Tiznados: El acento de un pueblo guerrero

Desde punto de vista histórico, Tiznados fue un antiguo sitio y hato que perteneció a Don Agustín Cevallos, en el siglo XVII. Para 1722, en este lugar existía una capilla pública que funcionaba como la “matriz y la principal”, junto a siete capillas aledañas. La unidad geográfica inmediatamente precedente al lugar fue el hato, cuyo nombre y perímetro sirvió para configurar y denominar el Valle de Tiznados. ...................................................................................................................................................... José Obswaldo Pérez *
TIZNADOS es topónimo hispánico, cuya voz identifica a un hidrotopónimo y un área geográfica, especialmente a las actuales parroquias San Francisco, San José y San Lorenzo de Tiznados. Según las Crónicas de Indias, el nombre fue puesto por los españoles a un grupo de indígenas de origen caribe que habitaban esa región en el siglo XVI. Estos indígenas llamados “tiznados” tenían los rostros pintados de ciertas rajaduras creados por ellos. Se sacaban alguna sangre sobre la cual ponían tizne o carbón molido y sumo de hierba mora, con lo cual quedaba su pintura señalada para siempre en sus cuerpos.

Esto demuestra que los indígenas se provocaban heridas en el rostro sobre cuya incisión se pintaban tatuajes permanentes. Según explica el Diccionario de la Real Academia Española, tiznado proviene de tiznar: “manchar con tizne, hollín u otra materia semejante”. Estos indígenas estaban habituados a costumbres guerreras (Ortega, 1992:51).

A través de investigaciones etnológicas y arqueológicas realizadas en la región de la Sierra de Tiznados se puede reconstruir, aunque muy parcialmente, algunos aspectos del nivel de desarrollo cultural de aquellas comunidades indígenas asentadas en el espacio que nos ocupa. Por ejemplo, el doctor José María Vargas creyó reconocer cráneos hallados en sitios de la Sierra, caracteres de una raza Caribe, dominadora del bajo Orinoco y las pequeñas Antillas. Se cree que sus apreciaciones parecen corroboradas por el concepto de Sivers, en la geología y geografía de esta cordillera.

Estudios etnohistóricos recientes elaborados por el doctor Adolfo Rodríguez y el antropólogo Carlos Ríos Roldán, entre otros investigadores de la Escuela de Antropología de la Universidad Central de Venezuela, han podido encontrar vestigios de esas culturas en el sitio de Paya Arriba, en la actual jurisdicción de la Parroquia de Parapara, representados en utensilios de uso domestico como platos, vasos, figuras de barro en general, piedras trabajadas o lítica, entre otros elementos.

 Desde punto de vista histórico, Tiznados fue un antiguo sitio y hato que perteneció a Don Agustín Cevallos, en el siglo XVII. Para 1722, en este lugar existía una capilla pública que funcionaba como la “matriz y la principal”, junto a siete capillas aledañas. La unidad geográfica inmediatamente precedente al lugar fue el hato, cuyo nombre y perímetro sirvió para configurar y denominar el Valle de Tiznados. Hidrográficamente es un importante afluente que cae al río Portuguesa, e inunda a todos los hatos de ganado que hay en sus márgenes y vegas circunvecinas.

Dice Aguado (1535-1589) que fue un nombre puesto por los españoles: “...a causa de que la gente de aquella provincia todos traían los rostros pintados de ciertas rajaduras que en ellos se hacían, haciéndose y sacándose alguna sangre, sobre la cual ponían tizne o carbón molido y zumo de yerba mora, y quedaban las pinturas señaladas siempre. De esta manera de galanía usan algunas naciones de moros de la costa de Berberia”. (Aguado, 1987, T.l:23).

