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Tres topónimos de origen africano en el estado apure

Uno de los tantos aportes que dejaron las etnias africanas se encuentra en la toponimia apureña. En este artículo se hace un pequeño estudio de tres nombres de origen africano en esa entidad llanera.

Por Arturo Álvarez D´ Armas
La esclavitud en Venezuela se inicia a partir del siglo XVI cuando traen a la isla de Cubagua los primeros negros. Su desarrollo y consolidación se establece a finales del siglo XVIII, con el cultivo del cacao en la región norte costera. Este fruto de exportación fue la base de la riqueza de los criollos, llamados “los grandes cacaos”.

El africano resultó insustituible como mano de obra, por su alto rendimiento en el trabajo de las plantaciones de caña de azúcar, tabaco, algodón, así como su desempeño en las minas. Una porción muy pequeña gozó el privilegio de trabajar en el servicio doméstico. Otros eran encargados de hatos. Uno de ellos fue Manuelote esclavo y capataz de La Calzada de don Manuel Pulido en la Provincia de Barinas (1807). Un alto número eran cimarrones, vivían de robar ganado, el trueque, el contrabando y cultivar pequeñas parcelas (conucos o vegas) a orilla de los ríos llaneros.

Uno de los tantos aportes que dejaron las etnias africanas se encuentra en la toponimia apureña. En este artículo se hace un pequeño estudio de tres nombres de origen africano en esa entidad llanera.
CARABALÍ: Gracias a la presencia de mano de obra esclava en la economía ganadera de los llanos, y a pesar de su reducido porcentaje hoy día podemos encontrar algunos africanismos en la región apureña. Este es el caso del topónimo Carabalí.

Como voz geográfica lo ubicamos en los estados Apure, Carabobo, Lara y antiguamente en Aragua. Se conoce como carabalí a un toque musical interpretado durante el ritual de los Diablos Danzantes de Chuao, básicamente instrumentado por el “cajero”. Igualmente al samán Pithecolobium saman (Jacq.) Benth, se le llama carabalí, ¿sería por su parecido con el mítico baobab africano? En Colombia y Venezuela existe el apellido Carabalí o Caravalí.
En la llanura apureña tenemos los nombres geográficos de Hato Carabalí, ubicado en la Parroquia El Yagual, Municipio Achaguas y el caserío Carabalí perteneciente a la Parroquia Elorza del Municipio Rómulo Gallegos del estado Apure.

Bajo el nombre genérico de Carabalí fueron traídos contra su voluntad, a Brasil, Colombia, Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, México y Venezuela, los esclavos embarcados en las factorías localizadas en la costa occidental de África, en la zona comprendida entre el río Níger y la desembocadura del río del Rey aproximadamente, hoy territorio de la República Federal de Nigeria. Realmente los carabalí no eran una etnia, ellos provenían de tipos tribales diferentes como: Ibo, Oru, Isú, Breche, Brass, Ibibio, Efik, Kwa y Biafara entre otras. En Cuba dada la importancia demográfica de los carabalí en Matanzas y La Habana fueron los iniciadores de la Sociedad Secreta Abakuá. Ellos se hicieron mayoritarios en los muelles como jornaleros y capataces. Allí convergieron distintos grupos carabalíes. En 1836 fundan los carabalí apapá una tradición con más de un siglo de vigencia. Sus templos para el culto se encuentra en La Habana, Regla, Marianao, Guanabacoa, San Miguel del Padrón, Cárdenas y la ciudad de Matanzas. En el idioma Ibibio, Kalabari es persona de Calabar.
CASIMBAS, LAS: Centro poblado ubicado en la Parroquia Cunaviche del Municipio Pedro Camejo. Salazar Quijada (1983) dice:”Con este nombre se conoce a una troja o casucha para guardar cereales”. También puede ser un pozo, vasija o barril para almacenar agua de llovizna o de manantial. Acosta Saignes en su trabajo sobre Gentilicios africanos nos informa que en las Minas de Cocorote se encontraba un negro con el gentilicio Casimba. El señor José Manuel Puerta habitante de Cunaviche indica que Las casimbas se encuentra ubicado entre el caserío El Oso, el caño río Clarote y el hato El Milagro. Actualmente la mayor parte de sus habitantes son de la etnia yaruro.
Casimba es una voz que proviene del Kimbundu uno de los principales idiomas de la República de Angola. Se escribe Kixima. En el sur de Angola esta un topónimo denominado Casimba. Ortiz (1985): cree que es un una palabra que viene del árabe. El profesor angolano Carlos Figueiredo (2014): “É uma palavra específica para designar estes poços nativos, pois as outras também existem, para designar realidades diferentes: poço, tanque, cisterna... Estas palavras são para designar os poços, tanques e cisternas contruídos pelos europeus. Cacimba é só para os poços nativos, que são muito diferentes dos poços europeus”. Libolo es una región del interior de la República Popular de Angola, cerca del río Kwanza en su frontera norte. Se encuentra en la Provincia de Kwanza-Sul. Figueiredo (2016) dice: En la parte norte se encuentra habitado por pueblos Ambundo, hablantes de la lengua Kimbundu. En el sur es habitado por la etnia Ovimbundu, quienes hablan Umbundu. En Libolo se habla una variedad de Kimbundu con características muy propias que se llama Kimbundu Libolo o Kimbundu Bolo. Los investigadores Fuentes Guerra y Schwegler opinan que viene del kikongo (Ká: “lugar, sitio” y nzímba: “hueco, cavidad”).

ÑAME: Con el nombre de ñame encontramos dos topónimos en el estado Apure, uno es el “Fundo los ñames”, centro poblado situado en la parroquia Bruzual, del Municipio José Cornelio Muñoz y el sitio “los ñames” perteneciente a la parroquia San Miguel de Cunaviche, Municipio Pedro Camejo.
El ñame pertenece a la familia de las Dioscoreáceas y género Dioscorea. Son plantas herbáceas, de tallos trepadores, volubles, que necesitan donde apoyarse. Hojas acorazonadas. Se cultivan por sus rizomas harinosos, de muchas proteínas y minerales. En Venezuela y en gran parte de América tenemos tres tipos de ñames: ñame común (Dioscorea alata L.) originario de la India y Malaya; el ñame congo (Dioscorea bulbifera L.) originario de África y el ñame de guinea (Dioscorea cayennensis Lam.) también africano.

Aproximadamente, entre los años 6000 y 5000 a.C., en la cuenca del río Níger eran cultivados el ñame, junto al arroz africano (Oriza glaberrima), mijo, sorgo y la palma de aceite, los cuales se difundieron hacia el norte y el noreste, en dirección al valle del Nilo.

La dispersión histórica del ñame se debe a los viajes de los portugueses en el comercio de esclavos. En los buques donde transportaban a los africanos les daban de comer “dos veces al día”: ñames cocidos, arroz africano, medio litro de agua o patilla (llamada melón de agua) y de vez en cuando un poco de “carne”. La voz inhame ya existía en el vocabulario portugués del siglo XV, y Colón, quien había estado en Guinea, llama mames o names a una variedad de batatas americanas. Gonzalo Fernández de Oviedo dice en 1535 los nombres mames, names o nnames, pero ya aplicados al verdadero ñame, diciendo que es “fruta extranjera que vino /a Indias/ con esta mala casta de los negros”.

El profesor Megenney (1983) en una importante investigación dice que el término ñame aparece en una serie de lenguas africanas que son las siguientes: Wolof (nyambi), Mende (yambi), Dyolof (ñambi), Grebo (nyambi) y Fulani (ñama).
En Venezuela toda sopa lleva ñame y en los pueblos todavía se elaboran torticas de ñame y los famosos buñuelos de ñame.

Fuentes consultadas:
Acosta Saignes, Miguel. Gentilicios africanos en Venezuela. Caracas: Universidad Central de Venezuela, Facultad de Humanidades y Educación, Instituto de Antropología e Historia y de Filología “Andrés Bello”, s.a. 24 p.
Acosta Saignes, Miguel. "La cerámica de la luna". En: Archivos Venezolanos de Folklore. Caracas: Tomo II, N° 3, 1953-1954. pp. 7-22.
ÁLVAREZ D´ARMAS, Arturo. Apuntes sobre el estudio de la toponimia africana en Venezuela. San Juan de los Morros: Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos, Oficina de Comunicación y Extensión Cultural, 1981. 18 p. (Serie Acervo II).
ÁLVAREZ D´ARMAS, Arturo. Deportistas venezolanos con apellidos africanos. Inédito.
Álvarez Nazario, Manuel. El elemento afronegroide en el español de Puerto Rico. Contribución al estudio del negro en América. San Juan de Puerto Rico: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1974. 489 p.
ESCALANTE, Aquiles. “Afrocolombianismos”. En: Magazing Dominical. Bogota: 2 de enero de 1977. Pp. 5-6. (El Espectador).
FIGUEIREDO, Carlos. “Comunicación personal”. Macao, China: 15 de septiembre de 2014.
FIGUEIREDO, Carlos. “Comunicación personal”. Macao, China: 19 de septiembre de 2016.
Fuentes Guerra, Jesús y Schawegler, Armin. Lengua y ritos del Palo Monte Mayombe. Dioses cubanos y sus fuentes africanas. Madrid: Iberoamericana-Vervuert, 2005. 258 p.
GARCIA, Gloria. “Esclavos africanos en La Habana del siglo XVI”. En: Resumen Semanal Granma. La Habana: 25 de julio de 1982. p. 2.
Historia de Angola. Luanda: Ministerio de Educacao, 1976. 118 p.
LARES BOLIVAR, Elisur Emilio. Geografía descriptiva apureña. San Fernando de Apure: Octubre del 2004. 57 p.
Larrazábal Blanco, Carlos. Los negros y la esclavitud en Santo Domingo. Santo Domingo: Julio D. Postigo e hijos Editores, 1975. 200 p. (Colección Pensamiento Dominicano, 35).
Lopes Cardoso, Carlos. Do uso da “Cegonga” no Distrito de Mocamedes. Luanda: Instituto de Investigacao Científica de Angola, 1963. 17 p.
Megenney, William W. Sub-Saharan Influences in the Lexicon of Puerto Rico. Separata de Orbis. Louvain: Tome XXX, N° 1-2, 1981 /1983/. pp. 214-260.
Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables, Dirección de Cartas, Sección de Nombres Geográficos. Gacetilla de nombres geográficos. Caracas: Publicaciones de la Dirección de Cartografía Nacional, 1978. 339 p. (Edición provisional, 5).
Ortiz, Fernando. Nuevo catauro de cubanismos. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1985. 526 p.
Puerta, José Manuel. Información oral. Puerto Miranda, urbanización San Fernando 2000, estado Guárico: 29 de marzo de 2008.
Salazar Quijada, Adolfo. La toponimia venezolana en las fuentes cartográficas del Archivo General de Indias. Caracas: Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, 1983. 723 p. (Estudios, Monografías y Ensayos, 40).
SCHNNEE, Ludwig. Plantas comunes de Venezuela. Tercera edición. Caracas: Universidad Central de Venezuela, Ediciones de la Biblioteca, 1984. 822 p.
Vélez Boza, Fermín y Valery de Vélez, Graciela. Plantas alimenticias de Venezuela. Autóctonas e introducidas. Caracas: Fundación Bigott / Sociedad de Ciencias Naturales La Salle, 1990. 277 p.

