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En los dominios de la lluvia


Por Daniel R Scott



¿Qué día es hoy? ¿Domingo en la tarde? No lo sé: el calendario y las fechas a veces se me traspapelan en la memoria. Me digo: los días, las horas los minutos, ¿qué son? Debo organizar esa cosa llamada tiempo y fechas pero por ahora carezco del tiempo y de los ánimos para hacerlo. Dejemos eso para después. El período de sequía parece haberse marchado, y unas nubes grises, vespertinas y frías se ciernen silenciosas, movedizas y pacíficas sobre las lomas y los cerros de mi pueblo. Deseo ir a caminar a ninguna parte, visitar a mi buen amigo ninguna parte. Caminar no sé de donde ni para donde. Algo me impele a huir, a salir corriendo, a respirar libertad primitiva. ¿Parábola de la Humanidad? Vestido pues de riguroso blue jeans de pies a cabeza y con zapatos deportivos me interné a un barrio de esos que aparecen sin previo aviso en el paisaje urbano.

Sin Lenin no hay paraíso

El mayor experimento socioeconómico del siglo XX fue la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Para muchos intelectuales y políticos allende de sus fronteras, la URSS representaba la posibilidad de que un mundo de justicia se instaurara en la tierra. Sin embargo, el sistema soviético colapsó en la década de los ochenta ante la mirada atónita de los espectadores globales. 


por Angel Alayón | PRODAVINCE

Nadezhda Alilúyeva era una joven estudiante universitaria soviética en el año 1932. Era conocida como una mujer culta y aplicada. En las aulas de clase escuchaba a sus compañeros hablar sobre los horrores del hambre en Ucrania. Las historias sobre la antropofagia y la muerte de miles de niños la sobrecogían. Una noche, al llegar a su casa, le contó a su esposo las historias que contaban sus compañeros en la universidad. El esposo la escuchó y desestimó las historias como simples rumores, como mentiras. Nadezhda insistió durante algunas noches, hasta que su esposo le pidió que no tratara más el tema en la casa, reclamándole su indisciplina política. A los días de esta conversación, los compañeros de clase de Nadezhda fueron detenidos y se produjo una purga en las universidades soviéticas de todos aquellos estudiantes que hubieran participado en la Colectivización y que conocían de primera mano lo que ocurría en el campo. Poco después se aprobaría un decreto que prohibía hablar del hambre en la Unión Soviética so pena de muerte. Joseph Stalin, el esposo de Nadezhda, no quería escuchar más sobre el tema.

¿El Cristo de la Historia?

Por Daniel R Scott

TODAVÍA ESTÁ DE MODA la vieja costumbre de negar la existencia histórica de Jesús. Como dije esta tradición no es nueva: desde el siglo XVII no se ha hecho otra cosa que repetir como loros los mismos trillados argumentos. Sin embargo un estudio sincero y exhaustivo del tema nos lleva a la conclusión que no es tan sencillo descartar de plano lo que se ha venido a llamar "El Jesús de la Historia". A tal fin, nos limitaremos por ahora a estudiar brevemente las fuentes bibliográficas que nos dan razón de Jesús, a saber: los evangelios del Nuevo Testamento. Seremos breves.