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Sobrevivir: la paradoja de la vida en Venezuela

Es imposible abstraerse del pensar, y por más mecanicismo que nos imponga la sociedad, siempre, el pensar se llevará a cabo en la procura de tratar de entender, el ¿por qué? de las cosas, de las cosas que nos suceden, y de la realidad a la que estamos sometidos en la cotidianidad de nuestra existencia.


Por Jesús Cepeda Villavicencio



Por más que pensemos y pensemos, tratando de buscar explicaciones racionales a lo que nos acontece, nos sobrepasa el asombro, como una oscura nube que nos arropa, porque es la irracionalidad, lo que prevalece.

JCV

“Cogito ergo sum”. La frase de Rene Descartes, que expresa uno de los principios filosóficos fundamentales de la filosofía moderna y cuyo significado se interpreta como; “pienso mas luego existo”, frase que se convirtió en uno de los elementos fundamentales del racionalismo occidental, razón por la cual, este connotado filósofo y matemático francés (1596-16550), es considerado el padre del racionalismo. El pensar, independientemente de su cualidad (es decir si pensamos bien o mal, si lo hacemos con la verdad o lo falso, si se obedece a un razonamiento lógico o no), es una garantía de la existencia, y por lo tanto, a partir de ella es posible la búsqueda y establecimiento de nuevas certezas.


Es imposible abstraerse del pensar, y por más mecanicismo que nos imponga la sociedad, siempre, el pensar se llevará a cabo en la procura de tratar de entender, el ¿por qué? de las cosas, de las cosas que nos suceden, y de la realidad a la que estamos sometidos en la cotidianidad de nuestra existencia.


Casi un cuarto de siglo ha transcurrido desde que estos “sres” que mal gobiernan este lastimado pais, accedieran al poder. A un poder político que han administrado a su entero antojo, sustentados en una fábula redentora, que nos recuerda la epica del “mio cid” y el relato de las hazañas heroicas del caballero castellano Rodrigo Diaz de Vivar, cuando se alistaba a enfrentar los molinos de viento. Son muchas las hipótesis, ensayos y teorías políticas, económicas y sociales, que a lo largo de este periodo se han fraguado, para tratar de explicar toda la fenomenologia experimentada por este pais en ese transcurrir; obviamente no es el objetivo de este este escrito, escrutar estas; de hecho hay algunas internalizadas como indiscutibles verdades, sin embargo consideramos que es necesario ir más allá, para explorar otros cauces que nos ayuden a comprender mejor, por que? se actúa de la manera como se actúa, y por qué? se demolieron los sueños de una nación. No pretendemos crear nuevas hipótesis, ni novedosas teorías,¡no!, eso de alguna manera ya está relativamente entendido en las múltiples vertientes que se han esgrimido para explicar los acontecimientos venezolanos, solo nos atrevemos a colocar algunas piezas adicionales sobre ese complicado e inédito tablero. Eventos históricos, psicológicos y sociológicos, también participan en la ecuación.


Los grandes acontecimientos acaecidos en el s XX (dos guerras mundiales, el derrumbe del horror sovietico y los acelerados saltos que sentaron las bases en los avances tecnológicos de ese siglo) presagiaron en la mente, voz y escritos de importantes teóricos, políticos, economistas, y estadistas de talante y escala universal, el definitivo triunfo de la “razón sobre la sinrazón”, axioma que encaminaria a la humanidad hacia estadios de vida superiores en civilidad; ¡craso error!; la aparición de los primeros vestigios de Estados delincuenciales (Rusia, como afirmó un autor que por ahora no recuerdo), la definitiva consolidación de los fundamentalismos religiosos, el renacer de las autocracias y dictaduras de nuevo rostro, una globalización corporativizada e inhumana, que ha sustituido las ideas de entendimiento global por la lógica de las mercancías, el cambio climático, el terrorismo, el narcotrafico y un largo etc de acontecimientos, tiraron por la borda, aquellas utopías de finales del siglo pasado, estableciendo con ello, una demolicion (por ahora) de las ciencias políticas, las cuales en consecuencia deben ser repensadas, si queremos existir dentro de un modo de vida democratico; no solo como forma de gobierno, sino tambien como estilo de vida.


A la luz de estos innegables acontecimientos, y tomando prestado de la genética, algunas parábolas; Venezuela es el resultado de una hibridación que ha dado lugar a un atavismo socioantropológico. ¿Con quién se podría comparar el drama social, económico, político y psicológico que padece su pueblo?, quizás con Zimbabwe, Haití, Cuba o Corea del Norte, por citar algunos de los más emblemáticos casos de pauperización de pais alguno. Difícil para el ciudadano común internalizar una comparación de esta magnitud, cuando la correlacionamos con todos los privilegios que como pais poseemos, y que como diría Spinoza; (Deus sive natura), lo que Dios y la naturaleza nos legó, contrasta con la absurda paradoja de la sobrevivencia, el camino que la ha tocado transitar a la inmensa mayoría de los venezolanos, en esta paradisiaca tierra de gracia.


Entender el comportamiento de unos “sres” que pretenden eternizarse por encima de los escombros de lo que fue un pujante pais (hoy convertido en un territorio donde prevalece el eslogan del “sálvese quien pueda”), que se abría caminos en medio de múltiples dificultades para incorporarse a los acelerados cambios que nos marcaba la globalización y la contemporaneidad, es una tarea ciclópea. Venezuela, como cualquier pais con una democracia en construcción, enfrentaba problemas de pobreza, desigualdades y desarreglos macroeconómicos, pero se podían sentir las posibilidades de superación. Ese ánimo, expectativa o esperanza, se ha reducido a su mínima expresión. Que puede explicar la conducta de un gobierno que arrastra a su pueblo por el camino de la desesperación, quizás el resentimiento social de quienes lo dirigen, eso, sin duda, es un ingrediente adicional, de un complejo pool de factores que se han combinado en el momento más infausto de nuestra historia republicana.


