como articulista y novelista, el escritor Francisco Suniaga (La Asunción, 1954) ha indagado sobre los diversos líderes venezolanos que han combatido el autoritarismo, desde la denominada Generación de 1928 hasta estos tiempos del chavismo.

Suniaga atiende a COOLT desde Berlín, Alemania, en donde reside temporalmente por invitación del Instituto Iberoamericano. El autor —que también es abogado y ha ejercido como profesor en universidades como la Central de Venezuela— acaba de finalizar una nueva novela, de la cual aún no puede dar detalles, y está comenzando otro proyecto literario. Al terminar su compromiso académico, volverá a su tierra natal, la isla de Margarita, escenario de su primer libro, La otra isla (2005), con el que descubrió que podía ser escritor y comenzó a dar rienda suelta a su creatividad, alimentada por las historias que escuchaba desde niño.

A ese título le seguiría en 2008 El pasajero de Truman, un éxito de crítica y público del que ha vendido más de 60.000 ejemplares y que aborda un pasaje clave de la vida política venezolana: cuando, en 1945, una generación intentó una transición del país hacia la democracia. El libro cuenta la historia del diplomático Diógenes Escalante, personaje que aglutinó el consenso entre civiles y militares, pero que a última hora quedó fuera del juego del poder, prolongando los regímenes militares en el país por 15 años más.

El episodio relatado por Suniaga ofrece claves que hoy tienen gran vigencia. En una mirada a las generaciones posteriores, se observa cómo a los nuevos protagonistas de la política venezolana que se enfrentan al chavismo “los ha dejado el tren”. 


 El escritor venezolano Francisco Suniaga, autor de 'El pasajero de Truman'. CORTESÍA El escritor venezolano Francisco Suniaga. CORTESÍA


- ¿Qué te motivó a escribir El pasajero de Truman?

- Yo crecí en un ambiente muy politizado. Mi papá tenía una sastrería, en la isla de Margarita. Era militante del partido Unión Republicana Democrática (URD), que lideraba Jóvito Villalba, y su sastrería era como un centro de reuniones en donde se debatía mucho sobre esos temas. Visto desde la distancia, yo llamo a aquellas tertulias “la sociedad de los poetas muertos”. Crecí en ese ambiente, y la historia de Diógenes Escalante me la contó mi papá, la versión medinista del episodio: es decir, el punto de vista del general Isaías Medina Angarita, quien entonces era el presidente de la República.

Cuando era niño, percibía que la cosa más importante en la política era ser presidente, y la historia de ese señor, Diógenes Escalante, era la de un hombre que estuvo a punto de serlo y que, justo antes de lograrlo, sufrió un ataque de demencia. Eso me pareció un golpe de mala suerte increíble. Las circunstancias hicieron que siempre me llamara la atención esa historia y la asimilara con gran voracidad. Fue un tema que me fue fascinando y fui investigando. Ya en el nivel académico, en cursos de Ciencias Políticas, encontré que la versión de aquellos tiempos quedaba mal parada porque el general Medina Angarita no fue un presidente democrático. Era el último presidente militar de un régimen dictatorial que tenía 46 años en el poder.

El golpe del 18 de octubre de 1945 que derrocó a Medina Angarita fue una revolución democrática porque llevó al establecimiento de un régimen democrático, ya que por lo menos hubo elecciones en un país que nunca las había tenido. Si bien no fue un modelo electoral, fue un hecho relevante para un país en donde la democracia era un concepto y una conducta nuevos, que todo el mundo desconocía. Todos estaban aprendiendo a ser demócratas, incluyendo los que se llamaban así mismos demócratas.

- Diógenes Escalante, muy amigo del presidente estadounidense Harry S. Truman, significó una esperanza en aquellos años y fue recibido como un héroe a su regreso a Venezuela, luego de varios años como diplomático en Gran Bretaña y EE UU para venir a protagonizar la transición a la democracia en Venezuela.

- De todo ese período político salió la idea de escribir el libro. El episodio de Diógenes Escalante fue extraordinariamente importante porque abrió una expectativa y, sobre todo, porque fue el eje de un consenso en un país en donde solo ha habido dos o tres consensos en toda su historia. Ese acuerdo de 1945 se rompió lamentablemente ese mismo año. Lo volvimos a tener en 1958 tras la caída del general Marcos Pérez Jiménez, pero se rompió a finales de los años noventa. Otro consenso, al que se debe hacer referencia, fue durante la guerra de independencia, en torno a Simón Bolívar, que también se resquebrajó. No hemos sido consistentes en una idea de país, de un Estado, de una forma de Gobierno y de unos planes de desarrollo, como lo que fuimos en los 40 años de democracia que finalizaron con Hugo Chávez en 1999.