El adiós del hispanoamericanista que escribió la mejor biografía de Simón Bolívar



Se fue John Lynch. Murió a los 91 años, en Londres. Dejó una obra monumental. Entre otras, la mejor biografía sobre Simón Bolívar. Allí señala: “Estudiar a Bolívar es estudiar a un personaje extraño y muy particular, cuyo pensamiento y voluntad fueron factores no menos clave en el cambio histórico que las fuerzas sociales de la época.”

Por Rafael Arráiz Lucca

@rafaelarraiz




A sus 91 años murió el 4 de abril en Londres el gran hispanoamericanista John Lynch (1927-2018). Es un hecho que la historia de Hispanoamérica ha hipnotizado a muchos británicos a lo largo ya de varias generaciones. De la lista forman parte los historiadores Raymond Carr (1919-2015), John Elliott (1930), Martin Blinkhorm (1941), Peter Linehan (1943), Angus McKay (1939-2016) y el caso híbrido de Felipe Fernández Armesto (1950), a quien puede considerarse un historiador británico, hijo de español e inglesa, e hispanoamericanista de primera línea.


Graduado en la universidad de Edimburgo y doctorado en la de Londres, Lynch además dirigió el Instituto de Estudios Latinoamericanos de esta casa de estudios, durante varios años. Su obra es monumental e imprescindible. Sus investigaciones están muy bien documentadas, pero no agobian a los lectores con un arsenal de citas al pie de página, que hacen de la lectura un coitus interruptus. Sus libros están escritos para ser leídos, nada tiene que demostrarle Lynch a sus pares historiadores en jerga intransitable. No olvida Lynch que las grandes historias son también narraciones que buscan seducir al lector.

Su estudio España bajos los Austrias. Imperio y absolutismo, 1516-1598 (1970) es formidable para comprender el siglo XVI español y americano, ya que será durante esta centuria cuando ocurra la conquista y colonización del Nuevo Mundo, y el papel de Carlos V será de la mayor importancia. A este personaje central lo estudia Lynch en su obra Carlos V y su tiempo (2000), un trabajo que se complementa a la perfección con el anterior. El siglo XVII lo ausculta nuestro autor en un libro que en inglés se tituló Bourbon Spain 1700-1808 y que en español se cometió el error de simplificarlo en El siglo XVIII(1991). Este estudio arroja luces sobe la dinastía borbónica y sus célebres reformas, algunas liberales y otras abiertamente interventoras y autoritarias. La continuación de este estudio es Las revoluciones hispanoamericanas 1808-1826 (1989), una edición ampliada de una anterior (1976). En este libro el capítulo dedicado a nuestro país se titula “Venezuela, la revolución violenta”. En este trabajo se lee en relación con el discurso de Angostura por parte de Bolívar:

“Su Discurso de Angostura está impregnado de una especie de absolutismo ilustrado, ilustrado por cuanto incita especialmente a la abolición de la esclavitud y a la distribución de las tierras entre las tropas, absolutista en su pensamiento constitucional.”

Será en 2006 cuando Lynch, a sus 79 años, publique su extraordinaria biografía del Libertador.

He escrito antes sobre ella, reitero lo dicho: es la mejor que he leído. Se titula, escuetamente, Simón Bolívar, y hallaremos en ella la lucidez de Lynch, sus gracias e ironías, así como su endiablada precisión. Afirma en el segundo párrafo del estudio, que ya anuncia la joya que vendrá: “Bolívar fue un hombre excepcionalmente complejo, libertador que desdeñaba el liberalismo, un soldado que menospreciaba el militarismo, un republicano que admiraba la monarquía.” Luego, acude a la tesis ecuánime de valorar tanto la impronta personal como la social, y señala: “Estudiar a Bolívar es estudiar a un personaje extraño y muy particular, cuyo pensamiento y voluntad fueron factores no menos clave en el cambio histórico que las fuerzas sociales de la época.”

Tres años después, nos sorprendió con su biografía San Martín. Soldado argentino, héroe americano (2009). Sobre la comparación entre Bolívar y San Martín, Lynch afirma: “Las comparaciones son odiosas pero inevitables. Escribir una vida de Bolívar no es difícil. De hecho, si se le da la oportunidad, él la escribirá por usted. El historiador tiene que defenderse de Bolívar y proteger su propia versión de la independencia contra el torrente de palabras con el que el libertador busca explicarse y convencer. San Martín es diferente. No poseía el estilo y la desenvoltura del general venezolano, su sentido de la decencia le hacía reticente a hablar de su vida privada y mantuvo una reserva natural acerca de su papel en las guerras independentistas. San Martín constituye un desafío para el historiador, que tiene que descubrir el hombre detrás del silencio.” Como vemos, un hombre discreto, inevitablemente comparado con otro, de signo expansivo y contrario. Buena parte de la biografía de San Martín está escrita en diálogo y en clave con la anterior de Bolívar. Uno explica al otro. Deben leerse las dos. Una fiesta.

Y cuando creíamos que el viejo Lynch no daba para más, publicó una obra única y formidable Dios en el Nuevo Mundo. Una historia religiosa de América Latina (2012). Quienes amamos y estudiamos la historia hispanoamericana no tenemos sino gratitud hacia Lynch y su trabajo. Al examinar su vida uno tiene la impresión de estar frente a un hombre que cumplió sus objetivos e, incluso, fue más allá de sus propósitos iniciales. Una larga y fértil vida y el aplauso prolongado de sus lectores. Gracias.
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En el Rincón de los Toros rondaban también los manes de Bolívar




Danzó en la casa suritera, de la calle real, antes que la fatalidad se empecinara en la fragilidad de unos compañeros: “Se apeó de la hamaca y salió ¡Cosas de Dios¡ El fraile estaba en la hamaca”

Por Adolfo Rodríguez


En el verano de 1982, de visita a San José de Tiznados, por fastos que se dicen del lugar, se presenta esta curiosa humanidad chapada a la medida de los acontecimientos que investigo. Una estampa de inmaculado infolio, ennoblecido por una blancura que refuerza esa baquía hacia tesoros sepultados por allí. La mirada exacta bajo el resplandor llanero, acorde a una calma de quien se siente cómodo entre heredades. La palabra infalible desmoheciendo sucesos arrumbados por la inclemente pátina del olvido. El apellido como hierro quemador emparentado con la esposa de Simón Bolívar. Como silueta el pergamino de su prestancia recortado en el cielo de abril. El semblante nonagenario. Juan Rodríguez del Toro se proclama nativo del lugar, nieto de Ramón del Toro, sin nada que ver con el oscuro rincón que signa para siempre el recorrido atrabiliario de quien había sido Don Quijote y Sancho Panza a la vez. Y deja sus marcas entre el rescoldo de juajua y barro. Danzó en la casa suritera, de la calle real, antes que la fatalidad se empecinara en la fragilidad de unos compañeros: “Se apeó de la hamaca y salió ¡Cosas de Dios¡ El fraile estaba en la hamaca” Y una cohorte de sombras lo rondan: La Negra Matea era del Totumo, Corozal es el asentamiento de Laguna de Piedra (Corozal y Chaparral y más abajo el Limòn ). Un guasimal entonces: La Mata de Guásima. “Negros compraos que los trajeron los españoles. Los indios desocuparon, cazaban y colmeneaban, las flechas las tiraban hacia arriba, usaban taparas de agua, machete y flechas, vestían guayucos. Bailaban con una guafa grande como un bambú, lo rajaban, le metían dos palos atravesados, le ponían cuerdas de la misma guafa (o tripa de cochino) y en una vejiga la soplaban y metían granos de maíz y la golpeaban con las cuerdas: vamos a bailar una zamba. Caja grande forrada con cuero que le daban con dos palitos”.

Que El Rincón de los Toros fue “una torazón”. Y los toros salían “por bandás…Eso eran selvas, Esas máquinas han arruinao las tierras. Hasta el río. La deforestación tiene este pueblo arruinao”.

Pero son otros los linajudos que se aposentan en tales predios. No los Rodríguez del Toro, a pesar de sus marquesados y distinciones. Cuando los hateros confirman sus auciones, al despuntar el siglo XVIII, quienes resuenan son los Palacios y Blanco, antepasados de Bolívar. Restallan sus látigos para asegurar sus reses: el maestre de Campo Mateo Blanco Infante amenazando arrasar enramadas que los indios alzan en las misiones capuchinas de 1723. Mientras el ayuntamiento caraqueño se opone al pueblo de españoles de 1724, siendo alcalde Gobernador Don Francisco Carlos de Herrera, bisabuelo de Bolívar; regidor José Gabriel Blanco Infante, primo de Doña Concepción y regidor también el Capitán Feliciano Sojo Palacios, padre de Feliciano Sojo el que en 1758 desposa con María Francisca Blanco, cuyos padres son el maestre amenazador e Isabel Clara hija del mencionado Francisco Carlos.

El historiador Castillo Lara (1975) informa además, que el regidor Manuel Francisco Gedler y Rivilla era tío del otro regidor Don Feliciano de Palacio Sojo y Gedler y éste cuñado del Procurador General Don Fernando Antonio de Lovera Otañez y Bolívar, parientes de Doña Concepción Palacios y Blanco.

Las tierras que rodeaban al sitio donde actualmente está Calabozo, explica Adelina Rodríguez (l989), en 1724 se distribuyen "en un mismo grupo familiar, pues todos se cruzaban y entrecruzaban en complicadas vinculaciones genealógicas. Al Sur y al Este el Marqués del Valle de Santiago, Don Francisco Berroterán... Al Oeste el Marqués de Mijares y don Lorenzo de Ponte, al Norte Don Lorenzo Cedeño de Albornoz y más cerca Rui Fernández de Fuenmayor y su madre Isabel María, hermana de Melchorana”. Una intrincada red de privilegios y propiedades:

Del matrimonio del primer Marqués de Mijares con Doña Teresa Tovar y Pacheco, hija del primer entronque del Capitán Manuel Felipe Tovar y Mendieta, casado en segundas nupcias con una hermana del Marqués, nacen diez hijos, de los cuales contraen matrimonio: Juana con su primo hermano de doble vinculación, Capitán Juan de Tovar; don Francisco con Melchora, hermana del citado capitán; don Juan con doña Magdalena de Ponte y Martínez de Villegas; María Teresa con su pariente Antonio Pacheco y Tovar, primer Conde de San Javier; Josefa Teresa con el Maestre de Campo don Lorenzo Antonio de Ponte y Martínez de Villegas.

Los hijos del Capitán Manuel Felipe de Tovar y Mendieta con Doña María Mijares de Solórzano, casan: Isabel María con Domingo Baltasar Fernández de Fuenmayor, padre de Rui Fernández; Luisa Catalina, en primeras nupcias con Don Juan de Arrechedera y en segundas con el Marqués del Valle de Santiago, Berroterán.

Asimismo Don Lorenzo Cedeño de Albornoz cc una hermana del Maestre de Campo Lorenzo Antonio de Ponte y Martínez de Villegas (Castillo Lara, 1975).