Pensar y tratar de entender esta especie de película de suspenso y terror; pasa por hurgar en los recovecos de la naturaleza humana, buscando en lo que Hannah Arendt, teorizó como la banalidad del mal, comprendiendo que este siempre subyace en las entrañas del poder, que está allí, y que puede permear, en la clasica version de un psicópata, o en la funcionalidad de múltiples de ellos, como bien lo afirma Augusto Cury, eminente psiquiatra brasileño, conocedor en profundidad del manejo de las emociones; pasa por redefinir el cinismo, porque su conceptualización y significado se achicó, ante los asombros que el dia a dia nos revela con crudeza y dolor; pasa por el contundente anclaje de la noción del bien común, y de una sólida institucionalidad que lo haga posible.


Las máscaras, el camuflaje, las metamorfosis y el mostrar los dientes, son emblemáticos en la naturaleza del poder, tal como Elias Canetti, en su narrativa única, nos lo expresa en su magna obra; Masa y Poder. Estas aristas se encuentran alojadas, con un elevado grado de probabilidades, (la historia así lo confirma), en muchas mentalidades, que tanto ayer, como hoy y mañana, tratarán de alcanzar el poder, manifestándose como almas redentoras o como alternativas ante el descalabro que tenemos ante sí. Conviene en consecuencia extremar los cuidados (el germen de los populismos por ahí gravita).


Con una globalización signada por los sustitutos de Dios (el comercio corporativizado, la delincuencia organizada transnacional y los arsenales nucleares engavetados, pero prestos a actuar como potenciales castigadores; MIEDO), las consecuencias están a la vista; se debilitan las democracias, ante las nuevas mutaciones autoritarias, ahora auxiliadas con las ciencias, como inesperados aliados al servicio de las citadas corporaciones, o al del mejor postor. Las TICs están bastante alejadas de las motivaciones que impulsaron sus orígenes, se han convertido en herramientas de control social, al servicio corporativizado del poder y son armas para licuar y minar la legalidad económica, y no al servicio de la ciudadanía. ¿ Adonde fue a parar la ética deontológica ?. ¿ Es posible su renacer ?. Interrogantes que debemos hacernos quienes de verdad creemos en la democracia.


Las reflexiones expuestas, pensadas en la recién finalizada semana mayor del cristianismo, evocan la necesidad del entendimiento, del encuentro, de la unidad. No hay razón para más diatribas estériles, ni para las descalificaciones, pero tampoco para la exacerbación de purezas políticas inexistentes, fugaces entelequias camufladas como soluciones. Hemos definido un camino; pacifico, electoral, democratico y constitucional, hagamos posible ese sueño, las primarias son la oportunidad para entre todos legitimar un consenso, que nos ha sido esquivo. Como dijo alguien una vez; manos a la obra para salir del modo de SOBREVIVENCIA.


Jesús Cepeda Villavicencio es ingeniero agrónomo, MsSc en Desarrollo Rural, doctor en Ciencia de la Educación, profesor universitario jubilado, ensayista y político.


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Ocupación urbana de la Mesa de Calabozo en 1723


El Sacerdote, Buenaventura de Carrocera (1972), establece 7 etapas para el proceso de fundación de misiones en los llanos de Caracas. Comenzando primero por la parte occidental de la jurisdicción, entre las cuales podemos citar a los pueblos de Araure y Yaritagua, luego en la siguiente etapa establece el pueblo de San Carlos de Cojedes en 1678, y El Tinaco en 1679, de igual manera se intenta fundar infructuosamente hacia el sur de esta provincia el pueblo Jesús Nazareno en la Mesa de Calabozo, en el año de 1694, motivado a que los aborígenes se negaron a establecerse en las riveras del Rio Guárico.


José M Aquino H.


La política de ocupación de espacios deshabitados en la Provincia de Caracas, desde la segunda mitad del siglo XVII, hasta cuando se dan los primero gritos de independencia, no son producto de la casualidad, ni mucho menos estudiarlo desde un solo aspecto en particular, sino que hay que abordarlo desde la complejidad de elementos intervinientes en las realidades, políticas ,económicas, sociales y culturales intervinientes en generar beneficios compartidos con la finalidad de lograr un fin. Por tal motivo, el establecimiento de poblacionales de la mesa de Calabozo a partir de 1723, no es producto de la casualidad. En consecuencia, hay que abordarlos no solamente, la intervención hombre-medio y sociedad naturaleza a través del tiempo (Geohistòrico); sino también desde una dimensión integral de políticas de la corona española, durante ese periodo histórico con el apoyo de la Iglesia Católica, con el propósito de conformar centros urbanos en el extenso territorio de la Provincia de Caracas.


En ese tiempo histórico coincide con la llegada de una nueva dinastía reinante en España, la de los Borbones a partir de la segunda mitad del siglo XVII, que implantaron unas series de reformas para darle una nueva dimensión al estado español y en especial a las provincias de ultramar: por medio de una estructura estatal centralizadas ,con la finalidad de generar y tener mayor control de las actividades económicas de las distintas localidades y en especial de la extensa Provincia de Caracas, que posteriormente conformaría la Capitanía General de Venezuela en 1777,motivado a la necesidad incrementar los recursos financieros que el estado español estaba requiriendo en esa época. Del mismo modo, se propuso también unificar el territorio ante las pretensiones expansionistas de las otras potencias europeas al ocupar territorios españoles en las islas del Caribe y las Guayanas.