 La raíz indohispánica de Tiznados va acompañada con el nombre de San Francisco, el Señor San José y San Lorenzo, como producto de un manifiesto sentimiento religioso de los colonizadores, los cuales los llevó a designar a numerosos centros poblados prehispánicos y, más tarde, a los surgidos durante la Colonia, con nombres del santoral romano. De este modo se hizo muy usual que el nombre religioso estuviese seguido por uno indígena. El primero respondía a los requerimientos de los fieles o de los sacerdotes y obispos, mientras el segundo a lo geográfico o a lo tradicional. El nombre religioso era el impuesto y nombre indígena era el autóctono (Vila, 1979)

 Sin embargo, el sentido común del pueblo acoge la brevedad de los nombres, lo cual fue acortando con manifiesta tendencia a hacer que subsistiera el término de origen indígena. Esto ocurría sin adoctrinamiento alguno; así, la expresión cultural de lo autóctono -como son los nombres de pueblos, parajes y accidentes geográficos de raíz indígena-, predominó sobre el vocablo aportado por la cultura introducida. Unos ejemplos son los nombres como San Francisco, San José y Santa Rosa de Lima, los cuales son hagliotopónimos productos del sentimiento religioso durante la colonia, referentes a figuras venerables por las comunidades que respondían al intenso culto mariano o franciscano. Aunque, en 1988 se intentó cambiar o bautizar el nombre de San Francisco de Tiznados por Ciudad Roscio, propuesta formulada sin éxito por la Corporación de Desarrollo de la Región de los Llanos, CORPOLLANOS.

 En definitiva, un proceso de traslación toponímica dio origen al nombre de San Francisco de Asís de Tiznados. Nombre que surgió como hagliotopónimo en 1746, cuando ya había en este lugar cura e iglesia parroquial dedicada a San Francisco de Asís. Es la referencia más antigua del nombre de la población, lo que se confirma en una matrícula de 1758, cuando ya tenía 1.763 habitantes y era cura propio, el párroco Santiago Armada. Pero, muchos años antes, Tiznados se conocía con los términos a secas de “sitio Tiznados”, “Valle Tiznados” y “Partido Tiznados” (1720), cuya extensión geográfica abarcaba hasta lo que en el presente conforman los tres municipios de la Cuenca de Tiznados; mientras, el Señor San José de Tiznados aparece en 1780 y San Lorenzo de Tiznados en 1992. El primero por disposición eclesiástica y el segundo por decisión legislativa, promovida por el Concejo Municipal de Ortiz.

  NOTAS BIBLIOGRAFICAS
 BOTELLO, OLDMAN (1998): Los Tiznados. Caracas: Congreso de la República. Ediciones de la Cámara de Diputados
CARVAJAL, (FRAY) JACINTO (1956): Relación del descubrimiento del río Apure hasta su ingreso en el Orinoco. Madrid: Edime.
CASTILLO LARA, LUCAS G (1984): San Sebastián de los Reyes. La ciudad Trashumante. Tomo I. Caracas: Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia.
CORPOLLANOS (Octubre, 1988): Estudio Integral de la Cuenca del Río Tiznados. Calabozo: Rodríguez Hurtado, J & Asociados C.A Gaceta Oficial del Estado Guárico. Ley de División Político-Territorial del Estado Guárico. San Juan de los Morros, 30 de Mayo de 1992.
ORTEGA, MIGUEL ÁNGEL (1992): La Esclavitud en el contexto agropecuario colonial. Siglo XVIII. Caracas: Editorial APICUM, colección Otro Discurso Nº 2
PÉREZ, JOSÉ OBSWALDO (2005,06 Diciembre) La Iglesia de San Francisco de Tiznados (I). San Juan de los Morros: Diario El Nacionalista, p A-4
RODRÍGUEZ, ADOLFO (1994): El estado Guárico. Orígenes, Mundo y Gente. San Juan de los Morros: Ediciones de la Comisión regional Conmemorativa del V Centenario del Encuentro de Dos SIMÓN, PEDRO (1882): Noticias Historiales de las conquistas de Tierra Firme en la Indias Occidentales (1924). Bogota.
VILA, MARCO A (1978): Antecedentes Coloniales de Centros Poblados de Venezuela. Caracas: Ediciones de la Facultad de Humanidades, UCV.
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*José Obswaldo Pérez es periodista, profesor universitario e historiador venezolano.
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