En 17O4 el Segundo Marqués de Mijares casa con doña María de Ascanio, hija del Capitán don Juan Antonio Ascanio y Guerra y de doña Melchorana, la dueña de Paya Abajo. Padres de Melchora Ana y Fernando. Este casado con Isabel de Oviedo, hija de José Oviedo y de doña Francisca Manuela Tovar; y Melchora Ana con Don Andrés Miguel Rodríguez de la Madriz y Liendo, hijo éste de don Francisco y de Juana Liendo. Fernando Ascanio y Hurtado fue el Cuarto Conde de la Granja, hijo de Juan Ignacio de Ascanio y Oviedo y de María Josefa Hurtado de Monasterios (Iturriza Guillén, l974; Diccionario de Historia de Venezuela, l989). Las matrículas de 1752 registran en el sitio de San Juan de Paya (Paya Abajo), las casas y hato de don Miguel Ascanio y la casa de Carlos Ascanio (Arch. Arz. de Caracas, Matrículas de la Parroquia de Parapara).

El 30 de junio de 1713, el Maestre de Campo Don Ruy Fernández de Fuenmayor, en su nombre y el de su madre Doña Isabel María de Tovar, solicita en composición un sitio para casa y corrales en el sitio El Limón, riberas del río Tiznados; donde ella tiene fundado hato de ganado mayor. En tanto que su hermana Merchorana de Tovar y Blanco esposa del Segundo Conde de San Xavier Juan Jacinto Pacheco y Mijares, era dueña en el sitio de Paya.

María de la Luz Pacheco, hija de los mencionados, es quien en 1774 toma bajo su protección al niño Juan Germán Roscio, nacido en 1763 en San Francisco de Tiznados.

En 1757 don Juan Vicente Bolívar y Ponte compra a Ruy Fernández el hato El Limón, y a don Joseph de Ponte, el hato adyacente denominado El Totumo, donde hasta 1728 había capillas, según de Mariano Martí.

Comprenden “diez leguas cuadradas excelentes para la cría de caballos”, con El Rincón de los Toros incluído, en el cual don Esteban Palacios, hermano de doña Concepción, tuvo “una novillada”, que al decir del mayordomo Camero, en 1792, podía ser vendida “con mucho crédito”.

Un censo ganadero de 1791 localiza en El Totumo la mayor cantidad de reses en la región, elevando a tres mil “las reses en toda suerte de ganado” que allí hay.

Cifra Juan Germán Roscio cinco años, y probablemente reside aún en San Francisco, cuando en 1768 Don Juan Vicente Bolívar se queja de los “rochelas” de indios y negros que viven en El Totumo. Y tendrá cinco años de residencia en Caracas, cuando el teniente de justicia de Calabozo echa cajas para combatir “los cimarrones existentes en las montañas de Tiznados” donde quizá tuvo parte activa el Capitán Juan Vicente, por cuanto el año previo al nacimiento de su hijo Simón, aquél ya Coronel de Milicia, lo instruye el gobernador para que remita “ocho soldados con su cabo y sargento” en previsión de los presuntos “negros”.

En San José, parroquia desde 1780, nace Matea, futura aya de Bolívar.

Duerme allí Monseñor Mariano Martí el 26 de abril de ese año, procedente de Guardatinajas, a nueve leguas de distancia, y observa que son “buenas sus vegas y bueno el camino, de sabanas”. Lo atiende quizá Félix, el hábil mayordomo de color moreno, que en la testamentaria de Don Juan Vicente o de doña Concepción, queda en poder de Juanita (Juana Bolívar). Era esclavo con cierta formación como se desprenda de informes que dirige a don Feliciano Palacios, quien con doña Concepción, y luego solo, después de la muerte de ésta en julio de 1792, fue curador de los bienes de los Bolívar.

Apunta Martí (1969) que hay capilla en el sitio del Limón, hato de Juan Vicente Bolívar, y otra en el sitio del Totumo, hato de Joseph de Ponte y ahora del mismo Juan Vicente y otra en Chirgua, hato de don Pedro Tobar y ahora de N. Ribas (en este parroquial territorio de Tiznados (t. II, 175).

Ignoro si Félix visita Caracas, pero de Tiznados llegan mensajeros como el alcabalero de San José, que en mayo de 1795 cobra a don Feliciano la alcabala de 87 mulas que dice son las que ajustó” con Esteban Palacios, a razón de 25 pesos. Así que se le paga 93,5 reales, que con 141 que ya éste le ha dado, suma el total de dicho peaje.

Desde el Totumo y el Limón llega la pesa, que en agosto de ese año representan cien reses, entre las cuales 5 del hierro de Esteban, otras cien en septiembre. Y se sabe de 50 mulas recogidas para el diezmo, herradas junto con 875 reses y 364 becerros. Y que se pagó a los peones con “dos piezas de listado y una de Brim¨. Todo lo cual debió alcanzar al niño Simón, en esos días de la muerte de Concepción y matrimonio de María Antonia con Pablo Clemente Francia, y de Juana con Dionisio Palacios, a quienes se entrega las propiedades, y don Feliciano preserva los intereses de Esteban adjudicando El Limón “a alguno de los niños que entonces podrá quedar al cuidado del mayordomo” que él “pusiera allí” (como escribe a su hijo el 3 de septiembre de ese mismo año).

El 12 de octubre de 1792 visitan Caracas unos arrieros “con una carga de queso” que Félix no informa “a quién pertenece”, y posteriormente la pesa con reses de Esteban Palacios. Este marchó a España e hizo carrera cortesana como diputado por Valencia a las cortes de Cádiz en 1812. Y Bolívar recordará obsequios que le daba ¿Animales, artesanías, la esclava Matea, algún ejemplar de la “mucha bestiada” existente en el hato? Don Esteban era dueño allí de caballos andones recogidos del diezmo y yeguas, que no quiso vender cuando la partición de 1794 ¿Lo llevó al lugar que Bolívar asegura que “conocía ya” como informa a Delacroix?

En enero van al Llano, Pablo, Dionisio, esposos de las hermanas de Bolívar, a realizar el inventario de ambos hatos, con Toribio Malavé, “persona de toda la inteligencia para el caso” y de la “mayor confianza” de don Feliciano. Pero en mayo no han concluido las diligencias en razón a “lo improporcionado del tiempo para juntar los rodeos, y lo dilatado que ha sido este año el verano”. Aunque el abuelo le preocupan las reses de su hijo Esteban, entonces en España. Para lo cual buscó un mayordomo que se encargase de El Limón: un mozo de apellido Camero, “hombre de razón”, probablemente familia de Don Domingo Camero, encargado del hato colindante, propiedad de don Fernando Ascanio.

¿Cómo pasó por la mente del niño Simón todo aquello? ¿Preguntó a sus deudos sobre las remotas pertenencias? ¿Le informaban acerca de cuánto le correspondía? ¿Conversó con los arrieros? ¿Supo que en 1768 su padre Juan Vicente se quejaba de las “rochelas” de indios y negros instaladas en El Totumo? Que en 1779, cuatro años antes de nacer, el Teniente de Justicia de Calabozo echó cajas para combatir “las cimarroneras existentes en las montañas de Tiznados”, con respecto a las cuales debió don Juan Vicente tener parte activa.

La nodriza de Bolívar – Hipólita – y su presunta aya –Matea-, de cuya existencia –de la última-, hablan Rafael Pineda, Rufino Blanco Bombona y José Antonio de Armas Chitty, debieron informarle sobre esos mundos de rebelión, magia y vaquerías, Entre los bienes dejados a Juan Vicente Bolívar y Palacios, según cartilla de 1792, aparece una esclava Matea, sana cuya edad – 28 años- equivalente a la edad que Matea confiesa en una entrevista de 1883.

En su testamento de 1796 el abuelo don Feliciano manifiesta su deseo de que se le dejen a sus nietos Juan Vicente y Simón “las dos criadas y dos criados que han tenido y tienen destinado para su servicio y prolijo cuidado que necesitan por su tierna edad”. Tenía Simón 13 años. Una es Hipólita probablemente. ¿Cuál la otra? ¿De dónde los cuatro? Alguno por lo menos debía de ser del Llano.

El padrón del curato de San Francisco de Asís de Tiznados en 1780 (comprendía también a San José creado ese año), arrojaba 1.132 negros, 344 mulatos, 345 esclavos negros y mulatos, 136 indios y solamente 283 blancos.

¿Cuántos de estos hombres acompañaron a Bolívar en sus andanzas?

¿Acaso el capitán José Bolívar, para quien Vicente Lecuna era “Llanero de fuerza hercúlea y descendiente de libertos de la familia” de Bolívar, lugarteniente tan fiel y leal, que fue de los muertos la noche del 28 de septiembre de 1828 cuando el atentado septembrino en Bogotá.

Bolívar era popular en San José de Tiznado y refiere Julián Llamozas que en 1813 sus vecinos promovieron una reunión para plegarse a su victoriosa Campaña Admirable, y varios de ellos fueron comisionados para que se presentasen ante el jefe realista de Calabozo haciéndose pasar como soldados “de caballería de la vanguardia libertadora con cucarda y banderolas tricolor” y un pliego en donde a nombre de Bolívar solicitaron la rendición. Y fue lograda.

Hubo en la zona guerrilleros de color moreno a favor de la independencia: como “el negro Mina” mencionado por José Domingo Díaz y derrotado el 5 de mayo de 1818 por la División de Morales precisamente en el sitio de El Limón o Corozal, y Vicentico Hurtado, jefe de bandas que ese 1818 se integra al ejército de Bolívar.

Queda la intriga de si toda esta familiaridad con la región fue lo que motivó al Libertador para trasladar su cuartel general del hato San Pablo hacia el Rincón de los Toros, a 15 kilómetros de San José, en los terrenos que habían sido de su padre. El 28 de marzo del año 18 visita San José en viaje de Guardatinajas a San pablo. Y vuelve el 30 de marzo. Del primero de abril hasta el 11 permanece en Calabozo, de donde viaja a El Rastro. Y el 13 retorna a Tiznados y el día 15 manda a Cedeño se entreviste con Páez en el hato San Felix, quien viene del Pao de Cojedes. Quizá el día en que Cedeño le regala el caballo rucio mosqueado, que se pierde la madrugada del 17 de abril, en que se produce el atentado y halló Victorio, hermano de un peón del Totumo.

El 16 fue su ubicación, con edecanes y Briceño Méndez, en aquella mata que “conocía ya” (como revela a Perú de Lacroix). Y entre dos árboles tiende la hamaca blanca. Come de los tasajos que le ha traído y despide a Ibarra que va a un baile. Durmió dos horas y le notifican que a cosa de dos leguas, merodean unos realistas. Una hora después retornó Ibarra y le ordena trasladar el campamento a otro sitio. Santander se prepara para ello e inquiriendo por Bolívar, se cruza con Mariano Renovales, quien también le preguntó por Bolívar. Y relata éste que conversando con Santander oyó disparos, supuestamente contra la hamaca blanca y, huyendo, anduvo a pie hasta que su mayordomo José le dio una “mala mula” y O´Leary que Julián Infante le entregó el bicho mosqueado, hermoso y gordo, de buen herraje, emplatado y de buena montura, con un rasguño de espuela en el bridón y chispas de sangre, con las iniciales de Rafael López debajo de los estribos. El terrible jefe que había comandado el atentado y perecido en el lugar, barinés de Pedraza, inmediato de Morales, conocido como la primera lanza de las huestes españolas.

