Friedrich Nietzsche
(1844-1900) consideraba a la mayoría de filósofos, incluyendo a los ya
nombrados Fichte y Hegel, como estafadores inconscientes. Pensaba que
donde entraba Alemania destruía la cultura. Nunca fue antisemita. Hablo
en contra de la democracia y contra los parlamentos; pregonaba el poder
favorable a la guerra; pregonaba la venia de la raza señorial, así como
el superhombre; pregonaba en contra del Cristianismo como perversión. En
lo referente al Estado estimaba que “la sociedad nunca ha considerado
la virtud como otra cosa que un medio para conseguir la fuerza, el poder
y el orden. El Estado es inmoralidad organizada...voluntad de guerra,
de conquista y de desquite…” La sociedad no debería existir para su
propio fin, solo
como subestructura y escalonamiento, para que la raza selecta pueda
subir a deberes más altos. El superhombre es el magnífico animal rubio
buscando despojos y victoria. “Debéis
amar la paz como medio para una guerra nueva, y la paz más corta que la
larga. No os aconsejo que trabajéis, sino que luchéis. No os aconsejo
la paz, sino la victoria…Decís que una buena causa santifica incluso una
guerra. Yo os digo: es una buena guerra lo que santifica cualquier
causa. La guerra y el valor han hecho cosas más grande que la caridad”.
Por último hizo la profecía que llegaría la elite que iba a gobernar al
mundo y de la que surgiría el superhombre (Shirer, 1962; pp.116 -117).
Richard Wagner
(1813-1883). Representaba un fanático odio contra los judíos que según
él iban a dominar el mundo a través del dinero. También estaba en contra
de los parlamentarios, al igual que a la democracia, el materialismo y
la mediocridad de la burguesía. Pero no fueron estos escritos políticos
los que inspiraron a Hitler sino las operas del músico que recordaban a
la antigua germana, los mitos heroicos, los dioses paganos, los
demonios, los dragones las disputas sangrientas, el destino, lo
agradable del amor de la vida y la nobleza de la muerte. Hay dos personajes en esta historia, ambos de una profunda cultura y amplia erudición, de gran experiencia viajera y ambos extranjeros. El francés y conde Joseph Arthur de Gobineau (1816-1882) y el inglés Houston Stewart Chamberlain (1855-1927),
ambos crearon doctrinas raciales que parece ser que solo los alemanes
las tomaron en serio. “No hay probablemente ninguna exageración al
decir, como personalmente lo he oído afirmar a más de un seguidor de
Hitler, que Chamberlain fue el fundador espiritual del Tercer Reich”
(Shirer,1962; p.121).
Hay
que destacar que Shirer presenció la ascensión de Hitler al poder. Fue
testigo de cómo implanto la dictadura, así como la destrucción del
imperio nazi. Fue corresponsal en Alemania y cronista de guerra. Su
libro Auge y Caída del Tercer Reich duro catorce meses en el primer lugar como el libro más vendido en EE.UU. Al respecto, el
Dr. Juan Federico Arriola Cantero afirma que “es Houston Stewart
Chamberlain, de origen inglés y naturalizado alemán, quien más influyó
en el nacionalsocialismo como teórico del racismo. Este intentó
demostrar que todos los genios de la humanidad eran de sangre germana”
(p.139). Además de los más conocidos alemanes, colocaba en su lista
Alejandro Magno (356-323 a.C.), Julio Cesar Cayo (1oo-44 a.C.), Leonardo
da Vinci (1452-1519) Galileo Galilei (1564-1642) y Francois Marie
Aroquet, llamado Voltaire (1694-1778). Pero lo peor de su tesis es la presunción de que Jesucristo (4 a.C.- 29 d. C), aproximadamente, era ario. Hay que agregar que Hitler conoció a Chamberlain antes de escribir Mein Kampf, aunque ya este era un anciano seguramente influyó y le sirvió para reafirmar sus teorías racistas.
Joseph Arthur de Gobineau (1816-1882). Escribió cuatro volúmenes que llevan por título Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas.
Para él lo principal de la historia y de la civilización era la raza.
Según él hay tres razas que son superiores a las demás que son: la
blanca, la amarilla y la negra. La blanca para él era la superior. La
historia del mundo comprueba que toda civilización procede de la raza
blanca y ninguna civilización puede existir sin la asistencia de esta.