- En El pasajero de Truman se refleja cómo una generación muy joven, sin experiencia y conocimiento práctico de lo que era una democracia, tenía la perspectiva y la necesidad de encaminar al país hacia ese destino. Esos jóvenes participaron en el consenso con el general Isaías Medina Angarita y con Diógenes Escalante, pero al mismo tiempo tenían vínculos con un sector militar.

- Lo que caracterizó a esa generación es que comienza muy joven en la política. Los protagonistas de la llamada Generación de 1928 que se levanta contra la dictadura del general Juan Vicente Gómez, como Rómulo Betancourt y Jóvito Villalba, tenían 20 años de edad. De inmediato comienzan un proceso acelerado en la política que termina con Villalba preso durante siete años y con Betancourt en el exilio; igual pasó con otros líderes de ese grupo. Con la muerte del general Gómez regresaron a la lucha política buscando más apertura frente a los siguientes regímenes militares.

Con Medina Angarita continúa la herencia gomecista, pero se abre la posibilidad de un proceso de apertura con la selección de un nuevo presidente, esta vez civil. Lo que se le puede reconocer a Medina Angarita es que buscó el consenso y al hombre del consenso, que era Diógenes Escalante. Pero, al romperse el acuerdo por la enfermedad repentina de Escalante, acudió al viejo esquema de “voy a poner uno de los míos” y optó por proponer a alguien de su equipo para la continuidad: Ángel Biaggini López. Con esa decisión, el consenso no fue posible y eso condujo al golpe militar de 1945. Era un golpe militar que ya venía en camino porque los militares y los civiles tenían distintos proyectos de modernización del sistema político venezolano.

A tres años del nuevo proceso de apertura se realizaron elecciones, y ganó Rómulo Gallegos (de Acción Democrática) con el 75% de los votos. Ese resultado hubiera dado la base para un Gobierno sólido. Sin embargo, apenas duró 11 meses. Eso demuestra que, aunque se hubiese optado por Escalante y este no hubiese sufrido un ataque de demencia, esa transición tenía su destino ya señalado, que era el golpe militar. Es una especulación y no es posible saber qué hubiese pasado, pero es lo que creo que era lo lógico.

La actuación militar en Venezuela a lo largo de toda su historia, como lo refiere Marco Tulio Bruni Celli en su libro El 18 de octubre de 1945, ha sido una constante en el intento de la toma del poder, incluso en los Gobiernos que son militares. A Gómez le conspiraron los militares, a Medina Angarita le conspiraron los militares, e incluso a Pérez Jiménez lo derrocaron los militares. El general Marcos Pérez Jiménez, en la inauguración del Centro Simón Bolívar de Caracas, Venezuela, en 1954. 

ARCHIVO El general Marcos Pérez Jiménez, en la inauguración del Centro Simón Bolívar de Caracas, Venezuela, en 1954. ARCHIVO

- Una parte de la generación que participó en las luchas contra la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez fue impactada por la Revolución cubana, así que la democracia venezolana se inició con una etapa de violencia por la lucha armada que buscaba implantar este modelo. Parte de esa izquierda rectificó 10 años después a partir de los que se conoció como la Primavera de Praga, y volvió a las filas de la convivencia democrática.

- Aquella decisión de ir a la lucha armada fue catastrófica para la izquierda venezolana y para América Latina. Cuando se estaban desarrollando dos proyectos paralelos, la Revolución cubana y la democracia en Venezuela, iniciada con la presidencia de Rómulo Betancourt en 1959, la izquierda optó por ir detrás de la Revolución cubana, una línea equivocada, como obviamente demostró la historia.