Juan José Churión (1916) más bien que a Bolívar esa noche desvelaban presentimientos, reforzados por los alertas de los centinelas y el canto de unos llaneros:

No me atropellen la llegua / los blanquitos españoles: / que ca vez que l ´a tropellan / yo les mato algún padrote.

No vengan agazapaos, / sálganme al claro del monte! / que aunque me cojan dormío / les doy duro en el cogote.

Prometió darles cuatro tiros si no dejaban de cantar. Y a las cuatro de la mañana uando fue al escobero o escobillal donde estaba atada la mula, ocurrió el suceso. Para José Domingo Díaz dispararon y atravesaron a bayenotazos cada hamaca. Una sola estaba ocupada. Bolívar habría salido ante una necesidad corporal.

Añadiendo Churion que con jonjana, Páez le preguntó si no sintió miedo y El Libertador:

-como no general: la oscuridad, el no conocer el terreno ni el número de los enemigos, sin bestia….Confieso que se me enfrió el guarapo.

La caballería de Zaraza habría huído. Y, entre los patriotas, perecieron: el capellán Fray Esteban Prado, el coronel Mateo Salcedo, el comandante Fernando Galindo que había sido defensor de Piar; el comandante Silvestre Palacios, el sargento mayor Mariano Plaza, ayudante de campo de Bolívar; el italiano Manfredo Berzolari, que había sido secretario de Bolívar, José Francisco Portero, Florencio Tovar, etc. 150 prisioneros capturados por el comandante Antonio Pla, asesor de López, que fueron fusilados en Valencia por Morillo.

Fue herido un caballo amarillo de Bolívar.

Se atribuyó también a Rondón, al capitán Santos Valderrama del Alto Llano, al comandante Juan Antonio Romero Bello de Lezama y a Cipriano Celis, haber entregado a Bolívar el caballo de López. Casi todos hombres del General Zaraza.

NOTA: por razones de espacio, se prescinde tanto de las notas al pie de la página, explicativas de aspectos comentados así de como reseñas biográficos de personajes que se mencionan. Asimismo me fue imposible localizar la interesante aclaratoria del coronel Emilio Arévalo Braasch acerca de los patriotas que perecieron en el atentado. Prometo rectificar cualquier dato en beneficio de la indispensable veracidad.

FUENTES CONSULTADAS

BOLETIN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA (BANH) 52, t XIII, oct dic 1930, p. 505
BANH 144, oct-dic 1953.
BANH 149, enero marzo 1955.
CARRASQUEL, Fernando. Historia colonial de algunos pueblos del Guárico. Caracas: Imprenta Nacional, 1943.
CASTILLO LARA, Lucas Guillermo. Villa de Todos los Santos de Calabozo. Caracas, 1975.
DICCIONARIO DE HISTORIA DE VENEZUELA. Caracas: Fundación Polar, 1997 (1988).
ESCRITOS DEL LIBERTADOR. Caracas: Sociedad Bolivariana de Venezuela: 1969-1989.
ITURRIZA GUILLEN, Carlos. Algunas familias de Caracas. -Caracas : Talleres Tipográficos Salesianos, 1967.
---------Matrimonios y velaciones de españoles y criollos blancos celebrados en la catedral de Caracas, desde 1615 hasta 1831. Caracas: Publicaciones del Instituto Venezolano de Genealogía, 1974.
MARTÍ, Mariano. Documentos relativos a su visita Pastoral de la Diócesis de Caracas. Caracas: Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, 1969.
O´LEARY, Daniel Florencio. Memorias del General... Caracas: Publicaciones del Ministerio de la Defensa, 1981.
ORTEGA, Miguel Ángel. La esclavitud en el contexto agropecuario colonial. Siglo XVIII. Caracas: Talleres de J&C Productores, s. r.l., 1992.
RODRÍGUEZ, Adolfo. "Las Tierras del Guárico en la Infancia de Bolívar, en Boletín de la Sociedad Bolivariana de Venezuela, 1983.
RODRIGUEZ MIRABAL, Adelina. La formación del latifundio ganadero en los llanos de Apure: 1750-1800. Caracas: BANH, 1987.

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Bicentenario del atentado al libertador en el Rincón de los Toro en San José de Tiznados



Un episodio más de los tantos episodios bélicos ocurridos en el suelo de los Llanos del Guárico entre 1811 y 1821 durante el desarrollo de la Guerra Nacional de Independencia, puesto que su geografía fue escenario de importantes acciones bélicas, a las que su aguerrida población se incorporó indistintamente a los bandos en conflicto.


Por FELIPE HERNÁNDEZ G.
Entre la noche del 16 y el 17 de abril de 1818… hace 200 años, intentaron asesinar al Libertador Simón Bolívar, en un sitio conocido con el nombre del Rincón de los Toro, cerca de San José de Tiznados, población que localizada en la parroquia Ortiz en el estado Guárico.

Un episodio más de los tantos episodios bélicos ocurridos en el suelo de los Llanos del Guárico entre 1811 y 1821 durante el desarrollo de la Guerra Nacional de Independencia, puesto que su geografía fue escenario de importantes acciones bélicas, a las que su aguerrida población se incorporó indistintamente a los bandos en conflicto. Puesto que este territorio de la geografía venezolana permaneció durante la guerra, unas veces en poder de los realistas y otras bajo el control de los patriotas.

En 1818, para el mes de febrero el general Bolívar había derrotado a las fuerzas de Pablo Morillo en su campaña de Calabozo. Después de esta victoria, Bolívar ayudado por el general José Antonio Páez persiguieron las tropas del jefe expedicionario, entablándose fieros combates entre los dos ejércitos, capitaneados por ambos jefes supremos. El general José Antonio Páez, en su Autobiografía (1987) T.I: 163), informa que “En Ortiz se enfrentaron el coronel realista Rafael López y Simón Bolívar, acción en la cual murió el valiente patriota Genaro Vásquez, y son rechazados los republicanos, que se dirigieron a San José de Tiznados”.

Se refiere a la batalla de La Cuesta o La Indecisa, el 26 de marzo de 1818, donde el general Simón Bolívar se enfrentó a los realistas Rafael López y Miguel de la Torre.

Luego de esta acción, atendiendo órdenes del general Morillo, el coronel Rafael López se traslada al pueblo de San Juan Bautista de El Pao, pero sintiéndose acechado por Páez, se dirige a la zona de Tiznados con la idea de batir a Bolívar que acampaba en el sitio del Rincón de los Toro. El general Páez en su Autobiografía (Ob. Cit. T.I: 164), se refiere a la sorpresa del Rincón de los Toro en los términos siguientes: “…en la noche del 16 un sargento de los nuestros se pasó al enemigo y reveló el santo y la seña de la división, la fuerza de que constaban y el lugar donde se hallaba el Jefe Supremo. Concibió entonces López la idea de sorprender al Libertador y confió la operación al capitán don Mariano Renovales, haciéndole acompañar por ocho hombres escogidos por su valor…”. El santo y la seña era “papelón con queso”…

Los testimonios del general Páez señalan al coronel Francisco de Paula Santander, como el hombre que guió hasta el sitio donde se encontraba Bolívar a los realistas, quienes se hacían pasar como patriotas, y de inmediato descargaron sus armas contra las hamacas, en una de las cuales dormía el Libertador, que afortunadamente no se encontraba allí en ese momento. Los documentos realistas presentan los sucesos del Rincón de los Toro tal como se exponen a continuación, según documentos del Archivo de la Academia Nacional de la Historia. Sección: Ejército Expedicionario de Costa Firme, vitrina I, N° 55, p. 222; donde se expone:

“El día 14 de abril se puso el Coronel López en marcha desde Las Cañadas para El Pao con dirección a San José de Tiznados [...] al ponerse el sol se cogieron dos espías que mandaba Monagas a Blanca, ordenándole se retirase porque López había entrado a San José donde probablemente le tomaría la retaguardia…”. Antes de llegar a las sabanas del Rincón de los Toro hubo un corto combate en donde pereció el comandante patriota José Francisco Blanca. “…La infantería de López siguió por otra sabana del Rincón de los Toro, siendo su total unos 600 hombres donde acampaba una división enemiga compuesta de 960 hombres. El bulto de 15 bestias que pastaban en la entrada de la sabana llamó la atención de algunos que iban a la cabeza de la columna ya formada en masa, lo que en consecuencia hizo alto, enseguida se practicó el reconocimiento del sitio y se encontraron dos hombres blancos dormidos a los cuales se les despertó con precaución y fueron conducidos a la columna, se supo el número de insurgentes y que se hallaban a muy poca distancia, acostado en hamaca el rebelde Simón Bolívar y algunos otros de su comitiva… la infantería y caballería dormían en la sabana, ajenos todos de semejantes sucesos… el coronel López se introdujo en el campo enemigo con un sargento mayor, don Tomás Renovales [...] en esta circunstancia se aproximaba este jefe a una hamaca colgada de los arbustos y se ve en la precisión de hacer fuego a ella porque procuran de reconocerle los enemigos aturdidos, cuando Simón Bolívar huye despavorido medio desnudo… y su capellán (Pbro. Esteban Prados) es víctima de este lance…”.

La sorpresa realista causó confusión en los patriotas que trataron de reunir sus fuerzas en medio de la oscuridad de la noche para hacer frente a las avanzadas del coronel López y su Regimiento de Cazadores de Navarra. En la acción murieron algunos bizarros jefes, entre ellos, Vicente Palacio y cayeron prisioneros otros que después fueron fusilados por orden de Morillo.

En el combate del Rincón de los Toros, en las filas de las tropas del Rey hubo siete muertes, incluida la del osado coronel Rafael López, uno de los mejores jefes de caballería que llegaron a tener los realistas, natural de Pedraza, provincia de Barinas, perteneciente a una de las familias más conocidas de esa provincia; y 21 heridos.

Por su parte, en el campo patriota hubo 300 muertos, incluyendo a Vicente Palacio; 140 prisioneros, más 50 mujeres de mal vivir; 30.500 cartuchos embalados; 12.000 piedras de chispa, 400 lanzas, 400 fusiles nuevos; 20 machetes, 20 cajones de palos y azadones y varias bestias de carga y caballos.

UNESR / Cronista Oficial del Municipio Infante

fhernandezg457@yahoo.com

Profesores y estudiantes de la Unerg realizan Foro Bolívar en San José de Tiznados




En el marco del Bicentenario de la visita del ejercito Libertador por tierras guáriqueñas, los docentes y alumnos del programa de Historia realizaron un Foro “ Bolivar en San José de Tiznados” en la Unidad Educativa Creación San José de Tiznados.

La actividad que con la participación de alumnos y docentes las instituciones escolares de la localidad, se realizó el pasado 12 de abril del presente año.



El acto fue instalado por la directora del plantel magister Carmen Teresa Ramírez , el cronista de la población de Ortiz y el Decano del Área de Humanidades Letras y Artes Licenciado José Aquino; seguidamente se realizó una actividad teatral por alumnos adscritos a la Unidad Escolar.