Dice Gobineau que
la joya de la raza blanca era aria y el origen había que buscarlo en
Asia Central. Pero, los arios contemporáneos se mezclaron con razas
inferiores y perdieron pureza. Sin embargo, en el noroeste por sobre una
línea aproximadamente por el Sena y hacia el este por Suiza los arios
estaban lejos de la pureza; pero, sobrevivían como superiores en raza.
Esto implica que algunos franceses todos los ingleses e irlandeses, los
países bajos, zonas del Rin y Hannover, los escandinavos excluían a la
mayor parte de los alemanes que estaban al este y sudeste de su línea
que los nazis no pasaron por alto.
Pero,
según Gobineau, los alemanes occidentales eran los mejores de todos los
arios y esto lo tomaron como una verdad. Y, por eso, donde iban los
alemanes llevaban mejoras. “El ario alemán es una criatura poderosa…Todo
lo que piensa, dice o hace es por lo tanto de la mayor importancia.”,
sostuvo Gobineau, según Shirer (1962; p.123).
“La teoría nacionalista de la sociedad y la política incluía, así, tres elementos: las masas, la clase dominante o élite y el líder.”, afirma George Holland Sabine (1880-1961).
Las masas: Que
mejor opinión que la del propio Hitler. “La gran masa de una nación,
decía Hitler, no es capaz ni de heroísmo ni de inteligencia; no es ni
buena ni mala, sino mediocre. En una lucha social es inerte, pero sigue
al vencedor. Su reacción instintiva es el miedo a la originalidad y el
odio a la superioridad pero su mayor deseo es encontrar a sus líderes.
No la conmueven las consideraciones intelectuales o científicas, que no
puede comprender, y es arrastrada sólo por sentimientos vulgares y
violentos tales como el odio, el fanatismo y la histeria. Sólo es
posible dirigirse a ella con los argumentos más simples, repetidos una y
otra vez, y siempre de una manera fanáticamente unilateral y sin ningún
escrúpulo por la verdad, la imparcialidad o el juego limpio.
Las
grandes masas son sólo una parte de la naturaleza… Lo que desean es la
victoria del más fuerte y la aniquilación o la rendición incondicional
del más débil.” (Sabine, 2006; p.664)
En la propaganda Hitler afirmaba: “La
función de la propaganda no consiste en promover la actitud crítica del
individuo, sino en enfocar la atención de las masas hacia ciertos
hechos, procesos, necesidades, etc., cuyo significado se coloca por
primera vez dentro de su campo visual… Toda propaganda debe ser popular y
su nivel intelectual debe ajustarse al de la más limitada inteligencia
de aquellos a los que se dirige. En consecuencia, mientras mayor sea la
masa que se pretende alcanzar, mas bajo debe ser el nivel puramente
intelectual de la propaganda. En caso de propaganda
de guerra, cuyo objetivo es influenciar a todo un pueblo, debe evitarse
plantear demandas intelectuales excesivas al publico… El arte de la
propaganda consiste en entender las emociones de las grandes masas y en
encontrar, con los instrumentos adecuados, el camino hacia la atención y
el corazón de las mayorías.”Hitler. (Romero, 2010; p.32)
La clase dominante o elite
Es
la clase directiva y gobernante, la aristocracia que entrega la
inteligencia para dirigir al Estado, los mejores entre los mejores, es
la que posee las mejores cualidades tomando en cuenta lo racial, como
rechazan la idea democrática de las masas, tienen que entregar los
mejores para dirigir al Estado.
El líder
Es
el primero de la elite nacionalsocialista, el más capaz; y por él se
hace todo, se considera responsable de todo y sus actos no se pueden
contradecir. El líder representa el genio, el héroe, el de la raza pura.
El pangermanismo
Para
1919, el programa esencial de Hitler se asemejaba con el movimiento
nacionalista pangermánico, cuyos objetivos específicos eran: revisión
del famoso Tratado de Versalles de 1919, la unificación de todos los
alemanes en un solo Reich y obtener territorios por la conquista de
colonias fuera de Europa. “El programa del partido nazi en 1920 recogía
estos puntos, y la evidencia sugiere que para aquella época Hitler, al
igual que los pangermánicos, consideraba a Gran Bretaña y Francia, y no a
Rusia, como los principales enemigos de Alemania”, sostiene Aníbal
Romero (p.42).
A
esta opinión se suma la de Hannah Arendt (p.406), quien sustenta que
“El Programa del Partido Nazi de Gottfried Feder con sus famosos 25
puntos ha desempeñado un papel mayor en la literatura acerca del
movimiento que en el mismo movimiento” .