Ante esta situación la Corona Española comienza a mediados del siglo XVII, una política de fundar pueblos en las distintas provincias en territorio venezolano, para cumplir con estos propósitos realiza acuerdo con la Santa Sede, para que la congregación religiosa de los Capuchinos, fundasen pueblos en América y estos adoctrinaran a los aborígenes a la fe católica. Estos llegan primeramente a la región del Darién, ubicado entre Colombia y Panamá, para luego trasladarse a realizar estas actividades en las costas del mar Caribe, en 1643, pertenecientes a regiones venezolanas, específicamente en territorios pertenecientes en la otrora provincia de Andalucía en 1643 ( Hernàndez,Anel,2022) ,con la finalidad de reducir a las comunidades aborígenes Cumanagotos, región ubicada entre el Golfo Triste y la desembocadura del rio Orinoco; en ese mismo lapso de tiempo, reciben la autorización de la Corona española para realizar la misma actividad en la provincia de Venezuela. Por tal motivo, estos religiosos católicos desarrollaron una intensa actividad de reducción de aborígenes y fundación de pueblos de misión, especialmente en esta jurisdicción de los llanos, donde se realizaban actividades ganaderas desde el siglo XVI, pero estas ocupaciones no generaban concentraciones poblacionales en dicha zonas; mientras existían una gran cantidad de nativos trashumantes que ocupaban estos territorios en ciertas épocas del año, dedicados a las caza, pesca y recolección de frutos. Transitando las riveras de los ríos Portuguesa, Guárico, Meta, Apure, Guanare, Bocona y el Orinoco, en cuales se encontraban un gran número de comunidades aborígenes.


El Sacerdote, Buenaventura de Carrocera (1972), establece 7 etapas para el proceso de fundación de misiones en los llanos de Caracas. Comenzando primero por la parte occidental de la jurisdicción, entre las cuales podemos citar a los pueblos de Araure y Yaritagua, luego en la siguiente etapa establece el pueblo de San Carlos de Cojedes en 1678, y El Tinaco en 1679, de igual manera se intenta fundar infructuosamente hacia el sur de esta provincia el pueblo Jesús Nazareno en la Mesa de Calabozo, en el año de 1694, motivado a que los aborígenes se negaron a establecerse en las riveras del Rio Guárico. Es precisamente en el cuarto periodo en que se logran conformar dos asentamientos urbanos en dicha región llanura, cuando los misioneros previo acuerdo acuerdos con los distintos jefes de esas comunidades aborígenes: Mapoyes, Tamanacos, guires entre otras familias, ubicados en ciertas épocas del año en las márgenes del rio Orinoco, deciden conformar los núcleos poblacionales en esta mesa. En abril de 1723, la historiografía marca el inicio de la ocupación en esta elevada planicie, en esta parte de los llanos bajos de esta jurisdicción en las cuales albergaron a estos reducidos nativos.


En consecuencia de lo antes expuesto, los llanos bajos de esta provincia de Caracas, van estar circunscritas en la política de poblamiento de la congregación religiosa y las autoridades de la corona española. La finalidad del establecimiento en estos grandes espacios tenían diversos intereses compartidos, más allá de catequizar a los a aborígenes, estaba el control social, en lugares donde se beneficiaban tanto por los hateros y sus trabajadores , para controlar los ganados cimarrones y de esta manera lucrarse de sus cueros , mientras los aborígenes a que deambulaban por estos espacios para aprovecharse de la caza ,pesca y de el beneficio de las carnes de estos vacunos. Por consiguiente, en ese momento histórico la corona española, pretendió con estas ocupaciones urbanas el de modo controlar la entrada de comerciantes provenientes de las islas del Caribe y de distintas parte de la jurisdicción provincial, con el fin de que pagaran los impuestos correspondientes establecido por el gobierno colonial (Aquino, 2022).


Los religiosos Salvador de Cádiz y Bartolomé de San Miguel, autoridades de la congregación religiosa de los capuchinos en sus informes dan cuenta de cada una de las acciones con la finalidad de que esta empresa emprendida no tuviera el fracaso, como en el año 1694 en esta mesa (Carrocera, 1972). Por tal motivo, desarrollaron numerosas acciones con el fin de evitar la deserción de los aborígenes, siempre con el consentimiento de las autoridades reales y en especial del Consejo de Indias, que de inmediato giraban instrucciones a al gobernador provincial. Una de las propuestas fue de estos mismos sacerdotes, seleccionar candidatos para ejercer el cargo de de Justicia Mayor, los cuales eran oficializados el gobernador de turno, de esta manera pudieron trabajar de manera mancomunada con el fin de impedir la deserción de los aborígenes y controlar el orden público; subsanando los problemas presentados con anterioridad al con funcionarios gubernamentales en estos asuntos con los religiosos.


Así mismo los religiosos, recibían de parte las autoridades provinciales las contribuciones monetarias respectivas para que el asentamiento poblacional pudiese conformarse. Con estos recursos pudieron contratar, alarifes, herreros y distintos artesanos, en su mayoría canarios para la construcción de las viviendas y enseñar a los indígenas a estos oficios (Hernández, 2008). De esta manera, llegaran estas personas se establecieron en estas dos comunidades para estos fines, con el cumplimiento de una serie de normas; como la de no permitir hombres solteros, solamente casados con sus esposas, para evitar que estos convivieran con las aborígenes y mujeres de las demás castas.


No solamente, estos dos autoridades de la orden religiosa de los Capuchinos en esos tiempos: Salvador de Cádiz y Bartolomé de San Miguel fundaron estos dos pueblos, inmediatamente tramitaron ante las autoridades de la provincia, la creación de una villa de blancos, para que estas urbes misionales pudieran permanecer en el tiempo a través de el acompañamiento de emprendedores con el fin de evitar la deserción de los aborígenes de estas localidades recién creadas, petición que le fue concedida por las autoridades reales ,en noviembre de ese mismo año .De igual manera, hicieron la debida promoción por todos los centros urbanos en la jurisdicción ,destacando las ventajas de esta parte de los llanos bajos para a asentarse en esta meseta y desarrollar la actividades agropecuarias y de esta manera darle apoyo a estos religiosos a consolidar a estos pueblos de misión. Por tal motivo, tres meses más tarde, comienzan a llegar familias provenientes de San Carlos de Austria, La Victoria, San Luis de Cura entre otras localidades a fundar la Villa de Todos los Santos de Calabozo el 1 de febrero de 1724.