Luego se realizaron la intervenciones primeramente del historiador invitado Oldman Botello quien se refirió a la fundación de la población visitada ;más tarde siguió el bachiller Álvaro Fuentes que trató sobre el propósito de la Campaña del Centro en 1818, seguidamente el Msc Ubaldo Ruiz expuso sobre la importancia estratégica de la región guariqueña para los fines tanto del ejercito patriota como de los realistas y cerró la doctora Erlinda León Abreu que concluyó la actividad en la que le dio importancia a la historia local como factor fundamental para la comprensión del hechos pasados a través del presente y también el papel del programa de Historia en la investigación y divulgación de todos estos hallazgos en beneficio de los pobladores del Estado y de la Nación

Estudiantes y docentes del Programa de Historia de la Unerg visitan al sitio El Rincón de los Toros San José de Tiznados



Al conmemorarse un Bicentenario del atentado del libertador en el sitio denominado el Rincón de los Toros cercano a la población de San José de Tiznados , Estado Guárico ; docentes y alumnos realizaron una visita y a la vez trabajo de campo que consistió una reconstrucción de los hechos ocurridos en durante los días 16 y 17 de abril de 1818 en la que se realizó un atentado frustrado al Padre del la Patria.



Con la asistencia de los Coroneles del ejército Bolivariano en calidad de retiro : Alexis García Muñoz ,José Ramón Gallardo Y Emilio Arévalo , disertaron sobre el magnicidio y su trascendencia. El primero, García realizó un soliloquio “ Yo soy la Hamaca del Libertador” don describió lo ocurrido antes y después del hecho ; luego Gallardo se refirió a la trascendencia del suceso para el proceso de independencia y culminó Arévalo con las estrategias puestas en práctica por libertador y su ejército después del atentado.

Es necesario resaltar que cuando se realizó la actividad día 12 de abril , la comitiva se encontró en el sitio una comisión de la Guardia Nacional Bolivariana encabezada por el Mayor Rivas y la Teniente Vielma Lincon quienes intercambiaron sus reflexiones sobre el hecho al igual que el historiador Oldman Botello ,el cronista de Ortiz profesor Fernando Rodríguez Mirabal y El Decano del Área de Humanidades , Letras y Artes licenciado José Aquino , quien destacó el éxito de la actividad


Cacheo: Gentilicio de origen africano en Ocumare del Tuy (Siglo XVIII)

Por: Arturo Álvarez D´ Armas*
Los navegantes portugueses fueron los primeros europeos en bordear la costa africana buscando una vía más corta para llegar a la India y China. Dionis Dias alcanzó el río Senegal y Cabo Verde, igualmente lo hace Nuño Tristao al fondear el río Grande en la actual República de Guinea Bissau en 1445. Por aquella época se conocía toda la región de Guinea ubicada al sur del Cabo Bojador como Genahoa, territorio de Senegal visitado por los lusitanos en el siglo XV.

Procedentes de la Guinea portuguesa son trasladados al “Nuevo Mundo”, nativos de la “etnia” Cacheo. Esta palabra se deriva de Cacheu, río y punto de embarque de negros trasladados forzadamente a lo que hoy es territorio venezolano a partir del siglo XVI. La ciudad portuaria de Cacheu es fundada en 1588. Los portugueses crean el 3 de febrero de 1675 la Compañía de Cacheo. La misma se encargaría de introducir esclavos en América durante seis años entre el 7 de junio de 1696 y el 7 de marzo de 1703.

Los primeros asientos y factorías en las costas de África occidental donde se almacenaban los esclavos para ser vendidos en América, eran controlados por los portugueses. Lo más seguro es que esos cautivos provenían de regiones lejanas a la desembocadura del río Cacheu, sitio de salida de las naos negreras. El Padre Alonso de Sandoval escribe que en el Puerto de Cacheo eran embarcados hombres, mujeres y niños de las etnias banunes, branes, biafaras, balantes, nalúes, zapes y cocolíes entre otros.

La trata significó la destrucción de nexos familiares y culturas ancestrales al sur del Sahara trayendo como consecuencia la llegada masiva de más de cincuenta millones de africanos de diferentes tribus para trabajar bajo el sistema esclavista de producción.

Don Nicolás de Ovando, Gobernador de la Española, obtuvo la primera concesión para introducir negros en las tierras “descubiertas” por Colón. En el año 1518 se regulariza el tráfico de esclavos. Mediante un Memorial del 18 de febrero de 1518, los Padres Gerónimos informan a las autoridades metropolitanas que se pueden traer negros bozales de Cabo Verde y Guinea. Dos años después, el 19 de mayo de 1520, el Padre Bartolomé de Las Casas solicita la entrada de esclavizados desde el propio continente. Esto es para salvaguardar a la población indígena. Su Majestad Carlos V, autoriza el envío de cuatro mil negros a las Antillas por mercaderes genoveses. Con el Almirante Colón en sus distintos viajes vinieron algunos africanos entre ellos esta Pietro Alonso. El africanista Jesús Guanche dice: “El desarrollo del comercio de esclavos estuvo impulsado por la cambiante situación en América que iniciaba la demanda de fuerza de trabajo para fomentar la economía de plantaciones y extracción de minerales”.

A Gerónimo de Ortal se le otorga el primer permiso del cual se tenga noticia en la Provincia de Venezuela para llevar cien negros a la costa de Paria. El 12 de enero de 1526 los mercaderes vizcaínos Sancho Ortiz de Urrutia y su sobrino Juan de Urrutia consiguieron la primera licencia de exportación de esclavos negros para la isla de Cubagua. Los primeros esclavos arribaron a la ciudad de Coro, alrededor de 1550 procedentes de las islas del Caribe, para trabajar en las minas de Buría, cerca de Barquisimeto; fueron los mismos que se alzaron en 1552, capitaneados por el puertorriqueño Miguel y su esposa Guiomar.

A la Sabana de Ocumare llamada hoy día Ocumare del Tuy (estado Miranda), llegaron a la fuerza hombres y mujeres de ébano para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar, añil y oficios domésticos como Pedro Cacheo, Francisco Cacheo, María Cacheo, Francisca Cacheo, Josefina Cacheo, Dionisia Cacheo, María Eugenia Cacheo y María Lucía Cacheo.

Por información del investigador José Obswaldo Pérez (2006) encontramos en el testamento de Don Juan de Ascanio (1704), dueño del hato Paya, en el sitio de Paya Abajo (actual Municipio Ortiz del estado Guárico) tenía un esclavo llamado Juan de 40 años y de nación Cacheo, quién cumplía funciones de mandador.

En el año 1671 vivía en la Obra Pía de Chuao (estado Aragua) Cristóbal Cacheo.

Los cacheo junto a los yoruba, carabalí, luango, congo, mina, arará, mandinga y angola pasaron a formar parte de nuestra afrovenezolanidad.

Fuentes consultadas:
ÁLVAREZ D´ ARMAS, Arturo. “Africanismos en los Valles del Tuy”. En: El Pregonero del Tuy. Ocumare del Tuy: Nº 4, 4 de agosto de 1993. Pp. 20-21.
ÁLVAREZ D´ ARMAS, Arturo. Apuntes de la historia de África; Desde la antigüedad hasta la trata negrera. Manuscrito.
ÁLVAREZ D´ ARMAS, Arturo. “La palabra Guinea / Guineo”. En: A Plena Voz. Caracas: Nº 33, julio de 2007. Pp. 15-16.
Archivo Arquidiocesano de Caracas. Libro Parroquial Matrícula Ocumare. 1758.
Archivo Parroquial Ocumare del Tuy. Libro Primero de Bautismos, matrimonios y Entierros, 1700-1701.
BRITO FIGUEROA, Federico. El problema tierra y esclavos en la historia de Venezuela. Caracas: Universidad Central de Venezuela, Ediciones de la Biblioteca, 1996. 431 p.
GUANCHE, Jesús. Procesos etnoculturales de Cuba. Prólogo, Argeliers León. Ciudad de La Habana: Editorial Letras Cubanas, 1983. 503 p.
MANÉ, Mamadou. “Algumas observaçoes sobre a presença portuguesa na Senegambia até ao séc. XVII”. En: Revista ICALP. Vol. 18, Dezembro de 1989. Pp. 117-125.
OTTE, Enrique. “Los mercaderes vizcaínos Sancho Ortiz de Urrutia y Juan de Urrutia”. En: Boletín Histórico. Fundación John Boulton. Caracas: N° 6, septiembre 1964. Pp. 5-32.
OTTE, Enrique. Las perlas del Caribe. Nueva Cádiz de Cubagua. Caracas: Fundación John Boulton, 1977.
PÉREZ, José Obswaldo. Cacheo. Información personal. San Juan de los Morros: 23 de agosto de 2006.
SANDOVAL, Alonso De. De Instauranda Aethiopum Salute. Bogotá: Presidencia de la República, 1956.
*Bibliotecario, editor, fotógrafo, poeta e investigador de las culturas afroamericanas. Este trabajo forma parte de una investigación denominada “Los gentilicios de origen africano en Ocumare del Tuy en el siglo XVIII.
arturoalvarez176@gmail.com


En el Palacio de las Academias presentado el Manual de Historia de la Medicina en Venezuela

El pasado 18 de abril del año en curso fue presentado el libro “Manual de Historia de la Medicina en Venezuela” en el Palacio de las Academias en Caracas.

El libro, escrito por el Dr. Edgardo Malaspina, es el primer manual de esa especialidad en el ámbito académico en nuestro país y recoge su experiencia como docente en la Universidad Rómulo Gallegos, en esa disciplina, incluida en los programas de las escuelas médicas.

El Manual de Historia de la Medicina en Venezuela, según Malaspina, es el complemento de una trilogía escrita por él, conformada por el Manual de Historia de la Medicina universal y el de Historia de la Medicina en el Estado Guárico.

En su intervención en el acto de presentación de su libro, Malaspina expresó que el texto publicado no pretende abarcar la historia de la medicina venezolana en toda su extensión y grandeza, y sólo tiene como finalidad pedagógica servir de inspiración a nuestros estudiantes de medicina al proporcionarles una pequeña muestra de la misma, porque como dijera Claude Bernard : “No se puede conocer bien una ciencia si se desconoce su historia”, palabras que reforzó con otras de Arturo Uslar Pietri, quien solía decir que vivir sin historia es lo mismo que vivir sin memoria.

El libro fue bautizado por el Dr. Luis Herrera García, presidente de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina, con pétalos de crisantemo, a proposición de algunos médicos, quienes argumentaron que esa flor simboliza la felicidad, la alegría, la sabiduría, la honestidad y la nobleza.

El acto cultural se efectuó en el salón de sesiones de la Academia Nacional de Medicina.


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El pez y la nada



Aunque fue jefe de comando de campaña de Capriles y varias veces gobernador de la Unidad, Falcón no tendría el pedigrí necesario, porque así lo decidió el este de Caracas

CARLOS RAÚL HERNÁNDEZ

Latinoamérica, EEUU y la Unión Europea acechan al gobierno, con amenazas de embargo si “gana” las elecciones. Su apoyo popular apenas llega a 25%, 90% de la gente lo cuestiona y 75% está contra él. Hiperinflación, hiperdevaluación, desabastecimiento y demás jinetes del Apocalipsis convierten Venezuela en Haití. Pero para eclipse de cualquier mente normal, grupos urbanos acomodados, decidieron abstenerse de votar. Algo tan incomprensible como un boxeador que no sale en el último asalto cuando su contrincante está groggy.