El Estado Totalitario de Hitler
Siguiendo
el esquema del Dr. Tulio Álvarez, el partido especifica su doctrina
basándose en seis postulados: 1) raza superior de sangre alemana 2)
organización jerarquizada y concentración del poder en el Fuhrer 3) el
principio del liderazgo Fubrerprinzip para
identificar Pueblo y Líder 4) supervisión indeterminada de vida tanto
pública como privada 5) justificación de la guerra para reintegrar el
territorio alemán 6) el Estado y el Partido se unen para controlar la
sociedad.
Para
llegar al poder primero intentaron el golpe de Estado en Múnich, el 9
de noviembre de 1923 por intermedio de las SA; pero no pudieron
lograrlo. “Aunque parezca paradójico, el fracaso de la vía violenta del
golpe de Estado abrió el camino; y, la debilidad de un Estado incapaz de
imponer las penas consagradas para castigar tal conducta, facilito la
toma del poder, en forma paulatina, por la vía democrática.” (Álvarez,
p.263).
“Todo
procedimiento legal es lento… pero tarde o temprano alcanzaremos la
mayoría y, con ella, Alemania.”, escribió Hitler (p.36). Y parafraseando
al historiador Jorge Olavarria, fue la forma cómo Hitler llegó a la
cancillería.
En
1923 la economía alemana estaba destruida, la crisis monetaria era
insólita, el Reichsbank “mando a reimprimir los billetes de mil marcos
con un sello que sea decía Ein milliarde mark.
A ello le siguieron billetes de 20, 30, y 50 millardos.”Las empresas y
las municipalidades imprimían su dinero propio. Todo estaba aceptado
para esquivar las reparaciones impuestas por el tratado de Versalles, se
declaro a Alemania en bancarrota y Francia con Raymond Poincaré
(1860-1934) como primer ministro ordeno la ocupación, acompañado por
Bélgica del Ruhr 3.484 Km2 la zona industrial más grande de Europa con una densidad de 1.446 hab/km2 en la actualidad, por lo cual el prestigioso general Erich von Ludendorf decide rebelarse junto con Hitler en el fracasado Putsch de Múnich, el 9 de noviembre de 1923, pero que catapultó a Hitler.
En
los procesos electorales los nazis prosperaban en las votaciones cuando
la situación empeoraba y la crisis de 1929 produjo en Alemania millones
de desempleados y en las elecciones de 1930 los nacionalsocialistas
pasaron de 12 a 103 escaños en el Reichstag, eran la segunda fuerza
parlamentaria. En las presidenciales de 1932 Hitler pierde
en la segunda vuelta la presidencia con el mariscal Paul von Hindenburg
(1847-1934) y este forma un gobierno presidido por el general Kurt von
Schleicher (1882-1934), quien para atraerse a
los nacionalsocialistas con la idear de combatir a los comunistas
autorizo a las tropas de asalto o SA que habían sido prohibidas para que
atacaran a los comunistas y causar temor a la población que los
adversaran. El desorden y la anarquía produjeron la disolución
legalmente del Reichstag, en las próximas elecciones parlamentarias los
nacionalsocialistas lograron mayoría pero no la suficiente para lograr
la formación del nuevo gobierno. Como Hindenburg no quería formar
gobierno con los socialistas disolvió otra vez el Reichstag. En las
elecciones efectuadas el 6 de noviembre Hitler perdió unos escaños
parlamentarios. En enero de 1933, el general Ludendorf -el mismo que
intento el golpe de Estado con Hitler- le envió una carta a Hindenburg,
decía: “Os prevengo de la manera más solemne que este hombre nefasto va
arrastrar a nuestro país al abismo y a nuestra nación a una catástrofe
inimaginable. Las generaciones futuras os maldecirán en vuestra tumba
por haberlo permitido.” Ludendorf se había alejado hacia tiempo de
Hitler, pero Hindenburg termino entregándole la cancillería. “Lo primero
que hizo fue darle carácter orgánico a la estructura paramilitar de las
‘tropas de asalto S.A.’ Centenares de miles de desempleados fueron
militarizados y convertidos en camisas pardas.”(Olavarria, 1999; p.
H/6). Esto para minar la estructura legal, ganar la calle y atemorizar a
sus adversarios.