A partir de ese tiempo histórico en la Mesa de Calabozo, desarrollará una intensa actividad económica que marcará el camino de prosperidad para una parte de los ocupantes, que vinieron de otros lugares a fomentar actividades agropecuarias , a través del otorgamiento de mercedes reales y titularidad de tierras, para la cría de vacunos, caballos y mulas y el desarrollo de la actividad comercial; mientras que los aborígenes traídos de las márgenes de los Orinoco y el Apure, además de adoctrinarlos a la religión católica, incorporarlos a ser unos súbditos del gobierno monárquico, a través de sus fines y propósitos , como vasallos al servicio de este sistema de gobierno imperante ,mediante el desmantelamiento su cultura ancestral y ser a la larga la mano de obra de las actividades productivas en esos espacios.


Este establecimiento poblacional no tuvo exento de litigios. La congregación al lado de sus pobladores tuvo que enfrentar un largo juicio promovido por los dueños de los hatos circunvecinos entre ellos San Diego y Altagracia, que pretendían desactivar estos centros humanos, porque sentirse amenazados de que su riqueza ganadera fuese disminuida y en peligro de desaparecer como consecuencia de los establecimientos urbanos .Este sacerdote Salvador de Cádiz unas veces ejerciendo el cargo de prefecto de la congregación y San Miguel, realizaron distintas diligencias jurídicas, tanto en Caracas como en el Consejo de Indias junto a los pobladores, para que estas manera estas amenazas no llevaran a feliz término. Por tal motivo, agotaron todas las instancias, ya que la política del estado español estaba circunscrita al fomento y desarrollo urbano en las provincias de ultramar y en especial en las provincias que formarían en 1777 la Capitanía General de Venezuela, para proteger estos territorios de cualquier invasión de las otras potencias europeas : Francesas, inglesas y holandesas.


Es necesario, resaltar que la historiografía da cuenta de que los fundadores de los pueblos de misión en esta mesa ubicada en los llanos bajos de la Provincia de Caracas: Salvador de Cádiz y Bartolomé San Miguel ,ya que estos por su jerarquía eclesiástica realizaron las diligencias pertinentes, pero contaron también con sacerdotes que tuvieron una larga estadía cumpliendo estas funciones de adoctrinamiento y tratando de incorporar a estos aborígenes a la vida sedentaria, siendo unos de ellos Fray Félix Cortés en la Misión de la Santísima Trinidad, y Fray Felipe de Palma, en el pueblo de los Ángeles .Tocándoles a estos religiosos en 1753, la entrega a las autoridades eclesiásticas a la diócesis la administración de estas iglesias. Cumpliendo de esta manera con los fines y propósitos que esta orden religiosa en urbanizar en estas partes bajas de los llanos de esta jurisdicción, consolidando estos tres pueblos que serán referencia en la actividad económica, política, social y cultural en estos trescientos años de existencia.


REFERENCIAS BIBIOGÀRAFICAS.


Aquino, José M. (2022).Ideas y mentalidades en los dos siglos de existencia de la Villa de Todos los Santos de Calabozo. https://fuegocotidiano.blogspot.com/2022/02/ideas-y-mentalidades-en-los-dos.html.

_________ (2022). El Empeño de Fray Salvador de Cádiz de fundar pueblos en la Mesa de Calabozo. https://fuegocotidiano.blogspot.com/2022/03/fray-salvador-de-cadiz-y-su-empeno-en.html

Brizuela, Jean Carlos (2013) La villa de San Carlos de Austria en las relaciones históricos- geográficas e informes misioneros (siglos VII y XVIII) Aspectos para su estudio http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-94962013000100007.

De Carrocera, Buenaventura, (1972), Misión de los Capuchinos en los Llanos de Caracas. Tomos I y II, Fuente para la Historia Colonial. Academia Nacional de la Historia, Caracas Castillo Lara, (1996), Villa de Todos los Santos de Calabozo. El derecho de existir bajo el sol. Ediciones Fundación Carlos del Pozo, Calabozo, Estado Guárico. De Armas Chitty. (1982). Historia del Estado Guárico. Ediciones de la Presidencia de la República -_____________. (1978), Historia del Guárico (1807-1874).San Juan de los Morros. Impreso en los Talleres de Gráfico los Morros. Tomo II. Hernández, Ane l( 20229).Los Capuchinos Hispanos y sus misiones americanas durante la primera mitad del siglo XVII. https://www.redalyc.org/articulo.oa

Hernández Manuel (2008).Los Canarios en la Venezuela Colonial.1670-1810).Caracas, Bid & co. Editor Gobierno de Canarias.

. Rodríguez, Adolfo (1994). El Estado Guárico: Orígenes Mundo y Gente., Comisión Regional del V Centenario del Encuentro de Dos Mundos, San Juan de los Morros.

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Acerca de la cuestión agroalimentaria venezolana.Resumen (1)

El grave problema nutricional de los venezolanos se ha constituido en un asunto de salud pública; como hemos podido observar, es numerosa la población afectada por problemas de malnutrición, desnutrición e inseguridad alimentaria (cerca de diez millones de personas, según los datos publicados por el PMA y corroborados por ENCOVI, de un total poblacional estimado para el año 2019



Por Jesus Cepeda Villavicencio


Nunca antes; en los cien años de absoluto monopolio del rentismo petrolero en el pais, se había observado una crisis de las proporciones y magnitudes que hoy se padece, en todas y cada una de las aristas que nos definen como República (planos; sociales, políticos, administrativos, económicos, ambientales, culturales y territoriales). No hay un segmento en nuestra sociedad que no esté afectado por esta especie de cáncer que ha ido corroyendo nuestras costumbres, tradiciones y valores; colocándonos en una de las más difíciles, inéditas y complejas situaciones de nuestra accidentada historia republicana”.


