Dos sorpresas en la poesía de Daniel Mendoza
No sé si esto es hallazgo o descubrimiento, pero sí sé que buscando, encontré una nueva emoción: Daniel Mendoza es prueba fehaciente de que fundo la poesía en prosa entre nosotros.
Buenos días, bienvenidos todos a esta casa de la poesía, la casa natal de Lazo Martí, la casa de todos. Para mí es un gusto estar aquí. La Tertulia de los viernes agradece la presencia. Muchas gracias Luis y Ubaldo: a Luis por enviarme el libro de Daniel Mendoza. Obra Completa (1993) en digital y a Ubaldo por prestarme el libro en físico.
Este libro, me brindó la oportunidad de conocer la vida poética de un hombre con un gran talento literario, pero además, la oportunidad de la sorpresa. Sorpresas. En plural. Una de ellas, leer que lo primero que escribió fue poesía. Suficiente motivo para adentrarnos en la vida sensible de Daniel Mendoza. Sus primeros poemas publicados datan de 1842. A la edad de 19 años.
Sonetos. Esa estructura arquitectónica del canto lirico, propios de la época. Versos heptasílabos y endecasílabos con algún verso suelto. 18 poemas que alcanzan las alturas de los más grandes poetas. Poesía que brilla de la manera autónoma en el firmamento de la literatura venezolana. Un madrigal escribió también, esa composición de corta duración donde reúne el amor y la naturaleza: Al Damira en la reja lo título. A mí me parece que un madrigal revela en su escritura a un hombre nostálgico y sensible. Y es que nostalgia y sensibilidad son fuerzas que motorizan una fuerza interior que irrumpe como poesía.
Su poesía amorosa es de una belleza extrema: “Hasta percibo el voluptuoso ruido / De tus húmedos labios de coral”. Dice en su poema titulado Adiós. Su amor a la llanura queda plasmado en sus poemas “Impresiones del Llano”.
“Llamarte grande, A qué vienes?
¿Qué será decirle bella?
Sera añadir una estrella
A las mil que tiene el mar”
El amor al paisaje llanero es profundo. Una fuerza todavía mayor.
Otra sorpresa para mí: Dos poemas enmarcados como “Cuadros líricos en prosa”. Poesía en prosa. La mujer reflejada en dos distintos espejos y Las tres Marías. Según los estudiosos de la poesía venezolana. La poesía en prosa no sedujo en las sensibilidades literarias del siglo XIX, en nuestro país y que el primero, el precursor, el que introduce la prosa poética en la lírica nacional es José Antonio Ramos Sucre, con la publicación en 1925 de su libro Torre de Timón. Pero, en 1844, ya Daniel Mendoza publica, en mayo, en la Flor de Mayo, el primer poema en prosa. 81 años distantes entre Torre de Timón, poesía en prosa de Ramos Sucre y La mujer reflejada en dos distintos espejos de Daniel Mendoza. No sé si esto es hallazgo o descubrimiento, pero sí sé que buscando, encontré una nueva emoción: Daniel Mendoza es prueba fehaciente de que fundo la poesía en prosa entre nosotros.
Nancy El Darjani es escritora y docente. Natural de San Fernando de Apure, pero actualmente reside en Calabozo. El presente texto que presentamos como artículo corresponde a las palabras pronunciadas en el homenaje que se le rindió a Daniel Mendoza en el Ateneo de Calabozo, el paado 13 de mayo de 2023