Volviendo
al esquema del Dr. Tulio Alvárez. El 30 de enero de 1933 Hitler logra
ser Canciller de la Republica Alemana. el 28 de febrero se produce el
incendio del Reichstag (Parlamento), según provocado por el comunista
holandés Marinus van der Lubbe (1909-1934) y se dicta un Estado de
Excepción con lo cual parcialmente se suspendió la Constitución de
Weimar, en lo relacionado con las libertades personales, de reunión, de
prensa, asociación, libertad de expresión y lograba controlar de manera
absoluta el Reichstag para aprobar la
“Ley para la Protección del Pueblo y el Reich el 23 de marzo de 1933
dándole a Hitler plenos poderes legislativos, hay que destacar que todos
los partidos votaron a favor de la ley menos dos, los comunistas porque
estaban excluidos de la votación, y los Socialdemócratas con 94 votos
en contra ,la ley fue aprobada con 441 votos a favor, el único que
protesto contra la ley fue Otto Wels (1873-1939) jefe parlamentario de
los Socialdemócratas quien se enfrento a Hitler, siguió “la Ley para la
Coordinación de los Estados del Reich” el 31 de marzo de 1933. “Ley para
la Restauración de la Función Pública Profesional” del 7 abril de 1933 y
produjo el descarte de izquierdistas y judíos. El 2 de mayo de 1933 la
prohibición de los sindicatos sustituyéndolo por el Frente Alemán del
Trabajo como único sindicato presidido por los nazis. El 8 de julio de
1933 un concordato con el Vaticano para mantener inactiva la oposición
católica ya disueltos sus partidos. El 14 de julio fueron prohibidos los
partidos distintos al nazi. En noviembre 12 de 1933 legaliza todo lo
realizado para esa fecha. En este noviembre de 1933 mediante un
plebiscito el gobierno de Hitler es aprobado en su política por más de
un 93% de los votos. Para el 30 del mismo mes de 1933 es la creación de
la Policía Secreta del Estado la famosa y temible Gestapo y el 1 de
diciembre de 1933 se transformo al Partido en institución pública a
través de la “Ley de Unidad del Partido y el Estado”.
Los
primeros meses de 1934 comienzan las llamadas purgas con la
aniquilación de los dirigentes de las SA, noche de los cuchillos largos
el 30 de junio de 1934 donde asesinaron 170 militantes del Partido entre
ellos Ernest Rohem (1887-1934) jefe de las SA, y
el 1 de agosto Hitler logra la unificación de jefe del Estado y del
Gobierno del Reich, en tan corto tiempo logro obtener el Estado que
durara hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Y por último las
Leyes de Núremberg cuyo autor es Hans Globke (1898-1973) y su ejecutor
Adolf Eichmann
(1906-1962). En cuanto a los campos de concentración, el primero que se
construyo fue en Alemania, el de Dachau cerca de Múnich, el 22 de marzo
de 1933. Dos meses después de la llegada de Hitler al poder, otros en
Alemania fueron: Gross-Rosen, Neuengamme, Rauensbruck, Sachsenhausen,
Bergen-Balsen, Buchenwald y Flassenburg.
Los
principales líderes de los campos de concentración fueron Heinrich
Himmler (1900-1945), Theodor Eick (1892-1943) y Michael Lippert
(1897-1969). Hay que destacar que a raíz de estos crímenes,
el jurista polaco Rafael Lemkin (1900-1959) -de familia judía-, quien
perdió a sus padres en el campo de concentración de Auschwitz creó
el termino genocidio y fue el primer impulsor de estos hechos por lo
que se considera como delito por las Leyes internacionales. Otro caso es
Simón Wiesenthal (1908-2005), el mayor cazador de nazis, quien perdió
toda su familia en el Holocausto.
“El
fascismo, al menos en su versión alemana, es una forma de capitalismo
que toma del socialismo justo las características que lo hacen eficiente
para propósitos bélicos. Internamente, Alemania tiene mucho en común
con el Estado socialista.” (1941 p.66) George Orwell (1903-1950).
En el caso de la propiedad privada, nunca ha sido abolida, los
capitalistas no han desaparecido como tampoco los obreros es por esto
que los capitalistas del mundo tienen simpatías por el
nacionalsocialismo. Pero el Estado que es en realidad el Partido
nacionalsocialista tiene todo controlado, la inversión, las tasas de
interés, las materias primas, las horas de trabajo y por supuesto los
salarios
El dueño de la empresa o fabrica la posee, pero solo como una especie de gerente. De hecho todos
en Alemania son empleados del Estado, pero los salarios son variables.