El mérito de rectificar fue de una parte de la izquierda venezolana. La otra, ortodoxa, nunca rectificó, se quedó allí y años después revivió en la alianza perfecta con un teniente coronel, Hugo Chávez, que intentó un golpe militar en 1992 contra un Gobierno electo democráticamente que lo estaba haciendo muy bien. La destrucción del Gobierno de Carlos Andrés Pérez (Acción Democrática) fue una gran conspiración en la que participó un abanico de diversos partidos políticos desde la izquierda extrema hasta la extrema derecha. Triunfaron, sacaron a Pérez del Gobierno, lo metieron preso e iniciaron este proceso de inestabilidad política que no ha terminado todavía. La izquierda liderada por dirigentes como Teodoro Petkoff, inspirados en las nuevas corrientes que surgían en Europa, como la izquierda francesa e italiana, buscaron caminos distintos, más democráticos y participativos. En su momento añadieron más estabilidad al sistema político venezolano. En el período presidencial de Rafael Caldera (1969-1974), ideólogo de la democracia cristiana, con la política de pacificación se conformó un sistema estable donde todos participaban con representación parlamentaria y luego con gobernadores y alcaldes. Quizás fue una de las épocas más robustas de la democracia venezolana. Pero, lamentablemente, parte de esa izquierda se fue nuevamente detrás de “un hombre a caballo” y los viejos marxistas, que rompieron con la URSS y la lucha armada promovida por Cuba, se quedaron nuevamente solos. Por cierto, no han pedido perdón por esa barbaridad.

La élite que creó la democracia se negó a comportarse democráticamente

- Se ha señalado que los constructores de la democracia venezolana no dejaron una generación política de relevo como alternativa frente al ascenso de figuras antipartidos que, además de Hugo Chávez, compitieron por la presidencia en 1999.

- En el año 1973, Rómulo Betancourt, primer presidente de la era democrática (1959-1964), no aceptó la propuesta de su partido ni de otros factores políticos y económicos de volver a lanzarse como candidato a la presidencia. Ese hecho le dio nuevos aires a la democracia. En su lugar, el candidato fue Carlos Andrés Pérez (1974-1979). Pero ni Pérez ni Caldera pudieron resistir la tentación de volver a ser presidentes después de 10 años de haber salido de Miraflores. Caldera lo intentó cuatro veces y obtuvo dos presidencias. En 1993, con 77 años, cuando ganó la segunda presidencia ya el sistema democrático estaba en crisis.

Jóvito Villalba solía decir que la reelección era un mal expediente en América Latina, que donde había habido reelecciones había inestabilidad política. La élite que creó la democracia se negó a comportarse democráticamente y a entender que le tocaba el turno a otra generación. Hubo una generación que terminó frustrada, como Eduardo Fernández, Oswaldo Álvarez Paz, Humberto Celli, Luis Raúl Matos Azócar, Marco Tulio Bruni Celli. Políticos muy preparados.

-La nueva generación de políticos surgida en estos 23 años de chavismo comienza a irrumpir desde hace más de una década. Pero se observa que no logran perfilarse con un proyecto de país ni una estrategia unificadora. ¿Cómo ve esta nueva generación política venezolana?

- Yo creo que ha sido una generación lamentablemente destruida por el chavismo. En algún momento, la razón del chavismo era destruir al adversario que surgió de lo que era un proceso político normal, con figuras como Henrique Capriles Radonski, Leopoldo López y Julio Borges, entre otros. El chavismo los convirtió en “polvo cósmico”, como decía Hugo Chávez. Creo que a esa generación completa la dejó el tren, a todos. Entre otras cosas, porque fueron incapaces de superar sus propias aspiraciones. El egoísmo se supone que existe en la política, y tiene que existir: el espíritu de competencia y las rivalidades existieron en la década de los cincuenta, cuando enfrentaban a Pérez Jiménez. Pero allí hubo una visión de Estado, hubo un consenso político. Se entendió cuál era el sacrificio y, sobre todo, la idea de tener muy claro quién era el adversario. Ahora con esta generación ocurre que ni siquiera se hablan entre ellos. Están bravos. Un hombre vota en las elecciones regionales de Barinas, Venezuela, el 9 de enero de 2022. 


- Hablan a través de las redes sociales.

- Se bombardean. Se niegan el agua y la sal. Cuando los representantes del Departamento de Estado de Estados Unidos visitaron Venezuela para reunirse con el chavismo, hecho que causó mucha sorpresa, cada uno dio una declaración distinta. Ni siquiera fueron capaces de llamarse, de reunirse, para emitir una opinión más o menos coherente.