Pero la clave es la siguiente: como los aspirantes de estos sectores quedaron anulados, prefirieron sacrificar todo, incluso sus propios partidos, con tal de que el único de la MUD que podía y quería, no fuera candidato. Esta es la auténtica razón para abstenerse (me-abstengo-pero-no soy-abstencionista) y pido-condiciones, una excusa abigarrada para incautos, una carnada de colores brillantes que engaña a los peces. Aunque fue jefe de comando de campaña de Capriles y varias veces gobernador de la Unidad, Falcón no tendría el pedigrí necesario, porque así lo decidió el este de Caracas.

No ir a las municipales ni a los concejos regionales es una bomba solo mata gente contra la provincia, las bases de sus partidos y cualquier sentido de la política. Recuerda aquella comunidad de 900 norteamericanos radicados en Guyana, cerca de la frontera con Venezuela, que hace mucho tiempo decidieron suicidarse en masa y matar antes a sus niños. En la furia contra Falcón, liquidan a su propio liderazgo medio y ya hay pobladas en partidos que lucen en disolución. Los dirigentes de base colocan la mirada hacia la fuerza ascendente que les abre las planchas, con perspectivas auspiciosas e impredecibles.

Siempre tendremos París

Ante eso no asombra la montaña de acusaciones, groserías, calumnias, insultos, orquestada desde los alrededores del frente, sobre todo grupos tuiteros moralmente lumpen, sin decencia y vidas rabo e cabuya. Tarde comienzan a comprender la trampa en la que se metieron y que les quiebra los huesos. La esperanza de sobrevivir está en un nuevo 23 de enero de 1958, que de un envión voltee la tortilla, una prueba más de que muchos viven en Narnia o en todo caso, en un mundo no probabilístico. Así las FF.AA. restablecerían de un solo swing el orden y todo el mundo contento. Frente sería la Junta Patriótica. Ya se dijo que la historia cuando se repite no es drama sino comedia.

Arreció desde que publicaron la gráfica de tres dirigentes opositores (ya tienen hasta el candidato para representar a Monseñor Arias Blanco), sellando en París un redivivo Pacto de Nueva York de 1957, el de la histórica foto de Betancourt, Caldera y Villalba. Y el No tiene sentido especular sobre si las dos reuniones, con 61 años de diferencia, tendrán significados equivalentes, pero prefigura el esquema que acarician ido Maduro y los que no aparezcan en esa gráfica, Falcón, Ramos, Rosales, irán al basurero de la historia.

Por esa razón decidieron borrar a Falcón de la faz de la tierra con cualquier recurso disponible, e incluso Borges, siempre comedido, dispara a quemarropa contra él. El problema para los autores del nuevo Pacto de Punto Fijo está en que Falcón en caso de perder, quedaría como jefe de la oposición interna, en el terreno, mientras los otros están inhabilitados o en desbandada, sus partidos ilegalizados y además heridos por las acciones de los dos últimos años. Una fuerza interna con millones de votos encabezada por Falcón, ralentiza el papel del exilio.

El comando Gadot

Que se muera, que se lo lleven los extraterrestres, que lo secuestre un comando formado por Gal Gadot, Blake Lively, Scarlett Johansson y Jessica Biel y que no regrese nunca más, que renuncie (se lo piden los angelitos carbonizados del 350) y que se hunda con ellos en el pozo abstencionista, la nada de Fernando Mires. Ahí sería un pececito más entre otros. Los ejércitos norteamericano y soviético corrían a toda máquina a ver quien llegaba primero a Berlín en la derrota alemana. PJ, VP y Soy Venezuela (¿se llama todavía así?) quieren llegar primero que Copei, el MAS y AP, pero el segundo grupo ya está en la Puerta de Brandeburgo.

Pero el cambio de régimen no tiende a parecerse al 23 _E., un pronunciamiento del comando conjunto de las FF.AA. que depone a Pérez Jiménez, tal como ocurrió con Medina y Gallegos. No fue un golpe de Estado tal como se le entiende comúnmente, un cuartelazo y plomo sino una acción militar “seca” y masiva. Al contrario pareciera que el cambio deseable o posible será una larga pulseada dentro del país con los militares y el madurismo plagado de dificultades, lo que obligará a una negociación seria, no la pantomima de R.D. con la oposición interna.

Ello obligaría a un pacto de coexistencia, al respeto por enclaves de poder, la justicia transicional y a una marcha consensuada y cuidadosa diferente a la que prefiguran desde París. Y hay que tener un bagre podrido en vez de sesos para pedir embargo a los barcos venezolanos en el Canal de Panamá, una de las declaraciones más ridículas que se han dado últimamente (o que “luego de la orden de captura contra Maduro, solo falta que se pronuncie la AN”). Incluso si se diera una acción militar victoriosa como la de Larrazábal en 1958, los militares y el madurismo tendrían mil razones para hablar con Falcón y no con los otros.

@CarlosRaulHer
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La confusión

El resultado podría ser que la mayoría más grande que ha tenido la oposición en toda la era chavista no vote masivamente, sin tener una propuesta alternativa


Por Luis Vicente Leòn


Quiero compartir mi confusión alrededor del proceso político que vivimos. Por una parte, entiendo la frustración de quienes no creen en participar en un proceso electoral sesgado, opaco y manipulado. Si añadimos que el costo de salida del gobierno es infinito, la probabilidad de que entreguen el poder es muy baja, excepto si proviene de una implosión que, por ahora, solo es una especulación académica. No podemos descartar esa posibilidad, pero tampoco basar el análisis en un “cisne negro” que necesita que estén alineadas demasiadas estrellas.

Pero a la vez entiendo la tesis de quienes creen que ir a un boicot electoral tiene una probabilidad de éxito prácticamente nula. Las explicaciones de los pro boicot sobre cómo es que eso producirá un cambio son muy pobres y la capacidad de generar amenazas creíbles más pobre aún, excepto las amenazas de acción internacional contra el gobierno, lo que hace a los pro boicot dependientes de una acción que no controlan y que además se plantea como sustituto y no complemento de una acción propia, algo muy decepcionante en término de resultados esperados.

En todo caso, si la única fuerza opositora del ala boicot son las sanciones, esto me genera otra confusión. Si hablamos de sanciones personales, supongo que su objetivo es crear presión para generar la implosión del chavismo. Entonces llegamos al escenario donde Falcón podría representar, por ejemplo, una opción de negociación con los chavistas disidentes, convirtiéndose en una forma de salir de Maduro a través de la presión del propio chavismo para el reconocimiento del triunfo electoral opositor, atado a una negociación de salida que proteja al chavismo en su conjunto. Una especie de huida hacia delante para quienes sienten la amenaza de verse envueltos en sanciones personales en el futuro. Pero para que eso ocurra Falcón tiene que sacar más votos que Maduro, lo cual es una inconsistencia con la propuesta de boicot.

Las sanciones económicas, financieras y petroleras son otra historia. Ahí la teoría indica que se va a por todo. Pero la evidencia ha demostrado que no funcionan. No estoy analizando la teoría ni la lógica ni la ética de la propuesta. Simplemente su eficiencia. Cuba, Corea, China, Rusia, Zimbabue muestran su fracaso. Y en realidad también Irak, Libia y Siria donde se derivó en otra cosa. Entonces, parece que la propuesta de sanciones está basada en un error de apreciación de eficiencia o en la necesidad de hacer “algo” aunque no funcione. Es como el padre que castiga sabiendo que no resolverá el problema, pero le da remordimiento no hacer nada. El problema es cuando lo que se hace, para cubrir un complejo ético, es peor para la vida de la población que se pretende ayudar. Ya sería fronterizo pedirle sacrificios a quienes viven dentro, mientras yo los veo desde afuera. Pero es aún más complejo pedirle a un pueblo que asuma costos brutales, sabiendo de antemano que la probabilidad de éxito es muy baja.

El resultado de todo esto podría ser que la mayoría más grande que ha tenido la oposición en toda la era chavista no vote masivamente, sin tener una propuesta alternativa, dejando a Maduro en poder y provocando la agudización de sanciones generales, que empeorarán la vida de los venezolanos en general sin provocar cambio de gobierno.

Claro que puede ocurrir el otro escenario. Que en el camino la gente se anime a votar contra Maduro, el chavismo implosione y los chavistas disidentes defiendan el resultado electoral como una vía para buscar una negociación transicional y salir del problema lo más elegantemente posible. Pero para eso, otra vez, Falcón tendría que tener votos para ganar, algo que los opositores institucionales ven como un pecado mortal. ¿Clarito, no?

luisvleon@gmail.com


Las últimas horas libre



Lula, rodeado por una multitud. (Reuter)

Misa, memoria y show, la colorida despedida de su gente en el acto de San Pablo. El ex presidente aprovechó la concentración frente al sindicato para un discurso cargado de gestos.


Por Eleonora Gosman

Yo no soy un ser humano. Soy una idea que se mezcla con las ideas de ustedes. Ustedes tendrán que convertirse, en el futuro, cada uno en un Lula”. Esta fue una de las frases que pronunció el ex presidente en el acto que protagonizó junto con sus compañeros gremialistas y los diferentes partidos de la izquierda, en las horas previas a “presentarse” ante sus carceleros.

El día había amanecido con emociones fuertes para el ex jefe de Estado. Sus hijos no lo abandonaron ni un minuto, desde el momento que decidió alojarse en el Sindicato de Metalúrgicos del ABC en San Bernardo del Campo, en las afueras apenas de San Pablo, el sitio donde creció como sindicalista y político.

A media mañana, un grupo de sacerdotes católicos con pastores evangélicos y lutheranos oficiaron una misa en homenaje a Marisa Leticia, su esposa, fallecida exactamente hace un años, en 2017.

Lula nunca perdonó a quienes, supuso, eran los verdaderos causantes de la muerte prematura de su compañera.. “Este no es un momento fácil para mi familia” se condolió. “Y quiero decir, la muerte de Marisa fue anticipada por los jueces y fiscales que maltrataban las figuras no solo mía sino también de mis hijos. A ella la masacraron”.

Pero el tono de este político distó y mucho de ser el de la venganza y la tristeza. Y marcó que respetaría la orden judicial. Se mostró, en todo momento, con un humor impecable que lo acerca precisamente a los sectores de las clases más bajas. Como escribió un periodista en el diario Folha de Sao Paulo: “El hecho es que Lula parece siempre sentirse feliz en el medio de la masa popular. Y su buen humor resiste las situaciones más difíciles”.

La multitud se mostró bronca frente a la detención de su líder, no querían este desenlace. Las consignas eran inequívocas: “Lula no te entregues!”, “Lula vive” y “Lula guerrero del pueblo brasileño”.

Hasta el párroco de 86 años que pronunció la homilía, y que sin duda perteneció a la franja de los curas tercermundistas, se contagió del momento. “En la memoria del pueblo brasileño quedará marcada la historia de estos días como la lucha por la resistencia y la democracia” y concluyó con la consabida consigna: “El pueblo unido jamás será vencido” y la gente repitió el lema.

No faltaron, durante la ceremonia religiosa, referencias al Papa Francisco. Y vinieron del lado menos esperado. Fue la ex presidente Dilma Rousseff que leyó un párrafo escrito por San Francisco de Asís: “Por quien el Papa tomó su nombre”, recordó la ex mandataria.