La eficiencia de esta organización, la supresión de los residuos y
de la obstrucción, es evidente. Es así como en apenas siete años ha
logrado crear la máquina de guerra que el mundo haya conocido. La
esencia del nacionalsocialismo es la desigualdad humana a la
superioridad alemana a regir el mundo. “Por lo tanto, mientras que
una especie de socialismo de guerra existe dentro del Estado alemán, su
actitud respecto a las naciones conquistadas es francamente la de un
explotador.” (Orwell, p.67).
Norma Commissar de Hitler contra la Unión Soviética
“El
carácter que presenta nuestra guerra contra Rusia es tal que debe
excluir las normas caballerescas. Se trata de una lucha entre dos
ideologías, entre dos concepciones raciales. Importa, pues llevarla con
un rigor sin precedentes e implacable. Todos ustedes deben librarse de
sus escrúpulos anticuados. Sé que no comprenden la obligatoriedad que
tenemos de adoptar esta forma de hacer la guerra… pero insisto
formalmente para que mis órdenes sean cumplidas sin discusión. La
ideología soviética está en las antípodas de las que rige el
nacionalsocialismo. Por consiguiente los Soviets deben ser liquidados.
Los soldados alemanes culpables de contravenir las leyes
internacionales de la guerra serán declarados inocentes… La Unión
Soviética no está adherida a la Convención de La Haya y no podrá
reclamar.” (Shirer, 1962; p.208 t.2).
Orden
dada por Hitler a primeros de marzo a los jefes de Estado Mayor de las
tres armas Wehrmacht, Kriegsmarine y Luftwaffe. Con esta disposición
dada por Hitler y pasada por escrito, se puede afirmar que a Hitler no
engaño a nadie, si hay que reconocerle algo, es lo claro que fue, no solamente con los propios alemanes
sino con el mundo. Dio un golpe de Estado y fracaso en el intento. Dijo
que lo intentaría por la vía democrática y lo logra, primero sus
partidarios entraron al Reichstag y después por medio de elecciones y
acuerdos llega a la Cancillería. Dos meses después, crea en Múnich en el
estado de Baviera, la cuna de su Partido, que se lo arrebato a su creador Antón Drexler, en la propia Alemania el
primer campo de concentración, que servirá de modelo para el resto del
mundo, o sea no solo por escrito sus acciones también cuentan, en Mein Kampf
está narrado lo que tenía planeado de llegar al poder: la desaparición
de los judíos, la guerra y el ataque a Rusia. Hace un plebiscitó en
noviembre de 1933 y sus políticas son aprobadas por el 93% de la
población, según cifras que infiere el Dr. J. F. Arriola
Cantero. Sin embargo, la población voto a favor de sus políticas a
menos que el temor al régimen haya sido determinante en el resultado.
Sea por lo que fuera todo estaba escrito en Mein Kampf
(1925). Parafraseando William L. Shirer por muchas palabras que puedan
ir en contra de Hitler, al menos nadie puede imputarle lo arriesgado que
fue al pasarlo por escrito, de forma exacta lo que pretendía para
Alemania, al conquistar el poder y el mundo que quería por medio de la
ocupación armada. “La impronta del Tercer Reich y, lo que es más, del
barbárico Nuevo Orden que Hitler impuso a la conquista Europa en los
años triunfantes entre 1939 y 1945 se hallan expuestos con toda su
aterradora crudeza y con gran extensión y detalle entre las pastas de
este libro revelador.” (Shirer,1962 ;p.98).
Bibliografías consultadas.
Álvarez T. (2012). Instituciones Políticas y Derecho Constitucional. Caracas: Universidad Católica Andrés Bello.
Arriola
J.F. (2008). Teoría General de la Dictadura. Reflexiones sobre el
ejercicio del poder y las libertades políticas. (2008) México: Trillas
Cartier R. (1976) Hitler Al Asalto del Poder. Barcelona España. Librería Editorial Argos, S.A.
Olavarria J. (1999). Como llego Hitler al poder. El Nacional. Historia Viva.
Orwell G. (2003) Ensayos escogidos. México: Editorial Sexto Piso S.A. de C.V.
Romero A. (2010) Tiempos de conflicto. Estudio sobre estrategia y política. Editorial Equinoccio. Universidad Simón Bolívar.
Sabine G.H. (2006) Historia de la teoría política. México: Fondo de la cultura económica.
Shirer W.L. (1962) Auge y Caída del Tercer Reich. Tomos 1 Y 2. Barcelona España. Editorial Luis de Carlt.