I). Con las dos entregas subsiguientes, culminamos una larga serie dedicada a uno de los encadenamientos socioproductivos (sistema agroalimentario venezolano; SAV) más afectados por la irracionalidad de un modelo político, que con su ética del mal (Antipolítica y Corrupción; como políticas de Estado, y el cinismo como discurso político), han destruido los cimientos de una sociedad, que otrora podía considerarse (más allá de los muchos problemas socioeconomicos y politicos que padecía para ese entonces) la de mayores expectativas de desarrollo dentro del concierto de las naciones latinoamericanas. Hoy con profunda tristeza hay que admitir, que estamos a la par de las más atrasadas del subcontinente. ¿ Cómo ocurrió este atavismo histórico, ese milagro a la inversa ?; creo que hoy, las grandes mayorías de nuestra sociedad están relativamente conscientes, o son menos susceptibles al engaño sistemático, por lo que resulta innecesario seguir con narrativas de explicaciones causales, debiendo en consecuencia pasar a la definitiva fase del gran encuentro unitario de los venezolanos, sobre la base de los acuerdos pro democráticos y las directrices del pais que aspiramos todos construir, con la mirada puesta en el futuro y no en lo que fuimos o somos. Este es el momento decisivo para definir el sistema político en el cual queremos vivir. No hay fuerza, por más despiadada que esta sea, capaz de detener la voluntad telúrica de un pueblo cansado de pedir limosnas, decidido a vivir en democracia (no solo como forma de gobierno, sino como estilo de vida).


Estos escritos han estado dirigidos a los sectores políticos y productivos que aspiran ese cambio; son propuestas para el encuentro, para el debate sincero, oportuno y conveniente, de uno de los estamentos  que como se ha podido apreciar a lo largo de los trabajos presentados, constituye un eje vital de ese nuevo pais que soñamos y deseamos. Estas  últimas entregas resumen lo que aspiramos sea concertado:


El grave problema nutricional de los venezolanos se ha constituido en un asunto de salud pública; como hemos podido observar, es numerosa la población afectada por problemas de malnutrición, desnutrición e inseguridad alimentaria (cerca de diez millones de personas, según los datos publicados por el PMA y corroborados por ENCOVI, de un total poblacional estimado para el año 2019, en veintisiete millones, padecen una crisis alimentaria aguda; ver entrega número cuatro), sobre todo en los estratos más vulnerables (niños y adultos mayores), lo que nos conducirá  si no se establecen los correctivos de rigor, a un punto de difícil retorno que hará más complicada nuestra incorporación al desarrollo global. Este hecho por sí solo, nos conmina a replantear todo lo que tiene que ver con la producción y consumo de alimentos, ya no basta con que solo se piense en satisfacer nuestras necesidades con la importación de alimentos, porque ya no se cuenta con la factura petrolera para tales efectos, incluso aun teniendola, es un deber nacional salir del sortilegio rentístico.


Dos conceptos correlativos y complementarios, son estratégicos en la definición de los objetivos que debemos trazarnos de manera concertada, para con progresividad ir disminuyendo los niveles de dependencia alimentaria. Nos referimos a la seguridad y soberanía alimentaria, siendo la primera un derecho humano fundamental; “el derecho de todos a tener una ingesta de alimentos en calidad, cantidad y oportunamente, de manera que se pueda tener una vida socialmente útil”, y la segunda; “se refiere a la disponibilidad y capacidad productiva que una nación y su sociedad posean, para poder satisfacer ese derecho”. Estamos aquí ante una disyuntiva; o producimos nuestros alimentos, o los importamos, es obvio, que cuando un pais renuncia a la disposición de producir sus alimentos,se está desentendiendo de sus productores nacionales y de la estabilidad de sus regiones agrícolas (dejándolas a su suerte), y lamentablemente esto es lo que ha ocurrido con el abandono del campo y la ruralidad.


Hemos venido proponiendo un acuerdo nacional, un gran consenso en torno a tres objetivos fundamentales y cinco grandes líneas de acción para la consecución de tales objetivos. A continuación los resaltamos una vez más.


OBJETIVOS-METAS:


1.-  Garantizar para toda la población venezolana una disponibilidad de alimentos (y su respectiva accesibilidad) capaz de suplir un per cápita calórico superior a las 2800 k-calorias por día, y un per cápita proteico superior a los 80 gramos por día; en un lapso no mayor a los 8 años.


2.-  Garantizar que la demanda nutricional de la población, sea suplida en una proporcion equivalente a la siguiente inecuación (producción nacional no menor al 70% y las importaciones no mayor al 30%); en un lapso no mayor a los 8 años.


3.-  Garantizar que la balanza comercial agroalimentaria se aproxime a su equilibrio en un lapso no mayor a los 8 años (aproximar las exportaciones agrícolas a un nivel cercano o superior a las importaciones respectivas).


LÍNEAS ESTRATÉGICAS:


1.-  El asunto macroeconómico y su impacto directo en el comportamiento del SAV.

2.-  Las reformas necesarias para el definitivo impulso del SAV.

3.-  La visión holística (sistema de sistemas).

4.-  El asunto de la ruralidad.

5.-  La planificación del SAV. 