El ex presidente demostró que tenía intacta esa capacidad notoria de mezclar la política con las historias de vida. Eso hizo cuando contó que en sus épocas de dirigente sindical solía tomar “una copita de coñac para limpiar mi garganta”, antes de discursear.

Tuvo también tiempo y ganas de relatar que en 1979, desde ese sindicato metalúrgico se encabezó una huelga extraordinaria del sector “y conseguimos el mejor arreglo que se podía imaginar con un reajuste de 15% y varias concesiones patronales. Fue en la negociación con las terminales automotrices. Pero ocurrió que los obreros no aceptaron ese convenio y me pasaron a llamar traidor”.

En su memoria quedó marcado el tiempo que les demandó superar esa marca. “Demoramos un año en recuperar la confianza de la gente. Y fue entonces cuando emprendimos una paro de 41 días. En esa época fui preso. Y mis carceleros me decían: ponga fin a esa huelga. Yo les respondía: no voy a poner fin a nada. No soy yo el que decide sino los trabajadores por su propia cuenta”.

De acuerdo con el ex presidente, mirando a la gente que lo escuchaba, sintetizó: “Ahora estamos en la misma situación. Estoy siendo procesado por un departamento que no es mío. Todos mintieron que era mío. Y por eso estoy indignado”. El mensaje duro casi una hora, y quizá fue uno de los mejores de su carrera.


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La democracia sin cultura se llena de estupidez

En Sils María, donde al profeta del nihilismo se le reveló Zaratustra y el eterno retorno, el ensayista, conferencista y fundador del Nexus Instituut, Rob Riemen, siendo invitado a un ciclo de conferencias junto a otros pensadores, se pregunta por el futuro de una Europa (y por lo tanto de Occidente) que se resquebraja espiritualmente cumpliendo el vaciamiento de sentido que Nietzsche, lúcido hasta la locura, avizoró.
Por Harrys Salswach.-

Es el mismo paisaje, un lago rodeado por pinos y montañas cubiertas de nieve, cuya belleza hizo que los ojos de Proust se llenaran de lágrimas. La Arcadia suiza, con su silencio hermoso, aire puro, el esplendor de la naturaleza y una tradición de pensamiento que es expresión de lo que fue el continente, es ahora el mirador desde el cual la propia cultura, o lo que queda de ella, ruinas, ve su desfallecimiento.
En Para combatir esta era (Taurus, 2018), se reúnen dos ensayos que bien han podido ser parte del anterior libro del holandés (Nobleza de espíritu, Taurus, 2017) que, no sin cierto temerario candor y optimismo, reclama a los intelectuales y a la sociedad la traición del testamento fundacional de Europa y Occidente, el cultivo del alma. Como anota Cicerón “Cultura animi, philosophia est”. Quien esté atento al accionar de las ideologías, de la puesta en marcha de unos engranajes que todo lo trituran hasta devastar naciones enteras, no puede menos que conmoverse con la insistente apelación a la labranza del alma que Riemen reitera en ambos libros. La democracia no se salva de la mirada de Riemen, sin cultura devendrá en la organización de la estupidez, esa forma de la maldad.
El diagnóstico es irrebatible en estas “Consideraciones urgentes sobre fascismo y humanismo”, como dice la baja: la vulgarización del hombre en función de “los peores sentimientos irracionales: resentimiento, odio, xenofobia, ansias de poder y miedo”; el vaciamiento de todo significado que trascienda o conduzca a instancias superiores del espíritu y dé la bienvenida a los apetitos más feroces e inmediatos; la degradación del arte en nombre de una democratización del talento (y los significados) que es su perdición y olvido para complacer a unas masas ignorantes cuyos resabios la hacen inmune a toda búsqueda de “la verdad, la bondad, la belleza, la amistad, la justicia, la compasión y la sabiduría”; la adoración del nuevo becerro de oro que en cada versión hace fotos más nítidas de sus usuarios sonriéndose a sí mismos a una velocidad de repetición suicida; la ciencia extirpada de toda normativa sustancial, el desarrollo de una estulticia integral que se expresa en un lenguaje anacoluto, precario y sexualizado hasta el sinsentido, no pueden sino desembocar en tiranías de cualquier signo, en totalitarismos colectivistas que reduzcan al hombre y el mundo a una cáscara sin contenido y en el que el pensamiento está bajo sospecha. Y he aquí donde Riemen no ajusta la mira de sus binóculos morales, porque la consecuencia para él irremediable de este panorama desolador, es el resurgimiento del fascismo en Occidente. ¿Entenderá el ensayista el fascismo como el capítulo nacionalista del comunismo o su contendor imaginario?
Como parece ser una tradición en la intelectualidad europea y no menos dramática, latinoamericana, el comunismo, la ideología criminal que aún cercena vidas como lo haría una bestia hambrienta, y sus siempre indulgentes y no menos fámulos socialistas, no desvelan al autor. El fascismo, que si el lector quiere lee “comunismo” a lo largo de todo el libro y se calza los zapatos de esa versión italiana de la voluntad de poder, es para Riemen la única amenaza ideológica latente en Occidente. Y como no hace mención a este conjunto familiar: el comunismo y sus crías, nazismo y fascismo, es de creer que China, Cuba, Laos, Venezuela, Vietnam, Corea del norte, por nombrar algunos países, no son amenazas porque ya se han materializado, no son Europa, y han rechazado todo referente Occidental aunque su ideología sea irreductiblemente deudora —de una u otra manera— de esa tradición de pensamiento que admira Riemen.
Es una hora menguada para el cultivo del alma, se siente con admiración el despropósito de tan noble tarea asumida por Riemen. La dama Europa por la que espera su regreso, acompañada de dos nobles caballeros como Thomas Mann y Albert Camus, está hoy avergonzada de sí misma, de sus logros y civilización, del tesoro de su cultura y su belleza, fustigándose el haber sido faro de la humanidad, culpándose de los ataques terroristas que padece y paralizada ante sus perpetradores, abdicando de su fuerza moral, de su espíritu ordenado a la trascendencia, de la tradición que tantas vidas costó honrar, para terminar siendo un continente asfixiado por mano propia, buscando hojas de parra para cubrir sus vergüenzas y no ofender al Otro. Quizás en tiempos tan pueriles y grotescos, lo mejor sea resguardar la libertad leyendo a los tan admirados por Riemen, Mann, Camus, Whitman, Sócrates y Spinoza. Mientras, el mundo parece tomado por los desalmados.



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Fuente: laexperienciadeleerhs.blogspot.com.es

El inolvidable padre Franceschini

Avegno: Un pueblo perteneciente a la región de Córcega, Departamento de Alta Córcega (en francés: Haute-Corse, en corso: Corsica Suprana),  ubicada al norte y al oeste con el Mar Mediterráneo.

El padre Juan Bautista Franceschini era originario de Avegno –un pueblo de la Isla de Córcega, Francia-, una población de profundas raíces italianas, a pesar de más de dos siglos de soberanía francesa sobre ese territorio insular. Llegó a Venezuela, estableciéndose en San Sebastián de los Reyes, en 1866.


Por José  Obswaldo Pérez


EN EL MES DE NOVIEMBRE de 1877, el Doctor Juan Bautista Franceschini, párroco designado de Ortiz, comenzó a ejercer sus actividades eclesiásticas al frente de la Parroquia Santa Rosa de Lima. Venía de realizar su postulado en la población de San Sebastián de los Reyes, donde llegó hacia la década de los 60, junto con un hermano llamado Felipe. No sabemos cuáles fueron las condiciones históricas de su llegada a esta parte del actual estado Aragua. Al menos se sabe, por documentos eclesiásticos, que por esa fecha ejerció como cura en Camatagua y después en San Sebastián, donde no sólo se dedicó al ejercicio sacerdotal sino también a la enseñanza de las primeras letras y el catecismo en los niños de esa localidad.


El padre Franceschini, al igual que su hermano,  era  de Avegno. Un pueblo perteneciente a la región de Córcega, Departamento de Alta Córcega (en francés: Haute-Corse, en corso: Corsica Suprana),  ubicada al norte y al oeste con el Mar Mediterráneo. Era una población de profundas raíces italianas, a pesar de más de dos siglos de soberanía francesa sobre ese territorio insular (Franceschi González, 2002).


Fue hijo legítimo de Félix Franceschini, quien falleció en 1860 y de María Juana Mariani, miembros de una modesta familia de agricultores. También, nos asegura la historiadora  Laetizia Castellani – profesora de la Universidad de Córcega, en Francia- que tuvo otro hermano Carlos María, quien era soltero en 1851. Al respecto, Castellani (2023) señala que este familiar fue terrateniente de la zona, aunque su unidad de producción fue disminuyendo:


“A principios de la década de 1870, Charles Marie poseía casi 10 hectáreas, lo que lo convertía en un terrateniente promedio. Su patrimonio fue posteriormente reducido. Es sorprendente que sus hermanos no sean mencionados ni siquiera en América...”, nos afirma en un texto de email.


Igualmente, la citada historiadora indica que tuvo dos hermanas Caterina y María Domenica Franceschini Mariani. Esta última, según Castellani, padecía de retardo mental. Agrega la investigadora que ningunos de sus hermanos:


“En 1866, ninguna de sus tres hermanos estaba casado, su hermano Charles Marie también era soltero. El padre Don Félix murió en 1863. Es sorprendente que Jean Philippe se fuera sin regresar en estas condiciones. Su partida conlleva a un riesgo significativo de ausencia de descendientes varones, aunque Carlos María todavía estaba en edad de casarse. Una de las hijas, Marie Dominique, es estúpida.”


Siguiendo el relato que nos facilita la profesora Castellani, los Franceschini Mariani era una familia numerosa y, según un censo del año 51, todavía convivían junto a sus padres incluyendo el sacerdote Juan Bautista, personaje que tratamos de reconstruir en esta historia. Pero, dejemos a nuestra informante explicar los pormenores, incluso, ¿dónde estudio el padre Franscechini?:


“En 1851, Jean Baptiste todavía vivía en Aregno con su familia.  El hogar está formado por un gran número de personas, lo que demuestra el deseo de evitar la dispersión del patrimonio. No sé dónde estudió Juan Bautista. ¿Está realmente en Aregno en 1851 como sugiere el censo? Generalmente los sacerdotes que se establecen en América han estudiado en Italia. El seminario de Ajaccio abrió sus puertas en 1835, pero los sacerdotes continúan siendo entrenados localmente en sus parroquias o en colegios. Sin embargo, a partir de 1852, los sacerdotes ordenados estaban teóricamente obligados a someterse a exámenes durante cinco años consecutivos, una medida que no siempre se aplicaba”.


Designado párroco de Ortiz

Su llegada a Ortiz ocurre tras la muerte del padre Cipriano González, ocurrida el 18 de septiembre de 1877. Con el vienen su hermano Felipe Franceschini  y su familia. Este se había casado en San Sebastián de los Reyes, el 9 de noviembre de 1868, con la señora María Jesús Zumbado Padrón, natural de Caracas e hija de Fernando Zumbado Cabrera  y de María del Rosario Padrón. Esta pareja tuvo como hijos a: María Juana Adelaida, quien nació en San Sebastián de los Reyes, actual Estado Aragua, el 16 de diciembre de 1869 y fue bautizada en San Francisco de Cara, el 25 de enero de 1870. Fueron sus padrinos sacramentales su tío el presbítero Juan Bautista Franceschini y la señora Concepción Martínez de Peña.


