El cerro de Boves. Un Topónimo del Municipio Santa María de Ipire
FELIPE HERNÁNDEZ
G.
UNESR/Cronista
de Valle de la Pascua
felipehernandez457@yahoo.es
La toponimia tradicionalmente se ha definido como el estudio y significación del nombre de los lugares localizados en un espacio geográfico. Es una rama de la onomástica que se ocupa del estudio integral, en el espacio y en el tiempo de los aspectos históricos, geográficos, lingüísticos, antropológicos, sociológicos y económicos, que permitieron y permiten que un nombre de lugar o sitio se origine y subsista en el tiempo.
En este sentido, existen en Venezuela, fundamentalmente, topónimos de tres orígenes: indígenas, hispanos y africanos, dichas denominaciones recuerdan la memoria de personas, lugares o hechos que tienen significación histórica o social para el pueblo venezolano, los cuales se han integrado al patrimonio geoespacial, en distintas etapas del desarrollo histórico nacional.
Las consideraciones hechas, sirven de fundamento para exponer que en la geografía del municipio Santa María de Ipire del estado Guárico, subsiste el topónimo Cerro de Boves, posiblemente en alusión al lugar de alguno de los combates que libró el sanguinario jefe realista, José Tomás Boves, en su suelo. Entre ellos, el combate de “El Salado” sitio localizado en las sabanas de Santa María la Vieja, en el cual el asturiano derrotó al general patriota Manuel Carlos Piar, el 16 de octubre de 1814.
En el lapso 1813-1814, la actuación protagónica de Boves en las acciones bélicas fueron determinantes para la caída de la Segunda República. Los historiadores J. A. De Armas Chitty (1978) y Adolfo Rodríguez (1998), informan que en el sitio de La Corona, a dos kilómetros del pueblo de Santa María de Ipire, Boves logró uno de sus primeros triunfos,… y “en el Chaparral de El Manguito corrió más de una vez sangre de republicanos. No lejos del pueblo, en el Cerro de Boves, el asturiano cometió degüellos sin cuento”.
De esas acciones, en suelo santamarieño existió el topónimo La Corona. Sitio que se localizaba en inmediaciones de la aguada “El Guamo”, donde probablemente acampó Boves con sus huestes, en marcha de Barcelona a San Fernando de Cachicamo. En la actualidad el sitio está urbanizado y son puntos de referencia, la calle “El Merecure” y el “Matadero Viejo” en la vía hacia el sector “Taparito” a la entrada de la población.
El llamado Cerro de Boves es una pequeña altura o loma localizada en las inmediaciones del caserío “Juan Domingo” al suroeste de Santa María de Ipire, en cuya cima está o estuvo colocada una cruz de tamaño mediano, que tradicionalmente ha sido llamada la “Cruz de Boves” y/o el “Ánima de Boves”. Supuestamente en algún tiempo, los lugareños celebraban en el sitio velorios de cruz de mayo.
Al caserío Juan Domingo se llega, desviándose en la carretera nacional El Socorro-Santa María, por una carretera de granzón que está después del puente Santa Inés, que conduce hasta el caserío Los Garzones, al pueblo de Altamira, a San Fernando de Cachicamo y Puerto Requena en las márgenes del río Orinoco, etc. A pocos kilómetros de dejarse la carretera nacional está la finca “Piedras Blancas”, un poco más adelante la vía se bifurca en una “ye”, a la izquierda conduce a Altamira y demás sitios, y a la izquierda a los caseríos Las Bateas, Las Burras, Juan Domingo, entre otros.
El “Cerro” se localiza en la sabana de las llamadas “tierras felizoleras”, a un lado de un viejo camino real ganadero que desapareció cuando construyeron la carretera que une a Santa María de Ipire con la Faja Petrolífera del Orinoco. Dicho camino llegaba a la población de El Socorro, pasando antes por el cerro Buena Vista y los sitios de Los Muerticos, El Varguero y Las Araguatas.
Se infiere que el topónimo pudiera devenir del sangriento combate de El Salado, ocurrido en las mismas sabanas aunque en lugar distante del mismo, donde ante la superioridad de las fuerzas del cruel asturiano y sus huestes realistas, muchos patriotas ofrendaron su vida por la libertad de la patria, quedando su sangre derramada en las sabanas del suroeste santamarieño, y dejando para la posteridad, en un punto de la sabana el topónimo que recuerda al sanguinario Boves.
En el proceso de transferencia de la propiedad territorial, las llamadas tierras felizoleras, a través de la figura de compra-venta fueron propiedad del productor agropecuario José Manuel Panzarelli y en la actualidad son un parcelamiento surgido de una invasión de campesinos de los caseríos vecinos. En las inmediaciones de las sabanas de El Salado o “El Salao” se encuentra ubicada la Estación Experimental “La Iguana” de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez.
FUENTES
Bibliográficas
DE ARMAS CHITTY, José Antonio. (1978): Historia del Guárico. 1532-1800. San Juan de los Morros: Publicaciones de la Universidad Rómulo Gallegos.
HERNÁNDEZ G. Felipe. (2011): Aportes Históricos sobre el pronunciamiento de los cabildos y los pueblos del Guárico a favor de la causa patriota. San Juan de los Morros: XI Congreso Nacional de Historia Regional y Local: Ministerio de la Cultura / Centro Nacional de Historia / Archivo General de la Nación / UNERG.
HERNÁNDEZ G. Felipe. (2007): El Núcleo Valle de la Pascua de la UNESR. Apuntes históricos. Valle de la Pascua: Talleres de A.C. Estampas Llaneras SRL. p. 44.
LÓPEZ CONTRERAS, Eleazar. (2004): Bolívar conductor de tropas. Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República. pp. 219 ss.
RODRÍGUEZ, Adolfo. (1998): Historia de la Tierra de Ipire. San Juan de los Morros: Gráficas Los Morros, CA. Fundación Guariqueña para la Cultura. Ediciones Sabaneras Nº 3. pp. 42, 43.
ZARAZA, Lorenzo. (1933): La Independencia en el Llano. Caracas: Editorial Elite. pp.214 ss.
Testimonios
Sr. Antonio Apodaca.
Sr. Arturo González y sus hijas: Diana Gabriela y Keila González Zamora.
Lic. Feliamar Torrealba.
Sr. Rafael Quintana (Caballo).
Sr. Tarsicio Gil Guillen.