Todo ello dentro del marco de una nueva visión de la ruralidad; con encadenamientos productivos, el impulso de una economía rural diversificada (economía verde; salud, bienestar humano, equidad y de servicios ambientales) y una mayor movilidad social, para poder contar con la voluntad política para legislar y los insumos estratégicos necesarios en la elaboración del respectivo “Plan Nacional Agroalimentario”, asunto al que dedicaremos los planteamientos que a continuación desarrollamos. 

 

El primer punto de las líneas estratégicas fue discutido en la entrega número cinco, sin embargo consideramos necesario recalcar, que más allá de la compleja y amplia cobertura de la macroeconomía, es importante que desde el inicio de la transición entendamos que el objetivo fundamental de un programa de estabilización, debe reflejarse en un quiebre sostenido en la tasa de inflación (acompañado de la reconstrucción de las redes de proteccion social, recuperación de las capacidades productivas y del empleo formal) para que así se pueda equilibrar la tasa de cambio real (TCR), reduciendo la sobrevaluación de nuestro signo monetario a un nivel que permita la recuperación productiva y competitiva del SAV. De igual manera todas y cada una de las líneas estratégicas han sido desarrolladas en entregas anteriores, quedando solo pendiente las referidas al punto cinco; su articulación debe materializarse en los planes agroproductivos que se proponen, los cuales a su vez deben ser el resultado de un consenso nacional sobre tres aspectos claves; un gobierno de unidad nacional que priorice la estabilización a la que hemos hecho referencia, acuerdos políticos sólidos que garanticen la coherencia de las políticas y las reformas, y por último, la no menos importante necesidad del restablecimiento de las relaciones económicas y financieras internacionales para salir del aislamiento.


Con la propuesta de la semana próxima, referida a la metodología que se sugiere para la elaboración del PLAN NACIONAL AGROALIMENTARIO, cerramos esta serie dedicada al SAV, con la esperanza puesta en Dios, y en la firme convicción de que “SI SE PUEDE”.


Jesús Cepeda Villavicencio es ingeniero agrónomo, MsSc en Desarrollo Rural, doctor en Ciencia de la Educación, profesor universitario jubilado, ensayista y político.


Acerca de la cuestión agroalimentaria venezolana (diecisiete)

Lo rural, no solo se debe entender como algo diferente a lo urbano, definido por criterios censales, sino que se debe precisar en base a su cualidad, a una compleja dinamica que está allí presente, que se materializa a través de múltiples gradientes de interconexión urbano-rural; en las periferias urbanas, en lo rural concentrado y en lo rural disperso.



Por Jesús Cepeda Villavicencio


EL ASUNTO DE LA RURALIDAD


En la entrega anterior se planteó la necesidad de conceptualizar lo rural, desde una perspectiva distinta, que exprese el dinamismo que existe en ese medio. Lo rural, no solo se debe entender como algo diferente a lo urbano, definido por criterios censales, sino que se debe precisar en base a su cualidad, a una compleja dinamica que está allí presente, que se materializa a través de múltiples gradientes de interconexión urbano-rural; en las periferias urbanas, en lo rural concentrado y en lo rural disperso. Un gradiente que lo define la distancia y la movilidad social. Expresamos nuestras ideas acerca de cómo se podría racionalizar su discusión, estableciendo tres enfoques en su abordaje; las condiciones en que se encuentra actualmente, los factores que impulsan los inevitables cambios y las disyuntivas que se presentan, de las que, en el anterior artículo se dibujó la primera de ellas. En este escrito trataremos de precisar lo relativo a los factores que aceleran los cambios en los tratamientos y concepciones de la RURALIDAD, y las disyuntivas por


II). De lo que sí debemos convencernos, es del hecho concreto, de que si seguimos haciendo lo mismo, como se demuestra con la evidencia que se tiene a la mano, no se logrará en el mundo rural el tipo de desarrollo que se aspira con los ODS (objetivos que reúnen una especie de consenso global para la propia existencia humana, pero que se incumplen reiterativamente en muchos países, donde el nuestro ocupa puestos de vanguardia; lo cual ejemplifica la doble cara y las hipócritas políticas del gobierno venezolano, que es miembro parte de esos acuerdos internacionales). Es obvio que para que se puedan alcanzar, aunque se parcial y gradualmente los citados objetivos, agendados como una necesidad de carácter global, se requieren compromisos que van mucho más allá del ejercicio político cínico, sin transparencia y sin el debido seguimiento y control, por parte de las organizaciones internacionales encargadas de tales procedimientos. Para quienes aspiramos una Venezuela democrática, en la que su población deje de emigrar y pueda visualizar un mejor futuro, es indispensable un viraje de 180 grados en el diseño de sus políticas hacia lo rural, haciendo énfasis en la RURALIDAD (mayúsculas ex profeso; terminología que hay que acuñar), porque solo asi se podra apreciar en su verdadera magnitud, lo vital que el espacio rural es; para la vida, entendida como tal, no sólo desde perspectivas económicas o sociales, sino también ambientales. En ese sentido es prácticamente imposible obviar o mantenerse al margen, de los tres factores cruciales que motorizan las transformaciones rurales en el mundo, en la región y en el pais; nos referimos a las tecnologías y sus acelerados cambios, a la modificación global de los patrones alimentarios y a las amenazas que sobre la humanidad plantea el cambio climático, pero también las fortalezas que en distintos ámbitos puede generar la conservación ambiental, como bien lo pudimos apreciar cuando analizamos lo atinente al medio natural.