Seguidamente, Brigida María Antonia, nació en San Sebastián de los Reyes, actual estado Aragua, el 26 de mayo de 1871 y fue bautizada en la Iglesia Parroquial de esa localidad el 17 de agosto del referido año. Fue su padrino de bautizo el general  Juan Nepomuceno Paúl.  Contrajo matrimonio en la Iglesia Parroquial de Santa Rosa de Lima de Ortiz, con don Olegario Ramón Ramos y son los padres de: Carmen, Lorenzo Antonio Ramón y Cipriano Ramón de las Mercedes Ramos Franceschini. De esta línea genealógica nos referimos en el apartado siguiente.


Félix, nació el 27 de noviembre 1875 y fue bautizado en la Iglesia Parroquial de San Casimiro de Gúiripa,  actual Estado Aragua , el 24 de mayo de 1876. Fue su padrino su tío el prebístero Juan Bautista Franceshini.  Este Félix, el 12 mayo de 1894, fue testigo de la golpiza que recibió Ramón Mendoza, un vecino de Valencia, por su atacante Juan Antonio Paúl, durante un Velorio de Cruz de Mayo en Ortiz.


Bárbara  María del Carmen, quien nació en San Sebastián de los Reyes, el 20 de mayo de 1873 y fue bautizada el 16 de julio de ese año, siendo su madrina su tía Carmen Zumabado. Casó con Ramón Marsella, hijo de Juan Marsella, en boda celebrada en Ortiz,  el 11 de noviembre de 1896. Fueron testigos del matrimonio Estalindao Cabrera y su hermana Juana Franceschini. De esta pareja es Dolores Marsella Franceschini, quien contrajo matrimonio con Daniel Ramón Scott Gutiérrez, hijo de Antonio Scott Bolívar y de Sofía Gutiérrez. Siendo los progenitores de Marcial Scott Marsella.


Carlos, natural de San Sebastián de los Reyes,  había nacido 1881 y fallecido en Ortiz, el 19 de agosto de 1911. Tenía 30 años de edad y era soltero cuando murió.


Finalmente, María de Jesús Franceschini Zumbado, quien nació el 28 de noviembre de 1882 y fue bautizada en la Iglesia Parroquial de San Sebastián de los Reyes, el  11 de agosto de 1884, siendo su madrina Graciosa Acosta.


Los Ramos Franceschini


Esta línea surge del matrimonio de Olegario Ramón Ramos, hijo legítimo de Ramón Ramos y de Carmela Ramos, quien había nacido en Santa Rosa de Lima de Ortiz, el seis de marzo de 1865, con Brigida María Antonia Franceschini Zumbado. Pareja que procrea, al menos, cinco hijos que sabemos: Carmen María, que nació  en Ortiz, el seis de junio de 1893 y fue bautizada en el lugar  el 25 de agosto de 1893, siendo sus padrinos Silvestre M. Ramos y Epifanía de Matute; Emilia Josefa; Dionisio de Jesús, quien nació el 9 de octubre de 1906, siendo sus padrinos Ramón Ramos y Lucía Báez; Joaquín Antonio ,  el cual nació en Ortiz, el 16 de agosto de 1908 y fueron sus padrinos de bautismo Ismael Capote y Ana Julia Arana de Loreto y Cipriano Ramón de las Mercedes Ramos Franceschini, quien nació en San Sebastián de los Reyes,  el 27 de enero de 1911 y fue bautizado en la misma ciudad el 13 de marzo de 1912. Fueron sus padrinos Ramón González Espinoza, representados por Francisco Fileno González y Graciosa Acosta. La ceremonia bautismal la realizo el presbítero Bachiller Ramón E. Silva.


Al respecto a este último de los vástagos de los Ramos Franceschini, tuve el placer de conocerlo y compartir amenas charlas con él sobre algunas vivencias del pasado de Ortiz. Fue artesano, gallero y funcionario público. Casó con Obdulia Barrios, oriunda de San Francisco de Tiznados, con quien hubo descendencia (Rodríguez Mirabal, 2012;   p.174).


María Antonia Franceschini fue sepultada en Ortiz, el seis de septiembre de 1956. Tenía 82 años cuando dejó de existir en el Hospital de San Juan de Los Morros, donde recibió los hospicios espirituales.” Fue una mujer blanca, alta; ya con muchas canas”, nos la describe la señora Ligia Rodríguez de Baloa, quien la conoció cuando era muchacha. Igualmente,  mucho antes de su muerte, un recuerdo nos relató recientemente su nieto el profesor Rafael Ramos Barrios: Doña María sufrió un accidente doméstico en su hogar, se cayó fracturándose el fémur y pese que se curó quedó padeciendo de esa dolencia.


Igualmente, una anécdota registra en el periódico El Verbo Liberal de Villa de Cura, quien recoge una parte oscura de la historia de esta familia, en una pequeña crónica noticiosa, en la que se le vincula con un escándalo pueblerino. Escribe el corresponsal del periódico, bajo el título “Zalagardas” la información de que en Ortiz los domingos son algo turbillosos, pues a decir de El Telescopio, hubo algo inmoral entre el cura y el señor Olegario Ramos, “que principio, dice el colega, en la parte llamada La Plazoleta, siguió hasta a esquina del León y aún dura! En el mismo día, J.V. Acosta corrió por la calle de El Comercio detrás de una dama armado de un chaparro, y Rafael Pérez en un rapto de celos, cortó los cabellos a una mujer llamada Celsa González. ¡Buen modo tienen los habitantes de Ortiz, de satisfacer el domingo, pues hasta el cura bebe caldo!”. Estos acontecimientos fueron publicados por El Telescopio, en la edición de septiembre de 1886.


El hecho inmoral entre el sacerdote y el señor Olegario Ramos, como dice el citado periódico, nos presupone a pensar en los días en que el señor Olegario andaba de amoríos con la señoritaMaría Antonia.


Hombre bueno e inteligente


El padre Franceshini tiene, en su atrayente vida humana, el haber sido un buen e inteligente hombre al servicio de la Iglesia. Se dice que renunció a ser obispo por no naturalizarse venezolano, “no porque no quisiera el país, sino que le parecía que dejar de ser italiano era como renegar de sí mismo”, se narra en la novela Casas Muertas,  donde es personaje narrativo, junto con otro actores secundarios, como la ama de llaves de la casa parroquial, la beata Hermelinda,  quien revive el pasado de Ortiz tomando como referencia la vida religiosa del pueblo; en particular, las de sus párrocos como Franceschini. Dice nuestra devota religiosa, al describir al sacerdote francés en el relato de Miguel Otero Silva, lo siguiente:


“El padre Franceschini, con su musical acento italiano, derramaba un sermón elocuente desde el púlpito de Santa Rosa y prometía, después de hacer llorar a sus feligreses con la pasión de Cristo, convertir aquella iglesia en una de las más bellas de la provincia venezolana. Los altares estaban llenos de flores cortadas en los jardines de Ortiz y la Virgen del Carmen no se resignaba a las flores blancas de papel con lunares de moscas sino que al pie de su imagen terminaban de abrirse las mejores rosas del pueblo “.


Ciertamente, el padre Franceschini es uno de los promotores de la reconstrucción de la Iglesia Santa Rosa de Lima de Ortiz. En 1886 presidió la Junta de Fomento que  se dedicó con esfuerzo rescatar de dicho templo, el cual se hallaba en “desmejoradas” condiciones por la “presión del tiempo”. Dicha Junta, además, se encargó de recolectar fondos entre los vecinos, con lo cual reunió un total de 500 pesos que, en gran parte, ayudaron para comenzar la recuperación del templo.


Ricardo Núñez Gómez, joven periodista y educador cumanés residenciado en Ortiz - por iniciativa del gobierno de Antonio Guzmán Blanco, quien promovía la educación gratuita-, daba cuenta del mal estado en que se encontraba el templo orticeño, en el periódico El Indicador de Villa de Cura. Sin duda, aquellas notas periodísticas motivaron al presidente de la República, el general Joaquín Crespo Torres, para que se comprometiera - durante una visita al pueblo de Ortiz, el 13 de mayo de 1886- a emprender “… toda su ascendente en la administración actual de país, para que el Tesoro Nacional erogase inmediatamente la cantidad de mil pesos, como contingente (...) a la reedificación del templo de esta ciudad".


Dice Núñez Gómez, en otro artículo publicado en El Progreso de Calabozo que, para junio de ese año, el gobierno ya había desembolsado los mil pesos prometidos y los mismos habían ingresado a la tesorería de la Junta Inspectora de la Fábrica de la Iglesia.


El 8 de diciembre de 1896, el presbítero Franceschini señala - en una carta dirigida al Ministerio de Obras Públicas (MOP)-, los adelantos de la reedificación, mencionando que faltaba el techado y que los trabajos se habían interrumpidos desde 1895. "En esta obra se ha invertido (aproximadamente, hasta el último del mes próximo pasado) veinticinco mil pesos o sean cien mil bolívares", apunta el emprendedor sacerdote.


Más adelante el párroco destaca que " para poner este edificio a punto de techarlo, falta pues, concluir el presbiterio y cuatro columna con cinco arcos por cada lado de la nave del centro", acota.


Se desprende en la misma misiva del Padre Franceschini que el edificio se había principiado a construir en el mes de julio de 1886. A finales de 1888 estaba terminado todo el frente y casi todas las paredes laterales de la nave derecha e izquierda, siguiendo el plano del ingeniero Hurtado Manrique. Hurtado Manrique concibió la obra en el denominado estilo neoclásico y según la tradición, el diseño era una réplica de una Basílica de Roma. Lamentablemente, Hurtado Manrique murió antes de culminar la iglesia, quedando construida parcialmente.


Para principios de 1893, durante una inspección de los trabajos de construcción, los ingenieros Jesús Muñoz Tebar y Mister Block examinaron y aprobaron la obra por su solidez y clase de material usado en ella. En la fábrica se había invertido aproximadamente 25.000 pesos o sea, 100 Mil Bolívares.


Este hombre de Dios, fue un sujeto polifacético, uno entre los religiosos más activos que han pasado por Ortiz. Fue docente y dirigió una escuela privada para niñas; formó parte de la Junta de Instrucción Pública a finales de 1888. Presidió grandes fiestas religiosas, hasta se atrevió a meterse en la política, arriesgarse para anteceder por un armisticio promovido por Crespo, contra sus adversarios políticos.


En 1895, el padre Juan B. Franceschini y el Concejo Municipal organizaron una actividad cultural para conmemorar el Centenario de Sucre, con la participación de cinco niñas vírgenes en una pequeña obra donde las escolares Cristina Paúl representaba a Venezuela, Beatriz Rodríguez a Colombia, Julia Mercedes Reyes a Perú, entre otras, los demás países libertarios de Bolívar.


El rostro del padre Franceschini es revelado como un hombre de “…tez muy blanca, de ojos claros y pelo rubio”, según descripción de la maestra Beatriz de Rodríguez, recogida por su nieto el profesor Fernando Rodríguez Mirabal, Cronista Municipal de Ortiz.  En 1900, el padre Franceschini regresa a San Sebastián de los Reyes. Allí continuará ejerciendo la labor sacerdotal. No sabemos si allí morería años después.