Betancourt y Villalba no dejaron nunca de hablarse y no podían ser más adversarios políticos. Betancourt y Caldera se consultaban. Gonzalo Barrios y Caldera, que también fueron grandes adversarios, conversaban, hablaban, negociaban. Eso es lo que los políticos tienen que hacer. Esta generación tiene una ruptura y para que se hablen tiene que haber un tercero, un mediador. Yo creo que eso los acabó.

- Tiempos de cambios...

- Es evidente que en Venezuela está pasando algo muy raro. Hay un hecho que a mí me llamó muchísimo la atención en las elecciones regionales de noviembre de 2021. Tres de los cuatro opositores que ganaron gobernaciones fueron Alberto Galíndez, Morel Rodríguez y Manuel Rosales. Rodríguez, de 81 años, ya había sido gobernador en seis ocasiones. Galíndez, de 66 años, fue gobernador en 1996 y Rosales, de 69 años, también había sido dos veces gobernador, además de alcalde dos veces.

Lo que quiero destacar es que el electorado opositor, entre las generaciones presentes, pasadas y futuras, escogió a la generación pasada. Eso es una cosa anormal. La gente prefirió votar por estos señores retirados. Y también es un mensaje muy claro para esa nueva generación política que yo creo que los dejó el tren. Ese es un fenómeno curioso y poco analizado. No se ha querido hablar mucho de ese tema pero allí está. En Barinas, la cuna de los Chávez, fue una experiencia distinta.

-Cada líder opositor tiene su propio movimiento en Venezuela. Estamos hablando de 50 partidos políticos y movimientos en donde cada dirigente es el que decide. No hay democracia interna en estas organizaciones.

- Son como 50 partidos, pero en el ámbito ideológico no van más allá de cuatro o cinco partes. En efecto, no son jefes de los partidos sino sus dueños. En la era democrática surgieron dirigentes muy destacados y reconocidos que, aparte de los jefes de los partidos, eran dirigentes nacionales. Tenían disputas dentro de las instancias establecidas por el partido, pero con democracia interna.

- Los partidos opositores comenzaron a hacer congresos de unificación. ¿Hay esperanza de rectificación?

- En este momento están haciendo unos congresos que, por ahora, no aportan nada nuevo. No hay mucha información sobre eso. Pareciera un saludo a la bandera. Pienso que los electores los castigaron en este último proceso electoral de noviembre de 2021 y, si no rectifican y encuentran un camino, los van a volver a castigar igual.

Francisco Olivares

Periodista y consultor. Ha trabajado en medios como El Diario de Caracas y El Universal, donde fue editor del área de Investigación. En 1995 ganó el Premio Nacional de Periodismo por el libro Las cuentas ocultas del presidente. Es autor de otros títulos como Las balas de abril (2006), Afiuni, la presa del comandante (2012) y Los últimos días de Hugo Chávez (2020).

,

Botello: Un Maestro

Oldman fue un MAESTRO con mayúsculas sostenidas. Gustamos como el grande Aquiles de las cosas más sencillas. Militó como Tolstoi en el socialismo cristiano que impone austeridad, solidaridad y renuncia
El historiador y periodista Odman Botello

Por Argenis Ranuarez

Ambos nacimos el cuarenta y siete. Ingresamos juntos a la noble tarea de educar el sesenta y ocho. Fuimos y vinimos, caminamos hurgando, buscando, rastreando,hechos y fechas, sitios lugares y gente. Compartimos inquietudes,preocupaciones y angustias. Oldman fue un MAESTRO con mayúsculas sostenidas. Gustamos como el grande Aquiles de las cosas más sencillas. Militó como Tolstoi en el socialismo cristiano que impone austeridad, solidaridad y renuncia.

Oldman siguió pasos y marcó los suyos, buscó huellas y al encontrarlas, marcó las suyas. Amó a la Patria grande y a las Matrias que varias tuvo. Se reprodujo en hijos, amigos y discípulos. Escribió sobre sus pueblos que muchos y muy mucho suyos fueron, de Aragua, de Guárico y Apure. Datos verificados, textos bien escritos por mejor corregidos. Historia e historias,con tiempo para humor y para leyendas, reláficas, anécdotas y mitos. El y nuestro hermano Adolfo, los académicos más sobrios, austeros,desprendidos y sencillos. Escogió su vida: HOMBRE de a pie, de autobús y de busetas. Bueno para criollos condumios y para brindis de capilla.

Un MAESTRO auténtico se ha ido.! Estoy de duelo.!