Desde la perspectiva que nos prefiguran estos factores, conviene tratar de responder la siguiente interrogante; ¿ hacia dónde debe conducir la transformación rural, para que la vida del hombre y la mujer rural, cobren sentido en dignidad y calidad ?. Este acertijo plantea grandes orientaciones y disyuntivas, las cuales trataremos de resumir a continuación:


  1. –. Es indispensable que en el impulso de la diversificación de las economías rurales, ocurra una integracion de sus agriculturas y sistemas alimentarios a redes de valor, teniendo plena conciencia de que estas están crecientemente dominadas por agentes ajenos al medio rural, pero no a la RURALIDAD.
  2. –. Se debe contrarrestar el progresivo vaciamiento poblacional de los espacios rurales, haciendo más hincapié en aquellos tipificados como “rural profundo”, así como el progresivo envejecimiento de sus pobladores, ante la indetenible migración de sus jóvenes (quienes son los que podrían realmente convertirse en los receptores de tales dinámicas de cambios).
  3. –. Se debe ser muy responsable en el fortalecimiento de los vínculos de interdependencia entre lo rural y lo urbano (y viceversa).
  4. –. La planificación debe darse bajo el paraguas de la conformación de territorios funcionales rural urbanos (calidad de vida en la RURALIDAD).
  5. –. El principal destino de todas las acciones, debe dirigirse a una fuerte reducción de las distancias culturales entre estos dos mundos, para ello debemos apalancarnos y aprovecharnos de la penetración de los medios de comunicación: para lo cual resulta indispensable el fomento de una efectiva mejoría en las redes de transporte y comunicación, que faciliten a su vez, una mayor movilidad social.
  6. –. La baja movilización no se expresa sólo en términos de cuantía poblacional, sino también en términos de productividades, tanto en la eficiencia propiamente dicha de las actividades agrícolas, como en el trabajo intra y extra sectorial. Es decir se manifiesta en escasa movilización y la poca que ocurre, se da, desde bajas productividades del empleo agrícola, a bajas productividades del empleo no agrícola, dentro de los que podemos mencionar; la bioeconomía, los servicios y guarderías ambientales y las capturas de carbono, todas consideradas como nuevos paradigmas y alternativas en la atenuación del cambio climático (para todo ello es necesario retomar y reinstitucionalizar los programas de extensión). Bajo estas premisas es muy poco probable que se pueda reducir la pobreza y generar un mayor bienestar, sino se establecen clara y nítidamente los respectivos correctivos.
  7. –. Es urgente que las acciones se apliquen con mucha firmeza, para poder contrarrestar las externalidades negativas en las que se ha convertido el medio rural (refugio para la criminalidad, la violencia y el comercio de diversas actividades ilícitas).
  8. –. El reto que se tiene por delante en la construcción de los acuerdos necesarios para la definitiva transformación social, pasa por descifrar las disyuntivas que se derivan de los ocho ítems que de seguida citamos, sólo de manera referencial, sin profundizar en ellos, dadas las limitaciones en la extensión de estos escritos.

III). a. El espacio y el rol de la agricultura, la alimentación y la RURALIDAD, en el futuro del país.


  1. La transición ecológica.
  2. La alimentación saludable.
  3. Una economía rural diversificada.
  4. Las innovaciones tecnológicas.
  5. Inclusión y asistencia social.
  6. Desigualdades estructurales. y finalmente.
  7. Las necesarias y respectivas reformas institucionales, para el fomento de la integralidad y la EDUCACIÓN.

VOLUNTAD POLÍTICA Y COMPROMISO UNITARIO; PRIMER PELDAÑO PARA CONQUISTAR LA DEMOCRACIA Y AVANZAR EN SU PERFECTIBILIDAD COMO CONSTRUCTO HUMANO


Jesús Cepeda Villavicencio es ingeniero agrónomo, MsSc en Desarrollo Rural, doctor en Ciencia de la Educación, profesor universitario jubilado, ensayista y político.


Acerca de la cuestión agroalimentaria venezolana (dieciséis)

Es impensable la prefiguración de las líneas de acción en los planes agroalimentarios del pais (SAV), si previamente no insertamos todo lo que hasta ahora hemos venido discutiendo, en el marco de lo que significa una moderna visión de la RURALIDAD, ajustada (con la respectiva adaptación a nuestras condiciones socioeconómicas, agro ecológicas y ambientales) a los criterios globales de la agenda 2030 y los 17 objetivos del desarrollo sustentable. En estas entregas referidas a este ítem en particular, trataremos de colocar los elementos neurálgicos que lo caracterizan.



Por Jesús Cepeda Villavicencio


EL ASUNTO DE LA RURALIDAD


I). Hay que romper el molde tradicionalmente convenido para definir a lo rural. La primera impresión que nos llega a la mente, cuando escuchamos algo referido a ello, es una región aislada y de escasa población. De hecho, lo rural se concibe como lo opuesto a lo urbano, se mide y define en razón al número de sus habitantes (bases censales), pero también es común observar como la apreciación sociológica de una modernidad mal interpretada, visualiza al hombre rural, como un ser inculto, atrasado, pobre, como una especie de clase social inferior. Este paradigma se materializa a su vez, en los planos políticos, cuando se definen las políticas para el espacio rural; “políticas pobres, para una región que se considera pobre y atrasada”. Es nuestro deber negar en términos absolutos este tipo de visiones, conceptos y concepciones arraigadas a través de mediaciones históricas, que se han manifestado en eventos como los referidos, y avanzar en la comprensión de su alcance; como cualidad de lo rural, que en esta elaboración se precisara como RURALIDAD, como esencia y naturaleza, de lo que el medio rural puede y debe llegar a ser, como palanca del desarrollo en el devenir de la Venezuela democrática que aspiramos construir.


Es impensable la prefiguración de las líneas de acción en los planes agroalimentarios del pais (SAV), si previamente no insertamos todo lo que hasta ahora hemos venido discutiendo, en el marco de lo que significa una moderna visión de la RURALIDAD, ajustada (con la respectiva adaptación a nuestras condiciones socioeconómicas, agro ecológicas y ambientales) a los criterios globales de la agenda 2030 y los 17 objetivos del desarrollo sustentable. En estas entregas referidas a este ítem en particular, trataremos de colocar los elementos neurálgicos que lo caracterizan.


Dentro de este contexto consideramos conveniente abordar en este asunto, nociones que pueden ayudar a entender la RURALIDAD como una entidad dinamica y compleja, no limitándose solo a la tradicional manera de concebirla, de allí que entenderla con enfoques como “rural disperso”, “rural concentrado” y “periferia urbana”, coadyuvarian, sin lugar a dudas, a capturar la existencia de un gradiente entre lo urbano y lo rural; lo rural-urbano, dejando de lado la dicotomía de las definiciones censales o administrativas. En consecuencia, es esencial entender tres aspectos básicos; las condiciones del mundo rural, los factores que pueden impulsar el cambio y las disyuntivas a las que se enfrentan por un lado la RURALIDAD como un todo, y por el otro, los planificadores, políticos y entidades, desde donde se pueda impulsar la transformación rural.


En Venezuela las condiciones de la RURALIDAD se pueden calificar como dramáticas, en ese medio se expresa con más crudeza; los rezagos, las desigualdades y la exclusión, presentes en la infausta emergencia humanitaria compleja que padecemos, y acerca de la cual ya hemos hecho referencia en artículos anteriores. Estos rezagos y brechas sociales no son estáticos, por el contrario, tienden a reproducirse y a transmitirse de una generación a otra, como resultado de la interacción de las múltiples desigualdades sociales, económicas y territoriales presentes en el entorno rural. Este permanente rezago, es lo que se conoce como trampas territoriales de pobreza, desigualdad y baja movilidad social. Y es precisamente a eso, a lo que nos enfrentamos cuando planteamos una visión holística del desarrollo. Pero este problema no es solo venezolano, es también una realidad en nuestra América Latina y Caribeña (ALC), lo que pasa, es que a esta escala la intensidad con que se manifiesta, es muy sutil, en comparación con lo que aquí se vive.


La FAO estimaba que en ALC, existían para el año 2018 cerca de 40 millones de personas con graves problemas alimentarios, de ese total el aporte venezolano es altamente significativo con aproximadamente 15 millones de personas subalimentadas y con graves déficits nutricionales; como se pudo verificar cuando nos referimos a ello, en la entrega número cuatro. A este grave problema se agregan las dificultades de acceso a los servicios e infraestructura básica, los cuales siguen siendo muy limitados en el ámbito rural. La conectividad, las telecomunicaciones y el internet, son inexistentes o deplorables en la inmensa mayoría de este territorio, al igual que el poder disponer de otros vitales servicios, como agua segura, saneamiento y electricidad. Sin embargo, más allá de estas pronunciadas brechas, el desafío que se tiene por delante, consiste en principio, en asegurar en los planes y programas de acción política, una base mínima indispensable de estos servicios, para poder acercarse al relativo cumplimiento de los objetivos del desarrollo sustentable. Los casos en salud y educación guardan así mismo un paralelismo con lo anterior, y las pretendidas políticas redistributivas de la tierra, significaron un estruendoso fracaso, como también lo alertamos oportunamente.


Estas condiciones que con crudeza expresa la realidad de la RURALIDAD en Venezuela, refuerzan la noción de que este rezago social, no es solo un problema de brechas de activos, bienes y servicios, sino más bien de la reproducción e interacción de esas múltiples desigualdades urbano-rural, lo que nos invita a modificar los enfoques que hasta ahora se han venido utilizando para atacar los problemas en ese medio, porque definitivamente estos, han desembocado en externalidades o condiciones que han agravado aún más este calamitoso cuadro, al propiciar espacios para el incremento de la inseguridad, criminalidad y violencia, nichos ideales para el fomento de actividades económicas ilícitas e ilegales.


Pero a pesar de estos gravísimos desajustes de carácter históricos y socioantropologicos, hay que visualizar la RURALIDAD, desde una perspectiva positivista, conforme a lo planteado en las modernas convenciones sobre este vital asunto para el desarrollo sostenible; a tales efectos citamos textualmente lo siguiente: “El medio rural y las actividades económicas que allí se desarrollan o que dependen de ellas, han sido, son y serán fuentes sustantivas del crecimiento económico, del empleo y de las exportaciones del subcontinente. Sin su economía rural ALC sería una región muy pobre; además sin la producción regional de alimentos, la seguridad alimentaria global sería mucho más frágil.


La producción agrícola y ganadera, la pesca y la acuicultura, las actividades forestales, la minería, la producción de energías renovables y no renovables, y una parte del turismo, son actividades rurales. También son rurales o dependen de lo rural una porción nada pequeña de las manufacturas y de los servicios relacionados con las actividades primarias. La comida y el agua fresca de que dependemos para vivir son productos rurales. A pesar de la idea muy extendida en ciertos círculos de que la economía rural es una especie de máquina anticuada, muchos de los más dinámicos e innovadores espacios de crecimiento económico en las próximas décadas serán rurales: La bioeconomía, las nuevas formas de energía renovables, los servicios ambientales, los servicios de captura de carbono y la conservación y uso sostenible de ecosistemas y recursos”. (Transformación rural, agenda 2030. FAO 2019).

En la próxima entrega culminaremos este asunto de la RURALIDAD, abordando los elementos y factores que pueden contribuir con un salto hacia el progreso, y citaremos las ocho disyuntivas, a las que hay que enfrentar de manera gradual, pero con clara conciencia de la visión holística.


RUMBO A LAS PRIMARIAS DE LA UNIDAD DEMOCRÁTICA VENEZOLANA.


Jesús Cepeda Villavicencio es ingeniero agrónomo, MsSc en Desarrollo Rural, doctor en Ciencia de la Educación, profesor universitario jubilado, ensayista y político.